Declaración de Principios
La lucha política y social de
México por la democracia y la justicia.
La
Confederación Nacional de
Organizaciones Populares se concibe a sí misma, ante todo, como un instrumento
de la lucha política y social de los ciudadanos, que pretende servir a la
propia sociedad para organizarse y pugnar por sus derechos y aspiraciones.
Desde su
fundación, en 1943, la
Confederación participa activamente en la vida nacional,
aportando sus ideas en el desarrollo de México y promoviendo las demandas
principales de los grupos populares, las clases medias y los sectores urbanos
del país, a quienes abre vías para acceder a la más amplia representación
política, contribuyendo con ello a que la sociedad organizada concurra
eficazmente en la conducción y evaluación de la función pública y en las
grandes tareas del Estado.
Para ello, la Confederación
mantiene una permanente política de vinculación con otras fuerzas políticas y
sociales que coinciden con sus principios y objetivos. En particular, refuerza
día con día su alianza histórica con el Partido
Revolucionario Institucional,
sustentada en firmes bases y compromisos de carácter ideológico, estratégico y
programático. Hacer cada día más fuerte esta plataforma partidaria, sobre la
base de la vinculación con la sociedad, con un enfoque moderno, combativo y
democrático, es nuestro compromiso.
La postura
básica de la
Confederación, tanto en su conformación interna como en sus
alianzas partidarias y en sus relaciones con otras organizaciones sociales, ha
consistido en promover invariablemente un frente integrado por las fuerzas más
consecuentes y representativas en la defensa y promoción de la soberanía
popular, la democracia y la justicia social.
Ésta es, en sí
misma, una estrategia de asociación que se nutre de múltiples intereses y
expresiones sociales, cada uno de los cuales desarrollan, en el marco general
de los Principios y el Programa Común, las formas de organización y lucha que
mejor convienen a sus reivindicaciones.
La Confederación es, así, una organización de organizaciones y una organización de
militantes, pero también una organización de causas, que asume un papel activo
en las contiendas políticas así como en el debate nacional, al mismo tiempo que
mantiene un compromiso directo en la organización y defensa de los intereses de
quienes la integran, y del conjunto de la sociedad, conforme a los fines y
objetivos específicos que compartimos.
La Confederación sostiene que el fin esencial de esta gran alianza progresista es
desarrollar, impulsar y vigorizar la democracia social, entendida como la lucha
por asegurar el fundamento y contenido social de las políticas públicas, dando
cauce a la energía y participación popular en la conducción de la sociedad
misma.
Muchos pueblos
fueron capaces de desarrollar imponentes organizaciones e instituciones
enfocadas a la protección social, pero la experiencia demuestra que, además, es
necesario construir mecanismos eficaces de control social del poder para evitar
desviaciones en su ejercicio.
En la
integración de la representación pública o en la definición de las políticas
gubernamentales no se agota el interés social, sino que éste exige rendición de
cuentas, transparencia y garantías de que los ciudadanos podrán vigilar
cotidianamente el apego del Estado a la voluntad popular: ésta es la clave de
la democracia social.
Por eso, la
única palanca que puede dar sentido social integral a las políticas
gubernamentales, así como legitimidad a la acción de los partidos y las
organizaciones, es la democracia social.
El pueblo de
México, tras seculares luchas, es inequívoco y categórico: entendemos por
democracia al régimen donde se eleva permanentemente el nivel de vida material
y cultural de la población. La democracia no es únicamente un ejercicio
electivo formal, sino un régimen social cuyo objetivo es vivir mejor, más
libres, más cultos, más seguros por la protección que nos brindan nuestras
leyes e instituciones, con más recursos, con igualdad de oportunidades para el
bienestar, con mayores apoyos a quienes más los necesitan.
De aquí
nuestra convicción de que justicia y democracia son términos inseparables. Por
ello postulamos y defendemos la democracia social, donde no hay democracia sin
justicia ni justicia sin democracia, en un marco de legalidad, con la activa
participación de los ciudadanos.
