CNOP


Declaración de Principios


La lucha política y social de México por la democracia y la justicia.

La Confederación Nacional de Organizaciones Populares se concibe a sí misma, ante todo, como un instrumento de la lucha política y social de los ciudadanos, que pretende servir a la propia sociedad para organizarse y pugnar por sus derechos y aspiraciones.

Desde su fundación, en 1943, la Confederación participa activamente en la vida nacional, aportando sus ideas en el desarrollo de México y promoviendo las demandas principales de los grupos populares, las clases medias y los sectores urbanos del país, a quienes abre vías para acceder a la más amplia representación política, contribuyendo con ello a que la sociedad organizada concurra eficazmente en la conducción y evaluación de la función pública y en las grandes tareas del Estado.

Para ello, la Confederación mantiene una permanente política de vinculación con otras fuerzas políticas y sociales que coinciden con sus principios y objetivos. En particular, refuerza día con día su alianza histórica con el Partido
Revolucionario Institucional, sustentada en firmes bases y compromisos de carácter ideológico, estratégico y programático. Hacer cada día más fuerte esta plataforma partidaria, sobre la base de la vinculación con la sociedad, con un enfoque moderno, combativo y democrático, es nuestro compromiso.

La postura básica de la Confederación, tanto en su conformación interna como en sus alianzas partidarias y en sus relaciones con otras organizaciones sociales, ha consistido en promover invariablemente un frente integrado por las fuerzas más consecuentes y representativas en la defensa y promoción de la soberanía popular, la democracia y la justicia social.

Ésta es, en sí misma, una estrategia de asociación que se nutre de múltiples intereses y expresiones sociales, cada uno de los cuales desarrollan, en el marco general de los Principios y el Programa Común, las formas de organización y lucha que mejor convienen a sus reivindicaciones.

La Confederación es, así, una organización de organizaciones y una organización de militantes, pero también una organización de causas, que asume un papel activo en las contiendas políticas así como en el debate nacional, al mismo tiempo que mantiene un compromiso directo en la organización y defensa de los intereses de quienes la integran, y del conjunto de la sociedad, conforme a los fines y objetivos específicos que compartimos.

La Confederación sostiene que el fin esencial de esta gran alianza progresista es desarrollar, impulsar y vigorizar la democracia social, entendida como la lucha por asegurar el fundamento y contenido social de las políticas públicas, dando cauce a la energía y participación popular en la conducción de la sociedad misma.

Muchos pueblos fueron capaces de desarrollar imponentes organizaciones e instituciones enfocadas a la protección social, pero la experiencia demuestra que, además, es necesario construir mecanismos eficaces de control social del poder para evitar desviaciones en su ejercicio.

En la integración de la representación pública o en la definición de las políticas gubernamentales no se agota el interés social, sino que éste exige rendición de cuentas, transparencia y garantías de que los ciudadanos podrán vigilar cotidianamente el apego del Estado a la voluntad popular: ésta es la clave de la democracia social.

Por eso, la única palanca que puede dar sentido social integral a las políticas gubernamentales, así como legitimidad a la acción de los partidos y las organizaciones, es la democracia social.

El pueblo de México, tras seculares luchas, es inequívoco y categórico: entendemos por democracia al régimen donde se eleva permanentemente el nivel de vida material y cultural de la población. La democracia no es únicamente un ejercicio electivo formal, sino un régimen social cuyo objetivo es vivir mejor, más libres, más cultos, más seguros por la protección que nos brindan nuestras leyes e instituciones, con más recursos, con igualdad de oportunidades para el bienestar, con mayores apoyos a quienes más los necesitan.

De aquí nuestra convicción de que justicia y democracia son términos inseparables. Por ello postulamos y defendemos la democracia social, donde no hay democracia sin justicia ni justicia sin democracia, en un marco de legalidad, con la activa participación de los ciudadanos.

Es por ello también que fortalecer y preservar la soberanía del pueblo y de la Nación es la razón de ser de nuestra organización. A su amparo aseguramos las garantías básicas para que el país y los ciudadanos promuevan con su propio esfuerzo y voluntad un clima propicio de desarrollo y progreso.

El Estado de Derecho es la máxima expresión de esta soberanía popular. Defenderlo, ampliarlo y democratizarlo es una tarea central para evitar que la impunidad, la discrecionalidad o la imposición de los intereses particulares prevalezcan por encima de la Nación, los ciudadanos y las Leyes.

Ciudadanizar a los partidos y a las organizaciones sociales es la vía para promover la democracia social. Con este propósito, la Confederación seguirá avanzando para consolidarse como una organización de causas ciudadanas, comprometida en impulsar la lucha de los más variados grupos de la compleja sociedad mexicana, prestándoles apoyo e incorporándolos a la lucha general por la justicia y la democracia social.

Nuestra ideología socialdemócrata en acción.

La sociedad es cada vez más compleja y requiere de procesos permanentes de consenso para que los ciudadanos y sus múltiples intereses y organizaciones tengan asegurado el debido reconocimiento social y libertad.

Las garantías individuales y derechos sociales deben ser escrupulosamente respetados: la libertad de pensamiento, la libre manifestación de las ideas, las libertades de asociación, de tránsito y de actividad económica, así como el derecho a la salud, a la alimentación, a la educación, a la información, al trabajo y a la vivienda, son ejes fundamentales de la vida socioeconómica moderna, debiéndose consolidar y ampliar en un marco de justicia, legalidad y democracia.

México se organiza como una Federación a partir de la soberanía de los Estados y la conciencia colectiva de pertenecer a una sola Nación. Es una tarea urgente perfeccionar nuestra organización federal, combatiendo las tendencias del centralismo, unas de carácter político y otras inerciales, así como las desigualdades que genera la concentración de riqueza y oportunidades, la inequidad en el apoyo solidario y la ausencia de una visión estratégica de largo plazo para desarrollar armónicamente al país, aprovechando las posibilidades, riquezas naturales y condiciones particulares de los Estados y municipios.

Aisladamente, los Estados de la Federación y los municipios no podrán ser plenamente autónomos y exitosos en su gestión. Requieren de los recursos para mantener su infraestructura, crecer, desarrollarse y potenciar sus particularidades.

La propia Federación corre el mismo peligro si no logra reunir los recursos nacionales para desarrollar los aspectos básicos y estratégicos de largo plazo, la infraestructura general y los servicios que ayuden a todos y cada uno de los Estados a potenciar sus cualidades y mitigar sus retrasos.

Necesitamos planes estratégicos viables, no discursos abstractos sobre el federalismo, la soberanía de los estados y el municipio libre, asumiendo un gran acuerdo nacional que fije los parámetros requeridos y reconozca plenamente las dificultades y desigualdades, a efecto de priorizar el gasto federal para lograr una tarea esencial de dignidad, justicia, democracia y seguridad nacional, distribuyendo equitativamente en las regiones los servicios, el empleo y las oportunidades de trabajo e inversión.

No es posible que algunas regiones que concentran las potencialidades de recursos naturales para generar energéticos, por ejemplo, carezcan de luz y combustibles, o que sólo algunas ciudades de algunos Estados concentren y carguen el peso de la educación, salud, otros servicios y oportunidades de empleo, vivienda e inversión, desatendiendo a población que carece de estos elementos indispensables, porque en sus lugares de origen falta inversión y calidad en sus bienes o servicios.

En este mismo sentido, la división y el respeto entre los Poderes del Estado, en los términos de la Constitución Política, son un garante para que la sociedad tenga el equilibrio, la responsabilidad compartida de velar por los intereses de la Nación, el respeto a la soberanía e iniciativa popular, la rendición de cuentas, la aplicación de la justicia y la interpretación jurídica en caso de controversia.

Cuando hablamos de Nación, de Patria y de pueblo, los criterios económicos de eficiencia, ganancia y retorno de la inversión, al que nos somete el vertiginoso modo de vida globalizado, no pueden ser prioridad ni parámetro válido.

México no es un negocio o una sociedad anónima que demanda gerentes calculadores y eficientes a cualquier precio. Tampoco es un espacio geográfico con población y recursos disponibles al mejor postor para hacer ganancias a costa de la desigualdad y marginación, la postración y el atraso de regiones o la concentración absurda de recursos para satisfacer a los negociantes de lo inmediato y la máxima ganancia.

México es una Patria, con dignidad y conciencia histórica, con personalidad propia: es hogar común, origen y destino de más de cien millones de mexicanos, tanto los que viven dentro de sus fronteras como los que habitan fuera de ellas.

Precisamente por ello, la Confederación postula el principio de la rectoría estatal y de la inversión pública en las áreas estratégicas para México, que deben estar y están claramente estipuladas en la Constitución, y que por su naturaleza y trascendencia deben ser incuestionablemente nacionales.

Las empresas y empresarios, pequeños, medianos y grandes, que además de su legítimo interés procuran el desarrollo de México y de sus mercados, el bienestar de los trabajadores y la población, son parte del mismo proyecto histórico y, como tales, tienen cabida, voz y lugar en nuestra organización, trinchera de todos los mexicanos por un México mejor.

Pugnamos por un gran plan estratégico nacional, donde se establezcan acuerdos acerca de la manera de financiar y orientar el gasto de la Federación a aquellas regiones, sectores sociales y ramas productivas o de servicios que aseguren equidad, bienestar, seguridad, empleo, desarrollo científico y tecnológico, oportunidades, fortalecimiento del mercado interno y competitividad creciente.

Las clases medias, los grupos populares y los sectores urbanos del país han sido protagonistas de importantes luchas, que han contribuido a las libertades y a las instituciones y prácticas democráticas imperantes. Velar por su fortalecimiento y promover su unidad en la acción por la defensa de México es tarea permanente de la Confederación.

En la medida en que la Nación crece y se diversifica se crean nuevas actividades e intereses, así como profesiones y disciplinas técnicas, comerciales y de servicios. Surgen asociaciones de profesionistas, científicos y empresarios, así como organizaciones de defensa de los derechos humanos, del medio ambiente y de los más variados intereses sociales.

Respetar las diferencias de las organizaciones sociales existentes y de las que surjan por el propio desarrollo económico, político y social, asegurando su derecho a expresarse, organizarse y combatir por sus demandas, será la norma de trabajo para que nuestra Confederación construya una nueva red de fuerzas sociales capaces de hacer que la lucha política y social deje de ser ajena a los ciudadanos y a sus legítimos medios de expresión organizada.

Pugnamos por el fortalecimiento de la formación cívica, entendida como la actitud de compromiso personal con la legalidad, con los derechos de los demás y con el amor por México.

Mantenemos un nacionalismo profundo, porque estamos orgullosos de nuestra forma de ser y apreciar la vida, de nuestra cultura, de nuestra soberanía y de nuestras conquistas. Asimismo, el atraso, la pobreza y la falta de oportunidades son un estímulo para profundizar nuestro compromiso por un México mejor.

Nuestro nacionalismo es fruto de una lucha permanente por afirmar la identidad y el proyecto soberanos de México, no para dominar o sojuzgar a otros pueblos. Nuestro nacionalismo es para honrar y enriquecer a la humanidad con nuestro propio acento.

México es un mosaico gigantesco de pueblos y paisajes; surge y se desarrolla en un constante mestizaje y en permanente adopción de los avances de la humanidad.

Preservar la cultura milenaria que hemos heredado, para seguir nutriendo a la nacionalidad mexicana, empieza por respetarla, conocerla, asumirla, vivirla y desarrollarla en nuestro diario existir.

Con profundo dolor constatamos cómo millones de compatriotas parten en busca de oportunidades y mejores niveles de vida que no encuentran en nuestra nación.

Defenderemos, por todos los medios y en todas las instancias bilaterales y multilaterales, sus derechos como personas y trabajadores. Mantendremos estos mismos principios para enfrentar y resolver la migración hacia nuestro territorio.

La Confederación pondrá especial atención en enfrentar los efectos de la desigualdad en los sectores más vulnerables y marginados. La población que se encuentra disminuida en cualquiera de sus capacidades debe ser objeto de programas permanentes y eficientes que les permitan su incorporación económica y social plena.

La defensa de los pensionados y jubilados, para que vivan sin zozobra, además de elemental justicia, es una lucha que a todos compete y debemos prever su magnitud creciente.

Los recortes al gasto social y a la seguridad social son una constante a escala mundial, que atenta contra los intereses populares. Los gobiernos no deben olvidar sus obligaciones sociales y pretender que sean los mismos trabajadores quienes vean por su propia jubilación, cuando sus percepciones apenas les permiten sobrevivir y poco o nada pueden ahorrar, o que los enfermos enfrenten sistemas de salud privados y que las familias sufraguen una educación de calidad en instituciones privadas o paguen guarderías, por citar algunos rubros.

Los fondos de retiro únicamente deben estar al servicio de los propios trabajadores y de los grandes proyectos nacionales. No permitiremos que se conciban y utilicen como si fueran gigantescas bolsas financieras para que intereses particulares generen más negocios enteramente privados.

Los mexicanos no podemos aceptar que el ahorro interno y las políticas de crédito sean manejadas para fines distintos al de nuestro propio desarrollo independiente. Será una lucha permanente de la Confederación que los mexicanos invirtamos y reinvirtamos en fondos que promuevan el desarrollo de áreas y empresas estratégicas.

La niñez y la juventud son la reserva humana portadora de nuestro futuro. De la calidad de su alimentación, desarrollo físico, condiciones de vida, educación, formación y valores depende que México sea siendo lo que es y lo sea cada vez mejor.

La educación debe ser la palanca fundamental para fortalecer la conciencia nacional y la capacidad de emplear el desarrollo para elevar el nivel de vida material y espiritual de la población, así como para generar bienes y servicios de calidad e insertarnos como actores importantes en las grandes corrientes de la economía mundial.

La educación y la preparación técnica y científica nacional deben orientarse conforme al Artículo Tercero de la Constitución, nutriéndose de los avances más relevantes que nos ofrece la comunidad mundial y logrando la correspondencia entre lo que se estudia y lo que se requiere y demanda efectivamente en la vida socioeconómica nacional e internacional.

Postulamos que la equidad de género, entendida como igualdad de oportunidades en igualdad de circunstancias, es para que mujeres y hombres tengan jurídica, económica, social y laboralmente las mismas posibilidades de desarrollo, sin menoscabo de las características, necesidades y diferencias propias.

II.- NUESTROS PRINCIPIOS Y COMPROMISOS CON LA SOBERANIA, LA DEMOCRACIA Y LA JUSTICIA SOCIAL.

Naturaleza y carácter de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares.

Con base en nuestros principios ideológicos, concebimos a la Confederación como una gran alianza política y social.
Planteamos, en primer lugar, una alianza histórica esencial entre la Confederación Nacional de Organizaciones Populares y el Partido Revolucionario Institucional, basada en la defensa de los principios que dan carácter vanguardista y progresista al Partido.
Esta alianza es hoy un instrumento estratégico para recuperar espacios políticos y para conservar los que mantenemos, entendiendo que sin el poder político –entendido siempre como medio, no como fin- no es posible el cumplimiento de nuestras aspiraciones y programas de trabajo.
El Partido Revolucionario Institucional desde su fundación ha pugnado y sigue pugnando por generar las condiciones necesarias para el desarrollo integral de la sociedad mexicana. Sin embargo, al día de hoy el pueblo de México sigue demandando mejores condiciones de vida.
La justicia social es un reclamo de la sociedad menos favorecida con el desarrollo económico, pero también es una deuda histórica con las grandes mayorías del país. No cejaremos en el propósito de contribuir, desde nuestra propia renovación, en la renovación del Partido, asegurando que esté a la altura de los cambios y transformaciones que atraviesa México de cara al siglo XXI.
La búsqueda del poder por el poder mismo es sinónimo de soberbia, que envilece y corrompe a las organizaciones. Por ello estaremos atentos en los procesos de competencia electoral para que los candidatos y representantes populares que surjan de nuestras filas se apeguen estrictamente a representar los intereses por los cuales fueron votados.
Una de las formas de alcanzar esos anhelos, vigorizando estructuralmente a nuestro Partido, es construyendo una gran alianza ciudadana para un México mejor, a través de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares.
Una gran alianza ciudadana para un México mejor significa, entre otros aspectos:
·      Reconocer y admirar las fortalezas del pueblo mexicano.
·      Compartir el hondo sentimiento humano que expresa el pueblo de México a través de la solidaridad.
·      Asumir la deuda que se tiene con los grupos marginados del país.
·      Poner realmente la política al servicio de la sociedad mexicana.
·      Establecer bases estructurales para permitir que la justicia social llegue a todos los niveles.
·      Mantener una consulta permanente entre los ciudadanos para conocer sus demandas y necesidades.
·      Saber escuchar y dar respuesta a las quejas ciudadanas.
·      Saber reconocer las cualidades de los líderes naturales.
·      Establecer permanentemente puentes de comunicación entre el Partido y la sociedad a través de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares.
·      Iniciar un proceso de penetración y trabajo directo con las diferentes organizaciones de la sociedad civil.
·      Incorporar un Código de Ética que regule el comportamiento público y privado de los militantes y simpatizantes de la Confederación.
·      Acotar el poder político al marco de la Ley.
·      Respetar la pluralidad política e ideológica.
Sobre estas bases, la Confederación trabajará para consolidarse como la columna vertebral de la alianza entre las clases medias, los grupos urbanos y los sectores populares con el Partido Revolucionario Institucional.
Esta alianza podemos entenderla en dos vertientes:
1.  Primera, como alianza entre la Confederación y el Partido, desde la óptica de que el Sector Popular, además de tener una organización nacional, es el interlocutor y puente más sólido entre las clases medias, los grupos populares y los sectores urbanos con el Partido.
2.  Segunda, como alianza entre la sociedad y la Confederación, pues diferenciarnos de otras ofertas políticas no es un obstáculo para considerar cuidadosamente llevar a cabo acciones conjuntas con organizaciones y expresiones sociales de todo tipo afines en ideología, metas y proyectos.
La Confederación Nacional de Organizaciones Populares entiende claramente que para renovarse debe reconocer de manera clara y honesta los errores del pasado, retomar y actualizar sus principios y proyectar una imagen moderna ante el pueblo de México.
En la coyuntura política actual, se hace indispensable pensar en las necesidades del país y pensar en estrategias reales, no solo enunciativas; pensar, además, que las grandes mayorías requieren de niveles dignos de vida y que el discurso que derive de la Declaración de Principios de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares refleje fielmente el sentir de nuestra militancia a lo largo y ancho del país.
Consideramos que este proceso de renovación debe enfatizar en diez grandes principios, cuya concreción en la sociedad y la política nacionales son la razón de ser de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares:

1. Defensa de la soberanía nacional.
La constante que ha marcado nuestra historia nacional ha sido la defensa de la soberanía.
Esta lucha es aún más necesaria en un mundo en constante evolución, donde lo que se ha pretendido sin ningún sustento ha sido borrar las fronteras como una simple condición de mercado o por definiciones de seguridad en donde lo que cuenta no es el Derecho, sino la fuerza.
Frente a esta situación, es imperativo de todo ciudadano tener muy claro lo que la soberanía nacional significa.
Para nosotros, soberanía nacional es oponernos a todo aquello que intente vulnerar nuestro territorio, nuestra población, nuestra identidad nacional y nuestros recursos, tanto económicos como naturales.

2. Defensa de la democracia y sus valores.
Por democracia entendemos no solamente el acto libre y soberano de elegir a nuestros gobernantes, sino la más amplia participación ciudadana en el ámbito de lo económico, lo político y lo social, junto con la equidad en todos los derechos consagrados en la Constitución.
Entre éstos, en particular, la Confederación está comprometida con las garantías individuales y los derechos humanos, por cuyo cabal respeto pugnará, evitando a toda costa cualquier forma de abuso del poder que ponga en riesgo la dignidad e integridad de cualquier ciudadano. El respeto a los derechos humanos es la base del respeto al Estado de Derecho.
Promovemos en especial los derechos de la mujer, subrayando la importancia de su participación en todos los órdenes de la vía pública. La mujer cenopista debe hacerse presente en los puestos de representación política y en la Administración Pública.
Para preservar y asegurar un mejor futuro para los jóvenes, se promoverá de modo sistemático la formación de cuadros juveniles que inyecten mayor vitalidad a la Confederación.
Sostenemos que la participación ciudadana es fundamental para construir un país más democrático, ya que a través de ella se construirán consensos y se evitarán abusos por parte de los gobernantes.
El poder político debe ser limitado mediante la participación activa y responsable de los militantes, y al mismo tiempo estar acotado por el marco constitucional y de la propia Ley.
Consecuencia clara de todo lo anterior es el compromiso básico de respeto a la militancia. Nuestro militante debe contar con una ética que garantice su actuación ejemplar en todos los ámbitos en que se desarrolla. Igualmente, su permanente capacitación es un rubro indispensable.

3. Combate a la pobreza para la justicia social.
La sociedad mexicana se sigue transformando rápidamente de una sociedad rural a una sociedad urbana, lo que ha traído como consecuencia el aumento de los cinturones de miseria en nuestras ciudades.
No basta con reconocer cuántos millones de pobres existen en México, ni tampoco simular combatir la pobreza con programas asistencialistas de coyuntura.
El problema requiere de una articulación de políticas públicas de fondo cuyo objetivo en primera instancia propicie una mejor distribución de la riqueza.
Para ello, hay que oponerse a la acumulación de la riqueza en pocas manos, a los monopolios y a la tiranía insensible del mercado, desterrando políticas individualistas centradas en el solo afán de lucro y defendiendo el sistema de economía mixta bajo la rectoría del Estado.
Hay también que anteponer los fines de la sociedad al afán inmoderado de beneficios personales, mediante mecanismos de redistribución de la riqueza, pugnando por la regulación de la especulación financiera y oponiéndose de manera frontal a todas aquellas políticas que de un modo u otro lesionen la economía de la sociedad mexicana.
El objetivo es abatir los niveles de pobreza y de marginación, promoviendo rangos más altos de bienestar popular que se reflejen en la vivienda, la salud, el empleo y el medio ambiente.

4. Combate a la inseguridad pública para la libertad.
Los problemas de la inseguridad crecen en proporción con el grado de urbanización que alcanza cada sociedad.
Uno de los grandes problemas de las sociedades modernas y muy en especial de la sociedad mexicana es la inseguridad creciente. En estos tiempos la protección de la integridad física y moral de las personas, así como de sus propiedades, es una exigencia que no admite demora.
La Confederación exigirá a las autoridades soluciones que, además de propugnar por medidas persecutorias y de enjuiciamiento de los transgresores de la ley, contemple paralelamente un programa de prevención del delito que permita resolver las causas de fondo que llevan a los individuos a delinquir.
Se pronuncia además de manera categórica en favor de un programa que analice y evalúe la responsabilidad que tienen todos los agentes sociales en dicha problemática. En dicho programa, se debe abordar, en forma muy especial, la responsabilidad de algunos medios masivos de comunicación en la difusión y proliferación de vicios y adicciones y en la exaltación de modelos de conducta negativos.
En este marco, exigimos castigos ejemplares para delitos como el narcotráfico, la prostitución infantil, la violación y los secuestros.
Exigimos también una reforma profunda de las corporaciones policiales y de los órganos de procuración de justicia.
Consideramos al fortalecimiento del Poder Judicial, tanto en el ámbito federal como en el local, como un elemento indispensable para asegurar el imperio del Derecho y un efectivo combate a la inseguridad y la impunidad.

5. Impulso a la educación como base del progreso y la justicia social.
Las clases medias, los grupos populares y los sectores urbanos de México demandan cada día más y mejores niveles de educación.
Creemos que el único medio capaz de generar riqueza tanto moral como económica para el individuo y para su sociedad es la educación, pues de ella se derivan las soluciones a los grandes problemas que hoy confronta la sociedad mexicana.
La Confederación Nacional de Organizaciones Populares se manifiesta de manera explícita en favor del fortalecimiento de la educación pública, laica y gratuita, oponiéndose a cualquier intento de vulnerarla.
Defendemos igualmente a la universidad pública y a todas las instituciones públicas de educación superior, por cuya consolidación pugnamos.
Debe hacerse de la enseñanza de la Historia de México y de los valores cívicos un baluarte en la defensa de la República.
La Confederación seguirá luchando para que el Estado mexicano incluya en el ámbito de la obligatoriedad de la enseñanza pública el acceso a la educación preescolar completa.
Entendemos a la cultura es como un aspecto fundamental para el desarrollo armónico de los mexicanos, que exige garantizar los espacios y los recursos necesarios para su crecimiento.
La recreación posibilita la integración familiar y social de todos los miembros de la comunidad, por lo que la Confederación promoverá que en los tres niveles de gobierno se garantice plenamente este derecho, construyendo para tal efecto áreas verdes al igual que parques y jardines, así como centros deportivos.

6. Sano desarrollo económico para la igualdad de oportunidades.
En un mundo globalizado como el que hoy vivimos, el intenso intercambio de bienes y servicios a nivel mundial ha incidido en la dinámica y orientación de la economía nacional, afectando sobre todo a las clases medias urbanas.
Consideramos que los flujos de inversiones hacia nuestro país deben reflejarse en el nivel de vida de las familias y en la capacitación que les permita a los ciudadanos mejores niveles de competitividad.
Un adecuado equilibrio entre las exigencias del mercado externo y el desarrollo y fortalecimiento del mercado interno es inaplazable.
Esto exige avanzar en mejores sistemas de capacitación en y para el trabajo.
Exige igualmente impulsar y promover la cultura de la calidad total en todos los ámbitos de la producción y los servicios.
Por otra parte, se hace indispensable adicionar a nuestro sistema educativo nacional con nuevas herramientas que permitan el desarrollo integral del individuo a través del manejo de tecnologías computacionales y el dominio de lenguas extranjeras.
Sobre estas bases, habrá de promoverse el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, del cooperativismo, las oportunidades de empleo, el más amplio acceso a créditos y la promoción a las actividades agropecuarias, buscando como objetivo fundamental el desarrollo sustentable de México.

7. Federalismo para la equidad en la distribución de los recursos públicos.
El federalismo es un concepto que debe dejar de ser sólo un mero referente del discurso para dar pie a un proceso real de transformación en el desarrollo equitativo y equilibrado del país, desterrando para siempre la sombra del centralismo y la verticalidad en la toma de decisiones.
La Confederación promoverá mediante una amplia consulta nacional la modernización del sistema hacendario de México y la revisión y fortalecimiento de las facultades del propio Poder Ejecutivo Federal, de los Estados y el Distrito Federal, así como de los municipios, para que exista una verdadera coordinación de los tres niveles de gobierno, haciendo del federalismo fiscal un motor de desarrollo regional.

8. Defensa de los mexicanos en el extranjero.
La Confederación está comprometida a proteger a nuestros migrantes a través de políticas que atiendan sus problemas y que garanticen el respeto a sus derechos mediante acuerdos con las instituciones correspondientes.

9. Combate a la discriminación de cualquier tipo.
Como sociedad no aceptamos el hecho de que aún exista algún tipo de discriminación.
Por ello, la Confederación ratifica su compromiso con la equidad de género y el apoyo irrestricto a los adultos en plenitud, las personas con discapacidad, los grupos étnicos y la pluralidad cultural.
Asimismo nos pronunciamos a favor del pleno respeto a los derechos de los niños y de los jóvenes, así como en contra de cualquier intento de vulnerar su desarrollo físico y mental.


10. La revaloración de la política como actividad con sentido ético y de servicio a la sociedad.
Como organización conformada por hombres y mujeres libres, el comportamiento ético y la honorabilidad que guían a los militantes de la Confederación en la actividad política y social serán plenamente consecuentes, observando y promoviendo la plena congruencia entre el discurso y la acción, entre la ideología y la práctica, entre los principios y los fines.
Conforme a las disposiciones de la Convocatoria, el Reglamento y el Reglamento de Debates de la Asamblea Nacional Extraordinaria, este Dictamen de Declaración de Principios fue aprobado con el carácter de Resolución de la misma por los Delegados integrantes de la Mesa Temática de Declaración de Principios y el Pleno de Conclusiones el día diecinueve de noviembre de dos mil dos, haciéndose constar lo anterior para los efectos correspondientes.
POR LA MESA DIRECTIVA DE LA MESA TEMÁTICA DE DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC. MARIANO PALACIOS ALCOCER. EL SECRETARIO TÉCNICO, EN FUNCIONES DE RELATOR, LIC. JULIO CÉSAR CORDOVA. – POR LA MESA DIRECTIVA DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC. MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA. EL SECRETARIO, LIC. HÉCTOR YUNES LANDA.


















Programa de Acción


Dictamen aprobado con el carácter de Resolución de la Asamblea Nacional Extraordinaria de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares celebrada en la Ciudad de México, Distrito Federal, los días 19 y 20 de noviembre de 2002.
Dictamen aprobado con el carácter de Resolución de la Asamblea Nacional Extraordinaria de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares celebrada en la Ciudad de México, Distrito Federal, los días 19 y 20 de noviembre de 2002.

1. CONCEPTOS BASICOS.
El Programa de Acción es uno de los Documentos Básicos de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, en el que se consignan los compromisos y acciones generales que se propone llevar a cabo para materializar sus tesis ideológicas y políticas, lograr sus fines y objetivos y dar respuesta a las organizaciones y ciudadanos que la integran.
Comprende este Documento el compromiso de asumir el Programa de Acción del Partido Revolucionario Institucional, con el que la Confederación mantiene una firme alianza en la lucha política por el desarrollo integral y el bienestar social en un México soberano con igualdad, democracia y justicia.
El cumplimiento del Programa de Acción de la CNOP debe apoyarse en la política, entendida como instrumento eficaz y legítimo para hacer coincidir nuestra acción con las orientaciones de los movimientos sociales que definieron a nuestro país y determinaron el surgimiento de nuestro Partido y con las demandas de las clases medias, los sectores urbanos y los grupos populares, que, por una parte, siguen enfrentando situaciones de desigualdad y marginación y, por la otra, tienen la aspiración y la esperanza de avanzar en sus condiciones y calidades de vida, como producto de su propio esfuerzo.
Comprometidos con un régimen de Derecho que debemos fortalecer, las acciones de los cenopistas se fundamentarán en la ley y se respaldarán en la moral ciudadana, que serán las bases de su legalidad y solidez.

2. IDENTIDAD HISTÓRICA DE LA CONFEDERACION NACIONAL DE ORGANIZACIONES POPULARES
La Confederación encuentra su identidad y contenido en la profundidad de sus raíces y de su evolución, que le otorgan plena justificación histórica, así como en la diversidad de las actividades de las organizaciones y los militantes que la integran y en el acelerado proceso de transformación de la vida rural a la urbana, que junto con el coincidente aumento de población trajo el crecimiento acelerado de las ciudades, localidades y comunidades en general en nuestro país.
Como consecuencia de la acción y dinamismo de los Gobiernos surgidos de la Revolución Mexicana, a las clases medias y los grupos urbanos y populares, como sectores emergentes en la sociedad, les correspondió transitar durante un largo periodo de estabilidad política y paz social, con desarrollo en todos los órdenes, después de largas etapas de sucesivos conflictos y guerras civiles a partir de las luchas por la Independencia.
En esa intensa actividad, la Confederación impulsó y apoyó los avances y la consecución de las metas y objetivos de estos grupos, promovió la solución de sus problemas y definió su personalidad, no obstante las características diversas de sus integrantes y lo heterogéneo de sus componentes, con un denominador común: la lucha por su reivindicación y superación política, social y económica y por la grandeza de México.

3. EL MARCO PROGRAMÁTICO DE LA CONFEDERACIÓN.
Los antecedentes citados constituyen el soporte histórico de nuestro Programa de Acción, en el que partimos de la necesidad de ser fieles a los orígenes, pero también de responder a los nuevos retos que plantea la evolución de la sociedad, buscando una más clara proyección hacia el futuro.
Esto hace que sea necesaria la instrumentación de estrategias consecuentes con la realidad del país, con plena conciencia de la evolución de la sociedad en el corto y mediano plazo, nutriendo los programas y acciones de la Confederación con las demandas y propuestas de sus militantes y de los ciudadanos.

4. EL ÁMBITO DE LA CONFEDERACIÓN.
En el ámbito de las clases medias y los grupos urbanos y populares del país se entreveran reclamos y necesidades de diversa índole. Se encuentran, así, por una parte, los problemas inherentes a la acumulación de rezagos por demandas desatendidas; por la otra, las disfunciones que se derivan de la compleja red de relaciones sociales, que hacen necesaria su organización, tratamiento y canalización política eficaces, debido a la falta de precisión que ha existido para adecuar con oportunidad las los programas y acciones de atención y de respuesta.
Este campo de intereses de los grupos urbanos puede contemplarse desde el punto de vista territorial, relacionándolo con el lugar donde se habita y se trabaja, o personal y grupal, considerando las necesidades y aspiraciones de cada uno de los individuos y las colectividades que forman.
En ambos casos, es necesaria la vinculación de la Confederación con ellos como premisa para construir formas relevantes de identificación, comunicación y participación con nuevos modelos organizacionales, enriquecidos con acciones de un profundo contenido social, planteadas en términos novedosos, que evidencien la voluntad de construir puentes a su servicio, así como con el gobierno, sin importar su origen electoral, como instancia obligada a atender y resolver las demandas y exigencias colectivas .

5. ENTORNO DEMOGRÁFICO.
Para precisar los horizontes de acción que se perfilan en lo anterior, es fundamental considerar en nuestro Programa los acelerados cambios por los que atraviesa la población.
De acuerdo con las estimaciones de la Comisión Nacional de Población, la población de entre 15 y 24 años de edad aumentó de 9.2 a 20.5 millones entre 1970 y 2002. En la actualidad este grupo crece a un ritmo de 0.75% aproximadamente y se prevé que su volumen alcanzará 21.5 millones en el año 2010.
Por su parte, la población de entre 25 y 64 años de edad pasó de 15.2 a 43.4 millones entre 1970 y 2002 y se prevé que su tamaño se seguirá incrementando en los próximos lustros, alcanzando cerca de los 70 millones en el año 2030.
Finalmente, la población de 65 años o más representa hoy día sólo 4.9% de la población total, con alrededor de 5 millones de personas, pero su crecimiento ha sido muy acelerado: pasó de 1.42% en 1980 y 1981 a cerca de 3.7% del total en la actualidad. El incremento fue de 40 mil individuos en 1980 y 1981 y en el año 2002 llegó a 195 mil personas. Este segmento de la pirámide poblacional ha acusado un crecimiento muy acelerado: hoy, uno de cada 20 mexicanos está en ese grupo de edad y en el 2030, si la tasa de crecimiento se mantiene en ese nivel (3.7%), representará a uno de cada ocho individuos, en tanto que en el 2050 será de uno de cada cuatro habitantes.
La tendencia de crecimiento, como se observa, muestra que el aumento considerable del segmento de adultos mayores habrá de demandar una especial atención en los próximos años, gestionando programas específicos para este grupo de ciudadanos que demanda una mejor calidad de vida.
Los cambios indicados en la composición por edades tienen y seguirán teniendo importantes consecuencias en la formación de un amplio espectro que gira en la segmentación de la población. Estos cambios crean nuevas oportunidades, pero también condiciones demográficas que plantean nuevos y más complejos desafíos que obligan a gestionar programas de tipo social.
Por ejemplo, en materia de vivienda, como consecuencia de la evolución demográfica de los jóvenes y adultos, la demanda aumentará a razón de 800 mil por año durante las próximas décadas, de tal manera que si en la actualidad existen 23.1 millones de viviendas, en el año 2020 se requerirían 41.4 millones, lo que implica construir en los próximos 20 años el equivalente a más del 80% de viviendas actualmente disponibles.
En materia de empleo, en la próxima década se integrarán al mercado de trabajo cerca de un millón 200 mil mexicanos en promedio por año. En consecuencia, se estima que la población económicamente activa, que actualmente se sitúa en 43.8 millones de trabajadores, ascenderá a 55 millones en 2010 y a 64 millones en 2020, lo que requiere programas de empleo permanente.
Adicionalmente, debe tenerse presente que México sigue mostrando desde el punto de vista de la distribución territorial dos facetas marcadamente contrastantes: por un lado, la enorme dispersión de sus habitantes rurales y, por el otro, la concentración de su población en unas cuentas regiones y ciudades del país.
Esta distribución polarizada de la población en nuestro territorio requiere de una política de población que haga énfasis en acciones tendientes no sólo a la desaceleración del crecimiento demográfico, sino a su redistribución, tratando de corregir los marcados desequilibrios en la composición espacial de la población. No solamente debemos abatir la tasa de crecimiento de la población en los próximos años, sino repartirnos mejor en el territorio nacional.
Nuestro país tiene todavía cerca de la cuarta parte de su población asentada en miles de pequeñas localidades rurales, donde las condiciones de vida, las insuficiencias productivas y de empleo, así como la baja cobertura de los servicios básicos determinan fuertes presiones migratorias, que han contribuido a un acelerado proceso de urbanización que plantea complejos retos y que demanda la puesta en marcha de políticas y estrategias integrales, de mediano y largo plazo, que conduzcan a un desarrollo urbano que, de manera eficiente, estimule la inversión productiva y la creación de empleos y favorezca el mejoramiento de los niveles de vida de la población.
Un ingrediente de la mayor importancia en la nueva realidad demográfica del país, así como en sus efectos políticos, económicos y sociales, es el que representa la creciente migración de mexicanos a otros países, principalmente a los Estados Unidos de América, donde constituyen ya uno de los grupos de población más numerosos e importantes, con demandas específicas que no pueden soslayarse.
En estos propósitos la Confederación Nacional de Organizaciones Populares debe participar en forma permanente.
Estamos a tiempo de prever y emprende las acciones que se requieren para encauzar los fenómenos que provocará el dinamismo poblacional del país, promoviendo y gestionando políticas y programas de tipo social en beneficio de las clases populares, las clases medias y los grupos urbanos.

6. LA CONFEDERACIÓN NACIONAL DE ORGANIZACIONES POPULARES Y SU RELACIÓN CON LA NUEVA SOCIEDAD URBANA
Uno de los fenómenos más característicos de las últimas décadas es el proceso de concentración urbana en el mundo. México no escapa a este fenómeno. Los cambios que se están generando en el tejido social urbano y rural, a partir de nuevos modelos de organización y diferentes formas de convivencia representan un reto político y social para todo el país, pero especialmente para el Sector Popular, principalmente donde hay marginación y pobreza.
La sociedad entera no acaba de comprender y de asimilar, a cabalidad, el nuevo fenómeno urbano. El elemento que puede cohesionar esta interpretación se encuentra en la así llamada vida cotidiana. Para intentar su reconceptualización y organización es necesario volver los ojos al detalle de las costumbres, los hábitos, las relaciones afectivas, las diversiones, las prácticas, los problemas, las aspiraciones y los valores específicos que trae aparejada la realidad concreta de cada uno de los habitantes de las ciudades. La identificación de cada uno de estos fenómenos, necesidades y posibilidades de atención deberá constituir permanentemente una de las actividades más importantes y trascendentes dentro de los trabajos políticos del Sector Popular.

7. LAS DEMANDAS DE LA MILITANCIA DEL SECTOR POPULAR.
Muchos y diversos son los planteamientos que los grupos urbanos componentes del Sector Popular formulan. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
1.  La lucha por la soberanía nacional, la democracia, la igualdad y la justicia social;
2.  El fortalecimiento y rediseño del Sector Popular;
3.  Una respuesta eficaz a las necesidades actuales del Sector, con visión de futuro;
4.  La plena concordancia del Programa de Acción con el diagnóstico y la Agenda Nacional;
5.  La formación y capacitación permanente de los cuadros y líderes de las organizaciones del Sector;
6.  Firmeza para reivindicar el papel de la CNOP en la historia y en la construcción del cambio democrático del país;
7.  Articular tradición y modernidad, atemperando la polarización, a través de las garantías de continuidad, integración social y gobernabilidad;
8.  Establecer vínculos efectivos de representación política con las clases medias y los grupos populares;
9.  Generar un clima de unidad para conservar la confianza en nuestra organización;
10.                     La igualdad de oportunidades para todos los militantes; y,
11.                     La lucha permanente contra la pobreza, entre muchos otros.
Nuestro Sector deberá llevar a cabo Programas concretos cuyo objetivo básico sea el de contribuir a la solución de las demandas que con más énfasis hacen sus agremiados:
1.  Reactivación de la economía popular;
2.  Fortalecimiento de la micro, pequeña y mediana empresa así como a las áreas de la economía del país vinculadas con el sector informal;
3.  Promoción de esquemas de apoyo a la producción artesanal;
4.  Apoyos para productos de infraestructura y equipamiento para el pequeño comercio;
5.  Impulsar esquemas de aseguramiento médico para no asalariados;
6.  Mejoramiento de la vida cotidiana individual y familiar;
7.  Promoción del empleo y bolsa de trabajo, tomando en cuenta a las personas mayores de 40 años, a los adultos en plenitud y a las personas con discapacidad, jubilados, pensionados y viudas desprotegidas, así como fomentar el autoempleo;
8.  Renovación de la actividad política, destacando la participación de jóvenes y mujeres;
9.  Lograr que el Estado garantice el orden y la seguridad pública;
10.                     Respeto y acciones que coadyuven a la defensa y práctica de los derechos humanos y prevención, y protección en contra de la violencia intrafamiliar;
11.                     Protección al migrante en general y en especial a los miembros de nuestro Sector en el extranjero;
12.                     Proponer iniciativas de Ley y exigir el cabal cumplimiento de la asignación del 8% del producto interno bruto a la educación así como impulsar programas educativos diversos, con proyección y observancia local, regional y nacional, dando relevancia a los puntos tendientes para rescatar y reivindicar nuestra identidad nacional, nuestros símbolos patrios y nuestro desarrollo histórico en sus aspectos cívicos y culturales,
13.                     Garantizar la seguridad social para todos los miembros del sector;
14.                     Garantizar la alimentación de nuestra sociedad;
15.                     Promover los subsidios necesarios para apoyar la economía popular;
16.                     Buscar créditos adecuados y suficientes para la edificación de vivienda digna para los integrantes del sector;
17.                     Luchar permanentemente por la consolidación y salvaguarda de nuestras empresas estratégicas y prioritarias en beneficio de México; y
18.                   Impulsar la cultura ambientalista y la preservación de la ecología nacional.

8 LA CONFEDERACIÓN COMO PROMOTORA DEL DESARROLLO INTEGRAL Y EL BIENESTAR SOCIAL DE LAS CLASES MEDIAS, LOS GRUPOS URBANOS Y LOS SECTORES POPULARES DEL PAÍS.
La Confederación como promotora del desarrollo integral y el bienestar social de las clases medias, los grupos urbanos y los sectores populares del país.
Es compromiso esencial de la CNOP servir como promotora del desarrollo integral de la sociedad, contribuyendo a elevar el nivel de vida y el bienestar de sus integrantes, por lo que impulsará y cumplirá programas específicos de carácter político, social y económico, dentro del marco del siguiente planteamiento general:
Los Programas de Desarrollo Político tendrán entre otros objetivos:
1.  La superación de los integrantes del Sector Popular, en la vida política cotidiana, como ciudadanos de la República Mexicana, con el propósito de que conozcan mejor sus derechos y obligaciones, amplíen su participación y cobren conciencia de la gran Nación en que viven.
2.  La militancia efectiva como miembros y dirigentes, en su caso, del Sector Popular y del PRI.
3.  Elevar en todos los ámbitos y niveles de gobierno su calidad política para la participación en los procesos electorales como candidatos, representantes o auxiliares y en la función pública.
Los Programas de Desarrollo Social comprenderán:
1.  Mantener y mejorar las conquistas sociales logradas.
2.  Alcanzar nuevas metas sociales, tales como la ampliación y mejoramiento de la seguridad social para que llegue a todos nuestros miembros y a sus familias, el mejoramiento de la seguridad pública y de la procuración y administración de justicia y de la justicia en general, el respeto a los derechos humanos y combate a la discriminación en todas sus formas, la protección y promoción de las exigencias específicas de los menores, las personas con discapacidad y otros grupos vulnerables, el reconocimiento e impulso de los derechos de las mujeres y los jóvenes, la educación laica y gratuita para todos, el mejoramiento de los elementos necesarios para la subsistencia del hombre, como la calidad del aire, agua, suelo, espacio, alimentación y salud, apoyados en la ciencia y la técnica, así como la vivienda decorosa, la formación de asociaciones de apoyo, defensa y servicios y la activación de la política de población y de migración.
3.  Promover lo necesario a fin de fortalecer las instituciones de seguridad social.
Los Programas de Desarrollo Económico atenderán:
1.  El desarrollo interno, para lograr la creación de mayores fuentes de empleo permanentes y bien remuneradas, así como la multiplicación de empresas productivas, individuales o en sociedades cooperativas, anónimas y de responsabilidad limitada.
2.  La protección e impulso a la pequeña y mediana empresa ya establecida.
3.  El aprovechamiento de la inversión extranjera, en beneficio de nuestros agremiados.
4.  La capacitación para una óptima productividad y el aprovechamiento pleno de las corrientes transformadoras a nivel internacional.
5.  El enlace permanente entre el sector productivo y el sector educativo en su nivel superior.
Para lograr estos y otros propósitos, el Sector Popular debe mantener una permanente interlocución con todos los órganos de gobierno, independientemente de su origen partidista, cuya obligación es atender y dar respuesta a los justos reclamos de su militancia.
Se deberán diseñar para ello mecanismos que permitan sumar e impulsar sus aspiraciones e inquietudes por una vida más digna y justa, así como fortalecer la capacidad de gestión social del Sector, sus Movimientos y sus organizaciones, retomar las causas de las nuevas formaciones sociales y dar un mayor impulso a actividades culturales, deportivas, recreativas y de bienestar social, entre otras.
Tradicionalmente, el Sector Popular ha expresado su presencia a través de una intensa labor de gestión social, apoyada en la representatividad política y en la necesidad y el interés de sus representados. Para complementar esta acción, que debe retomarse y profundizarse, es necesario instrumentar un programa de asesoría y defensa jurídica, el cual comprenda la puntual respuesta a las peticiones y demandas de las organizaciones y militantes del Sector Popular.
Es necesario igualmente establecer nuevas formas de comunicación para el análisis y tratamiento de demandas, la atención y gestoría y el seguimiento del cumplimiento de los acuerdos y convenios que se efectúen con los órganos de gobierno de los poderes de la Unión, de los Estados de la federación y de los municipios y delegaciones, así como con los responsables de los organismos descentralizados de los tres niveles de gobierno.
La coordinación de acciones debe constituir un método permanente de trabajo. En este sentido, el Sector Popular debe avanzar en el perfeccionamiento de los mecanismos que permitan instrumentar organizadamente los acuerdos, las estrategias y los programas de trabajo que se establezcan para atender las demandas de sus agremiados.
Por otra parte, se considera de la mayor importancia contar con mecanismos perfectamente establecidos que permitan exigir mayores responsabilidades a los miembros del Sector que ostentan cargos de elección popular, con el fin de que, en el marco de las disposiciones estatutarias, tengan la obligación de realizar visitas periódicas para la captación de las demandas de la población en las demarcaciones en que hayan resultado electos. Los representantes populares propuestos y apoyados por el Sector Popular deben de establecer, de manera puntual, una calendarización del cumplimiento de los compromisos adquiridos durante su campaña.
Se considera necesario también que exista la obligación de rendir informes sobre las gestiones que realizaron en beneficio de sus representados.

9. LA COHESIÓN INTERNA DEL SECTOR POPULAR.
Resulta de vital importancia instrumentar programas concretos para cohesionar organizativamente al Sector Popular y para el logro de sus objetivos políticos, sociales y económicos, definidos en nuestra Declaración de Principios, nuestros Estatutos y nuestros demás Documentos Básicos y acuerdos internos.
Se trata de armonizar y encauzar los propósitos de nuestra militancia a través de una estrategia que la involucre plenamente, buscando la unidad y la fuerza acumulada del conjunto, corrigiendo los elementos o fenómenos de dispersión o desintegración con una fuerte interacción y con eficientes formas de comunicación.
Es particularmente importante el compromiso de para alentar los flujos de nuevos cuadros y liderazgos, esenciales para mantener contacto con nuestros afiliados y con la sociedad en general.
Dentro de la estrategia, la comunicación bilateral es el instrumento fundamental para captar la opinión de las ramas sociales del Sector Popular y poder así compatibilizar el discurso con la oferta política y las acciones con lo que se demanda o se requiere.
Para ello, el Sector Popular se organizará de tal manera que pueda cubrir, asistido de la política y la técnica necesarias, todos los ámbitos de la presencia y acción de nuestros miembros y sus familias.

10. LA PLANEACIÓN Y PROGRAMACIÓN PERMANENTES EN EL SECTOR POPULAR.
La acción de la CNOP se basará en este Programa y en los demás Documentos Básicos de la Confederación, que constituyen el plan general de trabajo de donde deben derivar los programas específicos previstos por los Estatutos, para responder a las necesidades del propio Sector y cumplir sus objetivos.
Los programas específicos que se deriven se elaborarán y aprobarán bajo los siguientes lineamientos, que se presentan de manera enunciativa y no limitativa:
1.  Partirán de la consulta con nuestras organizaciones y militancia, así como con la sociedad en general, ciudadanos, tomando en cuenta los antecedentes y proyecciones del tema.
2.  Se trazarán objetivos y metas claras y precisas dentro del horizonte nacional y sin perder de vista la situación internacional.
3.  Tendrán siempre un espíritu de resolución y de superación en beneficio de nuestros afiliados, precisando las acciones conducentes al logro de los objetivos planteados.
4.  Territorialmente se clasificarán como de carácter nacional, regional, estatal o del Distrito Federal y municipal o delegacional.
5. Se dará prioridad a cuanto contribuya a la satisfacción de necesidades y el bienestar, como es la lucha por la ecología, la seguridad social, la justicia, la alimentación, la vivienda, la educación, la prevención y atención de enfermedades, el esparcimiento, el respeto a los derechos humanos y la creación y mejoramiento de empleos.

11. LA PARTICIPACIÓN ELECTORAL
La Confederación mantiene y refrenda su alianza histórica con el Partido Revolucionario Institucional, particularmente en cuanto a su compromiso y el de su militancia de participar activamente en las contiendas democráticas para ganar y mantener el poder público, desarrollando en consecuencia una permanente y seria presencia en los procesos que se desarrollen dentro del Partido o en los que éste participe.
Lo hará partiendo de la convicción de que para ganar elecciones no basta con disponer de un aparato bien organizado y asistido por especialistas en la materia, sino que se requiere también, fundamentalmente, del trabajo permanente con las bases, los cuadros y los dirigentes, en una interacción dinámica y creativa.
Para ello, el Sector Popular contará con un diagnóstico objetivo en su propio ámbito, que mantendrá actualizado, para coadyuvar en la estrategia global partidista.
Éste se iniciará con un análisis que, entre otros aspectos, considerará:
1.  La evolución del Estado y de la sociedad.
2.  La postura del Partido Revolucionario Institucional.
3.  Los resultados electorales detallados del área correspondiente en tres elecciones anteriores, por lo menos, para determinar su constante y sus variaciones.
4.  La valoración de los planteamientos básicos de los otros partidos, de los líderes políticos y sociales en general y de las expectativas fundamentales de la sociedad.
5.  Nuestra oferta política y la evaluación sobre la penetración de nuestro discurso en el electorado.
6.  Las propuestas concretas de solución.
A partir de este diagnóstico, se podrán establecer metas concretas, de acuerdo con los lineamientos del PRI, para cada elección, que se plantearán en un programa específico.
El programa específico contendrá políticas y acciones básicas para:
1.  Aprovechar todo el potencial del Sector, en función del objetivo electoral.
2.  Identificar el trabajo y la fuerza de cada una de las organizaciones del Sector.
3.  Formular y apoyar las propuestas que corresponda realizar a la CNOP para candidaturas a cargos de elección popular.
4.  Preparar en forma sistemática y constante su estructura electoral.
5.  Autoevaluar objetiva y permanentemente la operatividad y eficacia de nuestra estructura electoral.
6.  Comprobar resultados y retroalimentar el trabajo, buscando el fortalecimiento de nuestra participación electoral.
7.  Estructurar una eficaz defensa jurídica del voto a nivel nacional.
Es necesario identificar el papel que en este esfuerzo realiza cada uno de los Movimientos y organizaciones del Sector Popular, estableciendo estrategias diferenciadas, según la participación electoral.
Las políticas anteriores deberán rendir resultados concretos, como los que se enuncian a continuación:
1.  Un padrón electoral interno, depurado y actualizado, que tendrá como base el Registro Nacional de Afiliados.
2.  Una mejor estructura electoral.
3.  Una mejor organización interna.
4.  Una mejor oferta política en todos los comicios, con mejores candidatos, resultado de afinar los procesos de selección.
5.  Una mejor comunicación y propaganda política, para tener impacto no sólo entre nuestros militantes, sino entre votantes indecisos.
6.  Una defensa férrea y decidida de nuestros triunfos en las urnas, por los miembros del Sector, bien adiestrados y capacitados.
Para implementar estas políticas de acción electoral se llevarán a cabo los programas correspondientes que sean necesarios, con sus respectivos sistemas de información, evaluación y comunicación, destinados a un solo objetivo: el triunfo de nuestros candidatos.
Tales programas serán:
1.  Calendarización y estrategia diferenciada.
2.  Padrón interno.
3.  Campaña electoral.
4.  Estructura y capacitación electoral.
5.  Activismo, promoción del voto y compromiso electoral.
6.  Legitimación y debate postelectoral.
El programa contará, además, con un sistema de información y evaluación donde se concentren los resultados de los procesos y se muestren los avances en materia electoral.
Igualmente contemplará, como elemento esencial, la comunicación política a través del diálogo y la propaganda como sustento de las acciones de nuestros candidatos. A través de ella, se buscará acceder a la opinión pública, sensibilizándola sobre las propuestas de los candidatos del Sector, promoviendo una imagen acorde con los valores de la sociedad mexicana, entre otros la familia, el trabajo y la Patria.

12. EL COMPROMISO POLÍTICO DEL SECTOR POPULAR.
Ha sido una constante la legítima aspiración de los integrantes del Sector a participar como candidatos a cargos de elección popular y ocupar espacios políticos en el propio Sector y en sus organizaciones, así como en el Partido y en la administración pública. Se deben exigir al Partido y a los Gobiernos oportunidades y espacios acordes con la fuerza política de la Confederación.
Para canalizar la demanda del Sector Popular por mayores espacios de actuación, se pugnará por la constante participación en las actividades político-partidistas en las localidades, en los municipios y delegaciones y en las entidades federativas, propiciando el surgimiento y desarrollo de líderes que se conviertan en candidatos naturales a puestos de elección popular.
La Confederación coadyuvará, igualmente, dentro del marco de la normatividad estatutaria del Partido, en la identificación y promoción de cuadros competitivos que participen en los procesos internos de selección de candidatos, velando por el respeto y vigencia de las disposiciones establecidas para normarlos.
Asimismo, se mantendrá un análisis de los representantes del Sector Popular en los órganos de dirigencia partidista, particularmente los Consejos Políticos, con el propósito de evaluar su representatividad y la correspondencia entre el número de Consejeros señalado por los Estatutos de nuestro Partido a los militantes de la Confederación, solicitando cuando se requiera la incorporación a dichos órganos de los cuadros que se requiera.
Por otra parte, se pondrán en práctica con estricto rigor las disposiciones contenidas en los Estatutos de la Confederación para la renovación periódica y democrática de los órganos de gobierno y de dirección del Sector.

13. EL SECTOR POPULAR Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
Una de las expresiones más claras de los avances sociales y políticos del país, a los que han contribuido decisivamente tanto el Sector Popular como el PRI, es la participación libre y abierta de los medios de comunicación como observadores críticos de los fenómenos sociales en general y de la actuación de los partidos políticos y de sus organizaciones, en particular.
Ante esto, la CNOP debe diseñar y llevar a cabo una estrategia propositiva e inteligente con los medios de comunicación. No hay que olvidar que la crítica fortalece a la acción política y el proyecto del Sector Popular deberá impulsar estrategias encaminadas hacia una mayor vinculación con los propios medios. Igualmente, se deberá realizar un esfuerzo para lograr una mayor profesionalización de sus oficinas de comunicación.
El Sector Popular deberá actuar bajo la convicción de que los medios de comunicación han abierto un espacio para la discusión de los asuntos políticos que no puede soslayarse.
Participar en la fijación y discusión de la agenda nacional es la tarea.
El Comité Ejecutivo Nacional del Sector Popular fomentará para ello una relación seria y permanente con los medios de comunicación, reconociéndolos como el vehículo más importante de interacción con la población que sufraga.
Un segundo paso será ofrecer posibilidades para que la información generada en el Sector llegue hasta los propios medios oportunamente.
Con base en lo anterior, se tendrá que establecer un programa de comunicación que permita la exploración y análisis permanente de las tendencias de la opinión pública, de las expresiones políticas locales y nacionales, manteniendo una vinculación permanente con los medios.

14. EL PACTO SECTORIAL CON OBREROS Y CAMPESINOS.
La vinculación entre los tres Sectores del Partido –el Popular, el Obrero y el Campesino- no sólo deberá mantenerse, sino incrementarse.
Independientemente de que la fuerza política se acrecienta al actuar en conjunción con los obreros y campesinos, el Sector Popular los apoya convencidamente y luchará siempre por la preservación de sus legítimas conquistas y el mejoramiento de sus condiciones de vida.
Esta relación se debe contemplar bajo un nuevo punto de vista, considerando el reto político, social y económico que la realidad actual impone al país, vinculando lo industrial, lo urbano, lo semiurbano y lo rural, por lo que se deben promover acciones encaminadas a la coordinación de actividades que confluyen del campo a las ciudades.
Con base en esa indisoluble unidad, el Sector Popular promoverá el diseño y estructuración de programas específicos cuyo objetivo básico sea el de contribuir con los Sectores hermanos en la lucha por alcanzar las condiciones superiores a las que tienen el más legítimo derecho.
Conforme a las disposiciones de la Convocatoria, el Reglamento y el Reglamento de Debates de la Asamblea Nacional Extraordinaria, este Dictamen de Programa de Acción fue aprobado con el carácter de Resolución de la misma por los Delegados integrantes de la Mesa Temática de Programa de Acción y el Pleno de Conclusiones el día diecinueve de noviembre de dos mil dos, haciéndose constar lo anterior para los efectos correspondientes.
POR LA MESA DIRECTIVA DE LA MESA TEMÁTICA DE PROGRAMA DE ACCIÓN DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC. HUMBERTO LUGO GIL. EL SECRETARIO TÉCNICO, EN FUNCIONES DE RELATOR, LIC. CESAR VIEYRA.- POR LA MESA DIRECTIVA DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC. MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA. EL SECRETARIO, LIC. HECTOR YUNES LANDA.



Código de Ética


Dictamen aprobado con el carácter de Resolución de la Asamblea Nacional Extraordinaria de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares celebrada en la Ciudad de México, Distrito Federal, los días 19 y 20 de noviembre de 2002.
NOTA: Dictamen aprobado con el carácter de Resolución de la Asamblea Nacional Extraordinaria de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares celebrada en la Ciudad de México, Distrito Federal, los días 19 y 20 de noviembre de 2002.
1.  Conceptos Básicos.
2.  Identidad Histórica de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares.
3.  El Marco Programático de la Confederación.
4.  El ámbito de la Confederación
5.  Entorno Demográfico.
6.  La Confederación Nacional de Organizaciones Populares y su relación con la nueva sociedad urbana.
7.  Las demandas de la militancia del Sector Popular.
8.  La Confederación como promotora del desarrollo integral y el bienestar social de las clases medias, los grupos urbanos y los sectores populares del país.
9.  La cohesión interna del Sector Popular.
10.                     La planeación y programación permanentes en el Sector Popular.
11.                     La participación electoral.
12.                     El compromiso político del Sector Popular.
13.                     El Sector Popular y los medios de comunicación.
14.                   El Pacto Sectorial con obreros y campesinos.

 

CONCEPTOS BÁSICOS

El Programa de Acción es uno de los Documentos Básicos de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, en el que se consignan los compromisos y acciones generales que se propone llevar a cabo para materializar sus tesis ideológicas y políticas, lograr sus fines y objetivos y dar respuesta a las organizaciones y ciudadanos que la integran.
Comprende este Documento el compromiso de asumir el Programa de Acción del Partido Revolucionario Institucional, con el que la Confederación mantiene una firme alianza en la lucha política por el desarrollo integral y el bienestar social en un México soberano con igualdad, democracia y justicia.
El cumplimiento del Programa de Acción de la CNOP debe apoyarse en la política, entendida como instrumento eficaz y legítimo para hacer coincidir nuestra acción con las orientaciones de los movimientos sociales que definieron a nuestro país y determinaron el surgimiento de nuestro Partido y con las demandas de las clases medias, los sectores urbanos y los grupos populares, que, por una parte, siguen enfrentando situaciones de desigualdad y marginación y, por la otra, tienen la aspiración y la esperanza de avanzar en sus condiciones y calidades de vida, como producto de su propio esfuerzo.
Comprometidos con un régimen de Derecho que debemos fortalecer, las acciones de los cenopistas se fundamentarán en la ley y se respaldarán en la moral ciudadana, que serán las bases de su legalidad y solidez.

IDENTIDAD HISTÓRICA DE LA CONFEDERACION NACIONAL DE ORGANIZACIONES POPULARES


La Confederación encuentra su identidad y contenido en la profundidad de sus raíces y de su evolución, que le otorgan plena justificación histórica, así como en la diversidad de las actividades de las organizaciones y los militantes que la integran y en el acelerado proceso de transformación de la vida rural a la urbana, que junto con el coincidente aumento de población trajo el crecimiento acelerado de las ciudades, localidades y comunidades en general en nuestro país.
Como consecuencia de la acción y dinamismo de los Gobiernos surgidos de la Revolución Mexicana, a las clases medias y los grupos urbanos y populares, como sectores emergentes en la sociedad, les correspondió transitar durante un largo periodo de estabilidad política y paz social, con desarrollo en todos los órdenes, después de largas etapas de sucesivos conflictos y guerras civiles a partir de las luchas por la Independencia.
En esa intensa actividad, la Confederación impulsó y apoyó los avances y la consecución de las metas y objetivos de estos grupos, promovió la solución de sus problemas y definió su personalidad, no obstante las características diversas de sus integrantes y lo heterogéneo de sus componentes, con un denominador común: la lucha por su reivindicación y superación política, social y económica y por la grandeza de México.

EL MARCO PROGRAMÁTICO DE LA CONFEDERACIÓN

Los antecedentes citados constituyen el soporte histórico de nuestro Programa de Acción, en el que partimos de la necesidad de ser fieles a los orígenes, pero también de responder a los nuevos retos que plantea la evolución de la sociedad, buscando una más clara proyección hacia el futuro.
Esto hace que sea necesaria la instrumentación de estrategias consecuentes con la realidad del país, con plena conciencia de la evolución de la sociedad en el corto y mediano plazo, nutriendo los programas y acciones de la Confederación con las demandas y propuestas de sus militantes y de los ciudadanos.

EL ÁMBITO DE LA CONFEDERACIÓN

En el ámbito de las clases medias y los grupos urbanos y populares del país se entreveran reclamos y necesidades de diversa índole. Se encuentran, así, por una parte, los problemas inherentes a la acumulación de rezagos por demandas desatendidas; por la otra, las disfunciones que se derivan de la compleja red de relaciones sociales, que hacen necesaria su organización, tratamiento y canalización política eficaces, debido a la falta de precisión que ha existido para adecuar con oportunidad las los programas y acciones de atención y de respuesta.
Este campo de intereses de los grupos urbanos puede contemplarse desde el punto de vista territorial, relacionándolo con el lugar donde se habita y se trabaja, o personal y grupal, considerando las necesidades y aspiraciones de cada uno de los individuos y las colectividades que forman.
En ambos casos, es necesaria la vinculación de la Confederación con ellos como premisa para construir formas relevantes de identificación, comunicación y participación con nuevos modelos organizacionales, enriquecidos con acciones de un profundo contenido social, planteadas en términos novedosos, que evidencien la voluntad de construir puentes a su servicio, así como con el gobierno, sin importar su origen electoral, como instancia obligada a atender y resolver las demandas y exigencias colectivas.

ENTORNO DEMOGRÁFICO

Para precisar los horizontes de acción que se perfilan en lo anterior, es fundamental considerar en nuestro Programa los acelerados cambios por los que atraviesa la población.
De acuerdo con las estimaciones de la Comisión Nacional de Población, la población de entre 15 y 24 años de edad aumentó de 9.2 a 20.5 millones entre 1970 y 2002. En la actualidad este grupo crece a un ritmo de 0.75% aproximadamente y se prevé que su volumen alcanzará 21.5 millones en el año 2010.
Por su parte, la población de entre 25 y 64 años de edad pasó de 15.2 a 43.4 millones entre 1970 y 2002 y se prevé que su tamaño se seguirá incrementando en los próximos lustros, alcanzando cerca de los 70 millones en el año 2030.
Finalmente, la población de 65 años o más representa hoy día sólo 4.9% de la población total, con alrededor de 5 millones de personas, pero su crecimiento ha sido muy acelerado: pasó de 1.42% en 1980 y 1981 a cerca de 3.7% del total en la actualidad. El incremento fue de 40 mil individuos en 1980 y 1981 y en el año 2002 llegó a 195 mil personas. Este segmento de la pirámide poblacional ha acusado un crecimiento muy acelerado: hoy, uno de cada 20 mexicanos está en ese grupo de edad y en el 2030, si la tasa de crecimiento se mantiene en ese nivel (3.7%), representará a uno de cada ocho individuos, en tanto que en el 2050 será de uno de cada cuatro habitantes.
La tendencia de crecimiento, como se observa, muestra que el aumento considerable del segmento de adultos mayores habrá de demandar una especial atención en los próximos años, gestionando programas específicos para este grupo de ciudadanos que demanda una mejor calidad de vida.
Los cambios indicados en la composición por edades tienen y seguirán teniendo importantes consecuencias en la formación de un amplio espectro que gira en la segmentación de la población. Estos cambios crean nuevas oportunidades, pero también condiciones demográficas que plantean nuevos y más complejos desafíos que obligan a gestionar programas de tipo social.
Por ejemplo, en materia de vivienda, como consecuencia de la evolución demográfica de los jóvenes y adultos, la demanda aumentará a razón de 800 mil por año durante las próximas décadas, de tal manera que si en la actualidad existen 23.1 millones de viviendas, en el año 2020 se requerirían 41.4 millones, lo que implica construir en los próximos 20 años el equivalente a más del 80% de viviendas actualmente disponibles.
En materia de empleo, en la próxima década se integrarán al mercado de trabajo cerca de un millón 200 mil mexicanos en promedio por año. En consecuencia, se estima que la población económicamente activa, que actualmente se sitúa en 43.8 millones de trabajadores, ascenderá a 55 millones en 2010 y a 64 millones en 2020, lo que requiere programas de empleo permanente.
Adicionalmente, debe tenerse presente que México sigue mostrando desde el punto de vista de la distribución territorial dos facetas marcadamente contrastantes: por un lado, la enorme dispersión de sus habitantes rurales y, por el otro, la concentración de su población en unas cuentas regiones y ciudades del país.
Esta distribución polarizada de la población en nuestro territorio requiere de una política de población que haga énfasis en acciones tendientes no sólo a la desaceleración del crecimiento demográfico, sino a su redistribución, tratando de corregir los marcados desequilibrios en la composición espacial de la población. No solamente debemos abatir la tasa de crecimiento de la población en los próximos años, sino repartirnos mejor en el territorio nacional.
Nuestro país tiene todavía cerca de la cuarta parte de su población asentada en miles de pequeñas localidades rurales, donde las condiciones de vida, las insuficiencias productivas y de empleo, así como la baja cobertura de los servicios básicos determinan fuertes presiones migratorias, que han contribuido a un acelerado proceso de urbanización que plantea complejos retos y que demanda la puesta en marcha de políticas y estrategias integrales, de mediano y largo plazo, que conduzcan a un desarrollo urbano que, de manera eficiente, estimule la inversión productiva y la creación de empleos y favorezca el mejoramiento de los niveles de vida de la población.
Un ingrediente de la mayor importancia en la nueva realidad demográfica del país, así como en sus efectos políticos, económicos y sociales, es el que representa la creciente migración de mexicanos a otros países, principalmente a los Estados Unidos de América, donde constituyen ya uno de los grupos de población más numerosos e importantes, con demandas específicas que no pueden soslayarse.
En estos propósitos la Confederación Nacional de Organizaciones Populares debe participar en forma permanente.
Estamos a tiempo de prever y emprende las acciones que se requieren para encauzar los fenómenos que provocará el dinamismo poblacional del país, promoviendo y gestionando políticas y programas de tipo social en beneficio de las clases populares, las clases medias y los grupos urbanos.

LA CONFEDERACIÓN NACIONAL DE ORGANIZACIONES POPULARES Y SU RELACIÓN CON LA NUEVA SOCIEDAD URBANA

Uno de los fenómenos más característicos de las últimas décadas es el proceso de concentración urbana en el mundo. México no escapa a este fenómeno. Los cambios que se están generando en el tejido social urbano y rural, a partir de nuevos modelos de organización y diferentes formas de convivencia representan un reto político y social para todo el país, pero especialmente para el Sector Popular, principalmente donde hay marginación y pobreza.
La sociedad entera no acaba de comprender y de asimilar, a cabalidad, el nuevo fenómeno urbano. El elemento que puede cohesionar esta interpretación se encuentra en la así llamada vida cotidiana. Para intentar su reconceptualización y organización es necesario volver los ojos al detalle de las costumbres, los hábitos, las relaciones afectivas, las diversiones, las prácticas, los problemas, las aspiraciones y los valores específicos que trae aparejada la realidad concreta de cada uno de los habitantes de las ciudades. La identificación de cada uno de estos fenómenos, necesidades y posibilidades de atención deberá constituir permanentemente una de las actividades más importantes y trascendentes dentro de los trabajos políticos del Sector Popular.

LAS DEMANDAS DE LA MILITANCIA DEL SECTOR POPULAR

Muchos y diversos son los planteamientos que los grupos urbanos componentes del Sector Popular formulan. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
1.  La lucha por la soberanía nacional, la democracia, la igualdad y la justicia social;
2.  El fortalecimiento y rediseño del Sector Popular;
3.  Una respuesta eficaz a las necesidades actuales del Sector, con visión de futuro;
4.  La plena concordancia del Programa de Acción con el diagnóstico y la Agenda Nacional;
5.  La formación y capacitación permanente de los cuadros y líderes de las organizaciones del Sector;
6.  Firmeza para reivindicar el papel de la CNOP en la historia y en la construcción del cambio democrático del país;
7.  Articular tradición y modernidad, atemperando la polarización, a través de las garantías de continuidad, integración social y gobernabilidad;
8.  Establecer vínculos efectivos de representación política con las clases medias y los grupos populares;
9.  Generar un clima de unidad para conservar la confianza en nuestra organización;
10.                     La igualdad de oportunidades para todos los militantes; y,
11.                     La lucha permanente contra la pobreza, entre muchos otros.
Nuestro Sector deberá llevar a cabo Programas concretos cuyo objetivo básico sea el de contribuir a la solución de las demandas que con más énfasis hacen sus agremiados:
1.  Reactivación de la economía popular;
2.  Fortalecimiento de la micro, pequeña y mediana empresa así como a las áreas de la economía del país vinculadas con el sector informal;
3.  Promoción de esquemas de apoyo a la producción artesanal;
4.  Apoyos para productos de infraestructura y equipamiento para el pequeño comercio;
5.  Impulsar esquemas de aseguramiento médico para no asalariados;
6.  Mejoramiento de la vida cotidiana individual y familiar;
7.  Promoción del empleo y bolsa de trabajo, tomando en cuenta a las personas mayores de 40 años, a los adultos en plenitud y a las personas con discapacidad, jubilados, pensionados y viudas desprotegidas, así como fomentar el autoempleo;
8.  Renovación de la actividad política, destacando la participación de jóvenes y mujeres;
9.  Lograr que el Estado garantice el orden y la seguridad pública;
10.                     Respeto y acciones que coadyuven a la defensa y práctica de los derechos humanos y prevención, y protección en contra de la violencia intrafamiliar;
11.                     Protección al migrante en general y en especial a los miembros de nuestro Sector en el extranjero;
12.                     Proponer iniciativas de Ley y exigir el cabal cumplimiento de la asignación del 8% del producto interno bruto a la educación así como impulsar programas educativos diversos, con proyección y observancia local, regional y nacional, dando relevancia a los puntos tendientes para rescatar y reivindicar nuestra identidad nacional, nuestros símbolos patrios y nuestro desarrollo histórico en sus aspectos cívicos y culturales,
13.                     Garantizar la seguridad social para todos los miembros del sector;
14.                     Garantizar la alimentación de nuestra sociedad;
15.                     Promover los subsidios necesarios para apoyar la economía popular;
16.                     Buscar créditos adecuados y suficientes para la edificación de vivienda digna para los integrantes del sector;
17.                     Luchar permanentemente por la consolidación y salvaguarda de nuestras empresas estratégicas y prioritarias en beneficio de México; y
18.                     Impulsar la cultura ambientalista y la preservación de la ecología nacional.

LA CONFEDERACIÓN COMO PROMOTORA DEL DESARROLLO INTEGRAL Y EL BIENESTAR SOCIAL DE LAS CLASES MEDIAS, LOS GRUPOS URBANOS Y LOS SECTORES POPULARES DEL PAÍS

La Confederación como promotora del desarrollo integral y el bienestar social de las clases medias, los grupos urbanos y los sectores populares del país.
Es compromiso esencial de la CNOP servir como promotora del desarrollo integral de la sociedad, contribuyendo a elevar el nivel de vida y el bienestar de sus integrantes, por lo que impulsará y cumplirá programas específicos de carácter político, social y económico, dentro del marco del siguiente planteamiento general:
Los Programas de Desarrollo Político tendrán entre otros objetivos:
1.  La superación de los integrantes del Sector Popular, en la vida política cotidiana, como ciudadanos de la República Mexicana, con el propósito de que conozcan mejor sus derechos y obligaciones, amplíen su participación y cobren conciencia de la gran Nación en que viven.
2.  La militancia efectiva como miembros y dirigentes, en su caso, del Sector Popular y del PRI.
3.  Elevar en todos los ámbitos y niveles de gobierno su calidad política para la participación en los procesos electorales como candidatos, representantes o auxiliares y en la función pública.
Los Programas de Desarrollo Social comprenderán:
1.  Mantener y mejorar las conquistas sociales logradas.
2.  Alcanzar nuevas metas sociales, tales como la ampliación y mejoramiento de la seguridad social para que llegue a todos nuestros miembros y a sus familias, el mejoramiento de la seguridad pública y de la procuración y administración de justicia y de la justicia en general, el respeto a los derechos humanos y combate a la discriminación en todas sus formas, la protección y promoción de las exigencias específicas de los menores, las personas con discapacidad y otros grupos vulnerables, el reconocimiento e impulso de los derechos de las mujeres y los jóvenes, la educación laica y gratuita para todos, el mejoramiento de los elementos necesarios para la subsistencia del hombre, como la calidad del aire, agua, suelo, espacio, alimentación y salud, apoyados en la ciencia y la técnica, así como la vivienda decorosa, la formación de asociaciones de apoyo, defensa y servicios y la activación de la política de población y de migración.
3.  Promover lo necesario a fin de fortalecer las instituciones de seguridad social.
Los Programas de Desarrollo Económico atenderán:
1.  El desarrollo interno, para lograr la creación de mayores fuentes de empleo permanentes y bien remuneradas, así como la multiplicación de empresas productivas, individuales o en sociedades cooperativas, anónimas y de responsabilidad limitada.
2.  La protección e impulso a la pequeña y mediana empresa ya establecida.
3.  El aprovechamiento de la inversión extranjera, en beneficio de nuestros agremiados.
4.  La capacitación para una óptima productividad y el aprovechamiento pleno de las corrientes transformadoras a nivel internacional.
5.  El enlace permanente entre el sector productivo y el sector educativo en su nivel superior.
Para lograr estos y otros propósitos, el Sector Popular debe mantener una permanente interlocución con todos los órganos de gobierno, independientemente de su origen partidista, cuya obligación es atender y dar respuesta a los justos reclamos de su militancia.
Se deberán diseñar para ello mecanismos que permitan sumar e impulsar sus aspiraciones e inquietudes por una vida más digna y justa, así como fortalecer la capacidad de gestión social del Sector, sus Movimientos y sus organizaciones, retomar las causas de las nuevas formaciones sociales y dar un mayor impulso a actividades culturales, deportivas, recreativas y de bienestar social, entre otras.
Tradicionalmente, el Sector Popular ha expresado su presencia a través de una intensa labor de gestión social, apoyada en la representatividad política y en la necesidad y el interés de sus representados. Para complementar esta acción, que debe retomarse y profundizarse, es necesario instrumentar un programa de asesoría y defensa jurídica, el cual comprenda la puntual respuesta a las peticiones y demandas de las organizaciones y militantes del Sector Popular.
Es necesario igualmente establecer nuevas formas de comunicación para el análisis y tratamiento de demandas, la atención y gestoría y el seguimiento del cumplimiento de los acuerdos y convenios que se efectúen con los órganos de gobierno de los poderes de la Unión, de los Estados de la federación y de los municipios y delegaciones, así como con los responsables de los organismos descentralizados de los tres niveles de gobierno.
La coordinación de acciones debe constituir un método permanente de trabajo. En este sentido, el Sector Popular debe avanzar en el perfeccionamiento de los mecanismos que permitan instrumentar organizadamente los acuerdos, las estrategias y los programas de trabajo que se establezcan para atender las demandas de sus agremiados.
Por otra parte, se considera de la mayor importancia contar con mecanismos perfectamente establecidos que permitan exigir mayores responsabilidades a los miembros del Sector que ostentan cargos de elección popular, con el fin de que, en el marco de las disposiciones estatutarias, tengan la obligación de realizar visitas periódicas para la captación de las demandas de la población en las demarcaciones en que hayan resultado electos. Los representantes populares propuestos y apoyados por el Sector Popular deben de establecer, de manera puntual, una calendarización del cumplimiento de los compromisos adquiridos durante su campaña.
Se considera necesario también que exista la obligación de rendir informes sobre las gestiones que realizaron en beneficio de sus representados.