Es por ello
también que fortalecer y preservar la soberanía del pueblo y de la Nación es la razón de ser
de nuestra organización. A su amparo aseguramos las garantías básicas para que
el país y los ciudadanos promuevan con su propio esfuerzo y voluntad un clima
propicio de desarrollo y progreso.
El Estado de
Derecho es la máxima expresión de esta soberanía popular. Defenderlo, ampliarlo
y democratizarlo es una tarea central para evitar que la impunidad, la
discrecionalidad o la imposición de los intereses particulares prevalezcan por
encima de la Nación,
los ciudadanos y las Leyes.
Ciudadanizar a
los partidos y a las organizaciones sociales es la vía para promover la democracia
social. Con este propósito, la
Confederación seguirá avanzando para consolidarse como una
organización de causas ciudadanas, comprometida en impulsar la lucha de los más
variados grupos de la compleja sociedad mexicana, prestándoles apoyo e incorporándolos
a la lucha general por la justicia y la democracia social.
Nuestra ideología socialdemócrata en acción.
La sociedad es
cada vez más compleja y requiere de procesos permanentes de consenso para que
los ciudadanos y sus múltiples intereses y organizaciones tengan asegurado el
debido reconocimiento social y libertad.
Las garantías
individuales y derechos sociales deben ser escrupulosamente respetados: la
libertad de pensamiento, la libre manifestación de las ideas, las libertades de
asociación, de tránsito y de actividad económica, así como el derecho a la
salud, a la alimentación, a la educación, a la información, al trabajo y a la
vivienda, son ejes fundamentales de la vida socioeconómica moderna, debiéndose
consolidar y ampliar en un marco de justicia, legalidad y democracia.
México se
organiza como una Federación a partir de la soberanía de los Estados y la
conciencia colectiva de pertenecer a una sola Nación. Es una tarea urgente
perfeccionar nuestra organización federal, combatiendo las tendencias del
centralismo, unas de carácter político y otras inerciales, así como las
desigualdades que genera la concentración de riqueza y oportunidades, la
inequidad en el apoyo solidario y la ausencia de una visión estratégica de
largo plazo para desarrollar armónicamente al país, aprovechando las
posibilidades, riquezas naturales y condiciones particulares de los Estados y
municipios.
Aisladamente,
los Estados de la
Federación y los municipios no podrán ser plenamente
autónomos y exitosos en su gestión. Requieren de los recursos para mantener su
infraestructura, crecer, desarrollarse y potenciar sus particularidades.
La propia
Federación corre el mismo peligro si no logra reunir los recursos nacionales
para desarrollar los aspectos básicos y estratégicos de largo plazo, la
infraestructura general y los servicios que ayuden a todos y cada uno de los
Estados a potenciar sus cualidades y mitigar sus retrasos.
Necesitamos
planes estratégicos viables, no discursos abstractos sobre el federalismo, la
soberanía de los estados y el municipio libre, asumiendo un gran acuerdo
nacional que fije los parámetros requeridos y reconozca plenamente las
dificultades y desigualdades, a efecto de priorizar el gasto federal para
lograr una tarea esencial de dignidad, justicia, democracia y seguridad
nacional, distribuyendo equitativamente en las regiones los servicios, el
empleo y las oportunidades de trabajo e inversión.
No es posible
que algunas regiones que concentran las potencialidades de recursos naturales
para generar energéticos, por ejemplo, carezcan de luz y combustibles, o que
sólo algunas ciudades de algunos Estados concentren y carguen el peso de la
educación, salud, otros servicios y oportunidades de empleo, vivienda e
inversión, desatendiendo a población que carece de estos elementos
indispensables, porque en sus lugares de origen falta inversión y calidad en
sus bienes o servicios.
En este mismo
sentido, la división y el respeto entre los Poderes del Estado, en los términos
de la
Constitución Política, son un garante para que la sociedad
tenga el equilibrio, la responsabilidad compartida de velar por los intereses
de la Nación,
el respeto a la soberanía e iniciativa popular, la rendición de cuentas, la
aplicación de la justicia y la interpretación jurídica en caso de controversia.