LA COHESIÓN INTERNA DEL SECTOR POPULAR

Resulta de vital importancia instrumentar programas concretos para cohesionar organizativamente al Sector Popular y para el logro de sus objetivos políticos, sociales y económicos, definidos en nuestra Declaración de Principios, nuestros Estatutos y nuestros demás Documentos Básicos y acuerdos internos.
Se trata de armonizar y encauzar los propósitos de nuestra militancia a través de una estrategia que la involucre plenamente, buscando la unidad y la fuerza acumulada del conjunto, corrigiendo los elementos o fenómenos de dispersión o desintegración con una fuerte interacción y con eficientes formas de comunicación.
Es particularmente importante el compromiso de para alentar los flujos de nuevos cuadros y liderazgos, esenciales para mantener contacto con nuestros afiliados y con la sociedad en general.
Dentro de la estrategia, la comunicación bilateral es el instrumento fundamental para captar la opinión de las ramas sociales del Sector Popular y poder así compatibilizar el discurso con la oferta política y las acciones con lo que se demanda o se requiere.
Para ello, el Sector Popular se organizará de tal manera que pueda cubrir, asistido de la política y la técnica necesarias, todos los ámbitos de la presencia y acción de nuestros miembros y sus familias.

 

LA PLANEACIÓN Y PROGRAMACIÓN PERMANENTES EN EL SECTOR POPULAR

La acción de la CNOP se basará en este Programa y en los demás Documentos Básicos de la Confederación, que constituyen el plan general de trabajo de donde deben derivar los programas específicos previstos por los Estatutos, para responder a las necesidades del propio Sector y cumplir sus objetivos.
Los programas específicos que se deriven se elaborarán y aprobarán bajo los siguientes lineamientos, que se presentan de manera enunciativa y no limitativa:
1.  Partirán de la consulta con nuestras organizaciones y militancia, así como con la sociedad en general, ciudadanos, tomando en cuenta los antecedentes y proyecciones del tema.
2.  Se trazarán objetivos y metas claras y precisas dentro del horizonte nacional y sin perder de vista la situación internacional.
3.  Tendrán siempre un espíritu de resolución y de superación en beneficio de nuestros afiliados, precisando las acciones conducentes al logro de los objetivos planteados.
4.  Territorialmente se clasificarán como de carácter nacional, regional, estatal o del Distrito Federal y municipal o delegacional.
5.  Se dará prioridad a cuanto contribuya a la satisfacción de necesidades y el bienestar, como es la lucha por la ecología, la seguridad social, la justicia, la alimentación, la vivienda, la educación, la prevención y atención de enfermedades, el esparcimiento, el respeto a los derechos humanos y la creación y mejoramiento de empleos.

LA PARTICIPACIÓN ELECTORAL

La Confederación mantiene y refrenda su alianza histórica con el Partido Revolucionario Institucional, particularmente en cuanto a su compromiso y el de su militancia de participar activamente en las contiendas democráticas para ganar y mantener el poder público, desarrollando en consecuencia una permanente y seria presencia en los procesos que se desarrollen dentro del Partido o en los que éste participe.
Lo hará partiendo de la convicción de que para ganar elecciones no basta con disponer de un aparato bien organizado y asistido por especialistas en la materia, sino que se requiere también, fundamentalmente, del trabajo permanente con las bases, los cuadros y los dirigentes, en una interacción dinámica y creativa.
Para ello, el Sector Popular contará con un diagnóstico objetivo en su propio ámbito, que mantendrá actualizado, para coadyuvar en la estrategia global partidista.
Éste se iniciará con un análisis que, entre otros aspectos, considerará:
1.  La evolución del Estado y de la sociedad.
2.  La postura del Partido Revolucionario Institucional.
3.  Los resultados electorales detallados del área correspondiente en tres elecciones anteriores, por lo menos, para determinar su constante y sus variaciones.
4.  La valoración de los planteamientos básicos de los otros partidos, de los líderes políticos y sociales en general y de las expectativas fundamentales de la sociedad.
5.  Nuestra oferta política y la evaluación sobre la penetración de nuestro discurso en el electorado.
6.  Las propuestas concretas de solución.
A partir de este diagnóstico, se podrán establecer metas concretas, de acuerdo con los lineamientos del PRI, para cada elección, que se plantearán en un programa específico.
El programa específico contendrá políticas y acciones básicas para:
1.  Aprovechar todo el potencial del Sector, en función del objetivo electoral.
2.  Identificar el trabajo y la fuerza de cada una de las organizaciones del Sector.
3.  Formular y apoyar las propuestas que corresponda realizar a la CNOP para candidaturas a cargos de elección popular.
4.  Preparar en forma sistemática y constante su estructura electoral.
5.  Autoevaluar objetiva y permanentemente la operatividad y eficacia de nuestra estructura electoral.
6.  Comprobar resultados y retroalimentar el trabajo, buscando el fortalecimiento de nuestra participación electoral.
7.  Estructurar una eficaz defensa jurídica del voto a nivel nacional.
Es necesario identificar el papel que en este esfuerzo realiza cada uno de los Movimientos y organizaciones del Sector Popular, estableciendo estrategias diferenciadas, según la participación electoral.
Las políticas anteriores deberán rendir resultados concretos, como los que se enuncian a continuación:
1.  Un padrón electoral interno, depurado y actualizado, que tendrá como base el Registro Nacional de Afiliados.
2.  Una mejor estructura electoral.
3.  Una mejor organización interna.
4.  Una mejor oferta política en todos los comicios, con mejores candidatos, resultado de afinar los procesos de selección.
5.  Una mejor comunicación y propaganda política, para tener impacto no sólo entre nuestros militantes, sino entre votantes indecisos.
6.  Una defensa férrea y decidida de nuestros triunfos en las urnas, por los miembros del Sector, bien adiestrados y capacitados.
Para implementar estas políticas de acción electoral se llevarán a cabo los programas correspondientes que sean necesarios, con sus respectivos sistemas de información, evaluación y comunicación, destinados a un solo objetivo: el triunfo de nuestros candidatos.
Tales programas serán:
1.  Calendarización y estrategia diferenciada.
2.  Padrón interno.
3.  Campaña electoral.
4.  Estructura y capacitación electoral.
5.  Activismo, promoción del voto y compromiso electoral.
6.  Legitimación y debate postelectoral.
El programa contará, además, con un sistema de información y evaluación donde se concentren los resultados de los procesos y se muestren los avances en materia electoral.
Igualmente contemplará, como elemento esencial, la comunicación política a través del diálogo y la propaganda como sustento de las acciones de nuestros candidatos. A través de ella, se buscará acceder a la opinión pública, sensibilizándola sobre las propuestas de los candidatos del Sector, promoviendo una imagen acorde con los valores de la sociedad mexicana, entre otros la familia, el trabajo y la Patria.

 

EL COMPROMISO POLÍTICO DEL SECTOR POPULAR

Ha sido una constante la legítima aspiración de los integrantes del Sector a participar como candidatos a cargos de elección popular y ocupar espacios políticos en el propio Sector y en sus organizaciones, así como en el Partido y en la administración pública. Se deben exigir al Partido y a los Gobiernos oportunidades y espacios acordes con la fuerza política de la Confederación.
Para canalizar la demanda del Sector Popular por mayores espacios de actuación, se pugnará por la constante participación en las actividades político-partidistas en las localidades, en los municipios y delegaciones y en las entidades federativas, propiciando el surgimiento y desarrollo de líderes que se conviertan en candidatos naturales a puestos de elección popular.
La Confederación coadyuvará, igualmente, dentro del marco de la normatividad estatutaria del Partido, en la identificación y promoción de cuadros competitivos que participen en los procesos internos de selección de candidatos, velando por el respeto y vigencia de las disposiciones establecidas para normarlos.
Asimismo, se mantendrá un análisis de los representantes del Sector Popular en los órganos de dirigencia partidista, particularmente los Consejos Políticos, con el propósito de evaluar su representatividad y la correspondencia entre el número de Consejeros señalado por los Estatutos de nuestro Partido a los militantes de la Confederación, solicitando cuando se requiera la incorporación a dichos órganos de los cuadros que se requiera.
Por otra parte, se pondrán en práctica con estricto rigor las disposiciones contenidas en los Estatutos de la Confederación para la renovación periódica y democrática de los órganos de gobierno y de dirección del Sector.

EL SECTOR POPULAR Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Una de las expresiones más claras de los avances sociales y políticos del país, a los que han contribuido decisivamente tanto el Sector Popular como el PRI, es la participación libre y abierta de los medios de comunicación como observadores críticos de los fenómenos sociales en general y de la actuación de los partidos políticos y de sus organizaciones, en particular.
Ante esto, la CNOP debe diseñar y llevar a cabo una estrategia propositiva e inteligente con los medios de comunicación. No hay que olvidar que la crítica fortalece a la acción política y el proyecto del Sector Popular deberá impulsar estrategias encaminadas hacia una mayor vinculación con los propios medios. Igualmente, se deberá realizar un esfuerzo para lograr una mayor profesionalización de sus oficinas de comunicación.
El Sector Popular deberá actuar bajo la convicción de que los medios de comunicación han abierto un espacio para la discusión de los asuntos políticos que no puede soslayarse.
Participar en la fijación y discusión de la agenda nacional es la tarea.
El Comité Ejecutivo Nacional del Sector Popular fomentará para ello una relación seria y permanente con los medios de comunicación, reconociéndolos como el vehículo más importante de interacción con la población que sufraga.
Un segundo paso será ofrecer posibilidades para que la información generada en el Sector llegue hasta los propios medios oportunamente.
Con base en lo anterior, se tendrá que establecer un programa de comunicación que permita la exploración y análisis permanente de las tendencias de la opinión pública, de las expresiones políticas locales y nacionales, manteniendo una vinculación permanente con los medios.

EL PACTO SECTORIAL CON OBREROS Y CAMPESINOS

La vinculación entre los tres Sectores del Partido –el Popular, el Obrero y el Campesino- no sólo deberá mantenerse, sino incrementarse.
Independientemente de que la fuerza política se acrecienta al actuar en conjunción con los obreros y campesinos, el Sector Popular los apoya convencidamente y luchará siempre por la preservación de sus legítimas conquistas y el mejoramiento de sus condiciones de vida.
Esta relación se debe contemplar bajo un nuevo punto de vista, considerando el reto político, social y económico que la realidad actual impone al país, vinculando lo industrial, lo urbano, lo semiurbano y lo rural, por lo que se deben promover acciones encaminadas a la coordinación de actividades que confluyen del campo a las ciudades.
Con base en esa indisoluble unidad, el Sector Popular promoverá el diseño y estructuración de programas específicos cuyo objetivo básico sea el de contribuir con los Sectores hermanos en la lucha por alcanzar las condiciones superiores a las que tienen el más legítimo derecho.
Conforme a las disposiciones de la Convocatoria, el Reglamento y el Reglamento de Debates de la Asamblea Nacional Extraordinaria, este Dictamen de Programa de Acción fue aprobado con el carácter de Resolución de la misma por los Delegados integrantes de la Mesa Temática de Programa de Acción y el Pleno de Conclusiones el día diecinueve de noviembre de dos mil dos, haciéndose constar lo anterior para los efectos correspondientes.
POR LA MESA DIRECTIVA DE LA MESA TEMÁTICA DE PROGRAMA DE ACCIÓN DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC. HUMBERTO LUGO GIL. EL SECRETARIO TÉCNICO, EN FUNCIONES DE RELATOR, LIC. CESAR VIEYRA.- POR LA MESA DIRECTIVA DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC. MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA. EL SECRETARIO, LIC. HECTOR YUNES LANDA.






















ESTATUTOS DE LA CONFEDERACION NACIONAL DE
ORGANIZACIONES POPULARES
Título Primero.
De la Naturaleza, Fines y Normas Internas
de la Confederación.

Capítulo Primero.
De la Naturaleza de la Confederación.

Artículo 1.- La Confederación Nacional de Organizaciones Populares es un organismo político y social, con personalidad jurídica y patrimonio propio, constituido para representar y promover activamente los intereses, expectativas y demandas de los grupos populares, las clases medias y los sectores urbanos y semiurbanos del país.
Se conforma, en consecuencia, como una amplia alianza, en constante desarrollo, de carácter incluyente, autónomo, democrático y plural, integrada por ciudadanos y organizaciones, agrupados  en Movimientos, cuyo propósito común es trabajar de manera permanente en los fines  y objetivos que señalan estos Estatutos. Paralelamente, reconociendo  la creciente diversidad, especificidad y dinamismo de las actuales formas de expresión y participación ciudadanas, la Confederación está comprometida a ser, además de una organización de militantes, una organización de causas, que  busca vincularse flexible y oportunamente con las que surjan en el seno de la comunidad para nuclear frentes de lucha política y social con todos los grupos que coincidan con las tareas que se propone.

Artículo 2.- En su carácter de organización de militantes y de causas, la Confederación se define y proyecta como una entidad  de carácter nacional, popular y progresista, comprometida con las aspiraciones de bienestar y de justicia de la sociedad y con los intereses soberanos del país, así como con los principios, valores y contenidos ideológicos plasmados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
En tal condición, se integra y opera conforme a las normas de la  Constitución General de la República,  las Constituciones de  las entidades federativas y sus leyes reglamentarias, que está comprometida a honrar y respetar invariablemente.

Artículo 3.- Sin menoscabo de su autonomía y para el mejor cumplimiento de sus fines y objetivos, la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, como su Sector Popular, mantiene una alianza histórica con el Partido Revolucionario Institucional, basada en los principios ideológicos y los compromisos de la democracia y la justicia social.
En este sentido,  la Confederación asume, como orientación y referencia primordiales en todos los ámbitos de su actividad y en la participación política de sus integrantes, los Documentos Básicos del propio Partido, así como su Código de Ética.

Artículo 4.- Teniendo como denominación oficial el de  Confederación Nacional de Organizaciones Populares, se identificará con las siglas CNOP.
El emblema y la combinación de colores de la Confederación se describen de la siguiente forma:
1.  Se representa por un circulo enmarcado dividido en tres secciones verticales destacadas en color verde, blanco y rojo, de izquierda a derecha, respectivamente; y,
2. En la sección verde estará impresa, en color blanco, la letra “C”; en la sección blanca y en color negro estará impresa la letra “N”, en el nivel superior, y la letra “P”, en el nivel inferior; y en la sección roja estará impresa la letra “O”, en color blanco.

Artículo  5.- El lema de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares es “Unidad Ciudadana”.

Artículo  6.- El emblema, los colores y el lema de la Confederación deberán aparecer en todos sus documentos y actos oficiales. Su estructura, contenido y diseño gráfico no podrán ser modificados o alterados ni podrán ser utilizados por ninguna persona u organización ajena a la misma.

Capítulo Segundo.
De los Fines y Objetivos de la Confederación.

Artículo  7.- Son fines de las Confederación Nacional de  Organizaciones Populares:
1.  Participar activa e intensamente en la transformación y el avance político, económico y social de México, impulsando los valores soberanos y democráticos, el progreso y bienestar del pueblo y la justicia en todas sus dimensiones como fundamentos y propósitos indeclinables del desarrollo nacional;
2.  Organizar, promover, representar y defender los intereses y demandas de sus integrantes, ejerciendo su capacidad de gestión política y social, de negociación y de movilización para lograr que sean reconocidos y atendidos por los poderes públicos y que sean incorporados en los programas y acciones que éstos realicen en cumplimiento de sus responsabilidades;
3.  Compartir, articular e impulsar las causas ciudadanas que se plantean en el país, promoviendo que se fortalezca el respeto y ejercicio de los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos, así como que se consideren y resuelvan adecuadamente los problemas y exigencias específicos que  interesan a la sociedad, especialmente en el ámbito urbano; y,
4. Concurrir activamente en los procesos de renovación de los poderes públicos y en el ejercicio y vigilancia de las tareas de gobierno, procurando en estos ámbitos, tanto en el nivel federal como local, el acceso a la representación política de los grupos populares, las clases medias y los sectores urbanos del país.

Artículo  8.- De conformidad con sus fines, son objetivos de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares:
1.  Desarrollar programas y acciones permanentes para la promoción, atención y solución de las demandas y propuestas de sus integrantes y el cumplimiento de sus intereses, proyectos y tareas;
2.  Promover e impulsar la participación activa de los jóvenes y mujeres en la vida interna de la Confederación y en sus programas de formación y desarrollo político, así como en los de sus organizaciones adherentes;
3.  Realizar una permanente labor de identificación, comunicación, coordinación y activismo con los diversos grupos sociales y con sus liderazgos, impulsando conjuntamente las causas ciudadanas de mayor trascendencia  e interés para la colectividad;
4.  Procurar y establecer vínculos, convenios  y alianzas políticas, sociales y jurídicas con instituciones, organizaciones y agrupaciones de toda índole para desarrollar conjuntamente estrategias y programas de interés común;
5.  Diseñar y poner en práctica fórmulas y mecanismos eficaces para fomentar y promover la cultura democrática en el país, desarrollando programas permanentes de capacitación política e ideológica;
6.  Concurrir en los procesos partidistas de selección y postulación de candidatos a cargo de elección popular  con propuestas propias,  pugnando por el acceso de sus militantes a candidaturas y cargos de representación política; y,
7. Mantener y profundizar principios partidistas democráticos en todos los ámbitos de su vida interna, garantizando la participación activa de sus militantes en la integración y renovación de los órganos de gobierno y de dirección, así como en el diseño, implementación y vigilancia de la orientaciones y estrategias de su actividad política y social.

Capítulo Tercero.
De las Normas Internas de la Confederación.

Artículo  9.- La Confederación Nacional de Organizaciones Populares se rige por las normas internas contenidas en su Declaración de Principios, su Programa de Acción, sus Estatutos y su Código de Ética, que constituirán sus Documentos Básicos. Igualmente, regirán a la Confederación las disposiciones reglamentarias de sus Documentos Básicos y las resoluciones de su Asamblea Nacional y de su Pleno Nacional.
Artículo  10.- Los Documentos Básicos de la Confederación sólo podrán ser emitidos, derogados, abrogados, reformados o adicionados por el voto mayoritario de su Asamblea Nacional.
Artículo  11.- Corresponderá al Pleno Nacional de la Confederación emitir, reformar o adicional la reglamentación necesaria para precisar y detallar el contenido de sus Documentos Básicos, para lo que considerará entre otros instrumentos los siguientes:
1.  Reglamento del Pleno Nacional;
2.  Reglamento del Comité Ejecutivo Nacional;
3.  Reglamento de Afiliación y del Registro Nacional de Militantes;
4.  Reglamento General de Organizaciones y Movimientos;
5.  Reglamento de Procesos Internos y de Procedimientos y Medios de Impugnación;
6.  Reglamento de Reconocimientos, Estímulos y Sanciones; y,
7. Acuerdo General de Financiamiento, que tendrá carácter anual.
Artículo  12.- Los Documentos Básicos de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares y su reglamento, las modificaciones de que puedan ser objeto y las demás resoluciones de la Asamblea Nacional y el Pleno Nacional serán de observancia obligatoria para todos sus integrantes, debiendo ser publicadas y difundidas entre éstos para entrar en vigor.

Título Segundo.
De la Integración de la Confederación.

Capítulo Primero.
De los Integrantes de la Confederación.

Artículo  13.- La Confederación Nacional de Organizaciones Populares está integrada por los militantes y las organizaciones que  forman parte o lleguen a formar parte de la misma, cumpliendo para ello los requisitos y procedimientos establecidos en los presentes Estatutos.
Artículo  14.- Para los efectos de estos Estatutos, se entenderá por militante a todo ciudadano que, teniendo tal condición de acuerdo con lo establecido por la Constitución General de la República, y en ejercicio de los derechos conferidos por ésta, decida individual y libremente afiliarse en forma directa a la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, o hacerlo a través de sus organizaciones adherentes, para comprometerse y participar activamente en las tareas políticas y sociales que se plantea, así como para concurrir en sus fines y objetivos.
Igualmente, para efectos estatutarios se entenderá por organización a toda agrupación formalmente constituida de ciudadanos o de  personas morales que comparten objetivos, identidades y causas específicas, expresados en la acción política y social colectiva de carácter permanente dentro de su ámbito propio, que estén adheridos o decidan adherirse a la Confederación para participar en sus tareas y concurrir en sus  fines y objetivos.

Capítulo Segundo.
De la Afiliación y el Registro Nacional de Militantes.

Artículo 15.- Podrán solicitar y adquirir el carácter de militantes de la Confederación los ciudadanos, hombres y mujeres, que deseen ser afiliados como integrantes de la misma y se comprometan con sus Documentos Básicos.

Artículo 16.- La Afiliación y el Registro Nacional de Militantes serán objeto de un programa prioritario y permanente que estará bajo la coordinación directa del Comité Ejecutivo Nacional y en el que deberá involucrarse toda la estructura de la  Confederación y sus organizaciones, con base en la reglamentación que a este respecto se  expida.
Dicho programa atenderá tanto a la regularización y  actualización constante de datos de quienes ya integran a la Confederación como a la incorporación de nuevos afiliados por vía directa o a través de las organizaciones adherentes.

Artículo 17.- Los afiliados recibirán una credencial que los identificará como tales, cuyas características, así como los respectivos mecanismos de expedición y distribución, serán determinados por el Comité Ejecutivo Nacional.
La credencial así otorgada servirá como acreditación para ejercer los derechos que estos Estatutos reservan a los militantes de la Confederación, así como para participar en las actividades y beneficios destinados a los mismos, con las consideraciones y criterios que eventualmente se establezcan en lo específico.

Artículo 18.- Los datos de los afiliados se integrarán en el Registro Nacional de Militantes de la Confederación, en el que se deberá incorporar y mantener actualizada la información individual de carácter  Personal, del registro electoral y de trayectoria política y social de sus militantes.
Este registro estará estratificado territorialmente y podrá ser utilizado únicamente por los órganos de dirección de la Confederación, conforme al Reglamento correspondiente, siendo base en la comunicación interna y en la planeación y desarrollo de las actividades de la misma.
En particular, el Registro Nacional de Militantes deberá usarse como instrumento de apoyo para el desarrollo y activación de las estructuras de la Confederación, para el diseño e implementación de estrategias destinadas al cumplimiento de su Programa de Acción, para la organización y desarrollo de los procesos de renovación  de sus órganos de gobierno y dirección y para sustentar la más eficaz concurrencia de sus integrantes en las elecciones constitucionales en que  participe.
Capítulo Tercero.
De la Adhesión y las Organizaciones Adherentes.

Artículo 19.- Las organizaciones políticas y sociales que así lo decidan en los términos de su propia normatividad podrán solicitar su integración a la Confederación, cumpliendo para ello los requisitos y procedimientos de adhesión establecidos por estos Estatutos y el Reglamento respectivo.

Artículo 20.- Las organizaciones adherentes de la Confederación podrán ser de carácter nacional, de carácter estatal o del Distrito Federal o de carácter municipal o delegacional, entendiéndose por ello para efectos de los presentes Estatutos:
1.  Por organizaciones nacionales a las Confederaciones, Federaciones, Sindicatos, Asociaciones y demás agrupaciones que cuenten con un padrón de miembros con presencia activa en más de la mitad de las entidades federativas del país. Podrá otorgar igualmente el carácter de organización nacional a las agrupaciones cuya naturaleza y objetivos así lo ameriten, a juicio del Pleno Nacional, por corresponder a actividades de proyección y cobertura en todo  el territorio del país;
2.  Por organizaciones estatales o del Distrito Federal a las que cuenten con un padrón de miembros con presencia activa en más de la mitad de los municipios o Delegaciones Políticas de la entidad de que se trate. Podrá otorgarse igualmente el carácter de organización estatal o  del Distrito Federal a las agrupaciones cuya naturaleza y objetivos así lo ameriten, a juicio del respectivo Pleno Estatal o del Distrito Federal, por corresponder a actividades de proyección y cobertura en todo el territorio de la entidad; y,
3. Por organizaciones municipales, en el caso de los Estados, o delegacionales, en el caso del Distrito Federal, a las que cuenten con un padrón de miembros con presencia activa en la mayoría de sus localidades o de sus colonias, barrios o secciones. Podrá otorgarse igualmente el carácter de organización municipal o delegacional a las agrupaciones cuya naturaleza y objetivos así lo ameriten, a juicio del respectivo Pleno Municipal o Delegacional, por corresponder a actividades de proyección y cobertura en todo el territorio de la correspondiente demarcación.

Artículo 21.- Las solicitudes de adhesión serán presentadas, en representación de las organizaciones correspondientes, por el titular de su instancia de gobierno o de dirección.
Deberá acompañarse con la información necesaria, misma que será objeto del análisis y verificación respectivos para acreditar la convergencia de los fines y objetivos de la organización solicitante con los de la Confederación.
Para estos efectos, en particular se requerirá que dichas organizaciones presenten copia de sus documentos constitutivos y de su normatividad interna, así como el listado o padrón de sus miembros.

Artículo 22.- Las solicitudes de adhesión deberán ser aprobadas por el Pleno del nivel correspondiente y estarán sujetas a la ratificación del Comité Ejecutivo Nacional, que determinará al otorgarla el Movimiento a que quedará incorporada la organización solicitante, de acuerdo con su naturaleza y objetivos, para propósitos de coordinación.
Una vez aprobada y ratificada la adhesión, ésta surtirá todos sus efectos.

Artículo 23.- Las organizaciones adherentes gozarán de autonomía en todo lo referente a su vida interna, pero, como integrantes de la Confederación y en su participación dentro de ésta, se sujetarán a la coordinación de los órganos de gobierno y dirección definidos por estos Estatutos y estarán obligadas a observar lo establecido en os Documentos Básicos, disfrutando a la vez de las garantías y derechos que los mismos les otorgan.

Artículo 24.- Bajo la responsabilidad y coordinación del Comité Ejecutivo Nacional se constituirá y mantendrá permanentemente actualizado un Registro Nacional de Organizaciones Adherentes, en el que se incorporarán los datos y documentos constitutivos de las que  forman parte de la Confederación y las que lleguen a integrarse a ella.
Este Registro se sujetará al Reglamento correspondiente y será distinto e independiente del Registro Nacional de Militantes, en el que deberán considerarse en forma individual los miembros afiliados de las organizaciones adherentes, de conformidad con lo señalado por los presentes Estatutos.

Capítulo cuarto.
De las Garantías, Derechos y Obligaciones de los Integrantes de la Confederación.

Artículo 25.- Los integrantes de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares gozarán de las siguientes garantías:
1.  Libertad de expresión oral y escrita, sin más límite que el respeto a sus demás integrantes y a la unidad de la Confederación;
2.  Garantía de audiencia para ser atendido y escuchado a través de los  mecanismos que se definan por los órganos de gobierno y de dirección de la Confederación, que recibirán sus planteamientos y propuestas  y responderán a ellos; y,
3.  Garantía de equidad, entendida como igualdad de oportunidades en igualdad de circunstancias, evitando cualquier tipo de cotos o cuotas políticas para ejercer los derechos y cumplir las obligaciones establecidas por la normatividad interna de la Confederación.
Atendiendo a hacer plenamente efectiva esta garantía de equidad, la Confederación promoverá especialmente la capacitación y el desarrollo políticos de las militantes mujeres y los militantes jóvenes, auspiciando su participación en la Administración Pública, en los órganos de  gobierno y de dirección y en los cargos de elección popular, que en este último  caso se encauzará al ámbito partidista.

Artículo 26.- Los militantes de la Confederación tendrán los siguientes derechos:
1.  Recibir su credencial e incorporarse al Registro Nacional de Militantes de la Confederación, aportando a éste la documentación  y constancias que acrediten su trayectoria política y social, que podrá utilizar en los trámites que correspondan;
2.  Concurrir en las actividades de la Confederación, a través de sus organizaciones y Movimientos, que les procurarán condiciones y oportunidades para cumplir su vocación política y social y para el desarrollo de una  trayectoria de servicio, aportación y entrega en beneficio de la comunidad;
3.  Presentar iniciativas y propuestas para el cumplimiento y perfeccionamiento de los fines y objetivos de la Confederación, así como para el  mejoramiento de su estructura interna y sus programas;
4.  Participar en la integración y los trabajos de las Asambleas y Plenos de la Confederación, conforme a la Convocatoria respectiva;
5.  Votar y ser votado en los procesos internos para la renovación de los órganos de dirección de la Confederación, conforme a la Convocatoria respectiva;
6.  Participar en los procesos partidistas en que concurra la Confederación para la postulación de candidatos a cargo de elección popular,  recibiendo el apoyo de ésta cuando cumplan los requisitos  y condiciones correspondientes, de acuerdo con lo dispuesto por los presentes Estatutos y las Convocatorias respectivas;
7.  Recibir el respaldo político de la Confederación cuando sea candidato a algún cargo de elección popular o a ocupar un cargo como servidos público en el nivel federal o local, cumplidas las condiciones y requisitos del caso;
8.  Recibir formación ideológica y capacitación política  y social;
9.  Interponer, cuando así sea procedente, recursos contra los acuerdos y decisiones de los órganos internos de la Confederación, conforme a las disposiciones estatutarias aplicables;
10.                     Solicitar a los órganos internos que correspondan, de acuerdo con la normatividad aplicable, el otorgamiento de reconocimientos y estímulos a los integrantes de la Confederación  o la investigación y sanción de  presuntas violaciones a sus Documentos Básicos;
11.                     Recibir los beneficios y servicios que, además de loa arriba señalados, acuerden y promuevan los órganos competentes de la Confederación para sus militantes, que podrá obtener con la sola presentación de su credencial o, en su caso, cuando acrediten estar al corriente en el pago de las   cuotas  o aportaciones que les correspondan, de conformidad con el Acuerdo General de Financiamiento; y,
12.                   Los demás que les confieran estos Estatutos.

Artículo 27.- Serán obligaciones de los militantes de la Confederación:
1.  Tramitar su credencial de la Confederación e incorporarse al Registro Nacional de Militantes;
2.  Cumplir con la normatividad interna de la Confederación, conociendo y promoviendo el contenido de sus Documentos Básicos;
3.  Contribuir en los fines y objetivos de la Confederación, así como en el desarrollo de sus actividades, desempeñando las comisiones de carácter electoral, político y social que les sean conferidas por los órganos competentes;
4.  Fomentar el prestigio y la unidad de la Confederación, así como el respeto entre sus integrantes, observando una conducta de tolerancia, solidaridad, compañerismo y comunicación;
5.  Colaborar en el sostenimiento de la Confederación y de sus actividades, según lo determine el Acuerdo General de Financiamiento, que establecerá las cuotas y modalidades de aportación que correspondan a los militantes, pudiendo señalar los estímulos y beneficios especiales que se otorgarán a los que estén al corriente en el pago de las mismas;
6.  Obtener y mantener actualizada su Credencial de Elector; y,
7. Las demás que les señalen los presentes Estatutos.

Artículo 28.- Independientemente de os derechos que sus miembros afiliados ejercerán en lo individual, las organizaciones adherentes de la Confederación tendrán los siguientes derechos:
1.  Incorporarse al Registro Nacional de Organizaciones Adherentes de la Confederación, aportando a éste la documentación y constancias que acrediten su trayectoria política y social, que podrá utilizar en los trámites que correspondan;
2.  Manteniendo como organización la autonomía en su vida interna, colaborar con la Confederación en el cumplimiento de sus fines y objetivos y recibir el apoyo de ésta en sus luchas reivindicatorias y en la realización de sus propias tareas y propósitos en los ámbitos correspondientes;
3.  Presentar iniciativas y propuestas para el cumplimiento y perfeccionamiento de los fines y objetivos de la Confederación, así como para el mejoramiento de su estructura interna, sus programas y su actividades;
4.  Formar parte de los Movimientos Nacionales de la Confederación y participar activamente en el diseño, implementación y evaluación de sus estrategias y programas  políticos y sociales;
5.  Participar en la integración y los trabajos de las  Asambleas y Plenos de la Confederación, conforma a las Convocatorias respectivas;
6.  Proponer e impulsar a aspirantes, precandidatos y candidatos a cargos de dirigencia dentro de la Confederación, así como a cargos de elección popular en el ámbito partidista, participando activamente en los procesos correspondientes en los términos de las Convocatorias respectivas; y,
7. Los demás que les confieran estos Estatutos.

Artículo 29.- Serán obligaciones de las organizaciones adherentes de la Confederación:
1.  Tramitar su incorporación al Registro Nacional de Organizaciones Adherentes;
2.  Promover permanentemente la afiliación individual y voluntaria de sus miembros a la Confederación y colaborar en la integración y actualización del Registro Nacional de Militantes;
3.  Cumplir con la normatividad interna de la Confederación, promoviendo el contenido de sus Documentos Básicos;
4.  Participar en el cumplimiento de los fines y objetivos de la Confederación y en sus actividades de carácter electoral, político y social, así como en sus programas de formación, capacitación y divulgación cívica e ideológica;
5.  Fomentar el prestigio y la unidad de la Confederación, así como la tolerancia, la solidaridad y el respeto entre sus integrantes;
6.  Colaborar en el sostenimiento de la Confederación y de sus actividades, según lo determine el Acuerdo General de Financiamiento; y,
7. Las demás que les señalen los presentes Estatutos.

Capítulo Quinto.
De los Cuadros y Dirigentes de la Confederación.

Artículo 30.- La Confederación reconocerá el carácter de cuadros a los militantes que:
1.  Hayan sido electos y participado como Delegados en las Asambleas o como integrantes de los Plenos de la Confederación;
2.  Hayan desempeñado cargos en los órganos de dirección de la Confederación o de sus organizaciones adherentes;
3.  Hayan sido candidatos, propietarios o suplentes, a cargos de elección popular;
4.  Hayan egresado de los programas de formación ideológica y capacitación política y social de la Confederación o de los impartidos por las instituciones formalmente reconocidas por ésta; o
5. Participen de manera formal, regular y comprometida en el  cumplimiento del Programa de Acción de la Confederación y en los diversos trabajos electorales, políticos y sociales que realiza, a juicio del órgano de dirección del ámbito en el que  regularmente actúe.

Artículo 31.- Se otorgará la categoría de dirigentes de la Confederación a los miembros de sus órganos internos de gobierno y de dirección y a los de sus organizaciones adherentes.

Artículo 32.- Además de los derechos y obligaciones que les corresponden como militantes de la Confederación, sus cuadros deberán:
1.  Mantener vínculos activos y permanentes con los órganos de dirección y las demás estructuras de la Confederación, con el fin de apoyar y orientar del desarrollo y cumplimiento de sus tareas y objetivos, aportando su experiencia política y social y su colaboración cuando así se requiera;
2.  Establecer comunicación y vinculación con los liderazgos y grupos emergentes de la sociedad, promoviendo el acercamiento entre éstos y la Confederación para la mejor consecución de los fines y objetivos de ésta;
3.  Participar en los programas de formación ideológica y de capacitación política y social, así como en los eventos de análisis, deliberación y difusión a que sean convocados;
4.  Promover el prestigio de la Confederación con la honestidad de su conducta y su compromiso político y social en los cargos y actividades que desempeñen; y,
5. Animar el conocimiento y aplicación de los Documentos Básicos de la Confederación en sus comunidades y ámbitos de actividad.

Artículo 33.- Los dirigentes tendrán, además de las que corresponden a los militantes y cuadros de la Confederación, las siguientes obligaciones:
1.  Promover y vigilar el cumplimiento de los Documentos Básicos, su reglamentación y los acuerdos y resoluciones de las Asambleas y Plenos de la Confederación;
2.  Elaborar y presentar anualmente el programa de trabajo de la instancia de dirección que integren, informando al órgano que corresponda sobre su cumplimiento;
3.  Dar audiencia a los militantes y atender sus planteamientos y propuestas, cuando integren órganos de dirección, a través de los mecanismos y procedimientos que definan;
4.  Defender y promover activamente los intereses de la Confederación, dedicando toda su capacidad y empeño  al cumplimiento de sus fines y objetivos; y,
5. Las demás derivadas de su caro y de la normatividad interna de la Confederación.

Capítulo Sexto.
De la Pérdida de la Calidad de Integrante
.

Artículo 34.- Los integrantes de la Confederación dejarán  de serlo por renuncia o por expulsión.

Artículo 35.- La expulsión de un integrante de la Confederación sólo podrá decretarse por resolución del órgano competente, una vez desahogados los procedimientos que correspondan, de conformidad con lo dispuesto por los presentes Estatutos.

Título Tercero.
De los Movimientos Nacionales de la Confederación.

Capítulo Primero.
De la Conformación y funcionamiento de los Movimientos Nacionales de la Confederación.

Artículo 36.- Los ciudadanos y las organizaciones que integran a la Confederación Nacional de Organizaciones Populares se agruparán en los Movimientos Nacionales que conforman a la misma, atendiendo a su condición de militantes.
Para ello se tomarán como fundamento sus intereses y ámbitos comunes de acción política y social, con el propósito de establecer mecanismos más ágiles y eficaces de comunicación y coordinación para concurrir  en los fines y objetivos de la Confederación, así como para lograr una mejor promoción, articulación, representación y defensa de las demandas y tareas que comparten.

Artículo 37.- En los Movimientos Nacionales se concretará también el compromiso de la Confederación de estructurarse y proyectarse como una organización de causas ciudadanas.
Para ello, operarán como frentes de carácter temporal o permanente para la vinculación y articulación entre la Confederación y sus integrantes con otras agrupaciones,  organizaciones, organismos y cualquiera expresión de participación ciudadanas que converjan con los fines y objetivos y con las luchas reivindicatorias de la propia Confederación, dentro del marco de la Constitución del país y de las entidades federativas así como de sus leyes reglamentarias.

Artículo 38.- Como estructuras de comunicación y coordinación entre los integrantes de la Confederación y entre éstos y las diversas expresiones y causas ciudadanas, serán atribuciones y funciones generales de los Movimientos Nacionales:
1.  Diseñar, impulsar e implementar iniciativas, estrategias y programas específicos para el cumplimiento efectivo de los fines y objetivos de la Confederación en el ámbito del correspondiente Movimiento, así como para le gestión de las demandas e intereses de  sus integrantes ;
2.  Promover y apoyar el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones de los integrantes de la Confederación agrupados en  el correspondiente Movimiento, así como la observancia y aplicación en su ámbito de las disposiciones y contenidos de los Documentos Básicos, de sus normas reglamentarias y de los acuerdos y resoluciones de la Asamblea Nacional, el Pleno Nacional y el Comité Ejecutivo Nacional de la propia Confederación;
3.  Impulsar activamente los programas del Registro Nacional de Militantes y del Registro Nacional de Organizaciones Adherentes en el ámbito del correspondiente Movimiento, así como la afiliación o adhesión de nuevos integrantes;
4.  Encauzar, en los términos de la normatividad interna y de las Convocatorias respectivas, la participación de los integrantes de la Confederación en la organización y desarrollo de los procesos para la integración y renovación de los órganos de gobierno y de dirección de la misma, así como en los que se realicen para la conformación de su representación en los órganos partidistas y para la postulación de candidatos a cargos de elección popular, realizando a través de las instancias competentes los procedimientos democráticos y planteamientos que correspondan;
5.  Mantener una constante apertura e interlocución con los liderazgos y expresiones sociales que emerjan o se desarrollen en el ámbito del correspondiente Movimiento, vinculándose a las causas ciudadanas congruentes con los fines y objetivos de la Confederación y trascendentes para su cumplimiento;
6.  Diseñar, proponer y operar acuerdos y mecanismos de colaboración, coordinación y alianza con las nuevas organizaciones y expresiones sociales en el ámbito del correspondiente Movimiento, impulsando de acuerdo con lo dispuesto por los Estatutos fórmulas que contribuyan al avance democrático del país, a la promoción de la causas ciudadanas y a los propósitos de la Confederación; y,
7. Las demás que les confieran estos Estatutos.

Artículo 39.- Para la conducción y coordinación del funcionamiento de los Movimientos Nacional y para el mejor ejercicio de sus atribuciones, cada uno de ellos contará con una Secretaría Coordinadora, que formará parte del órgano de dirección nacional de la Confederación.
A la vez, en cada Movimiento Nacional existirá una Comisión Política y Social, formada por hasta nueve miembros, uno de los cuales será la Secretaria o el Secretario Coordinador nacional, que la presidirá.  Esta Comisión desarrollará básicamente tareas de  orientación política y social, así como labores de enlace, promoción, evaluación y seguimiento, integrándose con dirigentes de la organizaciones adherentes que conformen al correspondiente Movimiento, de acuerdo con el número de sus miembros afiliados y atendiendo  a una representatividad equitativa y adecuada, en los términos que señale el Reglamento General de Organizaciones y Movimientos  de la Confederación.

Artículo 40.- Cada uno de los Movimientos Nacionales establecerá, cumplirá y mantendrá sistemáticamente vigente, además de sus programas de trabajo al servicio de la militancia, un programa permanente de activismo a favor de las causas ciudadanas en su respectivo ámbito, en el que considerará la participación e intereses de los integrantes de la Confederación que lo conforman, así como la concurrencia con otras organizaciones y expresiones sociales afines de relevancia.
Cuando estos programas impliquen la creación de frentes de lucha de carácter temporal con  sociales afines  se requerirá el acuerdo previo de la correspondiente Comisión Política y Social, que deberá señalar los criterios y condiciones de participación en el proceso respectivo, considerando lo dispuesto por los Documentos Básicos.
A través de sus Secretarios Coordinadores nacionales, y previo acuerdo de su Comisión Política y Social, los Movimientos Nacionales podrán proponer la formación de frentes de lucha y alianzas de carácter permanente con organizaciones y expresiones sociales afines  presentando la justificación, el programa particular y  el proyecto de acuerdo político  a la consideración de la Secretaría General del Comité Ejecutivo Nacional, que en su caso los someterá para su aprobación al Pleno Nacional de la Confederación.
El Reglamento General respectivo precisará los criterios para la estructuración de los frentes y alianzas que impulsen los Movimientos, los lineamientos para la determinación de su carácter temporal o permanente y los requisitos y procedimientos específicos para su aprobación y formación.

Artículo 41.- En el marco de sus funciones y atribuciones, los Movimientos Nacionales de la Confederación podrán también proponer e impulsar la constitución de agrupaciones políticas o sociales de carácter nacional y local, en los términos que señale la legislación vigente.
Para ello deberán cumplirse los lineamientos, requisitos y procedimientos que señale el respectivo Reglamento, entre los que se considerará someter a la aprobación del Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación, a través de la Secretaría Coordinadora nacional del correspondiente Movimiento y previo acuerdo de su Comisión Política y Social:
1.  La propuesta de documentos constitutivos de la agrupación para validar su viabilidad jurídica y su congruencia con los  fines y objetivos de la propia Confederación; y,
2.  La propuesta de convenio de adhesión o vinculación con la Confederación, que deberá ser oportuna y formalmente suscrito por la agrupación.
En particular, el Reglamento General de Organizaciones y Movimientos establecerá disposiciones específicas para la vinculación entre la Confederación y las agrupaciones políticas nacionales y locales, con el propósito de que éstas  queden homologadas en los derechos y deberes con sus  organizaciones adherentes, con las modalidades pertinentes.

Artículo 42.- Los órganos de dirección estatales y del Distrito Federal contarán también con Secretarías Coordinadoras de los Movimientos, que deberán colaborar con las Secretarías Coordinadoras nacionales para desarrollar en el ámbito de la entidad los programas relativos   las organizaciones nacionales adherentes, atendiendo a la vez a las organizaciones adherentes de carácter local.

Artículo 43.- Los órganos de dirección municipales y delegacionales podrán contar con Secretaría Coordinadoras de la Movimientos, particularmente para el impulso de causas ciudadanas relevantes en su propia demarcación.
El establecimiento de estas instancias dependerá de las condiciones políticas y sociales del municipio o  delegación y de las estrategias que a este respecto  acuerden las respectivas instancias estatales o del Distrito Federal, con las que en su caso deberán mantener directa coordinación.

Capítulo Segundo.
Del Ámbito de los Movimientos Nacionales de la Confederación.

Artículo 44.- Los Movimientos Nacionales de la Confederación  Nacional de Organizaciones Populares son:
1.  El Movimiento Nacional Sindical;
2.  El Movimiento Nacional de Profesionales y Técnicos;
3.  El Movimiento Nacional de Agrupaciones Productivas y de Servicios;
4.  El Movimiento Nacional Urbano Vecinal;
5.  El Movimiento Nacional de Vinculación Ciudadana;
6.  El Movimiento Nacional  Asociativo de las Personas con Discapacidad;
7.  El Movimiento Nacional de Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores;
8.  El Movimiento Nacional de Mexicanos en el Extranjero;
9.  El Movimiento Nacional de la Juventud; y,
10.                   El Movimiento Nacional de las Mujeres.

Artículo 45.- El Movimiento Nacional Sindical es la estructura de agrupaciones de ciudadanos y organizaciones sindicales vinculados  con las luchar reivindicatorias y las demandas de los trabajadores al servicio del Estado, en sus niveles federal, estatal y municipal, tanto en organismos  centralizados como en organismos desconcentrados y descentralizados, así como en organismos e instituciones privadas en el sector financiero y bancario, que se proponen fines y objetivos políticos y sociales coincidentes con los de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, llevándolos a formar parte de ella.

Artículo 46.- El Movimiento Nacional de Profesionales y Técnicos es la estructura multidisciplinaria de agrupación de ciudadanos y organizaciones comprometidos política y socialmente a través de la formación y el desarrollo académicos, la práctica profesional, la especialización técnica y el servicio a la comunidad, que comparten fines y objetivos políticos y sociales con la Confederación, llevándolos a formar parte de ella.

Artículo 47.- El Movimiento Nacional de Agrupaciones Productivas y de Servicios es la estructura de agrupación de ciudadanos y organizaciones fundamentalmente orientados a la producción de bienes y la prestación de servicios en el campo y la ciudad, tanto  en el sector privado como en el social, que, junto con sus propósitos económicos,  persiguen fines y objetivos políticos y sociales coincidentes con los de la Confederación, llevándolos a formar parte de ella.  Las cooperativas de producción, consumo,  ahorro y préstamo y servicios serán parte del  Movimiento y tendrán  dentro de él modalidades y condiciones acordes con su naturaleza, debiéndose procurar su más amplia inclusión, fortalecimiento, impulso y desarrollo dentro del marco organizativo y programático de la Confederación.

Artículo 48.- El Movimiento Nacional Urbano y Vecinal es la estructura incluyente de agrupaciones de ciudadanos y organizaciones formadas por colonos y avecinados en zonas urbanas y semiurbanas, así como por residentes, principalmente, en colonias urbanas, conjuntos habitacionales, condominios y fraccionamientos, comprometidos en la lucha de los grupos populares y las clases medias por el derecho a la vivienda digna, entendida como condición de seguridad y bienestar familiar, así como por la dotación y el mejoramiento de servicios públicos necesarios para elevar la calidad de vida en los centros de población, que se plantean fines, objetivos  y luchas reivindicatorias coincidentes con los de la Confederación, llevándolos a formar parte de ella.

Artículo 49.- El Movimiento Nacional de Vinculación Ciudadana es la estructura de agrupaciones de ciudadanos y organizaciones, incluyendo organismos no gubernamentales, comprometidos con las necesidades, expresiones y demandas emergentes en la sociedad en torno a causas ciudadanas específicas y a las propias de los llamados derechos de tercera generación, como la defensa de los derechos humanos, la protección del medio ambiente, la lucha contra la discriminación y otras afines, que, además de sus reivindicaciones particulares, comparten fines y objetivos políticos y sociales con la Confederación, llevándolos a formar parte de ella.

Artículo 50.- El Movimiento Nacional Asociativo de las Personas  con Discapacidad es la estructura de agrupación de ciudadanos y de organizaciones constituidas por o para las personas con discapacidad del país y sus regiones, comprometidos con sus derechos humanos, legales, sociales, económicos y políticos, con el impulso y defensa de instituciones y programas destinados a su beneficio y con la promoción y atención de sus necesidades y demandas, que, además de sus reivindicaciones particulares, comparten fines y objetivos con la Confederación, llevándolos a formar parte de ella.

Artículo 51.- El Movimiento Nacional de Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores es la estructura de agrupación  llevándolos a formar parte de ella. de ciudadanos y organizaciones constituidas por o para los pensionados, jubilados y adultos mayores del país y sus regiones, comprometidos con sus derechos humanos, legales, sociales, económicos y políticos, con el impulso y defensa de instituciones y programas destinados a su beneficio y con la promoción y atención de sus necesidades y demandas, que, además de sus reivindicaciones particulares, comparten fines y objetivos con la Confederación, llevándolos a formar parte de ella.

Artículo 52.- El Movimiento Nacional de Mexicanos en el Extranjero es la estructura de agrupación de ciudadanos y organizaciones comprometidos con la situación, las demandas y las luchar reivindicatorias de los migrantes del país y sus regiones que participan en actividades diversas en el extranjero, así como de sus familias, que coincidiendo con los fines y objetivos políticos y sociales de la Confederación, han decidido formar parte de ella.

Artículo 53.- El Movimiento  Nacional de la Juventud es la estructura de agrupación de jóvenes y organizaciones juveniles, principalmente de Juventud Popular Revolucionaria, misma que propondrá en los términos de estos Estatutos a su Secretaria o Secretario Coordinador en los niveles nacionales y estatales o del Distrito Federal, comprometidos con las causas, necesidades y exigencias de la juventud, así como con sus demandas de desarrollo político y social, que se plantean fines y objetivos coincidentes con los de la Confederación, lo que les ha llevado a formar parte de ella, correspondiendo al propio Movimiento coadyuvar en la promoción  y vigencia de los derechos estatutarios partidistas específicos de los militantes que agrupa.

Artículo 54.- El Movimiento Nacional de la Mujeres es la estructura de agrupación de ciudadanas y  organizaciones comprometidas con las necesidades, exigencias y luchas reivindicatorias de las  mujeres, así como con sus demandas y expectativas de desarrollo político y social, que se proponen  fines y objetivos coincidentes con los de la Confederación, lo que las ha llevado a formar parte de ella, correspondiendo al propio Movimiento coadyuvar en la promoción y vigencia de los derechos estatutarios partidistas específicos de las  militantes que agrupa.

Título Cuarto.
De la Estructura de Gobierno y de Dirección de la Confederación.

Capítulo Primero.
De los Órganos de Gobierno de la Confederación y de su Integración y Renovación Democráticas.

Artículo 55.- Son órganos de gobierno de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares:
1.  La Asamblea Nacional;
2.  El Pleno Nacional;
3.  Las Asambleas Estatales y del Distrito Federal;
4.  Los Plenos Estatales y del Distrito Federal;
5.  Las Asambleas Municipales, en el caso de los Estados, y  Delegacionales, en el caso del Distrito Federal; y,
6. Los Plenos Municipales, en el caso de los Estados, y Delegacionales, en el caso del Distrito Federal.

Artículo 56.- La Asamblea Nacional es el órgano supremo de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares y se integra por:
1.  El Pleno Nacional de la Confederación;
2.  Los miembros del Comité Ejecutivo Nacional;
3.  Los legisladores federales que sean integrantes de la Confederación;
4.  Los Delegados acreditados en proporción de sus afiliados por las organizaciones que conforman los Movimientos Nacionales de la Confederación, en el número que señale la correspondiente Convocatoria; y,
5.  Los Delegados electos en las Asambleas Estatales y del Distrito Federal, en el número y términos señalados por la correspondiente Convocatoria, que serán:
·      Secretarios Generales de los Comités Directivos Municipales, en el caso de los Estados, o Delegacionales, en el caso del Distrito Federal;
·      Diputados a las Legislaturas locales o a la  Asamblea del Distrito Federal que sean integrantes de la Confederación; y,
·      Presidentes Municipales, en los Estados, o Jefes Delegacionales en el Distrito Federal, que sean integrantes de la Confederación; y,
·      Militantes de los Movimientos de la Confederación en el ámbito local, en una proporción equivalente a las dos terceras partes del total de los Delegados que se elijan en la correspondiente Asamblea Estatal o del Distrito Federal y en el número igual para cada uno de ellos.

Artículo 57.- Es competencia de la Asamblea Nacional:
1.  Emitir, abrogar, derogar, reformar y adicionar los Documentos Básicos de la Confederación;
2.  Elegir al Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional; y,
3. Deliberar y resolver sobre los asuntos que sean sometidos a su consideración en los términos de la Convocatoria correspondiente, emitiendo acuerdos y resoluciones al respecto.

Artículo 58.- La Asamblea Nacional de la Confederación se reunirá en forma ordinaria cada tres años. También podrá reunirse en forma extraordinaria cuando así se requiera y lo acuerde el Pleno Nacional  para desahogar los asuntos que expresamente señale la Convocatoria correspondiente. Las Asambleas Ordinarias, al igual que las Extraordinarias, deberán  identificarse respectivamente con una numeración sucesiva, que se iniciará a partir de la vigencia de los presentes Estatutos.

Artículo 59.- La instalación de la Asamblea Nacional corresponderá a su Mesa Directiva, que será presidida por el Presidente del Pleno Nacional y tendrá como Secretario al que lo sea del propio Pleno.
La Mesa Directiva de la Asamblea Nacional contará también con los Vicepresidentes, Prosecretarios y Escrutadores que determine la Convocatoria respectiva, que asumirán su cargo y desarrollarán sus funciones en los términos que ésta señale.

Artículo 60.- El Pleno Nacional es un órgano deliberativo colegiado de carácter permanente, subordinado a la Asamblea Nacional, en el que las estructuras y fuerzas fundamentales de la Confederación analizarán y acordarán las grandes orientaciones, decisiones y estrategias de su quehacer político y social, atendiendo al cumplimiento pleno de sus fines y objetivos, así como de sus Documentos Básicos.
Se integra por:
1.  El Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación;
2.  Los Secretarios Generales de los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal de la Confederación;
3.  Un Diputado Federal y un diputado local integrantes de la Confederación por cada entidad federativa, mismos que serán electos por los legisladores cenopistas en el correspondiente órgano parlamentario;
4.  Diez Senadores integrantes de la Confederación, a razón de dos por cada una de las circunscripciones electorales plurinominales del país, mismos que serán electos por los legisladores cenopistas en el correspondiente órgano parlamentario;
5.  Un Presidente  Municipal integrante de la Confederación por cada Estado y un Jefe Delegacional integrante de la Confederación, en el caso del Distrito Federal, mismos que serán electos por sus homólogos cenopistas en la correspondiente entidad;
6.  Veintitrés representantes de cada uno de los Movimientos Nacionales de la Confederación, acreditados en proporción de sus afiliados por las organizaciones que los conforman;
7.  Cinco militantes de la Confederación por cada una de las entidades federativas, elegidos por su correspondiente Pleno Estatal o del Distrito Federal; y,
8. Cincuenta cuadros de la Confederación, que serán propuestos por el Presidente del Pleno Nacional.

Artículo 61.- Es competencia del Pleno Nacional de la Confederación:
1.  Integrar y emitir La Convocatoria a la Asamblea Nacional, que deberá ser expedida y publicada por el Comité Ejecutivo Nacional, estableciendo los términos y lineamientos para la organización y desarrollo de la misma, así como los asuntos que serán sometidos a su consideración;
2.  Integrar y proponer a la Asamblea Nacional los proyectos relativos a los Documentos Básicos de la Confederación;
3.  Tomar, en caso de urgencia, las medidas pertinentes que desarrollen o complementen aspectos específicos de los Documentos Básicos, que serán presentadas para su aprobación y ratificación a la siguiente Asamblea Nacional, con la justificación correspondiente;
4.  Formular y aprobar los instrumentos reglamentarios de los Documentos Básicos de la Confederación,  particularmente los previstos en estos Estatutos;
5.  Conocer y aprobar, en su caso, los programas e informes de actividades que anualmente deberá presentar el Comité Ejecutivo Nacional, a través de su Secretario General;
6.  Elegir de entre sus integrantes al Secretario General interino del Comité Ejecutivo Nacional, en los casos de falta definitiva del que hubiese sido electo por la Asamblea, proveyendo en este caso lo necesario para convocar al proceso interno correspondiente en un plazo máximo de tres  meses.  El Secretario General interino no podrá ser candidato en la elección respectiva;
7.  Convocar a la elección del Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional y a la Asamblea en que se realizará;
8.  Conocer  y aprobar las propuestas que formulen los Movimientos Nacionales,  para la formación de frentes de lucha y alianzas de carácter permanente con organizaciones  y expresiones sociales afines, velando por la observancia de los Documentos Básicos y por los intereses, fines y objetivos de la Confederación;
9.  Establecer las Comisiones especializadas previstas en estos Estatutos y desarrollar a través de ellas las funciones correspondientes, así como crear y disolver las Comisiones Temáticas y de Dictamen que se requieran para la atención, análisis y desahogo de los asuntos que determine;
10.                     Conocer los  dictámenes y propuestas de sus Comisiones y resolver en consecuencia, emitiendo acuerdos y resoluciones sobre los asuntos de su competencia que se le sometan; y,
11.                   Las demás que le señalen los Documentos Básicos de la Confederación y su Asamblea Nacional.

Artículo 62.- El Pleno Nacional se  renovará cada tres años. Sus integrantes estarán en funciones durante este lapso, salvo que termine la representación por la que fueron integrados al órgano, procediendo en consecuencia su sustitución para la conclusión del periodo respectivo, a través de los mecanismos que correspondan al caso.

Artículo 63.- El Pleno Nacional de la Confederación tendrá una Mesa Directiva, que presidirá el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional, y tendrá como Secretario y Secretario Técnico a quienes con este carácter sean electos por el Pleno, a propuesta del Presidente del propio órgano.
El Presidente o, en su ausencia, el Secretario del Pleno Nacional convocarán a sus reuniones con al menos siete días naturales de anticipación, debiendo este órgano sesionar al menos dos veces por año.

Artículo 64.- Para el mejor cumplimiento de sus atribuciones, el Pleno Nacional de la Confederación integrará, eligiéndolas de entre  sus miembros, a las siguientes Comisiones especializadas, cuya conformación, facultades y normas de operación se especificarán en  los Reglamentos respectivos:
1.  La Comisión Nacional de Procesos Internos, que será el órgano colegiado responsable del proceso para la elección del Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional, así como de velar por la estricta observancia de la normatividad interna en la integración y renovación de los órganos de gobierno y de dirección de la Confederación;
2.  La Comisión Nacional Revisora de Recursos, que será el órgano colegiado responsable de resolver en forma definitiva las quejas e impugnaciones que se interpongan con motivo de los procesos de integración y renovación de los órganos de gobierno y dirección de la Confederación, incluyendo las que por este motivo puedan presentar las Comisiones de Procesos Internos. En esta materia, la Comisión Nacional Revisora funcionará como instancia única en el caso de los órganos nacionales y como segunda instancia en el caso de los órganos locales.
3.  La Comisión Nacional Revisora de Recursos también tendrá competencia para revisar y, en su caso, renovar las resoluciones de la Comisión Nacional de Honor y Justicia en materia de sanciones, resolviendo los recursos que el Reglamento respectivo prevea; y,
4. La Comisión Nacional de Honor y Justicia, que será el órgano colegiado responsable de conocer y calificar sobre la conducta de los integrantes de la Confederación, de acuerdo con los términos establecidos en sus Documentos Básicos, resolviendo de conformidad con los procedimientos reglamentarios sobre el otorgamiento de los reconocimientos y estímulos que merezcan o las sanciones a que eventualmente se hagan acreedores.

Artículo 65.- Las Asambleas Estatales o del Distrito Federal serán  el órgano superior de gobierno de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares en las correspondientes entidades federativas, integrándose por:
1.  El Pleno Estatal o del Distrito Federal;
2.  Los miembros del Comité Directivo Estatal o del Distrito Federal;
3.  Los Delegados acreditados en proporción de sus afiliados en la entidad por las organizaciones que conformas los Movimientos Nacionales de la Confederación, en el número que señale la correspondiente Convocatoria;
4.  Los legisladores federales integrantes de la Confederación que hayan sido electos o sean residentes en la respectiva entidad federativa, en el número y términos señalados por la correspondiente Convocatoria;
5.  Los Secretarios Generales de los Comités Directivos Municipales, en el caso de los Estados, o Delegacionales, en el caso del Distrito Federal, en el número y términos señalados por la correspondiente Convocatoria;
6.  Los Presidentes Municipales, en los Estados, o Jefes Delegacionales, en el caso del Distrito Federal, que sean integrantes de la Confederación, en el número y términos señalados por la correspondiente Convocatoria; y,
7. Los Regidores integrantes de la Confederación, así como los Síndicos que se determine, en el número y términos señalados por la correspondiente Convocatoria.

Artículo 66.- Es competencia de las Asambleas Estatales o del Distrito Federal:
1.  Elegir al  Secretario General del Comité Directivo Estatal o del Distrito Federal; y,
2. Conocer y aprobar, en su caso, los asuntos que sean sometidos a su consideración, de acuerdo con la Convocatoria correspondiente, emitiendo  acuerdos y resoluciones al respecto.

Artículo 67.- Las Asambleas Estatales o del Distrito Federal de la Confederación se reunirán en forma ordinaria cada tres años. También podrán reunirse en forma extraordinaria cuando así se requiera y lo acuerde el Pleno Estatal o del Distrito Federal correspondiente para desahogar los asuntos que expresamente  señale la Convocatoria respectiva. Las Asambleas Ordinarias,  al igual que las Extraordinarias, deberán identificarse respectivamente  con una numeración sucesiva, que se iniciará a partir de la vigencia de los presentes Estatutos.

Artículo 68.- La instalación de las Asambleas Estatales o del Distrito Federal corresponderá a su Mesa Directiva, que será presidida por el Presidente del Pleno respectivo y tendrá como Secretario al que lo sea del propio Pleno.
Las Mesas Directivas de las Asambleas Estatales o del Distrito Federal contarán también con los Vicepresidentes, Prosecretarios y Escrutadores que determine la Convocatoria respectiva, que asumirán su cargo y desarrollarán sus funciones en los términos que  éste señale.

Articulo 69.- Los Plenos Estatales o del Distrito Federal son los órganos deliberativos colegiados de carácter permanente, subordinados a su respectiva Asamblea Estatal o del Distrito Federal, en el que las estructuras y fuerzas  fundamentales de la Confederación en la correspondiente entidad analizarán y acordarán las orientaciones, decisiones y estrategias de su quehacer político y social, atendiendo al cumplimiento pleno de sus fines y objetivos, así como de sus Documentos Básicos.
Los Plenos Estatales o del Distrito Federal se integran por:
1.  El Secretario General del Comité Directivo Estatal o del Distrito Federal;
2.  Hasta quince Secretarios Generales de los Comités Directivos  Municipales, en el caso de los Estados y Delegacionales, en el caso del Distrito Federal, que en su caso serán electos por sus homólogos en  la entidad;
3.  Los legisladores locales que sean integrantes del Sector;
4.  Hasta quince Presidentes Municipales integrantes de la Confederación, en el caso de la Estados, o Jefes Delegacionales, en el caso del Distrito Federal, mismos que  serán electos por sus homólogos cenopistas en la correspondiente entidad;
5.  Diez representantes de cada uno de los Movimientos Nacionales de la Confederación, acreditados en proporción de sus afiliados en la entidad por las organizaciones que los conforman; y,
6. Veinte cuadros de la Confederación, que serán propuestos por el Presidente del Pleno Estatal o del Distrito Federal.

Artículo 70.- Es competencia de los Plenos Estatales o del Distrito Federal:
1.  Integrar y emitir la Convocatoria a las respectivas Asambleas Estatales o del Distrito Federal, que deberá ser expedida y publicada por el Comité Directivo correspondiente, estableciendo los términos y lineamientos para la organización y desarrollo de la misma, así como los asuntos que serán sometidos a su consideración;
2.  Conocer y aprobar, en su caso, los programas e informes de actividades  que anualmente deberá presentar el Comité Directivo correspondiente, a través de su Secretario General;
3.  Elegir de entre sus integrantes al Secretario General interino del correspondiente Comité Directivo Estatal o del Distrito Federal, en los casos de falta definitiva del que hubiese sido electo por la Asamblea, proveyendo en este caso lo necesario para convocar al proceso interno correspondiente en un plazo máximo de tres meses. El Secretario General interino no podrá ser candidato en la elección respectiva;
4.  Convocar a la elección del Secretario General del Comité Directivo correspondiente y a la Asamblea en que se llevará  a cabo,  estableciendo para su organización, desarrollo y calificación, a las respectivas Comisiones Estatales o del Distrito Federal de Procesos Internos y Revisora de Recursos, que integrará de entre sus miembros, mismas que estarán sujetas a las disposiciones de estos Estatutos y de los  Reglamentos aplicables;
5.  Crear y disolver las Comisiones Temáticas y de Dictamen que se requieran para la atención, análisis y desahogo de la asuntos que determine;
6.  Conocer los dictámenes y propuestas de sus Comisiones y resolver en consecuencia,  emitiendo acuerdos y resoluciones sobre los asuntos de su competencia que se le sometan; y,
7. Las demás que le señalen los Documentos Básicos de la Confederación y la correspondiente Asamblea Estatal o del Distrito Federal.

Artículo 71.- Los Plenos Estatales o del Distrito Federal se renovarán cada tres años. Sus integrantes estarán en funciones durante este lapso, salvo que termine la representación por la que fueron integrados al órgano, procediendo en consecuencia su sustitución para la conclusión del periodo respectivo, a través de los mecanismos que correspondan al caso.

Artículo 72.- Los Plenos Estatales o del Distrito Federal de la Confederación tendrán una Mesa Directiva, que presidirá el Secretario General del Comité Directivo correspondiente, y tendrá como Secretario y Secretario Técnico a quienes con este carácter sean electos por el Pleno, a propuesta del Presidente del propio órgano.
El Presidente o, en su ausencia, el Secretario del Pleno Estatal o del Distrito Federal convocarán a sus reuniones con al menos siete días naturales de anticipación, debiendo este órgano sesionar al menos dos veces por año.

Artículo 73.- Las Asambleas Municipales, en el caso de la Estados, o Delegacionales, en el caso del Distrito Federal, serán el órgano superior de gobierno de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares en las correspondientes demarcaciones, integrándose por:
1.  El Pleno Municipal o Delegacional respectivo;
2.  Los miembros del respectivo Comité Directivo Municipal o Delegacional;
3.  Los Delegados acreditados en proporción de sus afiliados en el municipio o Delegación por las organizaciones que conforman los Movimientos Nacionales de la Confederación, en el número que señale la correspondiente Convocatoria,  que será igual para cada uno de ellos; y,
4. Los ciudadanos afiliados a la Confederación en la demarcación, en el número y términos que señale la correspondiente Convocatoria, no pudiendo su cantidad ser superior a una tercera parte del total de los integrantes de la Asamblea.

Artículo 74.- Es competencia de las Asambleas Municipales o Delegacionales:
1.  Elegir al Secretario General del respectivo Comité Directivo Municipal o Delegacional; y,
2. Conocer y aprobar, en su caso, los asuntos que sean cometidos a su consideración, de acuerdo con la Convocatoria correspondiente, emitiendo acuerdos y resoluciones al respecto.

Artículo 75.- Las Asambleas Municipales o Delegacionales de la Confederación se reunirán en forma ordinaria cada tres años. También podrán reunirse en forma extraordinaria cuando así se requiera y lo acuerde el Pleno Municipal o Delegacional correspondiente para desahogar los asuntos que expresamente señale la Convocatoria respectiva. Las Asambleas Ordinarias, al igual que las extraordinarias, deberán identificarse respectivamente  con una numeración sucesiva, que se iniciará a partir de la vigencia de los presente Estatutos.

Artículo 76.- La instalación de las Asambleas Municipales o Delegacionales corresponderá a su Mesa Directiva, que será presidida por el Presidente del Pleno respectivo y tendrá como Secretario al que lo sea del propio Pleno.
Las Mesas  Directivas de las Asambleas Municipales o Delegacionales contarán también con los Vicepresidentes, Prosecretarios y Escrutadores que determine la Convocatoria respectiva, que asumirán su cargo y desarrollarán sus funciones en los términos que éste señale.

Artículo 77.- Los Plenos Municipales, en el caso de los Estados, o Delegacionales, en el caso del Distrito Federal, son los órganos deliberativos colegiados de carácter permanente, subordinados a su respectiva Asamblea Municipal o Delegacional, en el que las  estructuras y fuerzas fundamentales de la Confederación en la correspondiente demarcación analizarán y acordarán las  orientaciones, decisiones y estrategias de su quehacer político y social, atendiendo al cumplimiento pleno de sus fines y objetivos, así como de sus Documentos Básicos.
Los Plenos Municipales o Delegacionales se integran por:
1.  El Secretario General del respectivo Comité Directivo Municipal o Delegacional
2.  Los ediles del Ayuntamiento, en el caso de los municipios que sean integrantes del Sector;
3.  En su caso, cinco representantes de cada uno de los Movimientos Nacionales de la Confederación, acreditados en proporción de sus afiliados en la demarcación por las organizaciones que los conforman; y,
4. Hasta veinte cuadros de la Confederación, que serán propuestos por el Presidente; del Pleno Municipal o Delegacional del Distrito Federal.

Artículo 78.- Es competencia de los Plenos Municipales o Delegacionales de la Confederación
Integrar y emitir la  Convocatoria a las respectivas Asambleas Municipales o Delegacionales, que deberá ser expedida y publicada por el Comité Directivo correspondiente, estableciendo los términos y lineamientos para la  organización y desarrollo de la misma, así como los asuntos  que serán sometidos a su consideración:
1.  Conocer y aprobar, en su caso, los programas e informes de actividades que anualmente deberá presentar el Comité Directivo correspondiente, a través de su Secretario General;
2.  Elegir de entre sus integrantes al Secretario General interino del correspondiente Comité Directivo Municipal o Delegacional, en los casos de falta definitiva del que hubiese sido electo por la Asamblea, proveyendo en este caso lo necesario para convocar al proceso interno correspondiente  en un plazo máximo de tres meses. El Secretario General  interino no podrá ser candidato en la elección respectiva;
3.  Convocar a la elección del Secretario General del Comité Directivo correspondiente, estableciendo con  carácter temporal, para su organización, desarrollo y calificación, a las respectivas Comisiones Municipales o Delegacionales de Procesos Internos y Revisora de Recursos, que integrará de entre sus miembros, mismas que estarán sujetas a las disposiciones de estos Estatutos y de los Reglamentos aplicables;
4.  Crear y disolver las Comisiones Temáticas y de Dictamen que se requieran para la atención, análisis y desahogo de los asuntos que determine;
5.  Conocer los dictámenes y  propuestas de sus Comisiones y resolver en consecuencia, emitiendo acuerdos y resoluciones sobre los asuntos de su competencia que se le sometan; y,
6. Las demás que le señalen los Documentos Básicos de la Confederación y la correspondiente Asamblea Municipal o Delegacional.

Artículo 79.- Los Plenos Municipales o Delegacionales se renovarán cada tres años. Sus integrantes estarán en funciones durante este lapso, salvo que termine la representación por la que fueron integrados al órgano, procediendo en consecuencia su sustitución para la conclusión del periodo respectivo, a través de los mecanismos que correspondan al caso.

Artículo 80.- Los Plenos Municipales o Delegacionales tendrán una Mesa Directiva, que  presidirá el Secretario General del Comité Directivo correspondiente, y tendrá como Secretario y Secretario Técnico a quienes con este carácter sean electos por el Pleno, a propuesta del Presidente del propio órgano.
El Presidente o, en su ausencia, el Secretario del Pleno Municipal o Delegacional convocarán a sus reuniones con al menos siete días naturales de anticipación, debiendo este órgano sesionar al menos dos veces por año.

Artículo 81.- En los procesos electivos que se desarrollen para la integración y renovación de todos los órganos de gobierno de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares se aplicarán invariablemente procedimientos democráticos, garantizando la igualdad de oportunidades entre los militantes  hombres y mujeres y la participación de jóvenes de hasta treinta años de edad en la conformación de los mismos.

Capítulo Segundo.
De los Órganos de Dirección de la Confederación.

Artículo 82.- Son órganos de dirección de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares:
1.  El Comité  Ejecutivo Nacional;
2.  Los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal; y,
3. Los Comités Directivos Municipales, en el caso de los Estados, y Delegacionales, en el caso del Distrito Federal.

Artículo 83.- El Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares está integrado por:
1.  Una Secretaría General;
2.  Una Secretaría Coordinadora Ejecutiva;
3.  Una Secretaría de Organización;
4.  Una Secretaría Coordinadora de los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal;
5.  Una Secretaría de Gestión Social;
6.  Una Secretaría de Asuntos Electorales;
7.  Una Secretaría de Coordinación Legislativa con la Cámara de Senadores;
8.  Una Secretaría de Coordinación Legislativa con la Cámara de Diputados y las Legislaturas Locales;
9.  Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional Sindical;
10.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de Profesionales y Técnicos;
11.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de Agrupaciones Productivas y de Servicios;
12.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional Urbano Vecinal;
13.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de Vinculación Ciudadana;
14.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional Asociativo de las Personas con Discapacidad;
15.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores;
16.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de  Mexicanos en el Extranjero;
17.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento  Nacional de la Juventud;
18.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de las Mujeres;
19.                     Una Secretaría de Comunicación Social;
20.                     Una Secretaría de Planeación y Evaluación; y,
21.                   Una Secretaría de Finanzas y Administración.

Artículo 84.- Es competencia del Comité Ejecutivo Nacional:
1.  Cumplir y hacer cumplir la normatividad interna de la Confederación y las resoluciones y acuerdos de la Asamblea Nacional y el Pleno Nacional, encargándose de su expedición y publicación;
2.  Elaborar y proponer a la aprobación del Pleno Nacional sus programas e informes anuales de actividades, cumpliendo eficiente y comprometidamente las tareas política y sociales correspondientes;
3.  Integrar, impulsar, mantener y vigilar los programas permanentes de afiliación de ciudadanos y de adhesión de organizaciones de la Confederación, velando por su continuidad, avances y resultados, así como por la conformación y aprovechamiento pleno del  Registro Nacional de Militantes y el Registro Nacional de Organizaciones Adherentes que establecen los presentes Estatutos;
4.  Promover una intensa y constante comunicación entre los integrantes y la Confederación y entre ésta y la sociedad, así como en las instituciones públicas  y organismos gubernamentales con los que sea necesario desarrollas actividades;
5.  Analizar y resolver los asuntos relevantes de la vida interna de la Confederación, estableciendo y desarrollando las estrategias y acciones específicas para el cumplimiento pleno de sus fines y objetivos;
6.  Apoyar a los Movimientos Nacionales en el desarrollo de sus actividades y el cumplimiento pleno de sus atribuciones, coadyuvando a través de ellos en el ejercicio de las garantías, derechos y deberes de los integrantes de la Confederación, así como en el cumplimiento de sus fines y objetivos;
7.  Aprobar, a instancias de los Movimientos Nacionales de la Confederación, la constitución de agrupaciones políticas o sociales de carácter nacional o local,  atendiendo a lo señalado por la legislación vigente y previo  cumplimiento de las normas establecidas por los presentes Estatutos, así como los lineamientos, requisitos y procedimientos marcados por la reglamentación interna aplicable, definiendo los términos a los que deberán sujetarse los convenios de adhesión o vinculación con dichas agrupaciones;
8.  Desarrollar los programas de carácter electoral de la Confederación y coordinar la participación de sus integrantes en as campañas políticas respectivas;
9.  Definir y desarrollar los estudios y proyectos necesarios para fundamentar y orientar las tares que desarrolla la Confederación para el cumplimiento de sus fines y objetivos;
10.                     Acordar y promover fórmulas de financiamiento para las actividades de la Confederación, atendiendo a la adecuada integración y distribución de su presupuesto, así como a la aplicación eficiente de sus recursos humanos, financieros y materiales;
11.                     Expedir y publicar las Convocatorias a las Asambleas Nacionales de la Confederación, así como los acuerdos y resoluciones de éstas;
12.                     Establecer y desarrollas un programa editorial y de difusión que permita mantener a los militantes y a las organizaciones adherentes informados sobre los asuntos relevantes de su vida interna, así como comunicar  a la sociedad sus propuestas e iniciativas de mayor interés;
13.                   Las demás que señalen al Comité Ejecutivo Nacional y a sus miembros los presentes Estatutos, así como los acuerdos y resoluciones de la Asamblea Nacional y el Pleno Nacional.