Cuando
hablamos de Nación, de Patria y de pueblo, los criterios económicos de
eficiencia, ganancia y retorno de la inversión, al que nos somete el
vertiginoso modo de vida globalizado, no pueden ser prioridad ni parámetro
válido.
México no es
un negocio o una sociedad anónima que demanda gerentes calculadores y
eficientes a cualquier precio. Tampoco es un espacio geográfico con población y
recursos disponibles al mejor postor para hacer ganancias a costa de la
desigualdad y marginación, la postración y el atraso de regiones o la
concentración absurda de recursos para satisfacer a los negociantes de lo
inmediato y la máxima ganancia.
México es una
Patria, con dignidad y conciencia histórica, con personalidad propia: es hogar
común, origen y destino de más de cien millones de mexicanos, tanto los que
viven dentro de sus fronteras como los que habitan fuera de ellas.
Precisamente
por ello, la
Confederación postula el principio de la rectoría estatal y
de la inversión pública en las áreas estratégicas para México, que deben estar
y están claramente estipuladas en la Constitución, y que por su naturaleza y
trascendencia deben ser incuestionablemente nacionales.
Las empresas y
empresarios, pequeños, medianos y grandes, que además de su legítimo interés procuran
el desarrollo de México y de sus mercados, el bienestar de los trabajadores y
la población, son parte del mismo proyecto histórico y, como tales, tienen
cabida, voz y lugar en nuestra organización, trinchera de todos los mexicanos
por un México mejor.
Pugnamos por
un gran plan estratégico nacional, donde se establezcan acuerdos acerca de la
manera de financiar y orientar el gasto de la Federación a aquellas
regiones, sectores sociales y ramas productivas o de servicios que aseguren
equidad, bienestar, seguridad, empleo, desarrollo científico y tecnológico,
oportunidades, fortalecimiento del mercado interno y competitividad creciente.
Las clases
medias, los grupos populares y los sectores urbanos del país han sido
protagonistas de importantes luchas, que han contribuido a las libertades y a
las instituciones y prácticas democráticas imperantes. Velar por su
fortalecimiento y promover su unidad en la acción por la defensa de México es
tarea permanente de la
Confederación.
En la medida
en que la Nación
crece y se diversifica se crean nuevas actividades e intereses, así como
profesiones y disciplinas técnicas, comerciales y de servicios. Surgen
asociaciones de profesionistas, científicos y empresarios, así como
organizaciones de defensa de los derechos humanos, del medio ambiente y de los
más variados intereses sociales.
Respetar las
diferencias de las organizaciones sociales existentes y de las que surjan por
el propio desarrollo económico, político y social, asegurando su derecho a
expresarse, organizarse y combatir por sus demandas, será la norma de trabajo
para que nuestra Confederación construya una nueva red de fuerzas sociales
capaces de hacer que la lucha política y social deje de ser ajena a los
ciudadanos y a sus legítimos medios de expresión organizada.
Pugnamos por
el fortalecimiento de la formación cívica, entendida como la actitud de
compromiso personal con la legalidad, con los derechos de los demás y con el
amor por México.
Mantenemos un
nacionalismo profundo, porque estamos orgullosos de nuestra forma de ser y
apreciar la vida, de nuestra cultura, de nuestra soberanía y de nuestras
conquistas. Asimismo, el atraso, la pobreza y la falta de oportunidades son un
estímulo para profundizar nuestro compromiso por un México mejor.
Nuestro
nacionalismo es fruto de una lucha permanente por afirmar la identidad y el
proyecto soberanos de México, no para dominar o sojuzgar a otros pueblos.
Nuestro nacionalismo es para honrar y enriquecer a la humanidad con nuestro
propio acento.
México es un
mosaico gigantesco de pueblos y paisajes; surge y se desarrolla en un constante
mestizaje y en permanente adopción de los avances de la humanidad.