Artículo 85.- Son atribuciones y funciones de la Secretaría General del Comité Ejecutivo Nacional:
1.  Presidir la Asamblea Nacional y el Pleno Nacional de la Confederación;
2.  Presentar a la Asamblea Nacional y el Pleno Nacional de la Confederación las propuestas, informes y documentos que corresponda formular o desarrollar al Comité Ejecutivo Nacional;
3.  Convocar al Comité  Ejecutivo Nacional y coordinar, dirigir y supervisar sus actividades, atendiendo al cumplimiento de sus funciones y las de sus integrantes;
4.  Nombrar y remover de sus cargos a los demás integrantes del Comité Ejecutivo Nacional y de sus organismos auxiliares, debiendo otorgar el nombramiento como Secretario Coordinador Ejecutivo, cuando corresponda como resultado del respectivo proceso electivo, a quien así fuere declarado por la Asamblea Nacional, conforme a los presentes Estatutos;
5.  Someter al Pleno Nacional, para su aprobación, la creación, fusión o desaparición de Secretarías u organismos auxiliares del Comité Ejecutivo Nacional;
6.  Aprobar las estructuras administrativas internas del Comité Ejecutivo Nacional y de sus organismos auxiliares, conforme a la disponibilidad presupuestal y de los requerimientos que correspondan para el cumplimiento de los programas de la Confederación;
7.  Designar a los Secretarios Adjuntos, Subsecretarios y Coordinadores  que se requieran para el mejor cumplimiento de los programas de trabajo del Comité Ejecutivo Nacional;
8.  Acordar la integración de las Comisiones Políticas y Sociales de los Movimientos Nacionales de la Confederación, tomando como base las propuestas de las organizaciones adherentes que los conforman, así como el número de militantes afiliados con que cuenten;
9.  Autorizar la asignación y ejercicio del presupuesto del Comité Ejecutivo Nacional, vigilando que la aplicación de los recursos se apegue a la normatividad respectiva, así  como que corresponda y contribuya a sus fines y objetivos;
10.                     Representar legalmente a la Confederación ante toda clase de personas físicas o morales y ante toda clase de tribunales, autoridades, instituciones, organizaciones y agrupaciones,  firmando en representación de la misma convenios, contratos y demás acuerdos e instrumentos, con todas las facultades  del apoderado general para pleitos y cobranzas y para actos de administración y dominio, incluyendo las que conforme  a la Ley requieran cláusula especial, así como con facultades para firmar títulos y obligaciones de crédito, en los términos  del Artículo 9°  de la Ley General de Títul9s y Operaciones de Crédito, para sustituir total o parcialmente el mandato, para  otorgar mandatos especiales o renovar los que se hubieren otorgado y para determinar las sustituciones, con la única limitación de que para  enajenar los inmuebles de la Confederación o para la compra de otros se requerirá el acuerdo expreso del Pleno Nacional;
11.                     Representar a la Confederación Nacional de Organizaciones Populares en los programas y procesos de carácter partidista,  correspondiéndole acreditar a los Delegados de las Asambleas Nacionales, a los Consejeros Políticos Nacionales y a los representantes de la misma en los Comités, Comisiones y demás instancias establecidas en los Estatutos o en los  acuerdos y resoluciones de los órganos partidistas de dirección nacional, así como expedir los documentos oficiales de aval, apoyo o respaldo político de la Confederación que, de acuerdo con las Convocatorias respectivas, se requieran para el registro de sus militantes como aspirantes, precandidatos o candidatos en los procesos  de postulación a cargos federales  de elección popular y en las elecciones de Gobernador o Jefe de Gobierno del Distrito Federal;
12.                     Nombrar a los Delegados Generales y Especiales que deban ser designados para apoyar y coordinar en las regiones y entidades federativas del país trabajos conducentes al mejor cumplimiento de los fines y objetivos de la Confederación, así como a lo dispuesto por  estos Estatutos;
13.                     Firmar y expedir, conjuntamente con el Secretario de  Organización del Comité Ejecutivo Nacional,  las credenciales que se otorguen a los militantes de la Confederación, así como los certificados de adhesión de la organizaciones correspondientes; y,
14.                   Las demás que le otorguen estos Estatutos, su reglamento o los acuerdos y resoluciones de la Asamblea Nacional y el Pleno Nacional de la Confederación.

Artículo 86.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora Ejecutiva:
1.  Fungir como Secretaría de Actas y Acuerdos del Comité Ejecutivo Nacional;
2.  Previa instrucción del Secretario General, turnar a la áreas del Comité Ejecutivo Nacional los asuntos de su competencia, manteniendo un sistema de control de gestión y seguimiento para garantizar el eficaz cumplimiento de los acuerdos respectivos y de las acciones que corresponda realizar;
3.  Coordinar la integración y desarrollo de los programas especiales que señale el Secretario General, así como los trabajos en que participen conjuntamente dos o más áreas del Comité Ejecutivo Nacional, asumiendo la supervisión de los mismos;
4.  Coadyuvar en la promoción y vigilancia del cumplimiento de los acuerdos y resoluciones de la Asamblea Nacional y el Pleno Nacional de la Confederación en el ámbito del Comité Ejecutivo Nacional;
5.  Velar por la expedición y publicación oportuna de os acuerdos y resoluciones de la Asamblea Nacional, el Pleno Nacional y el Comité Ejecutivo Nacional, así como por su  difusión entre los integrantes de la Confederación, coordinando el Programa Nacional Editorial de la misma;
6.  Suplir en sus ausencias temporales al Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional; y,
7. Las demás que le señalen estos Estatutos, así como el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 87.- Son funciones de la Secretaría de Organización:
1.  Integrar, custodiar, mantener y actualizar el Registro Nacional de Afiliados, coordinando operativamente los procesos relacionados con el mismo;
2.  Integrar, custodiar, mantener y actualizar el Registro Nacional de Organizaciones Adherentes, coordinando operativamente los procesos relacionados con el mismo;
3.  Recibir y analizar las solicitudes de adhesión de las organizaciones que pretendan integrarse a la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, sometiendo a la consideración del Secretario General el acuerdo respectivo para su presentación ante el Pleno Nacional y, en su caso, la ratificación correspondiente;
4.  Firmar y expedir, conjuntamente con el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional, las credenciales que se otorguen a los militantes de la Confederación, así como los certificados de adhesión de las organizaciones correspondientes;
5.  Coadyuvar en las tareas necesarias para la adecuada integración de los órganos nacionales de gobierno y de dirección de la Confederación, así como para la conformación y estructuración de sus Movimientos Nacionales, llevando el registro de sus miembros;
6.  Obtener, mantener y actualizar la información correspondiente a la integración de los órganos de gobierno y dirección de la Confederación en los ámbitos estatal y del Distrito Federal, así como delegacional y municipal, atendiendo lo que corresponda para el registro de la misma;
7.  Integrar los datos y registros referentes a la representación de la Confederación ante los órganos de dirección, los Comités, Comisiones y demás instancias partidistas de carácter nacional, coadyuvando con la Secretaría General en los trámites que correspondan al respecto;
8.  Evaluar y encauzar los requerimientos de los militantes y las organizaciones adherentes de la Confederación para el uso de sus instalaciones en reuniones políticas y de trabajo, coordinando con la Secretaría de Administración y Finanzas los controles correspondientes;
9.  Elaborar los  directorios de la Confederación necesarios para su coordinación interna y el desarrollo de sus actividades;
10.                     Realizar las certificaciones de los documentos, archivos, registros, acuerdos, resoluciones, declaraciones y demás relacionados con las actividades ordinarias de la Confederación, sus órganos nacionales y sus integrantes; y,
11.                   Las demás que le señalen estos Estatutos, así como el  Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 88.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora de los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal:
1.  Mantener y desarrollar operativamente las relaciones entre el Comité Ejecutivo Nacional y los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal para el apoyo y cumplimiento de las tareas que corresponden a éstos, así como para la realización  de las actividades especiales que así lo ameriten;
2.  Llevar el registro y seguimiento de los programas anuales de los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal, coadyuvando en su adecuada integración y ejecución;
3.  Proponer a la Secretaría General del Comité Ejecutivo Nacional la designación de los Delegados que se requieran para atender los asuntos que correspondan, coordinando las actividades políticas y programas de trabajo de éstos;
4.  Concurrir con las instancias responsables en el impulso y la coordinación de los programas de afiliación, de registro de organizaciones adherentes y de  estructuración y actividades de los Movimientos Nacionales en el ámbito de los Estados y el Distrito Federal;
5.  Atender, en términos de los presentes Estatutos, junto con la Secretaría de Organización, lo referente a la adecuada y oportuna renovación de los órganos de gobierno y dirección de la Confederación en los ámbitos estatales y del Distrito Federal, así como municipal y delegacinal, informando a la Secretaría General de lo conducente y, por su conducto, de ser el caso, a las Comisiones del Pleno Nacional competentes en la materia; y,
6. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 89.- Son funciones de la Secretaría de Gestión Social:
1.  Elaborar y desarrollar programas y proyectos para impulsar, realizar y fortalecer las acciones de gestoría social de la Confederación, atendiendo a las demandas y necesidades de sus integrantes;
2.  Promover y coordinar la instalación de mesas de trabajo en las dependencias e instituciones gubernamentales para la atención de las demandas de los integrantes de la Confederación, dando seguimiento eficaz y estricto a los compromisos derivados de las mismas;
3.  Integrar y coordinar los programas permanentes de servicio a la comunidad de la Confederación, haciendo especial énfasis en los relacionados con la educación, la salud, la integración familiar, el deporte y la cultura, promoviendo la participación que corresponda a las instituciones gubernamentales, las asociaciones privadas y los integrantes de la propia Confederación;
4.  Coadyuvar en la integración y ejecución de los programas de activismo y movilización de la Confederación, colaborando con los Movimientos Nacionales en las tareas que desarrollen al respecto;
5.  Establecer comunicación y coordinación con los órganos homólogos de los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal para definir, orientar, y apoyar sus programas de gestoría social, de servicio a la comunidad y de activismo, así como para diseñar e instrumentar las acciones  que correspondan a  nivel local;
6.  Desarrollar y coordinar el sistema de atención y asesoría individual a los integrantes de la Confederación, brindando la orientación que corresponda para la canalización y respuesta a sus planteamientos, problemas y demandas; y,
7. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 90.- Son funciones de la Secretaría de Asuntos Electorales:
1.  Integrar la información y realizar los estudios y diagnósticos referentes a la situación política y electoral del país y sus demarcaciones, elaborando proyectos de estrategias y acciones en la materia;
2.  Desarrollar perfiles y evaluaciones de los militantes y cuadros de la Confederación para sustentar las propuestas que corresponde hacer al Comité Ejecutivo Nacional en los procesos partidistas de postulación de candidatos a cargo de elección popular;
3.  Diseñar y coordinar os programas de apoyo, activismo y movilización de los integrantes de la Confederación en las campañas y procesos electorales en que participe;
4.  Mantener comunicación y coordinación con los órganos homólogos partidistas, así como con los de los Comités Directivos de la Confederación en los Estados y el Distrito  Federal para los efectos que correspondan;
5.  Impulsar programas de formación ideológica y de capacitación cívica, política y electoral dirigidos a los integrantes de la Confederación; y,
6. Las demás que le señalen los presentes Estatutos y la Secretaría General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 91.- Son funciones de la Secretaría de Coordinación Legislativa con la Cámara de Senadores:
1.  Integrar y mantener el registro de los Senadores que sean militantes de la Confederación, manteniendo relación con los  mismos;
2.  Conjuntamente con la Secretaría de Coordinación Legislativa con la Cámara de Diputados y las Legislaturas Locales, colaborar en la integración, promoción y difusión de la agenda legislativa de la Confederación, impulsando los proyectos e iniciativas de interés para sus integrantes, así como para los grupos populares, las clases medias y los sectores urbanos del país;
3.  Impulsar y encauzar la participación de los Senadores cenopistas en la vida interna de la Confederación, así como en los programas y actividades que ésta desarrolle en beneficio de sus integrantes y de la sociedad; y,
4. Las demás que le señalen estos Estatutos y la Secretaría General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 92.- Son funciones de la Secretaría de Coordinación Legislativa con la Cámara de Diputados y las Legislaturas Locales:
1.  Integrar y mantener el registro de los Diputados federales que sean militantes de la Confederación, manteniendo relación con los mismos;
2.  Integrar y mantener el registro de los Diputados locales que sean militantes de la Confederación, manteniendo relación con los mismos, a través de sus respectivas Coordinaciones Legislativas;
3.  Conjuntamente con la Secretaría de Coordinación Legislativa con la Cámara de Senadores, colaborar en la elaboración, promoción y difusión de la agenda legislativa de la Confederación, impulsando los proyectos e iniciativas de interés para sus integrantes, así como para los grupos populares, las clases medias y  los sectores urbanos del país;
4.  Impulsar y encauzar la participación de los Diputados federales y locales cenopistas en la vida interna de la Confederación, así como en los programas y actividades que ésta desarrolle en beneficio de sus integrantes y de la sociedad; y,
5. Las demás que le señalen  estos Estatutos y la Secretaría General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 93.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional Sindical;
1.  Diseñar, coordinar e impulsar los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional Sindical  de la Confederación, en los términos del Título Tercero de los presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 94.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora del Movimientos Nacional de Profesionales y Técnicos:
1.  Diseñar, coordinar e impulsar los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional de Profesionales y Técnicos de la Confederación, en los términos del Título Tercero de los presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 95.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de Agrupaciones Productivas y de Servicios:
1.  Diseñar, coordinar e impulsar los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional de Agrupaciones Productivas y de Servicios de la Confederación, en los términos del Título Tercero de los presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del  Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 96.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional Urbano Vecinal:
1.  Diseñar, coordinar e impulsar los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional Urbano Vecinal de la Confederación, en los términos del Título Tercero de los presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 97.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de Vinculación Ciudadana:
1.  Diseñar, coordinar e impulsar los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional de Vinculación Ciudadana de la Confederación, en los términos del Título Tercero de los presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 98.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional Asociativo de las Personas con Discapacidad:
1.  Diseñar, coordinar e impulsar los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional Asociativo de las Personas con Discapacidad de la Confederación, en los términos del Título Tercero de los presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 99.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores:
1.  Diseñar, coordinar e impulsar los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional de Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores de la Confederación, en los términos del Título Tercero de las presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 100.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de Mexicanos en el Extranjero:
1.  Diseñar, coordinar e impulsar los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional de Mexicanos en el Extranjero de la Confederación, en los términos del Título Tercero de los presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 101.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de la Juventud:
1.  Diseñar, coordinar e impulsar los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento de la atribuciones y funciones del Movimiento Nacional de la Juventud de la Confederación, en los términos del Título Tercero de los presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 102.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de las Mujeres:
1.  Diseñar, coordinar e impulsar los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional de las Mujeres de la Confederación, en los términos del Título Tercero de los presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 103.- Son funciones de la Secretaría de Comunicación Social:
1.  Establecer y desarrollar el programa de comunicación social de la Confederación, cuyo propósito será difundir sistemáticamente sus principios, postulados y acciones, promoviendo el conocimiento y la aceptación de los ciudadanos de las iniciativas y trabajos que emprenda;
2.  En el marco del programa de comunicación social de la Confederación, diseñar e impulsar campañas de publicidad y propaganda para promover sus proyectos y acciones específicos, colaborando con los órganos partidistas en las que se definan como parte de las estrategias de proselitismo y difusión de carácter electoral;
3.  Mantener y ampliar las relaciones entre la Confederación y los medios de comunicación para los efectos de informar sobre los asuntos de su interés y difundir sus acciones;
4.  Colaborar en la integración y desarrollo del Programa Nacional Editorial de la Confederación; y,
5. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 104.- Son funciones de la Secretaría de Planeación y Evaluación:
1.  Elaborar los programas y los informes generales anuales del Comité Ejecutivo Nacional para su presentación ante el Pleno Nacional de la Confederación;
2.  Establecer los lineamientos para la integración de los programas específicos que, de conformidad con los presentes Estatutos, deban definirse en las diversas áreas del Comité Ejecutivo Nacional y en sus organismos auxiliares, supervisando su adecuada y oportuna elaboración;
3.  Diseñar y operar el sistema de seguimiento y evaluación de los programas del Comité Ejecutivo Nacional y de las áreas que lo integran, informando al Secretario General lo que corresponda y proponiendo a éste las medidas necesarias para garantizar su cumplimiento;
4.  Participar en el marco de los organismos auxiliares de la Confederación en el desarrollo de los estudios y diagnósticos necesarios para el diseño y adecuación de las estrategias generales de la Confederación y para la integración y mantenimiento de su agenda política y social, apoyando y supervisando los estudios específicos que corresponda realizar dentro de su ámbito a las diversas áreas del Comité Ejecutivo Nacional;
5.  Proponer contenidos y coordinar la integración de las estrategias de activismo de los Movimientos Nacionales de la Confederación, promoviendo y apoyando la identificación de causas ciudadanas relevantes y la vinculación con ellas, así como la formación de los frentes y las agrupaciones que correspondan para fortalecer la presencia política y social de la Confederación y para impulsar el pleno y oportuno cumplimiento de sus fines y objetivos; y,
6. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 105.- Son funciones de la Secretaría de Finanzas y Administración:
1.  Concurrir en el análisis y elaboración del Acuerdo General de Financiamiento de la Confederación, proponiendo medidas para la obtención y racionalización de recursos y para su consolidación patrimonial, a través de la estructura de cuotas y aportaciones de sus integrantes, las contribuciones partidistas, el acceso a fondos públicos y privados destinados a apoyar actividades políticas y sociales, el aprovechamiento de sus bienes y servicios y demás fórmulas que, de conformidad con la legislación aplicable y los presentes Estatutos, permitan disponer de medios suficientes para sustentar sus actividades;
2.  Con base en las necesidades y propuestas planteadas por las diversas áreas del Comité Ejecutivo Nacional, elaborar anualmente el presupuesto general de ingresos y egresos, sometiéndolo a la consideración del Secretario General;
3.  Recibir los ingresos y aportaciones que por cualquier concepto perciba el Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación, otorgando los recibos correspondientes y atendiendo los trámites y obligaciones fiscales que en su caso se deriven;
4.  Expedir a los integrantes de la Confederación los comprobantes o constancias de no adeudo de las cuotas o aportaciones que les correspondan, estructurando y vigilando la eficaz operación del sistema de beneficios especiales y estímulos que se establezca para los militantes que se encuentren al corriente en el pago de las mismas;
5.  Ejercer con eficiencia y transparencia el presupuesto autorizado, previo acuerdo del Secretario General, manteniendo la contabilidad y los controles respectivos;
6.  Operar los sistemas de administración, desarrollo y control de los recursos humanos y materiales del Comité Ejecutivo Nacional, coordinando igualmente los servicios generales requeridos;
7.  Representar al Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional en los actos de administración que éste le delegue o para los que le otorgue mandato, manteniéndolo permanentemente  informado de lo relativo; y,
8. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional.

Artículo 106.- Los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal de la Confederación Nacional de Organizaciones  Populares estarán integrados por:
1.  Una Secretaría General;
2.  Una Secretaría Coordinadora Ejecutiva;
3.  Una Secretaría de Organización;
4.  Una Secretaría Coordinadora de los Comités Directivos Municipales, en el caso de los Estados, o Delegacionales, en el caso del Distrito Federal;
5.  Una Secretaría de Gestión Social;
6.  Una Secretaría de Asuntos Electorales;
7.  Una Secretaría de Coordinación Legislativa;
8.  Una Secretaría  Coordinadora del Movimiento Nacional Sindical;
9.  Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de Profesionales y Técnicos;
10.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de Agrupaciones Productivas y de Servicios;
11.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional  Urbano Vecinal;
12.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de Vinculación Ciudadana;
13.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional Asociativo de las Personas con Discapacidad;
14.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores;
15.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de Mexicanos en el Extranjero:
16.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de la Juventud;
17.                     Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional de las Mujeres;
18.                     Una Secretaría de Comunicación Social;
19.                     Una Secretaría de Planeación y Evaluación; y,
20.                   Una Secretaría de Finanzas y Administración.

Artículo 107.- Es competencia de los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal:
1.  Cumplir y hacer cumplir la normatividad interna de la Confederación y las resoluciones y acuerdos de la Asamblea y el Pleno Estatal o del Distrito Federal correspondientes, encargándose de su expedición y publicación;
2.  Elaborar y proponer a la aprobación del respectivo Pleno  Estatal o del Distrito Federal sus programas e informes anuales de actividades, cumpliendo eficientemente las tareas políticas y sociales correspondientes;
3.  Participar constante y eficazmente en los programas permanentes de afiliación de ciudadanos y de adhesión de organizaciones de la  Confederación en el ámbito de la entidad, velando por su continuidad,  avances y resultados, así como por la conformación y aprovechamiento del  Registro Nacional de Militantes y el Registro Nacional de Organizaciones Adherentes que establecen los presentes Estatutos;
4.  Promover una intensa y constante comunicación entre los integrantes de la Confederación y entre ésta y la sociedad, así como con las instituciones públicas y organismos gubernamentales de la entidad con los que sea necesario desarrollar actividades;
5.  Analizar y resolver los asuntos relevantes de la vida interna de la Confederación en la entidad, estableciendo y desarrollando las estrategias y acciones específicas para  el cumplimiento pleno de sus fines y objetivos;
6.  Apoyar a los Movimientos Nacionales  en el desarrollo de sus actividades y el cumplimiento pleno de sus atribuciones, coadyuvando a través de ellos  en el ejercicio de las garantías, derechos y deberes de los integrantes de la Confederación, así como en el cumplimiento de sus fines y objetivos;
7.  Desarrollar en el ámbito de la entidad los programas de carácter electoral de la Confederación y coordinar la participación de sus integrantes en el nivel local en las campañas políticas respectivas;
8.  Definir y desarrollar en el ámbito de la entidad los estudios y proyectos necesarios para fundamentar y orientar las tareas que desarrolla la Confederación para el cumplimiento de sus fines y objetivos;
9.  Acordar y promover fórmulas de financiamiento para las actividades de la Confederación en el ámbito de la entidad, atendiendo a la adecuada integración y distribución de su presupuesto, así como a la aplicación eficiente de sus recursos humanos, financieros y materiales;
10.                     Expedir y publicar las Convocatorias a las respectivas Asambleas Estatales o del Distrito Federal, así como los acuerdos y resoluciones de ésta;
11.                     Establecer y desarrollar un programa editorial y de difusión que permita mantener a los  militantes y a las organizaciones adherentes en el ámbito de la entidad informados sobre los asuntos relevantes de su vida interna, así como comunicar a la sociedad sus propuestas e iniciativas de mayor interés;
12.                   Las demás que señalen a los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal y a sus miembros los presentes Estatutos, así como los acuerdos y resoluciones de las Asambleas y Plenos Nacionales o Locales

Artículo 108.- Son atribuciones y funciones de la Secretaría General de los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal:
1.  Presidir la respectiva Asamblea y Pleno Estatal o del Distrito Federal de la Confederación;
2.  Presentar a la respectiva Asamblea y Pleno Estatal o del Distrito Federal de la Confederación las propuestas, informes y documentos que corresponda formular o desarrollar al Comité Directivo;
3.  Convocar al Comité Directivo Estatal o del Distrito Federal y  coordinar, dirigir y supervisar sus actividades, atendiendo al cumplimiento de sus funciones y las de sus integrantes;
4.  Nombrar y remover de sus cargos a los demás integrantes del Comité Directivo y de sus organismos auxiliares, debiendo otorgar el nombramiento como Secretario Coordinador Ejecutivo, cuando corresponda como resultado del respectivo proceso electoral, a quien así fuere declarado por la Asamblea Estatal o del Distrito Federal, conforme a lo dispuesto por los presentes Estatutos;
5.  Someter al Pleno Estatal o del Distrito Federal, para su aprobación, la creación, fusión o desaparición de Secretarías u organismos auxiliares del Comité Directivo correspondiente;
6.  Aprobar las estructuras administrativas internas del Comité Directivo y de sus organismos auxiliares, conforme a la disponibilidad presupuestal y los requerimientos que correspondan para el cumplimiento de los programas de la Confederación;
7.  Designar a los Secretarios Adjuntos, Subsecretarios y Coordinadores que se requieran para el mejor cumplimiento de los programas de trabajo del Comité Directivo;
8.  Autorizar la asignación y ejercicio del presupuesto del Comité Directivo, vigilando que la aplicación de los recursos se apegue a la normatividad respectiva, así como que corresponda y contribuya a sus fines y objetivos;
9.  Representar legalmente al Comité Directivo Estatal o del Distrito Federal ante toda clase de personas físicas o morales y ante toda clase de tribunales, autoridades, instituciones, organizaciones y agrupaciones;
10.                     Representar a la Confederación Nacional de Organizaciones Populares en los programas y procesos de carácter partidista que se desarrollen en la entidad, correspondiéndole acreditar a los Delegados a las Asambleas Estatales o del Distrito Federal, a los Consejeros Políticos Estatales o del Distrito Federal y a los representantes de la Confederación en los Comités, Comisiones y demás instancias establecidas en los Estatutos o en  los acuerdos y resoluciones de los órganos partidistas  de dirección en el ámbito de la entidad, así como  expedir los documentos oficiales de aval, apoyo o respaldo político de la Confederación que, de conformidad con las Convocatorias respectivas, se requieran para el registro de sus  militantes como aspirantes, precandidatos o candidatos en los procesos de postulación a las elecciones de Diputados locales y Ayuntamientos, en el caso de los Estados, y  de Diputados a la Asamblea Legislativa y Jefes Delegacionales,  en caso del Distrito Federal, pudiendo en su caso presentar  a la Secretaría General del Comité Ejecutivo Nacional planteamientos de respaldo  para la postulación de militantes de la Confederación a otros cargos electivos;
11.                     Nombrar a los Delegados que deban ser designados para apoyar y coordinar en el ámbito de la entidad y en sus municipios o delegaciones los trabajos conducentes al mejor cumplimiento de los fines y objetivos de la Confederación, así como a lo dispuesto por estos Estatutos; y,
12.                   Las demás que le otorguen estos Estatutos, su reglamentación o los acuerdos y resoluciones de las Asambleas y Plenos Nacionales o Locales de la Confederación.

Artículo 109.- Las funciones de los demás integrantes de los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal serán equivalentes en el ámbito de la correspondiente entidad federativa a las señaladas por los presentes Estatutos para las Secretarías integrantes del Comité Ejecutivo Nacional, con las que deberán mantener comunicación y coordinación.

Artículo 110.- Considerando que esta estructura básica podrá ser modificada para ajustarla en forma más adecuada a las condiciones políticas, económicas y sociales de la correspondiente demarcación, previo acuerdo del Pleno  respectivo, los Comités Directivos Municipales, en el caso de los Estados, y Delegacionales, en el caso del Distrito Federal, se integrarán por:
1.  Una Secretaría General;
2.  Una Secretaría Coordinadora Ejecutiva;
3.  Una Secretaría de Organización;
4.  Una Secretaría de Gestión  Social;
5.  Una Secretaría de Asuntos Electorales;
6.  Una Secretaría de Comunicación Social; y,
7. Una Secretaría de Finanzas y Administración.

Artículo 111.- Es competencia de los Comités Directivos Municipales, en el caso de los Estados, y  Delegacionales, en el caso del Distrito Federal:
1.  Cumplir u hacer cumplir la normatividad interna de la Confederación y las resoluciones y acuerdos de la Asamblea y el Pleno Municipales o Delegacionales correspondientes, encargándose de su expedición y publicación;
2.  Elaborar  y proponer a la aprobación del respectivo Pleno Municipal o Delegacional sus programas e informes anuales de actividades, cumpliendo eficientemente las tareas políticas y sociales correspondientes;
3.  Participar constante y eficazmente en los programas permanentes de afiliación de ciudadanos y de adhesión de organizaciones de la Confederación en el ámbito del respectivo municipio o delegación, velando por su continuidad, avances y resultados, así como por la conformación u aprovechamiento del Registro Nacional de Militantes y el Registro Nacional de Organizaciones Adherentes que establecen los presentes Estatutos,
4.  Promover una intensa y constante comunicación entre los integrantes de la Confederación y entre ésta y la sociedad, así como con las instituciones públicas y organismos gubernamentales en el ámbito del municipio o la delegación respectiva con los que sea necesario desarrollar actividades;
5.  Analizar y resolver los asuntos relevantes de la vida interna de la Confederación en el ámbito de su demarcación, estableciendo y desarrollando las estrategias y acciones específicas para el cumplimiento pleno de sus fines y objetivos;
6.  Apoyar a los Movimientos Nacionales en el ámbito de la demarcación para el desarrollo de sus actividades y el cumplimiento pleno de sus atribuciones, coadyuvando a través de ellos en el ejercicio de las garantías, derechos y deberes de los integrantes de la Confederación, así como en el cumplimiento de sus fines y objetivos;
7.  Desarrollar en la demarcación los programas de carácter electoral de la Confederación y coordinar la participación de sus integrantes en el nivel del municipio o la delegación en las campañas políticas respectivas;
8.  Definir y desarrollar en el ámbito de la demarcación los estudios y proyectos necesarios para fundamentar y orientar las tareas que desarrolla la Confederación para el cumplimiento de sus fines y objetivos;
9.  Acordar y promover fórmulas de financiamiento para las actividades de la Confederación en el ámbito de la demarcación, atendiendo a la adecuada integración y distribución de su presupuesto, así como a la aplicación eficiente de sus recursos humanos, financieros y materiales;
10.                     Expedir y publicar las Convocatorias a las respectivas Asambleas Municipal o Delegacional, así como los acuerdos y resoluciones de éstas;
11.                     Establecer y desarrollar un programa de difusión que permita mantener a los militantes y  a las organizaciones adherentes en el ámbito de la demarcación informados sobre los  asuntos relevantes de su vida interna, así como comunicar a la sociedad sus propuestas e iniciativas  de mayor interés; y,
12.                   Las demás que señalen a los Comités Directivos Municipales y Delegacionales y a sus miembros los presentes Estatutos, así como los acuerdos y resoluciones de las Asambleas y Plenos nacionales o locales.

Artículo 112.- Son atribuciones y funciones de la Secretaría General de los Comités Directivos Municipales y Delegacionales:
1.  Presidir la respectiva Asamblea y Pleno Municipal o Delegacional de la Confederación;
2.  Presentar a la respectiva Asamblea y Pleno Municipal o Delegacional las propuestas, informes y documentos que corresponda formular o desarrollar a, al Comité Directivo;
3.  Convocar al Comité Directivo Municipal o Delegacional y coordinar, dirigir y supervisar sus actividades, atendiendo al cumplimiento de sus funciones y las de sus integrantes;
4.  Nombrar y remover de sus cargos a los demás integrantes del Comité Directivo y de sus organismos auxiliares, debiendo otorgar el nombramiento como Secretario Coordinador Ejecutivo, cuando corresponda como resultado del respectivo proceso electoral, a quien así fuere declarado por la Asamblea Municipal o Delegacional, conforme a lo dispuesto por los presentes Estatutos;
5.  Someter al Pleno Municipal o Delegacional, para su aprobación, la creación, fusión o desaparición de Secretarías u organismos auxiliares del Comité Directivo correspondiente;
6.  Aprobar las estructuras administrativas internas del Comité Directivo y de sus organismos auxiliares, conforme a la disponibilidad presupuestal y los requerimientos que correspondan  para el cumplimiento de los programas de la Confederación;
7.  Designar a los Secretarios Adjuntos, Subsecretarios y Coordinadores que se requieran para el mejor cumplimiento de los programas de trabajo del Comité Directivo;
8.  Autorizar la asignación y ejercicio del presupuesto del Comité Directivo, vigilando que la aplicación de los recursos se apegue a la normatividad respectiva, así como que corresponda y contribuya a sus fines y objetivos;
9.  Representar a la Confederación Nacional de Organizaciones Populares en los programas  y procesos de carácter partidista que se desarrollen en el municipio o la delegación respectiva, correspondiéndole acreditar a los Delegados a las Asambleas Municipales o Delegacionales, a los Consejeros Políticos Municipales o Delegacionales y a los representantes de la Confederación en los Comités, Comisiones y demás  instancias establecidas en los Estatutos  o en los acuerdos y resoluciones de los órganos partidistas de dirección en el ámbito de la demarcación, así como plantear a la Secretaría General del correspondiente Comité Directivo Estatal o del Distrito Federal, de conformidad con las  Convocatorias respectivas, a militantes de la Confederación para que ésta  les brinde su aval, apoyo o respaldo para su registro como aspirantes, precandidatos o candidatos en los procesos de postulación  a las elecciones de Ayuntamientos, en el caso de los Estados, y de Jefes Delegacionales, en el caso del Distrito Federal, o para otros cargos electivos;
10.                     Representar legalmente al Comité Directivo Municipal o Delegacional ante toda clase de personas físicas o morales y ante toda clase de tribunales, autoridades, instituciones, organizaciones y agrupaciones;
11.                     Nombrar a los Delegados que deban ser designados para apoyar y coordinar en el ámbito de la demarcación los trabajos conducentes al mejor cumplimiento de los fines y objetivos de la Confederación, así como a lo dispuesto por estos Estatutos; y,
12.                   Las demás que le otorguen estos Estatutos, su reglamentación o los acuerdos y resoluciones de las Asambleas y Plenos nacionales o locales de la Confederación.

Artículo 113.- Las funciones de los demás integrantes de los Comités Directivos Municipales y Delegacionales serán equivalentes en el ámbito de la correspondiente demarcación a las señaladas por los presentes Estatutos para las Secretarías integrantes de los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal, con las que deberán mantener comunicación y coordinación.
En particular, sin embargo, de no existir condiciones para la formación de Secretarías Coordinadoras de los Movimientos Nacionales en el correspondiente municipio o Delegación, el programa permanente de activismo a favor de las causas ciudadanas que deberán desarrollar en su respectivo ámbito los Comités Directivos Municipales o Delegacionales, considerando la participación e interés de los integrantes de la Confederación, así como la concurrencia con otras organizaciones y expresiones sociales afines de relevancia, estará a cargo de su Secretaría de Gestión Social, que deberá  concederle carácter prioritario.

Capítulo Tercero.
De los Organismos Auxiliares Especializados.

Artículo 114.- Para apoyar las tareas y propósitos de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, así como los trabajos que desarrollen sus órganos de gobierno y de dirección, se establecen los siguientes organismos auxiliares especializados:
1.  La Comisión de Cultura Política y Desarrollo Ideológico, que tendrá como órgano ejecutivo permanente al Instituto de Capacitación y Desarrollo Político;
2.  La Comisión de Promoción Legislativa y Programas de Gobierno, que tendrá como órgano ejecutivo permanente al Centro de Planeación y Estudios Políticos y Sociales;
3. La Comisión de Patrimonio y Financiamiento, que tendrá como órgano ejecutivo permanente a la Unidad Coordinadora de Proyectos Productivos y Financiamiento.

Artículo 115.- Las Comisiones de Cultura Política y Desarrollo Ideológico, de Promoción Legislativa y Programas de Gobierno y de Patrimonio y Financiamiento se constituirán en los órganos de dirección nacional, estatal, del Distrito Federal, municipales y delegacionales, Correspondiendo  al Secretario General del respectivo Comité  Ejecutivo o Directivo nombrar a su Presidente y demás integrantes. Entre éstos deberán estar los Secretarios del propio Comité Ejecutivo o Directivo que tengan funciones relacionadas con las que desarrollarán las Comisiones.

Artículo 116.- Será facultad de las Comisiones Nacionales coordinar  los trabajos que deban desarrollar en su ámbito las Comisiones Estatales  y del Distrito Federal, que a su vez deberán coordinar a las respectivas Comisiones Municipales y Delegacionales, para lo que se establecerán sistemas y mecanismos que garanticen  la congruencia de esfuerzos y propósitos, la homologación de programas de trabajo y la colaboración entre los diversos niveles, atendiendo al mismo tiempo las necesidades y demandas propias  del ámbito de cada Comisión.

Artículo 117.- Los órganos ejecutivos permanentes de las Comisiones de Cultura Política y Desarrollo Ideológico, de Promoción Legislativa y Programas de Gobierno y de Patrimonio y Financiamiento  deberán también trabajar concurrentemente en el ámbito nacional y local, en el marco de la relación entre sus respectivas Comisiones, y contarán con un Coordinador, que será designado por el Secretario General del Comité Ejecutivo o Directivo correspondiente, a propuesta del Presidente de la propia Comisión.
Dichos órganos tendrán los recursos y estructura que permitan el desarrollo de las tareas que les corresponden, de acuerdo con la disponibilidad de recursos y el presupuesto aprobado, en términos de lo dispuesto por los presentes Estatutos.

Artículo 118.- La Comisión Nacional de Cultura Política y Desarrollo Ideológico, junto con las instancias homólogas a nivel local, apoyará  lo referente a la promoción de los Principios establecidos en los Documentos Básicos de la Confederación, así como a la  profundización de su ideología demócrata social y la concreción de  sus planteamientos en el análisis de la realidad del país  y sus regiones y en la definición de postulados relevantes respecto a ella , impulsando permanente y firmemente una posición moderna,  abierta, de vanguardia, seria y propositiva por parte de la Confederación en la reflexión política y social, además de su presencia activa y trascendente en el debate público.
Esta Comisión promoverá, en coordinación con las Secretarías Coordinadoras de los Movimientos  Nacionales, la formación de Comités de Acción Política y Orientación Ideológica en el seno de las organizaciones adherentes, que retroalimentarán y difundirán  entre sus miembros los trabajos ideológicos correspondientes, estimulando la cultura política, el compromiso social y el activismo a favor de la Confederación y de sus fines y objetivos.
Como su órgano ejecutivo permanente, el Instituto Nacional de Capacitación y Desarrollo Político, junto con las instancias homólogas a nivel local, cumplirá los programas que la Comisión Nacional defina en relación con sus tareas y propósitos, diseñando  y llevando a cabo en el marco de los mismos las acciones de formación, capacitación y divulgación de carácter cívico, electoral, político y social que correspondan.

Artículo 119.- La Comisión Nacional de Promoción Legislativa y Programas de Gobierno, junto con las instancias homólogas a nivel local, apoyará lo referente a la articulación del Programa de Acción establecido en los Documentos Básicos de la Confederación, así como al desarrollo de estudios, la investigación  y el análisis coyuntural y prospectivo conducentes al diseño de estrategias y tareas específicas para enfrentar y resolver los problemas que enfrentan el país y sus regiones y para impulsar y atender las demandas y necesidades de los integrantes de la Confederación,  elaborando y manteniendo actualizada la agenda de proyectos legislativos y de gobierno que promoverá la misma.
Como su órgano ejecutivo permanente, el Centro Nacional de Planeación y Estudios Políticos y Sociales, junto con las instancias homólogas a nivel local, cumplirá los Programas que la Comisión Nacional defina en relación con los mencionados propósitos, diseñando y realizando en el marco de los mismos los trabajos de  análisis estratégico que correspondan, así como los estudios que se requieran para conformar la agenda legislativa y de gobierno de la Confederación y los proyectos particulares que considere.

Artículo 120.- La Comisión Nacional de  Patrimonio y Financiamiento, junto con las instancias homólogas a nivel local, apoyará lo referente a la consolidación y fortalecimiento patrimonial de la Confederación, así como a la identificación, gestión, operación y control de todos los mecanismos que, dentro del marco de la legislación aplicable, puedan generar recursos para sus programas y actividades.
Corresponderá a esta Comisión, entre otras tareas, proponer estrategias y acciones concretas para su consideración en el Acuerdo General de Financiamiento que deberá emitir el Pleno Nacional, así como recibir, revisar y, en su caso, aprobar los informes financieros y contables que deberá presentar anualmente el Comité Ejecutivo Nacional, reportando lo que corresponda, a través de su Presidente, al Pleno Nacional de la Confederación.
A este respecto, se entenderá que el patrimonio de la Confederación y las bases para su financiamiento estarán compuestos por:
1.  Los bienes inmuebles propiedad de la Confederación y los que en el futuro adquiera por cualquier título;
2.  Los bienes muebles propiedad de la Confederación, incluyendo documentos y archivos en cualquier soporte, y los que en el futuro adquiera por cualquier título;
3.  Las aportaciones económicas de los integrantes de la Confederación;
4.  Los recursos que la Confederación reciba como participación del financiamiento público otorgado a los partidos y las agrupaciones políticas, en los términos de sus acuerdos y convenios con éstos y de las disposiciones del Código de la materia;
5.  Los recursos que la Confederación reciba de fondos públicos o privados destinados a financiar o apoyar programas sociales como los que lleva a cabo;
6.  Los recursos obtenidos como rendimiento de los proyectos productivos impulsados por la Confederación o por los servicios que brinde; y,
7.  Cualquier otro bien o ingreso que la Confederación adquiera o reciba por cualquier título.
8. Como órgano ejecutivo permanente de la Comisión Nacional de Patrimonio y Financiamiento, la Unidad Coordinadora Nacional de Proyectos Productivos y Financiamiento, junto con las instancias homólogas a nivel local, cumplirá los programas que la Comisión Nacional defina en relación con sus propósitos y con los ámbitos patrimoniales y de financiamiento, impulsando y coordinando todas las acciones necesarias para ampliarlos y fortalecerlos.

Artículo 121.- La conformación interna, estructura, funciones y demás aspectos relativos a la organización y desarrollo de los trabajos de los organismos auxiliares especializados establecidos por estos Estatutos se sujetará al Reglamento que deberán aprobar y emitir, para normar lo referente a su respectivo ámbito, las Comisiones Nacionales de Cultura Política y Desarrollo Ideológico, de Promoción Legislativa y Programas de Gobierno y de Patrimonio y Financiamiento.
Los contenidos de estos Reglamentos serán de observancia obligatoria para los miembros de las Comisiones Nacionales y para los integrantes de sus órganos ejecutivos permanentes, así como para las instancias homólogas de los niveles estatales o del Distrito Federal y municipal o delegacional.

Capítulo Cuarto.
De las Elecciones para la Renovación Democrática de los Órganos de Dirección de la Confederación.

Artículo 122.- Para ser candidato en la elección de la Secretaría General de alguno de los órganos de dirección de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares se deberán cumplir los siguientes requisitos:
1.  Ser militante de la Confederación, acreditando una antigüedad mínima como militante de cinco años para el cargo de Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional, de tres años para el de Secretario General de Comité Directivo Estatal o del Distrito Federal  o de dos años para el de Secretario General de Comité Directivo Municipal o Delegacional;
2.  Acreditar una residencia mínima de dos años anteriores a la elección en la demarcación que corresponda al órgano de dirección respectivo;
3.  No haber sido Secretario General en el periodo inmediato anterior, ni ser Secretario General interino del órgano de dirección respectivo;
4.  Haber ocupado cargos en los órganos de dirección de la Confederación,   separándose de su cargo, de ser dirigente en funciones, con sesenta días de anticipación al de la elección respectiva;
5.  Ser propuesto y contar con el apoyo de al menos tres Movimientos Nacionales de la Confederación o diez de sus organizaciones adherentes del nivel correspondiente o superior al de la respectiva Secretaría  General.
6.  Esta propuesta deberá ser hecha por escrito, según corresponda, por las dirigencias de las respectivas organizaciones adherentes o por las Secretarías Coordinadoras Nacionales, para el caso de la Secretaría  General del Comité Ejecutivo Nacional, o estatales y del Distrito Federal, para el caso de los Comités Directivos de este nivel o de los niveles municipales y delegacional;
7.  Ser propuesto y contar con el apoyo, expresado por escrito, al menos de cinco Comités Directivos Estatales o del Distrito Federal, para el caso de la Secretaría General del Comité Ejecutivo Nacional, o  del 25% de los Comités Directivos Municipales o Delegacionales existentes en la entidad, para el  caso de los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal;
8.  Presentar un programa de trabajo;
9.  Comprometerse a promover la unidad interna de la Confederación y a respetar los normas, procedimientos y resultados de la elección correspondiente, así como los topes para gastos de campaña que se definan en la misma; y,
10.                   Gozar de buena reputación y prestigio en la comunidad.

Artículo 123.- Los Secretarios Generales de los órganos de dirección de la Confederación serán electos para ocupar el cargo por periodos de tres años.
La Comisión Nacional de Procesos  Internos del Pleno Nacional deberá promover y verificar que se realicen oportunamente las elecciones para la renovación democrática de los cargos de Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional y de los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal, promoviendo ante la Comisión Nacional Revisora de Recursos la revisión y resolución de los casos que correspondan.  En lo referente a los Comités Directivos Municipales y Delegacionales estas atribuciones serán ejercidas por las instancias  correspondientes de los  respectivos Plenos  Estatales o del Distrito Federal.
A recomendación de la Comisión Nacional Revisora de Recursos, el Comité Ejecutivo Nacional podrá designar Delegados y promover lo necesario para coadyuvar a la organización y desarrollo del proceso de renovación de los órganos de dirección estatales o del Distrito Federal, a la conclusión del periodo de gestión respectivo. Igualmente, a recomendación de la Comisión Revisora de Recursos competente, los Comités Directivos Estatales o del Distrito Federal podrán promover lo necesario para coadyuvar a la realización de los procesos de elección de la Secretarías Generales de los Comités Directivos Municipales o Delegacionales, a la conclusión del periodo respectivo.
En el Reglamento aplicable se preverán los criterios y los procedimientos de sanción para los militantes de la Confederación que ocupen cargos en los órganos internos de dirección de la misma más allá del periodo para el que hayan sido electos, que sólo podrán iniciarse a solicitud de la correspondiente Comisión Revisora de Recursos.

Artículo 124.- La organización y desarrollo de las elecciones de los Secretarios Generales de los órganos de dirección de la Confederación estarán a cargo de las Comisiones de Procesos Internos formadas por los Plenos del nivel correspondiente, en los siguientes términos:
1.  Del Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional, la Comisión Nacional de Procesos Internos;
2.  De los Secretarios Generales de los Comités Directivos Estatales o del Distrito Federa, las correspondientes Comisiones Estatales o del Distrito Federal de Procesos Internos; y,
3. De los Secretarios Generales de los Comités Directivos Municipales o Delegacionales, las correspondientes Comisiones Municipales o Delegacionales de Procesos Internos.

Artículo 125.- Además de las otras que les confieren estos Estatutos, serán atribuciones y funciones de las Comisiones de Procesos Internos en el ámbito de su competencia:
1.  Comprobar la elegibilidad de los candidatos y otorgarles, en caso de proceder, su registro;
2.  Supervisar el desarrollo de las campañas internas y el cumplimiento de las normas establecidas para ellas, resolviendo las dudas o los casos no previstos  que surjan;
3.  Recibir las votaciones y realizar su escrutinio y cómputo, en los términos de lo dispuesto por estos Estatutos; y,
4. Otorgar la constancia de mayoría al candidato que la hubiere obtenido, según lo dispuesto por estos Estatutos.

Artículo 126.- Para el cumplimiento de sus atribuciones y funciones, las Comisiones de Procesos Internos contarán con un Presidente, un Secretario y siete Vocales, que serán elegidos con sus cargos de  entre los integrantes del Pleno correspondiente. Los propios  miembros de la Comisión elegirán entre los Vocales a tres que  realizarán las funciones de Escrutadores durante los procesos de escrutinio y cómputo previsto en estos Estatutos.
Las Comisiones de Procesos Internos tendrán el apoyo de los Comités Ejecutivo y Directivo  del nivel respectivo, pero mantendrán autonomía frente a los mismos y estarán sólo subordinadas a sus correspondientes Pleno y Asamblea.
Las decisiones de estas Comisiones se tomarán por mayoría de votos, debiendo estar presentes para validarlas al menos la mitad más uno de sus integrantes.
Ninguno de los Plenarios miembros de estas Comisiones podrá ocupar cargos en los Comités en cuyo proceso de renovación haya participado.

Artículo 127.- Las etapas que comprenderá el proceso de elección de Secretario General del Comité que corresponda son las siguientes:
1.  Expedición de la Convocatoria a la elección y a la Asamblea en que se realizará;
2.  Registro de candidaturas;
3.  Desarrollo de las campañas internas;
4.  Votación de los integrantes de la Asamblea;
5.  Escrutinio y cómputo;
6.  Declaratoria de resultados; y,
7. Toma de Protesta del Secretario General electo.

Artículo 128.- Los aspirantes a ser registrados como candidatos deberán presentar ante la Comisión de Procesos Internos que corresponda, junto con su solicitud formal de registro, los documentos que acrediten los requisitos señalados por estos Estatutos, así como el cumplimiento de las disposiciones particulares  que establezca la respectiva Convocatoria. Esta señalará en forma clara los plazos y lugares en que deberá desarrollarse el procedimiento descrito.
Recibidas las solicitudes y documentación correspondiente, la Comisión de Procesos Internos llevará a cabo su análisis, con base en el cual determinará su procedencia y emitirá su dictamen en los términos señalados por la Convocatoria, otorgando el registro como candidatos a  los aspirantes que cumplan con la normatividad aplicable.
Los candidatos registrados podrán acreditar  de inmediato a un representante que formará parte de la respectiva Comisión de Procesos Internos, que deberá ser convocado a todos sus trabajos y sesiones, donde tendrá voz, pero no voto.

Artículo 129.- La correspondiente Comisión de Procesos Internos podrá revocar el registro otorgado a algún candidato cuando:
1.  Se acredite el incumplimiento de los requisitos o disposiciones considerados para el otorgamiento del registro;
2.  Vulnere las garantías, derechos y obligaciones que estos Estatutos confieren a los integrantes de la Confederación o atente contra las normas de respeto y unidad que rigen su vida interna;
3.  Intente afectar la equidad y transparencia del proceso o la libre expresión de la voluntad de los votantes que participarán en la elección; o,
4. Realice durante su campaña actos violatorios de los Documentos Básicos de la Confederación o infrinja las normas contenidas al respecto en la Convocatoria correspondiente.

Artículo 130.- Las campañas internas de los candidatos registrados  a la elección de Secretario General del  Comité que corresponda se sujetará a las disposiciones que contenga la Convocatoria respectiva, así como a los acuerdos que sobre el particular dicte la Comisión de Procesos Internos a cargo de la respectiva elección,  que deberán aplicar escrupulosamente  lo establecido en los presentes Estatutos y atender al ejercicio pleno de las garantías y derechos que otorgan a los integrantes de la Confederación.

Artículo 131.- La votación de los integrantes de la Asamblea que realizará la elección de Secretario General del Comité que corresponda será libre, directa y secreta, debiendo invariablemente ser emitida en boletas diseñadas para este fin y depositadas en urnas transparentes.
Con este fin, antes de proceder a la votación la Presidencia de la Mesa Directiva de la Asamblea respectiva verificará su quórum y dará las indicaciones generales respecto al orden y procedimiento de votación, señalando claramente el lugar en que, previa acreditación, los integrantes de la Asamblea recibirán individualmente la boleta para votar y el espacio en que se ubicarán las urnas para depositar su voto, que deberá estar a la vista de la propia Asamblea.

Artículo 132.- Concluida la votación, los miembros de la correspondiente Comisión de Procesos Internos que hayan sido electos por sus propios integrantes para fungir como Escrutadores realizarán el escrutinio y cómputo de la votación, en presencia de la correspondiente Asamblea, tras lo cual el Presidente de la propia Comisión procederá a declarar sus resultados.
Se considerarán los votos válidos y los nulos para la suma total de votos emitidos y el cómputo final.

Artículo 133.- Si ninguno de los candidatos en la elección respectiva obtuviera al menos el cuarenta por ciento del total de los votos emitidos, se realizará una votación en segunda vuelta, en la que participarán únicamente los dos candidatos que hubieren recibido mayor votación en el ejercicio previo.
En este caso, se seguirá el procedimiento general ya descrito, utilizándose como boletas hojas de papel en blanco, donde los integrantes de la Asamblea deberán escribir el nombre de uno de los  de los dos candidatos en la segunda vuelta de votación.

Artículo 134.- El candidato que hubiese obtenido mayoría con el cuarenta por ciento o más de la votación en el procedimiento inicial, o el que hubiese obtenido la mayoría en la segunda vuelta de votación, recibirá la constancia correspondiente de la  respectiva Comisión de Procesos Internos y será declarado Secretario General electo del Comité en cuestión por su Presidente.

Artículo 135.- En uno y otro caso, el candidato que obtuviere al menos la mitad de la votación recibida por el que haya sido electo como Secretario General ocupará el cargo de Secretario Coordinador Ejecutivo del Comité correspondiente, lo que será objeto también de la respectiva declaratoria.

Artículo 136.- Hechas las declaratorias del caso, el Secretario General electo del Comité en cuestión rendirá la protesta de su cargo ante la propia Asamblea que lo eligió, en los siguientes términos:
1.  El Presidente de la Mesa Directiva de la Asamblea preguntará: “¿Protesta usted cumplir y hacer cumplir la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, las leyes que de ella emanan, las disposiciones de los Documentos Básicos de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares y los acuerdos y resoluciones de sus órganos de gobierno, velando en todo lo necesario por el bien de nuestra organización, el cumplimiento de sus fines y objetivos  y los intereses de sus integrantes?”
2.  El Secretario General electo responderá: “¡Sí, protesto!”.
3. El Presidente de la Mesa Directiva de la Asamblea concluirá: “Si así lo hiciere, que la Nación y la Confederación se lo reconozca. De lo contrario, que se lo demanden”.

Artículo 137.- El Reglamento de Procesos Internos y de Procedimientos y Medios de Impugnación detallará, además de los mecanismos, criterios, etapas y acciones relativos a la elección de los Secretarios Generales de los órganos de dirección de la Confederación, los requisitos y procedimientos para la presentación de quejas e impugnaciones ante las Comisiones Nacionales o locales Revisoras de Recursos respecto a la organización y desarrollo de estos procesos electivos o contra las resoluciones de la Comisión de Procesos Internos a cargo de los mismos. El propio Reglamento establecerá las normas referentes a los medios de impugnación y los efectos de las resoluciones que reciban.
El Reglamento correspondiente garantizará el carácter democrático de los procesos, así como su  transparencia y equidad, para lo cual el sistema de medios de impugnación que establezca deberá tener como referencia el modelo ya institucionalizado que se aplica en las elecciones constitucionales, adecuándolo a las circunstancias de la Confederación y a lo dispuesto por estos Estatutos.
El sistema de medios de impugnación de la Confederación considerará también los que podrán presentar sus instancias competentes para promover la expedición de la Convocatoria a la elección de Secretario General del nivel que corresponda, cuando se haya cumplido el periodo para el que fue electo el que se encuentre en funciones, así como los recursos que podrán utilizar sus  militantes y las organizaciones adherentes para hacer valer los derechos que les confieren estos Estatutos en lo referente a la  integración y renovación de los órganos de gobierno de la Confederación.

Título Quinto.
De los Reconocimientos, Estímulos y Sanciones.

Capítulo Primero.
De los Reconocimientos y Estímulos.

Artículo 138.- La Comisión Nacional de Honor y Justicia de la Confederación tiene como objetivo asegurar la observancia y cumplimiento de las normas establecidas en sus Documentos Básicos, en particular en los presentes Estatutos y el Código de Ética, dictaminando sobre esta base el otorgamiento de reconocimientos y estímulos a sus militantes, cuadros y dirigentes, así como la aplicación de sanciones a los mismos, cuando así corresponda.

Artículo 139.- El Reglamento de la materia determinará las facultades de la Comisión Nacional de Honor y Justicia y los reconocimientos y estímulos que podrán ser acordados por ella para  distinguir a los militantes, cuadros y dirigentes que lo ameriten por su trayectoria y trabajo a favor de la Confederación, de la sociedad y del país y por los servicios y contribuciones que les hubiesen hecho.

Artículo 140.- Las propuestas de militantes, cuadros y dirigentes para recibir los reconocimientos y estímulos que  otorga la Confederación sólo podrán ser hechas por otros integrantes de la propia Confederación, quienes deberán presentarlas oportunamente,  de acuerdo con los calendarios que fijará el Reglamento, ante el órgano de  dirección nacional o los órganos de dirección estatal y del Distrito Federal que corresponda, mismo que, de ser procedente, remitirá formalmente dicha propuesta a la Comisión Nacional de Honor y Justicia para su revisión y resolución respectivas.
En ningún caso podrán otorgarse estas distinciones a gobernantes o funcionarios de la Administración Pública en ejercicio de sus cargos.

Capítulo Segundo.
De las Sanciones.

Artículo 141.- La Comisión Nacional de Honor y Justicia  será la única instancia de la Confederación que podrá investigar la conducta de los militantes y acordar sanciones contra quienes infrinjan o violen su normatividad interna, previo cumplimiento de los procedimientos establecidos al respecto, en los que deberá respetarse escrupulosamente el derecho de audiencia.
Sus resoluciones en esta materia surtirán efectos inmediatos, pero podrán ser recurridas ante la Comisión Nacional Revisora de Recursos por quienes sean objeto de la mismas, que podrá revocarlas, de conformidad con los medios, criterios y procedimientos que establezca el Reglamento respectivo.

Artículo 142.- Las sanciones que podrán aplicarse a los militantes de la Confederación serán:
1.  La amonestación, que procederá por faltas reiteradas de asistencia a los órganos de que sean miembros o a las reuniones a que sean formalmente convocados, así como por negligencia o incumplimiento en las comisiones y tareas que les sean conferidas;
2.  La suspensión temporal de derechos, que procederá por indisciplina que no sea grave, por incumplimiento reiterado en  el pago de las aportaciones que les correspondan o por incurrir en faltas no graves contra las disposiciones estatutarias o del Código de Ética de la Confederación;
3.  La inhabilitación temporal para ocupar cargos en la Confederación o representarla en órganos partidistas y procesos electorales, que procederá por faltas de probidad, de lealtad o de respeto contra la propia Confederación y sus integrantes, de acuerdo con su Código de Ética, y por ocupar sin justificación cargos en los órganos directivos de la Confederación más allá del tiempo para el que se haya sido electo, así como por estar sujeto a proceso penal, en el caso de delitos dolosos; y,
4. La expulsión, que procederá por faltas reiteradas, por atentar de manera grave contra la disciplina o la unidad ideológica y organizativa de la Confederación, contra los contenidos de sus Documentos Básicos o contra sus alianzas partidistas, así como por enajenar o adjudicarse indebidamente bienes o fondos de la Confederación o por presentar  de manera dolosa denuncias infundadas ante la propia Comisión Nacional de Honor y Justicia.

Artículo 143.- La Comisión Nacional de Honor y Justicia sólo podrá actuar para dictaminar sanciones previa denuncia de algún integrante de la Confederación, que deberá estar acompañada de las pruebas correspondientes.
El procedimiento de sanciones por ocupar sin justificación cargos en los órganos de dirección de la Confederación más allá del periodo para el que se haya sido electo sólo podrá ser iniciado por denuncia de las Comisiones Revisoras de Recursos, de conformidad con lo establecido por los presentes Estatutos.

T R A N S I T O R I O S.

Primero.- Los  presentes Estatutos, al igual que los demás Documentos Básicos aprobados por la Asamblea Nacional Extraordinaria de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, entrarán en vigor el día de su expedición, quedando abrogados los hasta ese momento vigentes.

Segundo.- La expedición y publicación de estos Estatutos y de los demás Documentos Básicos de la Confederación corresponderá a su Comité Ejecutivo Nacional, debiendo llevarse a cabo previamente los trabajos encomendados por la Asamblea Nacional Extraordinaria a su Comisión de Redacción y Congruencia, que contará para ello con un plazo de noventa días, contando a partir del 20 de noviembre de 2002.
Una vez expedidos y publicados, corresponderá igualmente al Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación el registro formal de estos Estatutos y de los demás Documentos Básicos ante las instancias que proceda, de acuerdo con su normatividad interna y las disposiciones legales aplicables.

Tercero.- Los procesos para la renovación de órganos de dirección que se hubieren convocado en fecha previa a la publicación de los presentes Estatutos se regirán por las disposiciones que estuvieren vigentes al momento de la expedición de la correspondiente Convocatoria.

Cuarto.- Los órganos de dirección de la Confederación que se  encuentren en funciones se mantendrán en ellas hasta la conclusión del periodo para el que hubieren sido electos,  procediéndose al cumplirse este plazo conforme a lo dispuesto por los presentes Estatutos.

Quinto.- Los Plenos Nacionales, estatales y del Distrito Federal, municipales  y delegacionales de la Confederación deberán ser convocados en un plazo no mayor de noventa días posteriores a la publicación de estos Estatutos para proceder a su reintegración y a las adecuaciones que correspondan conforme a lo dispuesto por los mismos, iniciándose a partir de la fecha de su reunión el periodo de tres años en el que estarán en funciones.

Sexto.- El Presidente y el Secretario del Pleno Nacional dispondrán lo necesario para que éste conozca y apruebe en la reunión que celebre centro del plazo señalado en el Transitorio anterior los instrumentos reglamentarios previstos en el Artículo 11 de los presentes Estatutos.

Séptimo.- Igualmente, dentro de un plazo de sesenta días contados a partir de la publicación de los Reglamentos respectivos, deberá realizarse conforme a sus disposiciones y las de estos Estatutos la reagrupación de funciones y denominaciones en las áreas del Comité Ejecutivo Nacional y de los Comités Directivos estatales y del Distrito Federal, municipales y delegacionales, así como su reestructuración y la de los Movimientos Nacionales, constituyendo:
1.  En el nivel nacional, los Movimientos Nacionales Urbano Vecinal, Asociativo de las Personas con Discapacidad, de Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores y de Mexicanos en el Extranjero.
2.  En este mismo nivel, las Secretarías Coordinadoras de los Movimientos Nacionales Urbano Vecinal, Asociativo de las Personas con Discapacidad, de Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores y de Mexicanos en el Extranjero del Comité Ejecutivo Nacional, así como las Comisiones Políticas y  Sociales  de los Movimientos Nacionales;
3.  En el nivel estatal y del Distrito Federal, las Secretarías Coordinadoras de los Movimientos Nacionales Urbano Vecinal, Asociativo de las Personas con Discapacidad, de Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores y de Mexicanos en el Extranjero;
4.  En todos los niveles, los organismos auxiliares especializados; y,
5.  El Registro Nacional de Militantes y el Registro Nacional de Organizaciones Adherentes, con la participación de todas las estructuras.
El Comité Ejecutivo Nacional, con la colaboración de los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal, a través de sus respectivas Secretarías de Organización y de Coordinación con Comités Directivos, se encargará de apoyar, orientar y vigilar estos procesos.

Programa de Acción


Dictamen aprobado con el carácter de Resolución de la Asamblea Nacional Extraordinaria de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares celebrada en la Ciudad de México, Distrito Federal, los días 19 y 20 de noviembre de 2002.

Dictamen aprobado con el carácter de Resolución de la Asamblea Nacional Extraordinaria de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares celebrada en la Ciudad de México, Distrito Federal, los días 19 y 20 de noviembre de 2002.

1. CONCEPTOS BASICOS.

El Programa de Acción es uno de los Documentos Básicos de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, en el que se consignan los compromisos y acciones generales que se propone llevar a cabo para materializar sus tesis ideológicas y políticas, lograr sus fines y objetivos y dar respuesta a las organizaciones y ciudadanos que la integran.
Comprende este Documento el compromiso de asumir el Programa de Acción del Partido Revolucionario Institucional, con el que la Confederación mantiene una firme alianza en la lucha política por el desarrollo integral y el bienestar social en un México soberano con igualdad, democracia y justicia.
El cumplimiento del Programa de Acción de la CNOP debe apoyarse en la política, entendida como instrumento eficaz y legítimo para hacer coincidir nuestra acción con las orientaciones de los movimientos sociales que definieron a nuestro país y determinaron el surgimiento de nuestro Partido y con las demandas de las clases medias, los sectores urbanos y los grupos populares, que, por una parte, siguen enfrentando situaciones de desigualdad y marginación y, por la otra, tienen la aspiración y la esperanza de avanzar en sus condiciones y calidades de vida, como producto de su propio esfuerzo.
Comprometidos con un régimen de Derecho que debemos fortalecer, las acciones de los cenopistas se fundamentarán en la ley y se respaldarán en la moral ciudadana, que serán las bases de su legalidad y solidez.

2. IDENTIDAD HISTÓRICA DE LA CONFEDERACION NACIONAL DE ORGANIZACIONES POPULARES

La Confederación encuentra su identidad y contenido en la profundidad de sus raíces y de su evolución, que le otorgan plena justificación histórica, así como en la diversidad de las actividades de las organizaciones y los militantes que la integran y en el acelerado proceso de transformación de la vida rural a la urbana, que junto con el coincidente aumento de población trajo el crecimiento acelerado de las ciudades, localidades y comunidades en general en nuestro país.
Como consecuencia de la acción y dinamismo de los Gobiernos surgidos de la Revolución Mexicana, a las clases medias y los grupos urbanos y populares, como sectores emergentes en la sociedad, les correspondió transitar durante un largo periodo de estabilidad política y paz social, con desarrollo en todos los órdenes, después de largas etapas de sucesivos conflictos y guerras civiles a partir de las luchas por la Independencia.
En esa intensa actividad, la Confederación impulsó y apoyó los avances y la consecución de las metas y objetivos de estos grupos, promovió la solución de sus problemas y definió su personalidad, no obstante las características diversas de sus integrantes y lo heterogéneo de sus componentes, con un denominador común: la lucha por su reivindicación y superación política, social y económica y por la grandeza de México.

3. EL MARCO PROGRAMÁTICO DE LA CONFEDERACIÓN.

Los antecedentes citados constituyen el soporte histórico de nuestro Programa de Acción, en el que partimos de la necesidad de ser fieles a los orígenes, pero también de responder a los nuevos retos que plantea la evolución de la sociedad, buscando una más clara proyección hacia el futuro.
Esto hace que sea necesaria la instrumentación de estrategias consecuentes con la realidad del país, con plena conciencia de la evolución de la sociedad en el corto y mediano plazo, nutriendo los programas y acciones de la Confederación con las demandas y propuestas de sus militantes y de los ciudadanos.

4. EL ÁMBITO DE LA CONFEDERACIÓN.

En el ámbito de las clases medias y los grupos urbanos y populares del país se entreveran reclamos y necesidades de diversa índole. Se encuentran, así, por una parte, los problemas inherentes a la acumulación de rezagos por demandas desatendidas; por la otra, las disfunciones que se derivan de la compleja red de relaciones sociales, que hacen necesaria su organización, tratamiento y canalización política eficaces, debido a la falta de precisión que ha existido para adecuar con oportunidad las los programas y acciones de atención y de respuesta.
Este campo de intereses de los grupos urbanos puede contemplarse desde el punto de vista territorial, relacionándolo con el lugar donde se habita y se trabaja, o personal y grupal, considerando las necesidades y aspiraciones de cada uno de los individuos y las colectividades que forman.
En ambos casos, es necesaria la vinculación de la Confederación con ellos como premisa para construir formas relevantes de identificación, comunicación y participación con nuevos modelos organizacionales, enriquecidos con acciones de un profundo contenido social, planteadas en términos novedosos, que evidencien la voluntad de construir puentes a su servicio, así como con el gobierno, sin importar su origen electoral, como instancia obligada a atender y resolver las demandas y exigencias colectivas .

5. ENTORNO DEMOGRÁFICO.

Para precisar los horizontes de acción que se perfilan en lo anterior, es fundamental considerar en nuestro Programa los acelerados cambios por los que atraviesa la población.
De acuerdo con las estimaciones de la Comisión Nacional de Población, la población de entre 15 y 24 años de edad aumentó de 9.2 a 20.5 millones entre 1970 y 2002. En la actualidad este grupo crece a un ritmo de 0.75% aproximadamente y se prevé que su volumen alcanzará 21.5 millones en el año 2010.
Por su parte, la población de entre 25 y 64 años de edad pasó de 15.2 a 43.4 millones entre 1970 y 2002 y se prevé que su tamaño se seguirá incrementando en los próximos lustros, alcanzando cerca de los 70 millones en el año 2030.
Finalmente, la población de 65 años o más representa hoy día sólo 4.9% de la población total, con alrededor de 5 millones de personas, pero su crecimiento ha sido muy acelerado: pasó de 1.42% en 1980 y 1981 a cerca de 3.7% del total en la actualidad. El incremento fue de 40 mil individuos en 1980 y 1981 y en el año 2002 llegó a 195 mil personas. Este segmento de la pirámide poblacional ha acusado un crecimiento muy acelerado: hoy, uno de cada 20 mexicanos está en ese grupo de edad y en el 2030, si la tasa de crecimiento se mantiene en ese nivel (3.7%), representará a uno de cada ocho individuos, en tanto que en el 2050 será de uno de cada cuatro habitantes.
La tendencia de crecimiento, como se observa, muestra que el aumento considerable del segmento de adultos mayores habrá de demandar una especial atención en los próximos años, gestionando programas específicos para este grupo de ciudadanos que demanda una mejor calidad de vida.
Los cambios indicados en la composición por edades tienen y seguirán teniendo importantes consecuencias en la formación de un amplio espectro que gira en la segmentación de la población. Estos cambios crean nuevas oportunidades, pero también condiciones demográficas que plantean nuevos y más complejos desafíos que obligan a gestionar programas de tipo social.
Por ejemplo, en materia de vivienda, como consecuencia de la evolución demográfica de los jóvenes y adultos, la demanda aumentará a razón de 800 mil por año durante las próximas décadas, de tal manera que si en la actualidad existen 23.1 millones de viviendas, en el año 2020 se requerirían 41.4 millones, lo que implica construir en los próximos 20 años el equivalente a más del 80% de viviendas actualmente disponibles.
En materia de empleo, en la próxima década se integrarán al mercado de trabajo cerca de un millón 200 mil mexicanos en promedio por año. En consecuencia, se estima que la población económicamente activa, que actualmente se sitúa en 43.8 millones de trabajadores, ascenderá a 55 millones en 2010 y a 64 millones en 2020, lo que requiere programas de empleo permanente.
Adicionalmente, debe tenerse presente que México sigue mostrando desde el punto de vista de la distribución territorial dos facetas marcadamente contrastantes: por un lado, la enorme dispersión de sus habitantes rurales y, por el otro, la concentración de su población en unas cuentas regiones y ciudades del país.
Esta distribución polarizada de la población en nuestro territorio requiere de una política de población que haga énfasis en acciones tendientes no sólo a la desaceleración del crecimiento demográfico, sino a su redistribución, tratando de corregir los marcados desequilibrios en la composición espacial de la población. No solamente debemos abatir la tasa de crecimiento de la población en los próximos años, sino repartirnos mejor en el territorio nacional.
Nuestro país tiene todavía cerca de la cuarta parte de su población asentada en miles de pequeñas localidades rurales, donde las condiciones de vida, las insuficiencias productivas y de empleo, así como la baja cobertura de los servicios básicos determinan fuertes presiones migratorias, que han contribuido a un acelerado proceso de urbanización que plantea complejos retos y que demanda la puesta en marcha de políticas y estrategias integrales, de mediano y largo plazo, que conduzcan a un desarrollo urbano que, de manera eficiente, estimule la inversión productiva y la creación de empleos y favorezca el mejoramiento de los niveles de vida de la población.
Un ingrediente de la mayor importancia en la nueva realidad demográfica del país, así como en sus efectos políticos, económicos y sociales, es el que representa la creciente migración de mexicanos a otros países, principalmente a los Estados Unidos de América, donde constituyen ya uno de los grupos de población más numerosos e importantes, con demandas específicas que no pueden soslayarse.
En estos propósitos la Confederación Nacional de Organizaciones Populares debe participar en forma permanente.
Estamos a tiempo de prever y emprende las acciones que se requieren para encauzar los fenómenos que provocará el dinamismo poblacional del país, promoviendo y gestionando políticas y programas de tipo social en beneficio de las clases populares, las clases medias y los grupos urbanos.

6. LA CONFEDERACIÓN NACIONAL DE ORGANIZACIONES POPULARES Y SU RELACIÓN CON LA NUEVA SOCIEDAD URBANA

Uno de los fenómenos más característicos de las últimas décadas es el proceso de concentración urbana en el mundo. México no escapa a este fenómeno. Los cambios que se están generando en el tejido social urbano y rural, a partir de nuevos modelos de organización y diferentes formas de convivencia representan un reto político y social para todo el país, pero especialmente para el Sector Popular, principalmente donde hay marginación y pobreza.
La sociedad entera no acaba de comprender y de asimilar, a cabalidad, el nuevo fenómeno urbano. El elemento que puede cohesionar esta interpretación se encuentra en la así llamada vida cotidiana. Para intentar su reconceptualización y organización es necesario volver los ojos al detalle de las costumbres, los hábitos, las relaciones afectivas, las diversiones, las prácticas, los problemas, las aspiraciones y los valores específicos que trae aparejada la realidad concreta de cada uno de los habitantes de las ciudades. La identificación de cada uno de estos fenómenos, necesidades y posibilidades de atención deberá constituir permanentemente una de las actividades más importantes y trascendentes dentro de los trabajos políticos del Sector Popular.

7. LAS DEMANDAS DE LA MILITANCIA DEL SECTOR POPULAR.

Muchos y diversos son los planteamientos que los grupos urbanos componentes del Sector Popular formulan. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
1.  La lucha por la soberanía nacional, la democracia, la igualdad y la justicia social;
2.  El fortalecimiento y rediseño del Sector Popular;
3.  Una respuesta eficaz a las necesidades actuales del Sector, con visión de futuro;
4.  La plena concordancia del Programa de Acción con el diagnóstico y la Agenda Nacional;
5.  La formación y capacitación permanente de los cuadros y líderes de las organizaciones del Sector;
6.  Firmeza para reivindicar el papel de la CNOP en la historia y en la construcción del cambio democrático del país;
7.  Articular tradición y modernidad, atemperando la polarización, a través de las garantías de continuidad, integración social y gobernabilidad;
8.  Establecer vínculos efectivos de representación política con las clases medias y los grupos populares;
9.  Generar un clima de unidad para conservar la confianza en nuestra organización;
10.                     La igualdad de oportunidades para todos los militantes; y,
11.                     La lucha permanente contra la pobreza, entre muchos otros.
Nuestro Sector deberá llevar a cabo Programas concretos cuyo objetivo básico sea el de contribuir a la solución de las demandas que con más énfasis hacen sus agremiados:
1.  Reactivación de la economía popular;
2.  Fortalecimiento de la micro, pequeña y mediana empresa así como a las áreas de la economía del país vinculadas con el sector informal;
3.  Promoción de esquemas de apoyo a la producción artesanal;
4.  Apoyos para productos de infraestructura y equipamiento para el pequeño comercio;
5.  Impulsar esquemas de aseguramiento médico para no asalariados;
6.  Mejoramiento de la vida cotidiana individual y familiar;
7.  Promoción del empleo y bolsa de trabajo, tomando en cuenta a las personas mayores de 40 años, a los adultos en plenitud y a las personas con discapacidad, jubilados, pensionados y viudas desprotegidas, así como fomentar el autoempleo;
8.  Renovación de la actividad política, destacando la participación de jóvenes y mujeres;
9.  Lograr que el Estado garantice el orden y la seguridad pública;
10.                     Respeto y acciones que coadyuven a la defensa y práctica de los derechos humanos y prevención, y protección en contra de la violencia intrafamiliar;
11.                     Protección al migrante en general y en especial a los miembros de nuestro Sector en el extranjero;
12.                     Proponer iniciativas de Ley y exigir el cabal cumplimiento de la asignación del 8% del producto interno bruto a la educación así como impulsar programas educativos diversos, con proyección y observancia local, regional y nacional, dando relevancia a los puntos tendientes para rescatar y reivindicar nuestra identidad nacional, nuestros símbolos patrios y nuestro desarrollo histórico en sus aspectos cívicos y culturales,
13.                     Garantizar la seguridad social para todos los miembros del sector;
14.                     Garantizar la alimentación de nuestra sociedad;
15.                     Promover los subsidios necesarios para apoyar la economía popular;
16.                     Buscar créditos adecuados y suficientes para la edificación de vivienda digna para los integrantes del sector;
17.                     Luchar permanentemente por la consolidación y salvaguarda de nuestras empresas estratégicas y prioritarias en beneficio de México; y
18.                   Impulsar la cultura ambientalista y la preservación de la ecología nacional.