Preservar la
cultura milenaria que hemos heredado, para seguir nutriendo a la nacionalidad
mexicana, empieza por respetarla, conocerla, asumirla, vivirla y desarrollarla
en nuestro diario existir.
Con profundo
dolor constatamos cómo millones de compatriotas parten en busca de
oportunidades y mejores niveles de vida que no encuentran en nuestra nación.
Defenderemos,
por todos los medios y en todas las instancias bilaterales y multilaterales,
sus derechos como personas y trabajadores. Mantendremos estos mismos principios
para enfrentar y resolver la migración hacia nuestro territorio.
La Confederación pondrá especial atención en enfrentar los efectos de la desigualdad
en los sectores más vulnerables y marginados. La población que se encuentra
disminuida en cualquiera de sus capacidades debe ser objeto de programas
permanentes y eficientes que les permitan su incorporación económica y social
plena.
La defensa de
los pensionados y jubilados, para que vivan sin zozobra, además de elemental
justicia, es una lucha que a todos compete y debemos prever su magnitud
creciente.
Los recortes
al gasto social y a la seguridad social son una constante a escala mundial, que
atenta contra los intereses populares. Los gobiernos no deben olvidar sus
obligaciones sociales y pretender que sean los mismos trabajadores quienes vean
por su propia jubilación, cuando sus percepciones apenas les permiten sobrevivir
y poco o nada pueden ahorrar, o que los enfermos enfrenten sistemas de salud
privados y que las familias sufraguen una educación de calidad en instituciones
privadas o paguen guarderías, por citar algunos rubros.
Los fondos de
retiro únicamente deben estar al servicio de los propios trabajadores y de los
grandes proyectos nacionales. No permitiremos que se conciban y utilicen como
si fueran gigantescas bolsas financieras para que intereses particulares
generen más negocios enteramente privados.
Los mexicanos
no podemos aceptar que el ahorro interno y las políticas de crédito sean
manejadas para fines distintos al de nuestro propio desarrollo independiente.
Será una lucha permanente de la Confederación que los mexicanos invirtamos y
reinvirtamos en fondos que promuevan el desarrollo de áreas y empresas
estratégicas.
La niñez y la
juventud son la reserva humana portadora de nuestro futuro. De la calidad de su
alimentación, desarrollo físico, condiciones de vida, educación, formación y
valores depende que México sea siendo lo que es y lo sea cada vez mejor.
La educación
debe ser la palanca fundamental para fortalecer la conciencia nacional y la
capacidad de emplear el desarrollo para elevar el nivel de vida material y
espiritual de la población, así como para generar bienes y servicios de calidad
e insertarnos como actores importantes en las grandes corrientes de la economía
mundial.
La educación y
la preparación técnica y científica nacional deben orientarse conforme al
Artículo Tercero de la
Constitución, nutriéndose de los avances más relevantes que
nos ofrece la comunidad mundial y logrando la correspondencia entre lo que se
estudia y lo que se requiere y demanda efectivamente en la vida socioeconómica
nacional e internacional.
Postulamos que
la equidad de género, entendida como igualdad de oportunidades en igualdad de
circunstancias, es para que mujeres y hombres tengan jurídica, económica,
social y laboralmente las mismas posibilidades de desarrollo, sin menoscabo de
las características, necesidades y diferencias propias.
II.- NUESTROS PRINCIPIOS Y COMPROMISOS CON LA SOBERANIA, LA DEMOCRACIA Y LA JUSTICIA SOCIAL.
Naturaleza
y carácter de la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares.
Con base en
nuestros principios ideológicos, concebimos a la Confederación como
una gran alianza política y social.
Planteamos, en
primer lugar, una alianza histórica esencial entre la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares y el Partido Revolucionario Institucional, basada
en la defensa de los principios que dan carácter vanguardista y progresista al
Partido.
Esta alianza
es hoy un instrumento estratégico para recuperar espacios políticos y para
conservar los que mantenemos, entendiendo que sin el poder político –entendido
siempre como medio, no como fin- no es posible el cumplimiento de nuestras
aspiraciones y programas de trabajo.