8 LA CONFEDERACIÓN COMO PROMOTORA DEL DESARROLLO INTEGRAL Y EL BIENESTAR SOCIAL DE LAS CLASES MEDIAS, LOS GRUPOS URBANOS Y LOS SECTORES POPULARES DEL PAÍS.

La Confederación como promotora del desarrollo integral y el bienestar social de las clases medias, los grupos urbanos y los sectores populares del país.
Es compromiso esencial de la CNOP servir como promotora del desarrollo integral de la sociedad, contribuyendo a elevar el nivel de vida y el bienestar de sus integrantes, por lo que impulsará y cumplirá programas específicos de carácter político, social y económico, dentro del marco del siguiente planteamiento general:
Los Programas de Desarrollo Político tendrán entre otros objetivos:
1.  La superación de los integrantes del Sector Popular, en la vida política cotidiana, como ciudadanos de la República Mexicana, con el propósito de que conozcan mejor sus derechos y obligaciones, amplíen su participación y cobren conciencia de la gran Nación en que viven.
2.  La militancia efectiva como miembros y dirigentes, en su caso, del Sector Popular y del PRI.
3.  Elevar en todos los ámbitos y niveles de gobierno su calidad política para la participación en los procesos electorales como candidatos, representantes o auxiliares y en la función pública.
Los Programas de Desarrollo Social comprenderán:
1.  Mantener y mejorar las conquistas sociales logradas.
2.  Alcanzar nuevas metas sociales, tales como la ampliación y mejoramiento de la seguridad social para que llegue a todos nuestros miembros y a sus familias, el mejoramiento de la seguridad pública y de la procuración y administración de justicia y de la justicia en general, el respeto a los derechos humanos y combate a la discriminación en todas sus formas, la protección y promoción de las exigencias específicas de los menores, las personas con discapacidad y otros grupos vulnerables, el reconocimiento e impulso de los derechos de las mujeres y los jóvenes, la educación laica y gratuita para todos, el mejoramiento de los elementos necesarios para la subsistencia del hombre, como la calidad del aire, agua, suelo, espacio, alimentación y salud, apoyados en la ciencia y la técnica, así como la vivienda decorosa, la formación de asociaciones de apoyo, defensa y servicios y la activación de la política de población y de migración.
3.  Promover lo necesario a fin de fortalecer las instituciones de seguridad social.
Los Programas de Desarrollo Económico atenderán:
1.  El desarrollo interno, para lograr la creación de mayores fuentes de empleo permanentes y bien remuneradas, así como la multiplicación de empresas productivas, individuales o en sociedades cooperativas, anónimas y de responsabilidad limitada.
2.  La protección e impulso a la pequeña y mediana empresa ya establecida.
3.  El aprovechamiento de la inversión extranjera, en beneficio de nuestros agremiados.
4.  La capacitación para una óptima productividad y el aprovechamiento pleno de las corrientes transformadoras a nivel internacional.
5.  El enlace permanente entre el sector productivo y el sector educativo en su nivel superior.
Para lograr estos y otros propósitos, el Sector Popular debe mantener una permanente interlocución con todos los órganos de gobierno, independientemente de su origen partidista, cuya obligación es atender y dar respuesta a los justos reclamos de su militancia.
Se deberán diseñar para ello mecanismos que permitan sumar e impulsar sus aspiraciones e inquietudes por una vida más digna y justa, así como fortalecer la capacidad de gestión social del Sector, sus Movimientos y sus organizaciones, retomar las causas de las nuevas formaciones sociales y dar un mayor impulso a actividades culturales, deportivas, recreativas y de bienestar social, entre otras.
Tradicionalmente, el Sector Popular ha expresado su presencia a través de una intensa labor de gestión social, apoyada en la representatividad política y en la necesidad y el interés de sus representados. Para complementar esta acción, que debe retomarse y profundizarse, es necesario instrumentar un programa de asesoría y defensa jurídica, el cual comprenda la puntual respuesta a las peticiones y demandas de las organizaciones y militantes del Sector Popular.
Es necesario igualmente establecer nuevas formas de comunicación para el análisis y tratamiento de demandas, la atención y gestoría y el seguimiento del cumplimiento de los acuerdos y convenios que se efectúen con los órganos de gobierno de los poderes de la Unión, de los Estados de la federación y de los municipios y delegaciones, así como con los responsables de los organismos descentralizados de los tres niveles de gobierno.
La coordinación de acciones debe constituir un método permanente de trabajo. En este sentido, el Sector Popular debe avanzar en el perfeccionamiento de los mecanismos que permitan instrumentar organizadamente los acuerdos, las estrategias y los programas de trabajo que se establezcan para atender las demandas de sus agremiados.
Por otra parte, se considera de la mayor importancia contar con mecanismos perfectamente establecidos que permitan exigir mayores responsabilidades a los miembros del Sector que ostentan cargos de elección popular, con el fin de que, en el marco de las disposiciones estatutarias, tengan la obligación de realizar visitas periódicas para la captación de las demandas de la población en las demarcaciones en que hayan resultado electos. Los representantes populares propuestos y apoyados por el Sector Popular deben de establecer, de manera puntual, una calendarización del cumplimiento de los compromisos adquiridos durante su campaña.
Se considera necesario también que exista la obligación de rendir informes sobre las gestiones que realizaron en beneficio de sus representados.

9. LA COHESIÓN INTERNA DEL SECTOR POPULAR.

Resulta de vital importancia instrumentar programas concretos para cohesionar organizativamente al Sector Popular y para el logro de sus objetivos políticos, sociales y económicos, definidos en nuestra Declaración de Principios, nuestros Estatutos y nuestros demás Documentos Básicos y acuerdos internos.
Se trata de armonizar y encauzar los propósitos de nuestra militancia a través de una estrategia que la involucre plenamente, buscando la unidad y la fuerza acumulada del conjunto, corrigiendo los elementos o fenómenos de dispersión o desintegración con una fuerte interacción y con eficientes formas de comunicación.
Es particularmente importante el compromiso de para alentar los flujos de nuevos cuadros y liderazgos, esenciales para mantener contacto con nuestros afiliados y con la sociedad en general.
Dentro de la estrategia, la comunicación bilateral es el instrumento fundamental para captar la opinión de las ramas sociales del Sector Popular y poder así compatibilizar el discurso con la oferta política y las acciones con lo que se demanda o se requiere.
Para ello, el Sector Popular se organizará de tal manera que pueda cubrir, asistido de la política y la técnica necesarias, todos los ámbitos de la presencia y acción de nuestros miembros y sus familias.

10. LA PLANEACIÓN Y PROGRAMACIÓN PERMANENTES EN EL SECTOR POPULAR.

La acción de la CNOP se basará en este Programa y en los demás Documentos Básicos de la Confederación, que constituyen el plan general de trabajo de donde deben derivar los programas específicos previstos por los Estatutos, para responder a las necesidades del propio Sector y cumplir sus objetivos.
Los programas específicos que se deriven se elaborarán y aprobarán bajo los siguientes lineamientos, que se presentan de manera enunciativa y no limitativa:
1.  Partirán de la consulta con nuestras organizaciones y militancia, así como con la sociedad en general, ciudadanos, tomando en cuenta los antecedentes y proyecciones del tema.
2.  Se trazarán objetivos y metas claras y precisas dentro del horizonte nacional y sin perder de vista la situación internacional.
3.  Tendrán siempre un espíritu de resolución y de superación en beneficio de nuestros afiliados, precisando las acciones conducentes al logro de los objetivos planteados.
4.  Territorialmente se clasificarán como de carácter nacional, regional, estatal o del Distrito Federal y municipal o delegacional.
5. Se dará prioridad a cuanto contribuya a la satisfacción de necesidades y el bienestar, como es la lucha por la ecología, la seguridad social, la justicia, la alimentación, la vivienda, la educación, la prevención y atención de enfermedades, el esparcimiento, el respeto a los derechos humanos y la creación y mejoramiento de empleos.

11. LA PARTICIPACIÓN ELECTORAL

La Confederación mantiene y refrenda su alianza histórica con el Partido Revolucionario Institucional, particularmente en cuanto a su compromiso y el de su militancia de participar activamente en las contiendas democráticas para ganar y mantener el poder público, desarrollando en consecuencia una permanente y seria presencia en los procesos que se desarrollen dentro del Partido o en los que éste participe.
Lo hará partiendo de la convicción de que para ganar elecciones no basta con disponer de un aparato bien organizado y asistido por especialistas en la materia, sino que se requiere también, fundamentalmente, del trabajo permanente con las bases, los cuadros y los dirigentes, en una interacción dinámica y creativa.
Para ello, el Sector Popular contará con un diagnóstico objetivo en su propio ámbito, que mantendrá actualizado, para coadyuvar en la estrategia global partidista.
Éste se iniciará con un análisis que, entre otros aspectos, considerará:
1.  La evolución del Estado y de la sociedad.
2.  La postura del Partido Revolucionario Institucional.
3.  Los resultados electorales detallados del área correspondiente en tres elecciones anteriores, por lo menos, para determinar su constante y sus variaciones.
4.  La valoración de los planteamientos básicos de los otros partidos, de los líderes políticos y sociales en general y de las expectativas fundamentales de la sociedad.
5.  Nuestra oferta política y la evaluación sobre la penetración de nuestro discurso en el electorado.
6.  Las propuestas concretas de solución.
A partir de este diagnóstico, se podrán establecer metas concretas, de acuerdo con los lineamientos del PRI, para cada elección, que se plantearán en un programa específico.
El programa específico contendrá políticas y acciones básicas para:
1.  Aprovechar todo el potencial del Sector, en función del objetivo electoral.
2.  Identificar el trabajo y la fuerza de cada una de las organizaciones del Sector.
3.  Formular y apoyar las propuestas que corresponda realizar a la CNOP para candidaturas a cargos de elección popular.
4.  Preparar en forma sistemática y constante su estructura electoral.
5.  Autoevaluar objetiva y permanentemente la operatividad y eficacia de nuestra estructura electoral.
6.  Comprobar resultados y retroalimentar el trabajo, buscando el fortalecimiento de nuestra participación electoral.
7.  Estructurar una eficaz defensa jurídica del voto a nivel nacional.
Es necesario identificar el papel que en este esfuerzo realiza cada uno de los Movimientos y organizaciones del Sector Popular, estableciendo estrategias diferenciadas, según la participación electoral.
Las políticas anteriores deberán rendir resultados concretos, como los que se enuncian a continuación:
1.  Un padrón electoral interno, depurado y actualizado, que tendrá como base el Registro Nacional de Afiliados.
2.  Una mejor estructura electoral.
3.  Una mejor organización interna.
4.  Una mejor oferta política en todos los comicios, con mejores candidatos, resultado de afinar los procesos de selección.
5.  Una mejor comunicación y propaganda política, para tener impacto no sólo entre nuestros militantes, sino entre votantes indecisos.
6.  Una defensa férrea y decidida de nuestros triunfos en las urnas, por los miembros del Sector, bien adiestrados y capacitados.
Para implementar estas políticas de acción electoral se llevarán a cabo los programas correspondientes que sean necesarios, con sus respectivos sistemas de información, evaluación y comunicación, destinados a un solo objetivo: el triunfo de nuestros candidatos.
Tales programas serán:
1.  Calendarización y estrategia diferenciada.
2.  Padrón interno.
3.  Campaña electoral.
4.  Estructura y capacitación electoral.
5.  Activismo, promoción del voto y compromiso electoral.
6.  Legitimación y debate postelectoral.
El programa contará, además, con un sistema de información y evaluación donde se concentren los resultados de los procesos y se muestren los avances en materia electoral.
Igualmente contemplará, como elemento esencial, la comunicación política a través del diálogo y la propaganda como sustento de las acciones de nuestros candidatos. A través de ella, se buscará acceder a la opinión pública, sensibilizándola sobre las propuestas de los candidatos del Sector, promoviendo una imagen acorde con los valores de la sociedad mexicana, entre otros la familia, el trabajo y la Patria.

12. EL COMPROMISO POLÍTICO DEL SECTOR POPULAR.

Ha sido una constante la legítima aspiración de los integrantes del Sector a participar como candidatos a cargos de elección popular y ocupar espacios políticos en el propio Sector y en sus organizaciones, así como en el Partido y en la administración pública. Se deben exigir al Partido y a los Gobiernos oportunidades y espacios acordes con la fuerza política de la Confederación.
Para canalizar la demanda del Sector Popular por mayores espacios de actuación, se pugnará por la constante participación en las actividades político-partidistas en las localidades, en los municipios y delegaciones y en las entidades federativas, propiciando el surgimiento y desarrollo de líderes que se conviertan en candidatos naturales a puestos de elección popular.
La Confederación coadyuvará, igualmente, dentro del marco de la normatividad estatutaria del Partido, en la identificación y promoción de cuadros competitivos que participen en los procesos internos de selección de candidatos, velando por el respeto y vigencia de las disposiciones establecidas para normarlos.
Asimismo, se mantendrá un análisis de los representantes del Sector Popular en los órganos de dirigencia partidista, particularmente los Consejos Políticos, con el propósito de evaluar su representatividad y la correspondencia entre el número de Consejeros señalado por los Estatutos de nuestro Partido a los militantes de la Confederación, solicitando cuando se requiera la incorporación a dichos órganos de los cuadros que se requiera.
Por otra parte, se pondrán en práctica con estricto rigor las disposiciones contenidas en los Estatutos de la Confederación para la renovación periódica y democrática de los órganos de gobierno y de dirección del Sector.

13. EL SECTOR POPULAR Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.

Una de las expresiones más claras de los avances sociales y políticos del país, a los que han contribuido decisivamente tanto el Sector Popular como el PRI, es la participación libre y abierta de los medios de comunicación como observadores críticos de los fenómenos sociales en general y de la actuación de los partidos políticos y de sus organizaciones, en particular.
Ante esto, la CNOP debe diseñar y llevar a cabo una estrategia propositiva e inteligente con los medios de comunicación. No hay que olvidar que la crítica fortalece a la acción política y el proyecto del Sector Popular deberá impulsar estrategias encaminadas hacia una mayor vinculación con los propios medios. Igualmente, se deberá realizar un esfuerzo para lograr una mayor profesionalización de sus oficinas de comunicación.
El Sector Popular deberá actuar bajo la convicción de que los medios de comunicación han abierto un espacio para la discusión de los asuntos políticos que no puede soslayarse.
Participar en la fijación y discusión de la agenda nacional es la tarea.
El Comité Ejecutivo Nacional del Sector Popular fomentará para ello una relación seria y permanente con los medios de comunicación, reconociéndolos como el vehículo más importante de interacción con la población que sufraga.
Un segundo paso será ofrecer posibilidades para que la información generada en el Sector llegue hasta los propios medios oportunamente.
Con base en lo anterior, se tendrá que establecer un programa de comunicación que permita la exploración y análisis permanente de las tendencias de la opinión pública, de las expresiones políticas locales y nacionales, manteniendo una vinculación permanente con los medios.

14. EL PACTO SECTORIAL CON OBREROS Y CAMPESINOS.

La vinculación entre los tres Sectores del Partido –el Popular, el Obrero y el Campesino- no sólo deberá mantenerse, sino incrementarse.
Independientemente de que la fuerza política se acrecienta al actuar en conjunción con los obreros y campesinos, el Sector Popular los apoya convencidamente y luchará siempre por la preservación de sus legítimas conquistas y el mejoramiento de sus condiciones de vida.
Esta relación se debe contemplar bajo un nuevo punto de vista, considerando el reto político, social y económico que la realidad actual impone al país, vinculando lo industrial, lo urbano, lo semiurbano y lo rural, por lo que se deben promover acciones encaminadas a la coordinación de actividades que confluyen del campo a las ciudades.
Con base en esa indisoluble unidad, el Sector Popular promoverá el diseño y estructuración de programas específicos cuyo objetivo básico sea el de contribuir con los Sectores hermanos en la lucha por alcanzar las condiciones superiores a las que tienen el más legítimo derecho.
Conforme a las disposiciones de la Convocatoria, el Reglamento y el Reglamento de Debates de la Asamblea Nacional Extraordinaria, este Dictamen de Programa de Acción fue aprobado con el carácter de Resolución de la misma por los Delegados integrantes de la Mesa Temática de Programa de Acción y el Pleno de Conclusiones el día diecinueve de noviembre de dos mil dos, haciéndose constar lo anterior para los efectos correspondientes.
POR LA MESA DIRECTIVA DE LA MESA TEMÁTICA DE PROGRAMA DE ACCIÓN DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC. HUMBERTO LUGO GIL. EL SECRETARIO TÉCNICO, EN FUNCIONES DE RELATOR, LIC. CESAR VIEYRA.- POR LA MESA DIRECTIVA DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC. MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA. EL SECRETARIO, LIC. HECTOR YUNES LANDA.

Código de Ética


Dictamen aprobado con el carácter de Resolución de la Asamblea Nacional Extraordinaria de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares celebrada en la Ciudad de México, Distrito Federal, los días 19 y 20 de noviembre de 2002.

NOTA: Dictamen aprobado con el carácter de Resolución de la Asamblea Nacional Extraordinaria de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares celebrada en la Ciudad de México, Distrito Federal, los días 19 y 20 de noviembre de 2002.
1.  Conceptos Básicos.
2.  Identidad Histórica de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares.
3.  El Marco Programático de la Confederación.
4.  El ámbito de la Confederación
5.  Entorno Demográfico.
6.  La Confederación Nacional de Organizaciones Populares y su relación con la nueva sociedad urbana.
7.  Las demandas de la militancia del Sector Popular.
8.  La Confederación como promotora del desarrollo integral y el bienestar social de las clases medias, los grupos urbanos y los sectores populares del país.
9.  La cohesión interna del Sector Popular.
10.                     La planeación y programación permanentes en el Sector Popular.
11.                     La participación electoral.
12.                     El compromiso político del Sector Popular.
13.                     El Sector Popular y los medios de comunicación.
14.                   El Pacto Sectorial con obreros y campesinos.

 

CONCEPTOS BÁSICOS


El Programa de Acción es uno de los Documentos Básicos de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, en el que se consignan los compromisos y acciones generales que se propone llevar a cabo para materializar sus tesis ideológicas y políticas, lograr sus fines y objetivos y dar respuesta a las organizaciones y ciudadanos que la integran.
Comprende este Documento el compromiso de asumir el Programa de Acción del Partido Revolucionario Institucional, con el que la Confederación mantiene una firme alianza en la lucha política por el desarrollo integral y el bienestar social en un México soberano con igualdad, democracia y justicia.
El cumplimiento del Programa de Acción de la CNOP debe apoyarse en la política, entendida como instrumento eficaz y legítimo para hacer coincidir nuestra acción con las orientaciones de los movimientos sociales que definieron a nuestro país y determinaron el surgimiento de nuestro Partido y con las demandas de las clases medias, los sectores urbanos y los grupos populares, que, por una parte, siguen enfrentando situaciones de desigualdad y marginación y, por la otra, tienen la aspiración y la esperanza de avanzar en sus condiciones y calidades de vida, como producto de su propio esfuerzo.
Comprometidos con un régimen de Derecho que debemos fortalecer, las acciones de los cenopistas se fundamentarán en la ley y se respaldarán en la moral ciudadana, que serán las bases de su legalidad y solidez.

 

IDENTIDAD HISTÓRICA DE LA CONFEDERACION NACIONAL DE ORGANIZACIONES POPULARES


La Confederación encuentra su identidad y contenido en la profundidad de sus raíces y de su evolución, que le otorgan plena justificación histórica, así como en la diversidad de las actividades de las organizaciones y los militantes que la integran y en el acelerado proceso de transformación de la vida rural a la urbana, que junto con el coincidente aumento de población trajo el crecimiento acelerado de las ciudades, localidades y comunidades en general en nuestro país.
Como consecuencia de la acción y dinamismo de los Gobiernos surgidos de la Revolución Mexicana, a las clases medias y los grupos urbanos y populares, como sectores emergentes en la sociedad, les correspondió transitar durante un largo periodo de estabilidad política y paz social, con desarrollo en todos los órdenes, después de largas etapas de sucesivos conflictos y guerras civiles a partir de las luchas por la Independencia.
En esa intensa actividad, la Confederación impulsó y apoyó los avances y la consecución de las metas y objetivos de estos grupos, promovió la solución de sus problemas y definió su personalidad, no obstante las características diversas de sus integrantes y lo heterogéneo de sus componentes, con un denominador común: la lucha por su reivindicación y superación política, social y económica y por la grandeza de México.

 

EL MARCO PROGRAMÁTICO DE LA CONFEDERACIÓN


Los antecedentes citados constituyen el soporte histórico de nuestro Programa de Acción, en el que partimos de la necesidad de ser fieles a los orígenes, pero también de responder a los nuevos retos que plantea la evolución de la sociedad, buscando una más clara proyección hacia el futuro.
Esto hace que sea necesaria la instrumentación de estrategias consecuentes con la realidad del país, con plena conciencia de la evolución de la sociedad en el corto y mediano plazo, nutriendo los programas y acciones de la Confederación con las demandas y propuestas de sus militantes y de los ciudadanos.

EL ÁMBITO DE LA CONFEDERACIÓN


En el ámbito de las clases medias y los grupos urbanos y populares del país se entreveran reclamos y necesidades de diversa índole. Se encuentran, así, por una parte, los problemas inherentes a la acumulación de rezagos por demandas desatendidas; por la otra, las disfunciones que se derivan de la compleja red de relaciones sociales, que hacen necesaria su organización, tratamiento y canalización política eficaces, debido a la falta de precisión que ha existido para adecuar con oportunidad las los programas y acciones de atención y de respuesta.
Este campo de intereses de los grupos urbanos puede contemplarse desde el punto de vista territorial, relacionándolo con el lugar donde se habita y se trabaja, o personal y grupal, considerando las necesidades y aspiraciones de cada uno de los individuos y las colectividades que forman.
En ambos casos, es necesaria la vinculación de la Confederación con ellos como premisa para construir formas relevantes de identificación, comunicación y participación con nuevos modelos organizacionales, enriquecidos con acciones de un profundo contenido social, planteadas en términos novedosos, que evidencien la voluntad de construir puentes a su servicio, así como con el gobierno, sin importar su origen electoral, como instancia obligada a atender y resolver las demandas y exigencias colectivas.

ENTORNO DEMOGRÁFICO


Para precisar los horizontes de acción que se perfilan en lo anterior, es fundamental considerar en nuestro Programa los acelerados cambios por los que atraviesa la población.
De acuerdo con las estimaciones de la Comisión Nacional de Población, la población de entre 15 y 24 años de edad aumentó de 9.2 a 20.5 millones entre 1970 y 2002. En la actualidad este grupo crece a un ritmo de 0.75% aproximadamente y se prevé que su volumen alcanzará 21.5 millones en el año 2010.
Por su parte, la población de entre 25 y 64 años de edad pasó de 15.2 a 43.4 millones entre 1970 y 2002 y se prevé que su tamaño se seguirá incrementando en los próximos lustros, alcanzando cerca de los 70 millones en el año 2030.
Finalmente, la población de 65 años o más representa hoy día sólo 4.9% de la población total, con alrededor de 5 millones de personas, pero su crecimiento ha sido muy acelerado: pasó de 1.42% en 1980 y 1981 a cerca de 3.7% del total en la actualidad. El incremento fue de 40 mil individuos en 1980 y 1981 y en el año 2002 llegó a 195 mil personas. Este segmento de la pirámide poblacional ha acusado un crecimiento muy acelerado: hoy, uno de cada 20 mexicanos está en ese grupo de edad y en el 2030, si la tasa de crecimiento se mantiene en ese nivel (3.7%), representará a uno de cada ocho individuos, en tanto que en el 2050 será de uno de cada cuatro habitantes.
La tendencia de crecimiento, como se observa, muestra que el aumento considerable del segmento de adultos mayores habrá de demandar una especial atención en los próximos años, gestionando programas específicos para este grupo de ciudadanos que demanda una mejor calidad de vida.
Los cambios indicados en la composición por edades tienen y seguirán teniendo importantes consecuencias en la formación de un amplio espectro que gira en la segmentación de la población. Estos cambios crean nuevas oportunidades, pero también condiciones demográficas que plantean nuevos y más complejos desafíos que obligan a gestionar programas de tipo social.
Por ejemplo, en materia de vivienda, como consecuencia de la evolución demográfica de los jóvenes y adultos, la demanda aumentará a razón de 800 mil por año durante las próximas décadas, de tal manera que si en la actualidad existen 23.1 millones de viviendas, en el año 2020 se requerirían 41.4 millones, lo que implica construir en los próximos 20 años el equivalente a más del 80% de viviendas actualmente disponibles.
En materia de empleo, en la próxima década se integrarán al mercado de trabajo cerca de un millón 200 mil mexicanos en promedio por año. En consecuencia, se estima que la población económicamente activa, que actualmente se sitúa en 43.8 millones de trabajadores, ascenderá a 55 millones en 2010 y a 64 millones en 2020, lo que requiere programas de empleo permanente.
Adicionalmente, debe tenerse presente que México sigue mostrando desde el punto de vista de la distribución territorial dos facetas marcadamente contrastantes: por un lado, la enorme dispersión de sus habitantes rurales y, por el otro, la concentración de su población en unas cuentas regiones y ciudades del país.
Esta distribución polarizada de la población en nuestro territorio requiere de una política de población que haga énfasis en acciones tendientes no sólo a la desaceleración del crecimiento demográfico, sino a su redistribución, tratando de corregir los marcados desequilibrios en la composición espacial de la población. No solamente debemos abatir la tasa de crecimiento de la población en los próximos años, sino repartirnos mejor en el territorio nacional.
Nuestro país tiene todavía cerca de la cuarta parte de su población asentada en miles de pequeñas localidades rurales, donde las condiciones de vida, las insuficiencias productivas y de empleo, así como la baja cobertura de los servicios básicos determinan fuertes presiones migratorias, que han contribuido a un acelerado proceso de urbanización que plantea complejos retos y que demanda la puesta en marcha de políticas y estrategias integrales, de mediano y largo plazo, que conduzcan a un desarrollo urbano que, de manera eficiente, estimule la inversión productiva y la creación de empleos y favorezca el mejoramiento de los niveles de vida de la población.
Un ingrediente de la mayor importancia en la nueva realidad demográfica del país, así como en sus efectos políticos, económicos y sociales, es el que representa la creciente migración de mexicanos a otros países, principalmente a los Estados Unidos de América, donde constituyen ya uno de los grupos de población más numerosos e importantes, con demandas específicas que no pueden soslayarse.
En estos propósitos la Confederación Nacional de Organizaciones Populares debe participar en forma permanente.
Estamos a tiempo de prever y emprende las acciones que se requieren para encauzar los fenómenos que provocará el dinamismo poblacional del país, promoviendo y gestionando políticas y programas de tipo social en beneficio de las clases populares, las clases medias y los grupos urbanos.

LA CONFEDERACIÓN NACIONAL DE ORGANIZACIONES POPULARES Y SU RELACIÓN CON LA NUEVA SOCIEDAD URBANA


Uno de los fenómenos más característicos de las últimas décadas es el proceso de concentración urbana en el mundo. México no escapa a este fenómeno. Los cambios que se están generando en el tejido social urbano y rural, a partir de nuevos modelos de organización y diferentes formas de convivencia representan un reto político y social para todo el país, pero especialmente para el Sector Popular, principalmente donde hay marginación y pobreza.
La sociedad entera no acaba de comprender y de asimilar, a cabalidad, el nuevo fenómeno urbano. El elemento que puede cohesionar esta interpretación se encuentra en la así llamada vida cotidiana. Para intentar su reconceptualización y organización es necesario volver los ojos al detalle de las costumbres, los hábitos, las relaciones afectivas, las diversiones, las prácticas, los problemas, las aspiraciones y los valores específicos que trae aparejada la realidad concreta de cada uno de los habitantes de las ciudades. La identificación de cada uno de estos fenómenos, necesidades y posibilidades de atención deberá constituir permanentemente una de las actividades más importantes y trascendentes dentro de los trabajos políticos del Sector Popular.

 

LAS DEMANDAS DE LA MILITANCIA DEL SECTOR POPULAR


Muchos y diversos son los planteamientos que los grupos urbanos componentes del Sector Popular formulan. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
1.  La lucha por la soberanía nacional, la democracia, la igualdad y la justicia social;
2.  El fortalecimiento y rediseño del Sector Popular;
3.  Una respuesta eficaz a las necesidades actuales del Sector, con visión de futuro;
4.  La plena concordancia del Programa de Acción con el diagnóstico y la Agenda Nacional;
5.  La formación y capacitación permanente de los cuadros y líderes de las organizaciones del Sector;
6.  Firmeza para reivindicar el papel de la CNOP en la historia y en la construcción del cambio democrático del país;
7.  Articular tradición y modernidad, atemperando la polarización, a través de las garantías de continuidad, integración social y gobernabilidad;
8.  Establecer vínculos efectivos de representación política con las clases medias y los grupos populares;
9.  Generar un clima de unidad para conservar la confianza en nuestra organización;
10.                     La igualdad de oportunidades para todos los militantes; y,
11.                     La lucha permanente contra la pobreza, entre muchos otros.
Nuestro Sector deberá llevar a cabo Programas concretos cuyo objetivo básico sea el de contribuir a la solución de las demandas que con más énfasis hacen sus agremiados:
1.  Reactivación de la economía popular;
2.  Fortalecimiento de la micro, pequeña y mediana empresa así como a las áreas de la economía del país vinculadas con el sector informal;
3.  Promoción de esquemas de apoyo a la producción artesanal;
4.  Apoyos para productos de infraestructura y equipamiento para el pequeño comercio;
5.  Impulsar esquemas de aseguramiento médico para no asalariados;
6.  Mejoramiento de la vida cotidiana individual y familiar;
7.  Promoción del empleo y bolsa de trabajo, tomando en cuenta a las personas mayores de 40 años, a los adultos en plenitud y a las personas con discapacidad, jubilados, pensionados y viudas desprotegidas, así como fomentar el autoempleo;
8.  Renovación de la actividad política, destacando la participación de jóvenes y mujeres;
9.  Lograr que el Estado garantice el orden y la seguridad pública;
10.                     Respeto y acciones que coadyuven a la defensa y práctica de los derechos humanos y prevención, y protección en contra de la violencia intrafamiliar;
11.                     Protección al migrante en general y en especial a los miembros de nuestro Sector en el extranjero;
12.                     Proponer iniciativas de Ley y exigir el cabal cumplimiento de la asignación del 8% del producto interno bruto a la educación así como impulsar programas educativos diversos, con proyección y observancia local, regional y nacional, dando relevancia a los puntos tendientes para rescatar y reivindicar nuestra identidad nacional, nuestros símbolos patrios y nuestro desarrollo histórico en sus aspectos cívicos y culturales,
13.                     Garantizar la seguridad social para todos los miembros del sector;
14.                     Garantizar la alimentación de nuestra sociedad;
15.                     Promover los subsidios necesarios para apoyar la economía popular;
16.                     Buscar créditos adecuados y suficientes para la edificación de vivienda digna para los integrantes del sector;
17.                     Luchar permanentemente por la consolidación y salvaguarda de nuestras empresas estratégicas y prioritarias en beneficio de México; y
18.                     Impulsar la cultura ambientalista y la preservación de la ecología nacional.

LA CONFEDERACIÓN COMO PROMOTORA DEL DESARROLLO INTEGRAL Y EL BIENESTAR SOCIAL DE LAS CLASES MEDIAS, LOS GRUPOS URBANOS Y LOS SECTORES POPULARES DEL PAÍS


La Confederación como promotora del desarrollo integral y el bienestar social de las clases medias, los grupos urbanos y los sectores populares del país.
Es compromiso esencial de la CNOP servir como promotora del desarrollo integral de la sociedad, contribuyendo a elevar el nivel de vida y el bienestar de sus integrantes, por lo que impulsará y cumplirá programas específicos de carácter político, social y económico, dentro del marco del siguiente planteamiento general:
Los Programas de Desarrollo Político tendrán entre otros objetivos:
1.  La superación de los integrantes del Sector Popular, en la vida política cotidiana, como ciudadanos de la República Mexicana, con el propósito de que conozcan mejor sus derechos y obligaciones, amplíen su participación y cobren conciencia de la gran Nación en que viven.
2.  La militancia efectiva como miembros y dirigentes, en su caso, del Sector Popular y del PRI.
3.  Elevar en todos los ámbitos y niveles de gobierno su calidad política para la participación en los procesos electorales como candidatos, representantes o auxiliares y en la función pública.
Los Programas de Desarrollo Social comprenderán:
1.  Mantener y mejorar las conquistas sociales logradas.
2.  Alcanzar nuevas metas sociales, tales como la ampliación y mejoramiento de la seguridad social para que llegue a todos nuestros miembros y a sus familias, el mejoramiento de la seguridad pública y de la procuración y administración de justicia y de la justicia en general, el respeto a los derechos humanos y combate a la discriminación en todas sus formas, la protección y promoción de las exigencias específicas de los menores, las personas con discapacidad y otros grupos vulnerables, el reconocimiento e impulso de los derechos de las mujeres y los jóvenes, la educación laica y gratuita para todos, el mejoramiento de los elementos necesarios para la subsistencia del hombre, como la calidad del aire, agua, suelo, espacio, alimentación y salud, apoyados en la ciencia y la técnica, así como la vivienda decorosa, la formación de asociaciones de apoyo, defensa y servicios y la activación de la política de población y de migración.
3.  Promover lo necesario a fin de fortalecer las instituciones de seguridad social.
Los Programas de Desarrollo Económico atenderán:
1.  El desarrollo interno, para lograr la creación de mayores fuentes de empleo permanentes y bien remuneradas, así como la multiplicación de empresas productivas, individuales o en sociedades cooperativas, anónimas y de responsabilidad limitada.
2.  La protección e impulso a la pequeña y mediana empresa ya establecida.
3.  El aprovechamiento de la inversión extranjera, en beneficio de nuestros agremiados.
4.  La capacitación para una óptima productividad y el aprovechamiento pleno de las corrientes transformadoras a nivel internacional.
5.  El enlace permanente entre el sector productivo y el sector educativo en su nivel superior.
Para lograr estos y otros propósitos, el Sector Popular debe mantener una permanente interlocución con todos los órganos de gobierno, independientemente de su origen partidista, cuya obligación es atender y dar respuesta a los justos reclamos de su militancia.
Se deberán diseñar para ello mecanismos que permitan sumar e impulsar sus aspiraciones e inquietudes por una vida más digna y justa, así como fortalecer la capacidad de gestión social del Sector, sus Movimientos y sus organizaciones, retomar las causas de las nuevas formaciones sociales y dar un mayor impulso a actividades culturales, deportivas, recreativas y de bienestar social, entre otras.
Tradicionalmente, el Sector Popular ha expresado su presencia a través de una intensa labor de gestión social, apoyada en la representatividad política y en la necesidad y el interés de sus representados. Para complementar esta acción, que debe retomarse y profundizarse, es necesario instrumentar un programa de asesoría y defensa jurídica, el cual comprenda la puntual respuesta a las peticiones y demandas de las organizaciones y militantes del Sector Popular.
Es necesario igualmente establecer nuevas formas de comunicación para el análisis y tratamiento de demandas, la atención y gestoría y el seguimiento del cumplimiento de los acuerdos y convenios que se efectúen con los órganos de gobierno de los poderes de la Unión, de los Estados de la federación y de los municipios y delegaciones, así como con los responsables de los organismos descentralizados de los tres niveles de gobierno.
La coordinación de acciones debe constituir un método permanente de trabajo. En este sentido, el Sector Popular debe avanzar en el perfeccionamiento de los mecanismos que permitan instrumentar organizadamente los acuerdos, las estrategias y los programas de trabajo que se establezcan para atender las demandas de sus agremiados.
Por otra parte, se considera de la mayor importancia contar con mecanismos perfectamente establecidos que permitan exigir mayores responsabilidades a los miembros del Sector que ostentan cargos de elección popular, con el fin de que, en el marco de las disposiciones estatutarias, tengan la obligación de realizar visitas periódicas para la captación de las demandas de la población en las demarcaciones en que hayan resultado electos. Los representantes populares propuestos y apoyados por el Sector Popular deben de establecer, de manera puntual, una calendarización del cumplimiento de los compromisos adquiridos durante su campaña.
Se considera necesario también que exista la obligación de rendir informes sobre las gestiones que realizaron en beneficio de sus representados.

LA COHESIÓN INTERNA DEL SECTOR POPULAR


Resulta de vital importancia instrumentar programas concretos para cohesionar organizativamente al Sector Popular y para el logro de sus objetivos políticos, sociales y económicos, definidos en nuestra Declaración de Principios, nuestros Estatutos y nuestros demás Documentos Básicos y acuerdos internos.
Se trata de armonizar y encauzar los propósitos de nuestra militancia a través de una estrategia que la involucre plenamente, buscando la unidad y la fuerza acumulada del conjunto, corrigiendo los elementos o fenómenos de dispersión o desintegración con una fuerte interacción y con eficientes formas de comunicación.
Es particularmente importante el compromiso de para alentar los flujos de nuevos cuadros y liderazgos, esenciales para mantener contacto con nuestros afiliados y con la sociedad en general.
Dentro de la estrategia, la comunicación bilateral es el instrumento fundamental para captar la opinión de las ramas sociales del Sector Popular y poder así compatibilizar el discurso con la oferta política y las acciones con lo que se demanda o se requiere.
Para ello, el Sector Popular se organizará de tal manera que pueda cubrir, asistido de la política y la técnica necesarias, todos los ámbitos de la presencia y acción de nuestros miembros y sus familias.

 

LA PLANEACIÓN Y PROGRAMACIÓN PERMANENTES EN EL SECTOR POPULAR


La acción de la CNOP se basará en este Programa y en los demás Documentos Básicos de la Confederación, que constituyen el plan general de trabajo de donde deben derivar los programas específicos previstos por los Estatutos, para responder a las necesidades del propio Sector y cumplir sus objetivos.
Los programas específicos que se deriven se elaborarán y aprobarán bajo los siguientes lineamientos, que se presentan de manera enunciativa y no limitativa:
1.  Partirán de la consulta con nuestras organizaciones y militancia, así como con la sociedad en general, ciudadanos, tomando en cuenta los antecedentes y proyecciones del tema.
2.  Se trazarán objetivos y metas claras y precisas dentro del horizonte nacional y sin perder de vista la situación internacional.
3.  Tendrán siempre un espíritu de resolución y de superación en beneficio de nuestros afiliados, precisando las acciones conducentes al logro de los objetivos planteados.
4.  Territorialmente se clasificarán como de carácter nacional, regional, estatal o del Distrito Federal y municipal o delegacional.
5.  Se dará prioridad a cuanto contribuya a la satisfacción de necesidades y el bienestar, como es la lucha por la ecología, la seguridad social, la justicia, la alimentación, la vivienda, la educación, la prevención y atención de enfermedades, el esparcimiento, el respeto a los derechos humanos y la creación y mejoramiento de empleos.

LA PARTICIPACIÓN ELECTORAL


La Confederación mantiene y refrenda su alianza histórica con el Partido Revolucionario Institucional, particularmente en cuanto a su compromiso y el de su militancia de participar activamente en las contiendas democráticas para ganar y mantener el poder público, desarrollando en consecuencia una permanente y seria presencia en los procesos que se desarrollen dentro del Partido o en los que éste participe.
Lo hará partiendo de la convicción de que para ganar elecciones no basta con disponer de un aparato bien organizado y asistido por especialistas en la materia, sino que se requiere también, fundamentalmente, del trabajo permanente con las bases, los cuadros y los dirigentes, en una interacción dinámica y creativa.
Para ello, el Sector Popular contará con un diagnóstico objetivo en su propio ámbito, que mantendrá actualizado, para coadyuvar en la estrategia global partidista.
Éste se iniciará con un análisis que, entre otros aspectos, considerará:
1.  La evolución del Estado y de la sociedad.
2.  La postura del Partido Revolucionario Institucional.
3.  Los resultados electorales detallados del área correspondiente en tres elecciones anteriores, por lo menos, para determinar su constante y sus variaciones.
4.  La valoración de los planteamientos básicos de los otros partidos, de los líderes políticos y sociales en general y de las expectativas fundamentales de la sociedad.
5.  Nuestra oferta política y la evaluación sobre la penetración de nuestro discurso en el electorado.
6.  Las propuestas concretas de solución.
A partir de este diagnóstico, se podrán establecer metas concretas, de acuerdo con los lineamientos del PRI, para cada elección, que se plantearán en un programa específico.
El programa específico contendrá políticas y acciones básicas para:
1.  Aprovechar todo el potencial del Sector, en función del objetivo electoral.
2.  Identificar el trabajo y la fuerza de cada una de las organizaciones del Sector.
3.  Formular y apoyar las propuestas que corresponda realizar a la CNOP para candidaturas a cargos de elección popular.
4.  Preparar en forma sistemática y constante su estructura electoral.
5.  Autoevaluar objetiva y permanentemente la operatividad y eficacia de nuestra estructura electoral.
6.  Comprobar resultados y retroalimentar el trabajo, buscando el fortalecimiento de nuestra participación electoral.
7.  Estructurar una eficaz defensa jurídica del voto a nivel nacional.
Es necesario identificar el papel que en este esfuerzo realiza cada uno de los Movimientos y organizaciones del Sector Popular, estableciendo estrategias diferenciadas, según la participación electoral.
Las políticas anteriores deberán rendir resultados concretos, como los que se enuncian a continuación:
1.  Un padrón electoral interno, depurado y actualizado, que tendrá como base el Registro Nacional de Afiliados.
2.  Una mejor estructura electoral.
3.  Una mejor organización interna.
4.  Una mejor oferta política en todos los comicios, con mejores candidatos, resultado de afinar los procesos de selección.
5.  Una mejor comunicación y propaganda política, para tener impacto no sólo entre nuestros militantes, sino entre votantes indecisos.
6.  Una defensa férrea y decidida de nuestros triunfos en las urnas, por los miembros del Sector, bien adiestrados y capacitados.
Para implementar estas políticas de acción electoral se llevarán a cabo los programas correspondientes que sean necesarios, con sus respectivos sistemas de información, evaluación y comunicación, destinados a un solo objetivo: el triunfo de nuestros candidatos.
Tales programas serán:
1.  Calendarización y estrategia diferenciada.
2.  Padrón interno.
3.  Campaña electoral.
4.  Estructura y capacitación electoral.
5.  Activismo, promoción del voto y compromiso electoral.
6.  Legitimación y debate postelectoral.
El programa contará, además, con un sistema de información y evaluación donde se concentren los resultados de los procesos y se muestren los avances en materia electoral.
Igualmente contemplará, como elemento esencial, la comunicación política a través del diálogo y la propaganda como sustento de las acciones de nuestros candidatos. A través de ella, se buscará acceder a la opinión pública, sensibilizándola sobre las propuestas de los candidatos del Sector, promoviendo una imagen acorde con los valores de la sociedad mexicana, entre otros la familia, el trabajo y la Patria.

EL COMPROMISO POLÍTICO DEL SECTOR POPULAR


Ha sido una constante la legítima aspiración de los integrantes del Sector a participar como candidatos a cargos de elección popular y ocupar espacios políticos en el propio Sector y en sus organizaciones, así como en el Partido y en la administración pública. Se deben exigir al Partido y a los Gobiernos oportunidades y espacios acordes con la fuerza política de la Confederación.
Para canalizar la demanda del Sector Popular por mayores espacios de actuación, se pugnará por la constante participación en las actividades político-partidistas en las localidades, en los municipios y delegaciones y en las entidades federativas, propiciando el surgimiento y desarrollo de líderes que se conviertan en candidatos naturales a puestos de elección popular.
La Confederación coadyuvará, igualmente, dentro del marco de la normatividad estatutaria del Partido, en la identificación y promoción de cuadros competitivos que participen en los procesos internos de selección de candidatos, velando por el respeto y vigencia de las disposiciones establecidas para normarlos.
Asimismo, se mantendrá un análisis de los representantes del Sector Popular en los órganos de dirigencia partidista, particularmente los Consejos Políticos, con el propósito de evaluar su representatividad y la correspondencia entre el número de Consejeros señalado por los Estatutos de nuestro Partido a los militantes de la Confederación, solicitando cuando se requiera la incorporación a dichos órganos de los cuadros que se requiera.
Por otra parte, se pondrán en práctica con estricto rigor las disposiciones contenidas en los Estatutos de la Confederación para la renovación periódica y democrática de los órganos de gobierno y de dirección del Sector.

EL SECTOR POPULAR Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN


Una de las expresiones más claras de los avances sociales y políticos del país, a los que han contribuido decisivamente tanto el Sector Popular como el PRI, es la participación libre y abierta de los medios de comunicación como observadores críticos de los fenómenos sociales en general y de la actuación de los partidos políticos y de sus organizaciones, en particular.
Ante esto, la CNOP debe diseñar y llevar a cabo una estrategia propositiva e inteligente con los medios de comunicación. No hay que olvidar que la crítica fortalece a la acción política y el proyecto del Sector Popular deberá impulsar estrategias encaminadas hacia una mayor vinculación con los propios medios. Igualmente, se deberá realizar un esfuerzo para lograr una mayor profesionalización de sus oficinas de comunicación.
El Sector Popular deberá actuar bajo la convicción de que los medios de comunicación han abierto un espacio para la discusión de los asuntos políticos que no puede soslayarse.
Participar en la fijación y discusión de la agenda nacional es la tarea.
El Comité Ejecutivo Nacional del Sector Popular fomentará para ello una relación seria y permanente con los medios de comunicación, reconociéndolos como el vehículo más importante de interacción con la población que sufraga.
Un segundo paso será ofrecer posibilidades para que la información generada en el Sector llegue hasta los propios medios oportunamente.
Con base en lo anterior, se tendrá que establecer un programa de comunicación que permita la exploración y análisis permanente de las tendencias de la opinión pública, de las expresiones políticas locales y nacionales, manteniendo una vinculación permanente con los medios.

EL PACTO SECTORIAL CON OBREROS Y CAMPESINOS


La vinculación entre los tres Sectores del Partido –el Popular, el Obrero y el Campesino- no sólo deberá mantenerse, sino incrementarse.
Independientemente de que la fuerza política se acrecienta al actuar en conjunción con los obreros y campesinos, el Sector Popular los apoya convencidamente y luchará siempre por la preservación de sus legítimas conquistas y el mejoramiento de sus condiciones de vida.
Esta relación se debe contemplar bajo un nuevo punto de vista, considerando el reto político, social y económico que la realidad actual impone al país, vinculando lo industrial, lo urbano, lo semiurbano y lo rural, por lo que se deben promover acciones encaminadas a la coordinación de actividades que confluyen del campo a las ciudades.
Con base en esa indisoluble unidad, el Sector Popular promoverá el diseño y estructuración de programas específicos cuyo objetivo básico sea el de contribuir con los Sectores hermanos en la lucha por alcanzar las condiciones superiores a las que tienen el más legítimo derecho.
Conforme a las disposiciones de la Convocatoria, el Reglamento y el Reglamento de Debates de la Asamblea Nacional Extraordinaria, este Dictamen de Programa de Acción fue aprobado con el carácter de Resolución de la misma por los Delegados integrantes de la Mesa Temática de Programa de Acción y el Pleno de Conclusiones el día diecinueve de noviembre de dos mil dos, haciéndose constar lo anterior para los efectos correspondientes.
POR LA MESA DIRECTIVA DE LA MESA TEMÁTICA DE PROGRAMA DE ACCIÓN DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC. HUMBERTO LUGO GIL. EL SECRETARIO TÉCNICO, EN FUNCIONES DE RELATOR, LIC. CESAR VIEYRA.- POR LA MESA DIRECTIVA DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC. MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA. EL SECRETARIO, LIC. HECTOR YUNES LANDA.

Declaración de Principios


La lucha política y social de México por la democracia y la justicia.

La Confederación Nacional de Organizaciones Populares se concibe a sí misma, ante todo, como un instrumento de la lucha política y social de los ciudadanos, que pretende servir a la propia sociedad para organizarse y pugnar por sus derechos y aspiraciones.
Desde su fundación, en 1943, la Confederación participa activamente en la vida nacional, aportando sus ideas en el desarrollo de México y promoviendo las demandas principales de los grupos populares, las clases medias y los sectores urbanos del país, a quienes abre vías para acceder a la más amplia representación política, contribuyendo con ello a que la sociedad organizada concurra eficazmente en la conducción y evaluación de la función pública y en las grandes tareas del Estado.
Para ello, la Confederación mantiene una permanente política de vinculación con otras fuerzas políticas y sociales que coinciden con sus principios y objetivos. En particular, refuerza día con día su alianza histórica con el Partido Revolucionario Institucional, sustentada en firmes bases y compromisos de carácter ideológico, estratégico y programático. Hacer cada día más fuerte esta plataforma partidaria, sobre la base de la vinculación con la sociedad, con un enfoque moderno, combativo y democrático, es nuestro compromiso.
La postura básica de la Confederación, tanto en su conformación interna como en sus alianzas partidarias y en sus relaciones con otras organizaciones sociales, ha consistido en promover invariablemente un frente integrado por las fuerzas más consecuentes y representativas en la defensa y promoción de la soberanía popular, la democracia y la justicia social.
Ésta es, en sí misma, una estrategia de asociación que se nutre de múltiples intereses y expresiones sociales, cada uno de los cuales desarrollan, en el marco general de los Principios y el Programa Común, las formas de organización y lucha que mejor convienen a sus reivindicaciones.
La Confederación es, así, una organización de organizaciones y una organización de militantes, pero también una organización de causas, que asume un papel activo en las contiendas políticas así como en el debate nacional, al mismo tiempo que mantiene un compromiso directo en la organización y defensa de los intereses de quienes la integran, y del conjunto de la sociedad, conforme a los fines y objetivos específicos que compartimos.
La Confederación sostiene que el fin esencial de esta gran alianza progresista es desarrollar, impulsar y vigorizar la democracia social, entendida como la lucha por asegurar el fundamento y contenido social de las políticas públicas, dando cauce a la energía y participación popular en la conducción de la sociedad misma.
Muchos pueblos fueron capaces de desarrollar imponentes organizaciones e instituciones enfocadas a la protección social, pero la experiencia demuestra que, además, es necesario construir mecanismos eficaces de control social del poder para evitar desviaciones en su ejercicio.
En la integración de la representación pública o en la definición de las políticas gubernamentales no se agota el interés social, sino que éste exige rendición de cuentas, transparencia y garantías de que los ciudadanos podrán vigilar cotidianamente el apego del Estado a la voluntad popular: ésta es la clave de la democracia social.
Por eso, la única palanca que puede dar sentido social integral a las políticas gubernamentales, así como legitimidad a la acción de los partidos y las organizaciones, es la democracia social.
El pueblo de México, tras seculares luchas, es inequívoco y categórico: entendemos por democracia al régimen donde se eleva permanentemente el nivel de vida material y cultural de la población. La democracia no es únicamente un ejercicio electivo formal, sino un régimen social cuyo objetivo es vivir mejor, más libres, más cultos, más seguros por la protección que nos brindan nuestras leyes e instituciones, con más recursos, con igualdad de oportunidades para el bienestar, con mayores apoyos a quienes más los necesitan.
De aquí nuestra convicción de que justicia y democracia son términos inseparables. Por ello postulamos y defendemos la democracia social, donde no hay democracia sin justicia ni justicia sin democracia, en un marco de legalidad, con la activa participación de los ciudadanos.
Es por ello también que fortalecer y preservar la soberanía del pueblo y de la Nación es la razón de ser de nuestra organización. A su amparo aseguramos las garantías básicas para que el país y los ciudadanos promuevan con su propio esfuerzo y voluntad un clima propicio de desarrollo y progreso.
El Estado de Derecho es la máxima expresión de esta soberanía popular. Defenderlo, ampliarlo y democratizarlo es una tarea central para evitar que la impunidad, la discrecionalidad o la imposición de los intereses particulares prevalezcan por encima de la Nación, los ciudadanos y las Leyes.
Ciudadanizar a los partidos y a las organizaciones sociales es la vía para promover la democracia social. Con este propósito, la Confederación seguirá avanzando para consolidarse como una organización de causas ciudadanas, comprometida en impulsar la lucha de los más variados grupos de la compleja sociedad mexicana, prestándoles apoyo e incorporándolos a la lucha general por la justicia y la democracia social.

Nuestra ideología socialdemócrata en acción.

La sociedad es cada vez más compleja y requiere de procesos permanentes de consenso para que los ciudadanos y sus múltiples intereses y organizaciones tengan asegurado el debido reconocimiento social y libertad.
Las garantías individuales y derechos sociales deben ser escrupulosamente respetados: la libertad de pensamiento, la libre manifestación de las ideas, las libertades de asociación, de tránsito y de actividad económica, así como el derecho a la salud, a la alimentación, a la educación, a la información, al trabajo y a la vivienda, son ejes fundamentales de la vida socioeconómica moderna, debiéndose consolidar y ampliar en un marco de justicia, legalidad y democracia.
México se organiza como una Federación a partir de la soberanía de los Estados y la conciencia colectiva de pertenecer a una sola Nación. Es una tarea urgente perfeccionar nuestra organización federal, combatiendo las tendencias del centralismo, unas de carácter político y otras inerciales, así como las desigualdades que genera la concentración de riqueza y oportunidades, la inequidad en el apoyo solidario y la ausencia de una visión estratégica de largo plazo para desarrollar armónicamente al país, aprovechando las posibilidades, riquezas naturales y condiciones particulares de los Estados y municipios.
Aisladamente, los Estados de la Federación y los municipios no podrán ser plenamente autónomos y exitosos en su gestión. Requieren de los recursos para mantener su infraestructura, crecer, desarrollarse y potenciar sus particularidades.
La propia Federación corre el mismo peligro si no logra reunir los recursos nacionales para desarrollar los aspectos básicos y estratégicos de largo plazo, la infraestructura general y los servicios que ayuden a todos y cada uno de los Estados a potenciar sus cualidades y mitigar sus retrasos.
Necesitamos planes estratégicos viables, no discursos abstractos sobre el federalismo, la soberanía de los estados y el municipio libre, asumiendo un gran acuerdo nacional que fije los parámetros requeridos y reconozca plenamente las dificultades y desigualdades, a efecto de priorizar el gasto federal para lograr una tarea esencial de dignidad, justicia, democracia y seguridad nacional, distribuyendo equitativamente en las regiones los servicios, el empleo y las oportunidades de trabajo e inversión.
No es posible que algunas regiones que concentran las potencialidades de recursos naturales para generar energéticos, por ejemplo, carezcan de luz y combustibles, o que sólo algunas ciudades de algunos Estados concentren y carguen el peso de la educación, salud, otros servicios y oportunidades de empleo, vivienda e inversión, desatendiendo a población que carece de estos elementos indispensables, porque en sus lugares de origen falta inversión y calidad en sus bienes o servicios.
En este mismo sentido, la división y el respeto entre los Poderes del Estado, en los términos de la Constitución Política, son un garante para que la sociedad tenga el equilibrio, la responsabilidad compartida de velar por los intereses de la Nación, el respeto a la soberanía e iniciativa popular, la rendición de cuentas, la aplicación de la justicia y la interpretación jurídica en caso de controversia.
Cuando hablamos de Nación, de Patria y de pueblo, los criterios económicos de eficiencia, ganancia y retorno de la inversión, al que nos somete el vertiginoso modo de vida globalizado, no pueden ser prioridad ni parámetro válido.

México no es un negocio o una sociedad anónima que demanda gerentes calculadores y eficientes a cualquier precio. Tampoco es un espacio geográfico con población y recursos disponibles al mejor postor para hacer ganancias a costa de la desigualdad y marginación, la postración y el atraso de regiones o la concentración absurda de recursos para satisfacer a los negociantes de lo inmediato y la máxima ganancia.

México es una Patria, con dignidad y conciencia histórica, con personalidad propia: es hogar común, origen y destino de más de cien millones de mexicanos, tanto los que viven dentro de sus fronteras como los que habitan fuera de ellas.

Precisamente por ello, la Confederación postula el principio de la rectoría estatal y de la inversión pública en las áreas estratégicas para México, que deben estar y están claramente estipuladas en la Constitución, y que por su naturaleza y trascendencia deben ser incuestionablemente nacionales.

Las empresas y empresarios, pequeños, medianos y grandes, que además de su legítimo interés procuran el desarrollo de México y de sus mercados, el bienestar de los trabajadores y la población, son parte del mismo proyecto histórico y, como tales, tienen cabida, voz y lugar en nuestra organización, trinchera de todos los mexicanos por un México mejor.

Pugnamos por un gran plan estratégico nacional, donde se establezcan acuerdos acerca de la manera de financiar y orientar el gasto de la Federación a aquellas regiones, sectores sociales y ramas productivas o de servicios que aseguren equidad, bienestar, seguridad, empleo, desarrollo científico y tecnológico, oportunidades, fortalecimiento del mercado interno y competitividad creciente.

Las clases medias, los grupos populares y los sectores urbanos del país han sido protagonistas de importantes luchas, que han contribuido a las libertades y a las instituciones y prácticas democráticas imperantes. Velar por su fortalecimiento y promover su unidad en la acción por la defensa de México es tarea permanente de la Confederación.

En la medida en que la Nación crece y se diversifica se crean nuevas actividades e intereses, así como profesiones y disciplinas técnicas, comerciales y de servicios. Surgen asociaciones de profesionistas, científicos y empresarios, así como organizaciones de defensa de los derechos humanos, del medio ambiente y de los más variados intereses sociales.

Respetar las diferencias de las organizaciones sociales existentes y de las que surjan por el propio desarrollo económico, político y social, asegurando su derecho a expresarse, organizarse y combatir por sus demandas, será la norma de trabajo para que nuestra Confederación construya una nueva red de fuerzas sociales capaces de hacer que la lucha política y social deje de ser ajena a los ciudadanos y a sus legítimos medios de expresión organizada.

Pugnamos por el fortalecimiento de la formación cívica, entendida como la actitud de compromiso personal con la legalidad, con los derechos de los demás y con el amor por México.

Mantenemos un nacionalismo profundo, porque estamos orgullosos de nuestra forma de ser y apreciar la vida, de nuestra cultura, de nuestra soberanía y de nuestras conquistas. Asimismo, el atraso, la pobreza y la falta de oportunidades son un estímulo para profundizar nuestro compromiso por un México mejor.

Nuestro nacionalismo es fruto de una lucha permanente por afirmar la identidad y el proyecto soberanos de México, no para dominar o sojuzgar a otros pueblos. Nuestro nacionalismo es para honrar y enriquecer a la humanidad con nuestro propio acento.

México es un mosaico gigantesco de pueblos y paisajes; surge y se desarrolla en un constante mestizaje y en permanente adopción de los avances de la humanidad.

Preservar la cultura milenaria que hemos heredado, para seguir nutriendo a la nacionalidad mexicana, empieza por respetarla, conocerla, asumirla, vivirla y desarrollarla en nuestro diario existir.

Con profundo dolor constatamos cómo millones de compatriotas parten en busca de oportunidades y mejores niveles de vida que no encuentran en nuestra nación.

Defenderemos, por todos los medios y en todas las instancias bilaterales y multilaterales, sus derechos como personas y trabajadores. Mantendremos estos mismos principios para enfrentar y resolver la migración hacia nuestro territorio.

La Confederación pondrá especial atención en enfrentar los efectos de la desigualdad en los sectores más vulnerables y marginados. La población que se encuentra disminuida en cualquiera de sus capacidades debe ser objeto de programas permanentes y eficientes que les permitan su incorporación económica y social plena.

La defensa de los pensionados y jubilados, para que vivan sin zozobra, además de elemental justicia, es una lucha que a todos compete y debemos prever su magnitud creciente.

Los recortes al gasto social y a la seguridad social son una constante a escala mundial, que atenta contra los intereses populares. Los gobiernos no deben olvidar sus obligaciones sociales y pretender que sean los mismos trabajadores quienes vean por su propia jubilación, cuando sus percepciones apenas les permiten sobrevivir y poco o nada pueden ahorrar, o que los enfermos enfrenten sistemas de salud privados y que las familias sufraguen una educación de calidad en instituciones privadas o paguen guarderías, por citar algunos rubros.

Los fondos de retiro únicamente deben estar al servicio de los propios trabajadores y de los grandes proyectos nacionales. No permitiremos que se conciban y utilicen como si fueran gigantescas bolsas financieras para que intereses particulares generen más negocios enteramente privados.

Los mexicanos no podemos aceptar que el ahorro interno y las políticas de crédito sean manejadas para fines distintos al de nuestro propio desarrollo independiente. Será una lucha permanente de la Confederación que los mexicanos invirtamos y reinvirtamos en fondos que promuevan el desarrollo de áreas y empresas estratégicas.

La niñez y la juventud son la reserva humana portadora de nuestro futuro. De la calidad de su alimentación, desarrollo físico, condiciones de vida, educación, formación y valores depende que México sea siendo lo que es y lo sea cada vez mejor.

La educación debe ser la palanca fundamental para fortalecer la conciencia nacional y la capacidad de emplear el desarrollo para elevar el nivel de vida material y espiritual de la población, así como para generar bienes y servicios de calidad e insertarnos como actores importantes en las grandes corrientes de la economía mundial.

La educación y la preparación técnica y científica nacional deben orientarse conforme al Artículo Tercero de la Constitución, nutriéndose de los avances más relevantes que nos ofrece la comunidad mundial y logrando la correspondencia entre lo que se estudia y lo que se requiere y demanda efectivamente en la vida socioeconómica nacional e internacional.

Postulamos que la equidad de género, entendida como igualdad de oportunidades en igualdad de circunstancias, es para que mujeres y hombres tengan jurídica, económica, social y laboralmente las mismas posibilidades de desarrollo, sin menoscabo de las características, necesidades y diferencias propias.

II.- NUESTROS PRINCIPIOS Y COMPROMISOS CON LA SOBERANIA, LA DEMOCRACIA Y LA JUSTICIA SOCIAL.

Naturaleza y carácter de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares.

Con base en nuestros principios ideológicos, concebimos a la Confederación como una gran alianza política y social.

Planteamos, en primer lugar, una alianza histórica esencial entre la Confederación Nacional de Organizaciones Populares y el Partido Revolucionario Institucional, basada en la defensa de los principios que dan carácter vanguardista y progresista al Partido.

Esta alianza es hoy un instrumento estratégico para recuperar espacios políticos y para conservar los que mantenemos, entendiendo que sin el poder político –entendido siempre como medio, no como fin- no es posible el cumplimiento de nuestras aspiraciones y programas de trabajo.

El Partido Revolucionario Institucional desde su fundación ha pugnado y sigue pugnando por generar las condiciones necesarias para el desarrollo integral de la sociedad mexicana. Sin embargo, al día de hoy el pueblo de México sigue demandando mejores condiciones de vida.

La justicia social es un reclamo de la sociedad menos favorecida con el desarrollo económico, pero también es una deuda histórica con las grandes mayorías del país. No cejaremos en el propósito de contribuir, desde nuestra propia renovación, en la renovación del Partido, asegurando que esté a la altura de los cambios y transformaciones que atraviesa México de cara al siglo XXI.

La búsqueda del poder por el poder mismo es sinónimo de soberbia, que envilece y corrompe a las organizaciones. Por ello estaremos atentos en los procesos de competencia electoral para que los candidatos y representantes populares que surjan de nuestras filas se apeguen estrictamente a representar los intereses por los cuales fueron votados.
Una de las formas de alcanzar esos anhelos, vigorizando estructuralmente a nuestro Partido, es construyendo una gran alianza ciudadana para un México mejor, a través de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares.
Una gran alianza ciudadana para un México mejor significa, entre otros aspectos:
·      Reconocer y admirar las fortalezas del pueblo mexicano.
·      Compartir el hondo sentimiento humano que expresa el pueblo de México a través de la solidaridad.
·      Asumir la deuda que se tiene con los grupos marginados del país.
·      Poner realmente la política al servicio de la sociedad mexicana.
·      Establecer bases estructurales para permitir que la justicia social llegue a todos los niveles.
·      Mantener una consulta permanente entre los ciudadanos para conocer sus demandas y necesidades.
·      Saber escuchar y dar respuesta a las quejas ciudadanas.
·      Saber reconocer las cualidades de los líderes naturales.
·      Establecer permanentemente puentes de comunicación entre el Partido y la sociedad a través de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares.
·      Iniciar un proceso de penetración y trabajo directo con las diferentes organizaciones de la sociedad civil.
·      Incorporar un Código de Ética que regule el comportamiento público y privado de los militantes y simpatizantes de la Confederación.
·      Acotar el poder político al marco de la Ley.
·      Respetar la pluralidad política e ideológica.
Sobre estas bases, la Confederación trabajará para consolidarse como la columna vertebral de la alianza entre las clases medias, los grupos urbanos y los sectores populares con el Partido Revolucionario Institucional.
Esta alianza podemos entenderla en dos vertientes:
1.  Primera, como alianza entre la Confederación y el Partido, desde la óptica de que el Sector Popular, además de tener una organización nacional, es el interlocutor y puente más sólido entre las clases medias, los grupos populares y los sectores urbanos con el Partido.
2.  Segunda, como alianza entre la sociedad y la Confederación, pues diferenciarnos de otras ofertas políticas no es un obstáculo para considerar cuidadosamente llevar a cabo acciones conjuntas con organizaciones y expresiones sociales de todo tipo afines en ideología, metas y proyectos.
La Confederación Nacional de Organizaciones Populares entiende claramente que para renovarse debe reconocer de manera clara y honesta los errores del pasado, retomar y actualizar sus principios y proyectar una imagen moderna ante el pueblo de México.
En la coyuntura política actual, se hace indispensable pensar en las necesidades del país y pensar en estrategias reales, no solo enunciativas; pensar, además, que las grandes mayorías requieren de niveles dignos de vida y que el discurso que derive de la Declaración de Principios de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares refleje fielmente el sentir de nuestra militancia a lo largo y ancho del país.
Consideramos que este proceso de renovación debe enfatizar en diez grandes principios, cuya concreción en la sociedad y la política nacionales son la razón de ser de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares:

1. Defensa de la soberanía nacional.

La constante que ha marcado nuestra historia nacional ha sido la defensa de la soberanía.
Esta lucha es aún más necesaria en un mundo en constante evolución, donde lo que se ha pretendido sin ningún sustento ha sido borrar las fronteras como una simple condición de mercado o por definiciones de seguridad en donde lo que cuenta no es el Derecho, sino la fuerza.
Frente a esta situación, es imperativo de todo ciudadano tener muy claro lo que la soberanía nacional significa.
Para nosotros, soberanía nacional es oponernos a todo aquello que intente vulnerar nuestro territorio, nuestra población, nuestra identidad nacional y nuestros recursos, tanto económicos como naturales.

2. Defensa de la democracia y sus valores.

Por democracia entendemos no solamente el acto libre y soberano de elegir a nuestros gobernantes, sino la más amplia participación ciudadana en el ámbito de lo económico, lo político y lo social, junto con la equidad en todos los derechos consagrados en la Constitución.
Entre éstos, en particular, la Confederación está comprometida con las garantías individuales y los derechos humanos, por cuyo cabal respeto pugnará, evitando a toda costa cualquier forma de abuso del poder que ponga en riesgo la dignidad e integridad de cualquier ciudadano. El respeto a los derechos humanos es la base del respeto al Estado de Derecho.
Promovemos en especial los derechos de la mujer, subrayando la importancia de su participación en todos los órdenes de la vía pública. La mujer cenopista debe hacerse presente en los puestos de representación política y en la Administración Pública.
Para preservar y asegurar un mejor futuro para los jóvenes, se promoverá de modo sistemático la formación de cuadros juveniles que inyecten mayor vitalidad a la Confederación.
Sostenemos que la participación ciudadana es fundamental para construir un país más democrático, ya que a través de ella se construirán consensos y se evitarán abusos por parte de los gobernantes.
El poder político debe ser limitado mediante la participación activa y responsable de los militantes, y al mismo tiempo estar acotado por el marco constitucional y de la propia Ley.
Consecuencia clara de todo lo anterior es el compromiso básico de respeto a la militancia. Nuestro militante debe contar con una ética que garantice su actuación ejemplar en todos los ámbitos en que se desarrolla. Igualmente, su permanente capacitación es un rubro indispensable.

3. Combate a la pobreza para la justicia social.

La sociedad mexicana se sigue transformando rápidamente de una sociedad rural a una sociedad urbana, lo que ha traído como consecuencia el aumento de los cinturones de miseria en nuestras ciudades.
No basta con reconocer cuántos millones de pobres existen en México, ni tampoco simular combatir la pobreza con programas asistencialistas de coyuntura.
El problema requiere de una articulación de políticas públicas de fondo cuyo objetivo en primera instancia propicie una mejor distribución de la riqueza.
Para ello, hay que oponerse a la acumulación de la riqueza en pocas manos, a los monopolios y a la tiranía insensible del mercado, desterrando políticas individualistas centradas en el solo afán de lucro y defendiendo el sistema de economía mixta bajo la rectoría del Estado.
Hay también que anteponer los fines de la sociedad al afán inmoderado de beneficios personales, mediante mecanismos de redistribución de la riqueza, pugnando por la regulación de la especulación financiera y oponiéndose de manera frontal a todas aquellas políticas que de un modo u otro lesionen la economía de la sociedad mexicana.
El objetivo es abatir los niveles de pobreza y de marginación, promoviendo rangos más altos de bienestar popular que se reflejen en la vivienda, la salud, el empleo y el medio ambiente.


4. Combate a la inseguridad pública para la libertad.

Los problemas de la inseguridad crecen en proporción con el grado de urbanización que alcanza cada sociedad.
Uno de los grandes problemas de las sociedades modernas y muy en especial de la sociedad mexicana es la inseguridad creciente. En estos tiempos la protección de la integridad física y moral de las personas, así como de sus propiedades, es una exigencia que no admite demora.
La Confederación exigirá a las autoridades soluciones que, además de propugnar por medidas persecutorias y de enjuiciamiento de los transgresores de la ley, contemple paralelamente un programa de prevención del delito que permita resolver las causas de fondo que llevan a los individuos a delinquir.
Se pronuncia además de manera categórica en favor de un programa que analice y evalúe la responsabilidad que tienen todos los agentes sociales en dicha problemática. En dicho programa, se debe abordar, en forma muy especial, la responsabilidad de algunos medios masivos de comunicación en la difusión y proliferación de vicios y adicciones y en la exaltación de modelos de conducta negativos.
En este marco, exigimos castigos ejemplares para delitos como el narcotráfico, la prostitución infantil, la violación y los secuestros.
Exigimos también una reforma profunda de las corporaciones policiales y de los órganos de procuración de justicia.
Consideramos al fortalecimiento del Poder Judicial, tanto en el ámbito federal como en el local, como un elemento indispensable para asegurar el imperio del Derecho y un efectivo combate a la inseguridad y la impunidad.

5. Impulso a la educación como base del progreso y la justicia social.

Las clases medias, los grupos populares y los sectores urbanos de México demandan cada día más y mejores niveles de educación.
Creemos que el único medio capaz de generar riqueza tanto moral como económica para el individuo y para su sociedad es la educación, pues de ella se derivan las soluciones a los grandes problemas que hoy confronta la sociedad mexicana.
La Confederación Nacional de Organizaciones Populares se manifiesta de manera explícita en favor del fortalecimiento de la educación pública, laica y gratuita, oponiéndose a cualquier intento de vulnerarla.
Defendemos igualmente a la universidad pública y a todas las instituciones públicas de educación superior, por cuya consolidación pugnamos.
Debe hacerse de la enseñanza de la Historia de México y de los valores cívicos un baluarte en la defensa de la República.
La Confederación seguirá luchando para que el Estado mexicano incluya en el ámbito de la obligatoriedad de la enseñanza pública el acceso a la educación preescolar completa.
Entendemos a la cultura es como un aspecto fundamental para el desarrollo armónico de los mexicanos, que exige garantizar los espacios y los recursos necesarios para su crecimiento.
La recreación posibilita la integración familiar y social de todos los miembros de la comunidad, por lo que la Confederación promoverá que en los tres niveles de gobierno se garantice plenamente este derecho, construyendo para tal efecto áreas verdes al igual que parques y jardines, así como centros deportivos.

6. Sano desarrollo económico para la igualdad de oportunidades.

En un mundo globalizado como el que hoy vivimos, el intenso intercambio de bienes y servicios a nivel mundial ha incidido en la dinámica y orientación de la economía nacional, afectando sobre todo a las clases medias urbanas.
Consideramos que los flujos de inversiones hacia nuestro país deben reflejarse en el nivel de vida de las familias y en la capacitación que les permita a los ciudadanos mejores niveles de competitividad.
Un adecuado equilibrio entre las exigencias del mercado externo y el desarrollo y fortalecimiento del mercado interno es inaplazable.
Esto exige avanzar en mejores sistemas de capacitación en y para el trabajo.
Exige igualmente impulsar y promover la cultura de la calidad total en todos los ámbitos de la producción y los servicios.
Por otra parte, se hace indispensable adicionar a nuestro sistema educativo nacional con nuevas herramientas que permitan el desarrollo integral del individuo a través del manejo de tecnologías computacionales y el dominio de lenguas extranjeras.
Sobre estas bases, habrá de promoverse el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, del cooperativismo, las oportunidades de empleo, el más amplio acceso a créditos y la promoción a las actividades agropecuarias, buscando como objetivo fundamental el desarrollo sustentable de México.

7. Federalismo para la equidad en la distribución de los recursos públicos.

El federalismo es un concepto que debe dejar de ser sólo un mero referente del discurso para dar pie a un proceso real de transformación en el desarrollo equitativo y equilibrado del país, desterrando para siempre la sombra del centralismo y la verticalidad en la toma de decisiones.
La Confederación promoverá mediante una amplia consulta nacional la modernización del sistema hacendario de México y la revisión y fortalecimiento de las facultades del propio Poder Ejecutivo Federal, de los Estados y el Distrito Federal, así como de los municipios, para que exista una verdadera coordinación de los tres niveles de gobierno, haciendo del federalismo fiscal un motor de desarrollo regional.

8. Defensa de los mexicanos en el extranjero.

La Confederación está comprometida a proteger a nuestros migrantes a través de políticas que atiendan sus problemas y que garanticen el respeto a sus derechos mediante acuerdos con las instituciones correspondientes.

9. Combate a la discriminación de cualquier tipo.

Como sociedad no aceptamos el hecho de que aún exista algún tipo de discriminación.
Por ello, la Confederación ratifica su compromiso con la equidad de género y el apoyo irrestricto a los adultos en plenitud, las personas con discapacidad, los grupos étnicos y la pluralidad cultural.
Asimismo nos pronunciamos a favor del pleno respeto a los derechos de los niños y de los jóvenes, así como en contra de cualquier intento de vulnerar su desarrollo físico y mental.

10. La revaloración de la política como actividad con sentido ético y de servicio a la sociedad.

Como organización conformada por hombres y mujeres libres, el comportamiento ético y la honorabilidad que guían a los militantes de la Confederación en la actividad política y social serán plenamente consecuentes, observando y promoviendo la plena congruencia entre el discurso y la acción, entre la ideología y la práctica, entre los principios y los fines.
Conforme a las disposiciones de la Convocatoria, el Reglamento y el Reglamento de Debates de la Asamblea Nacional Extraordinaria, este Dictamen de Declaración de Principios fue aprobado con el carácter de Resolución de la misma por los Delegados integrantes de la Mesa Temática de Declaración de Principios y el Pleno de Conclusiones el día diecinueve de noviembre de dos mil dos, haciéndose constar lo anterior para los efectos correspondientes.

POR LA MESA DIRECTIVA DE LA MESA TEMÁTICA DE DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC. MARIANO PALACIOS ALCOCER. EL SECRETARIO TÉCNICO, EN FUNCIONES DE RELATOR, LIC. JULIO CÉSAR CORDOVA. – POR LA MESA DIRECTIVA DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC. MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA. EL SECRETARIO, LIC. HÉCTOR YUNES LANDA.

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