El Partido
Revolucionario Institucional desde su fundación ha pugnado y sigue pugnando por
generar las condiciones necesarias para el desarrollo integral de la sociedad
mexicana. Sin embargo, al día de hoy el pueblo de México sigue demandando
mejores condiciones de vida.
La justicia
social es un reclamo de la sociedad menos favorecida con el desarrollo
económico, pero también es una deuda histórica con las grandes mayorías del país.
No cejaremos en el propósito de contribuir, desde nuestra propia renovación, en
la renovación del Partido, asegurando que esté a la altura de los cambios y
transformaciones que atraviesa México de cara al siglo XXI.
La búsqueda
del poder por el poder mismo es sinónimo de soberbia, que envilece y corrompe a
las organizaciones. Por ello estaremos atentos en los procesos de competencia
electoral para que los candidatos y representantes populares que surjan de
nuestras filas se apeguen estrictamente a representar los intereses por los
cuales fueron votados.
Una de las
formas de alcanzar esos anhelos, vigorizando estructuralmente a nuestro
Partido, es construyendo una gran alianza ciudadana para un México mejor, a
través de la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares.
Una gran
alianza ciudadana para un México mejor significa, entre otros aspectos:
·
Reconocer y admirar las
fortalezas del pueblo mexicano.
·
Compartir el hondo sentimiento
humano que expresa el pueblo de México a través de la solidaridad.
·
Asumir la deuda que se tiene
con los grupos marginados del país.
·
Poner realmente la política al
servicio de la sociedad mexicana.
·
Establecer bases estructurales
para permitir que la justicia social llegue a todos los niveles.
·
Mantener una consulta permanente
entre los ciudadanos para conocer sus demandas y necesidades.
·
Saber escuchar y dar respuesta
a las quejas ciudadanas.
·
Saber reconocer las cualidades
de los líderes naturales.
·
Establecer permanentemente
puentes de comunicación entre el Partido y la sociedad a través de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares.
·
Iniciar un proceso de
penetración y trabajo directo con las diferentes organizaciones de la sociedad
civil.
·
Incorporar un Código de Ética
que regule el comportamiento público y privado de los militantes y
simpatizantes de la
Confederación.
·
Acotar el poder político al
marco de la Ley.
·
Respetar la pluralidad política
e ideológica.
Sobre estas
bases, la Confederación
trabajará para consolidarse como la columna vertebral de la alianza entre las
clases medias, los grupos urbanos y los sectores populares con el Partido
Revolucionario Institucional.
Esta alianza podemos entenderla en dos
vertientes:
1.
Primera, como alianza entre la Confederación y el
Partido, desde la óptica de que el Sector Popular, además de tener una
organización nacional, es el interlocutor y puente más sólido entre las clases
medias, los grupos populares y los sectores urbanos con el Partido.
2.
Segunda, como alianza entre la
sociedad y la
Confederación, pues diferenciarnos de otras ofertas políticas
no es un obstáculo para considerar cuidadosamente llevar a cabo acciones
conjuntas con organizaciones y expresiones sociales de todo tipo afines en
ideología, metas y proyectos.
La
Confederación Nacional de
Organizaciones Populares entiende claramente que para renovarse debe reconocer
de manera clara y honesta los errores del pasado, retomar y actualizar sus
principios y proyectar una imagen moderna ante el pueblo de México.
En la
coyuntura política actual, se hace indispensable pensar en las necesidades del
país y pensar en estrategias reales, no solo enunciativas; pensar, además, que
las grandes mayorías requieren de niveles dignos de vida y que el discurso que
derive de la Declaración
de Principios de la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares refleje
fielmente el sentir de nuestra militancia a lo largo y ancho del país.
Consideramos
que este proceso de renovación debe enfatizar en diez grandes principios, cuya
concreción en la sociedad y la política nacionales son la razón de ser de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares:
1. Defensa de la soberanía nacional.
La constante que ha marcado nuestra
historia nacional ha sido la defensa de la soberanía.
Esta lucha es
aún más necesaria en un mundo en constante evolución, donde lo que se ha
pretendido sin ningún sustento ha sido borrar las fronteras como una simple
condición de mercado o por definiciones de seguridad en donde lo que cuenta no
es el Derecho, sino la fuerza.
Frente a esta
situación, es imperativo de todo ciudadano tener muy claro lo que la soberanía
nacional significa.
Para nosotros,
soberanía nacional es oponernos a todo aquello que intente vulnerar nuestro
territorio, nuestra población, nuestra identidad nacional y nuestros recursos,
tanto económicos como naturales.
2. Defensa de la democracia y sus valores.
Por democracia
entendemos no solamente el acto libre y soberano de elegir a nuestros
gobernantes, sino la más amplia participación ciudadana en el ámbito de lo
económico, lo político y lo social, junto con la equidad en todos los derechos
consagrados en la
Constitución.
Entre éstos,
en particular, la
Confederación está comprometida con las garantías
individuales y los derechos humanos, por cuyo cabal respeto pugnará, evitando a
toda costa cualquier forma de abuso del poder que ponga en riesgo la dignidad e
integridad de cualquier ciudadano. El respeto a los derechos humanos es la base
del respeto al Estado de Derecho.
Promovemos en
especial los derechos de la mujer, subrayando la importancia de su
participación en todos los órdenes de la vía pública. La mujer cenopista debe
hacerse presente en los puestos de representación política y en la Administración Pública.
Para preservar
y asegurar un mejor futuro para los jóvenes, se promoverá de modo sistemático
la formación de cuadros juveniles que inyecten mayor vitalidad a la Confederación.
Sostenemos que
la participación ciudadana es fundamental para construir un país más
democrático, ya que a través de ella se construirán consensos y se evitarán
abusos por parte de los gobernantes.
El poder
político debe ser limitado mediante la participación activa y responsable de
los militantes, y al mismo tiempo estar acotado por el marco constitucional y
de la propia Ley.
Consecuencia
clara de todo lo anterior es el compromiso básico de respeto a la militancia.
Nuestro militante debe contar con una ética que garantice su actuación ejemplar
en todos los ámbitos en que se desarrolla. Igualmente, su permanente
capacitación es un rubro indispensable.
3. Combate a la pobreza para la justicia
social.
La sociedad
mexicana se sigue transformando rápidamente de una sociedad rural a una
sociedad urbana, lo que ha traído como consecuencia el aumento de los
cinturones de miseria en nuestras ciudades.
No basta con
reconocer cuántos millones de pobres existen en México, ni tampoco simular
combatir la pobreza con programas asistencialistas de coyuntura.
El problema
requiere de una articulación de políticas públicas de fondo cuyo objetivo en
primera instancia propicie una mejor distribución de la riqueza.
Para ello, hay
que oponerse a la acumulación de la riqueza en pocas manos, a los monopolios y
a la tiranía insensible del mercado, desterrando políticas individualistas
centradas en el solo afán de lucro y defendiendo el sistema de economía mixta
bajo la rectoría del Estado.
Hay también
que anteponer los fines de la sociedad al afán inmoderado de beneficios
personales, mediante mecanismos de redistribución de la riqueza, pugnando por
la regulación de la especulación financiera y oponiéndose de manera frontal a
todas aquellas políticas que de un modo u otro lesionen la economía de la
sociedad mexicana.
El objetivo es
abatir los niveles de pobreza y de marginación, promoviendo rangos más altos de
bienestar popular que se reflejen en la vivienda, la salud, el empleo y el
medio ambiente.
4. Combate a la inseguridad pública para la libertad.
Los problemas
de la inseguridad crecen en proporción con el grado de urbanización que alcanza
cada sociedad.
Uno de los
grandes problemas de las sociedades modernas y muy en especial de la sociedad
mexicana es la inseguridad creciente. En estos tiempos la protección de la
integridad física y moral de las personas, así como de sus propiedades, es una
exigencia que no admite demora.
La Confederación exigirá a las autoridades soluciones que, además de propugnar por
medidas persecutorias y de enjuiciamiento de los transgresores de la ley,
contemple paralelamente un programa de prevención del delito que permita
resolver las causas de fondo que llevan a los individuos a delinquir.
Se pronuncia
además de manera categórica en favor de un programa que analice y evalúe la
responsabilidad que tienen todos los agentes sociales en dicha problemática. En
dicho programa, se debe abordar, en forma muy especial, la responsabilidad de
algunos medios masivos de comunicación en la difusión y proliferación de vicios
y adicciones y en la exaltación de modelos de conducta negativos.
En este marco,
exigimos castigos ejemplares para delitos como el narcotráfico, la prostitución
infantil, la violación y los secuestros.
Exigimos
también una reforma profunda de las corporaciones policiales y de los órganos
de procuración de justicia.
Consideramos
al fortalecimiento del Poder Judicial, tanto en el ámbito federal como en el local,
como un elemento indispensable para asegurar el imperio del Derecho y un
efectivo combate a la inseguridad y la impunidad.
5.
Impulso a la educación como base del progreso y la justicia social.
Las clases
medias, los grupos populares y los sectores urbanos de México demandan cada día
más y mejores niveles de educación.
Creemos que el
único medio capaz de generar riqueza tanto moral como económica para el
individuo y para su sociedad es la educación, pues de ella se derivan las
soluciones a los grandes problemas que hoy confronta la sociedad mexicana.
La
Confederación Nacional de
Organizaciones Populares se manifiesta de manera explícita en favor del
fortalecimiento de la educación pública, laica y gratuita, oponiéndose a
cualquier intento de vulnerarla.
Defendemos
igualmente a la universidad pública y a todas las instituciones públicas de
educación superior, por cuya consolidación pugnamos.
Debe hacerse
de la enseñanza de la
Historia de México y de los valores cívicos un baluarte en la
defensa de la República.
La Confederación seguirá luchando para que el Estado mexicano incluya en el ámbito
de la obligatoriedad de la enseñanza pública el acceso a la educación
preescolar completa.
Entendemos a
la cultura es como un aspecto fundamental para el desarrollo armónico de los
mexicanos, que exige garantizar los espacios y los recursos necesarios para su
crecimiento.
La recreación
posibilita la integración familiar y social de todos los miembros de la
comunidad, por lo que la
Confederación promoverá que en los tres niveles de gobierno
se garantice plenamente este derecho, construyendo para tal efecto áreas verdes
al igual que parques y jardines, así como centros deportivos.
6. Sano desarrollo económico para la igualdad de oportunidades.
En un mundo
globalizado como el que hoy vivimos, el intenso intercambio de bienes y
servicios a nivel mundial ha incidido en la dinámica y orientación de la
economía nacional, afectando sobre todo a las clases medias urbanas.
Consideramos
que los flujos de inversiones hacia nuestro país deben reflejarse en el nivel
de vida de las familias y en la capacitación que les permita a los ciudadanos
mejores niveles de competitividad.
Un adecuado
equilibrio entre las exigencias del mercado externo y el desarrollo y
fortalecimiento del mercado interno es inaplazable.
Esto exige
avanzar en mejores sistemas de capacitación en y para el trabajo.
Exige
igualmente impulsar y promover la cultura de la calidad total en todos los
ámbitos de la producción y los servicios.
Por otra
parte, se hace indispensable adicionar a nuestro sistema educativo nacional con
nuevas herramientas que permitan el desarrollo integral del individuo a través
del manejo de tecnologías computacionales y el dominio de lenguas extranjeras.
Sobre estas
bases, habrá de promoverse el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas,
del cooperativismo, las oportunidades de empleo, el más amplio acceso a
créditos y la promoción a las actividades agropecuarias, buscando como objetivo
fundamental el desarrollo sustentable de México.
7.
Federalismo para la equidad en la distribución de los recursos públicos.
El federalismo
es un concepto que debe dejar de ser sólo un mero referente del discurso para
dar pie a un proceso real de transformación en el desarrollo equitativo y
equilibrado del país, desterrando para siempre la sombra del centralismo y la
verticalidad en la toma de decisiones.
La Confederación promoverá mediante una amplia consulta nacional la modernización
del sistema hacendario de México y la revisión y fortalecimiento de las facultades
del propio Poder Ejecutivo Federal, de los Estados y el Distrito Federal, así
como de los municipios, para que exista una verdadera coordinación de los tres
niveles de gobierno, haciendo del federalismo fiscal un motor de desarrollo
regional.
8. Defensa de los mexicanos en el extranjero.
La Confederación está
comprometida a proteger a nuestros migrantes a través de políticas que atiendan
sus problemas y que garanticen el respeto a sus derechos mediante acuerdos con
las instituciones correspondientes.
9.
Combate a la discriminación de cualquier tipo.
Como sociedad
no aceptamos el hecho de que aún exista algún tipo de discriminación.
Por ello, la Confederación
ratifica su compromiso con la equidad de género y el apoyo irrestricto a los
adultos en plenitud, las personas con discapacidad, los grupos étnicos y la
pluralidad cultural.
Asimismo nos
pronunciamos a favor del pleno respeto a los derechos de los niños y de los
jóvenes, así como en contra de cualquier intento de vulnerar su desarrollo
físico y mental.
10. La revaloración de la política como
actividad con sentido ético y de servicio a la sociedad.
Como
organización conformada por hombres y mujeres libres, el comportamiento ético y
la honorabilidad que guían a los militantes de la Confederación en la
actividad política y social serán plenamente consecuentes, observando y
promoviendo la plena congruencia entre el discurso y la acción, entre la
ideología y la práctica, entre los principios y los fines.
Conforme a las
disposiciones de la
Convocatoria, el Reglamento y el Reglamento de Debates de la Asamblea Nacional
Extraordinaria, este Dictamen de Declaración de Principios fue aprobado con el
carácter de Resolución de la misma por los Delegados integrantes de la Mesa Temática de
Declaración de Principios y el Pleno de Conclusiones el día diecinueve de
noviembre de dos mil dos, haciéndose constar lo anterior para los efectos
correspondientes.
POR LA MESA DIRECTIVA DE LA MESA TEMÁTICA DE
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE,
LIC. MARIANO PALACIOS ALCOCER. EL SECRETARIO TÉCNICO, EN FUNCIONES DE RELATOR,
LIC. JULIO CÉSAR CORDOVA. – POR LA MESA DIRECTIVA DE LA ASAMBLEA NACIONAL
EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC. MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA. EL
SECRETARIO, LIC. HÉCTOR YUNES LANDA.
Programa de Acción
Dictamen aprobado con el carácter de
Resolución de la
Asamblea Nacional Extraordinaria de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares celebrada en la Ciudad de México, Distrito Federal, los días 19 y
20 de noviembre de 2002.
Dictamen aprobado con el carácter de
Resolución de la
Asamblea Nacional Extraordinaria de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares celebrada en la Ciudad de México, Distrito Federal, los días 19 y
20 de noviembre de 2002.
1.
CONCEPTOS BASICOS.
El Programa de
Acción es uno de los Documentos Básicos de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares, en el que se consignan los compromisos y acciones
generales que se propone llevar a cabo para materializar sus tesis ideológicas
y políticas, lograr sus fines y objetivos y dar respuesta a las organizaciones
y ciudadanos que la integran.
Comprende este
Documento el compromiso de asumir el Programa de Acción del Partido
Revolucionario Institucional, con el que la Confederación
mantiene una firme alianza en la lucha política por el desarrollo integral y el
bienestar social en un México soberano con igualdad, democracia y justicia.
El
cumplimiento del Programa de Acción de la CNOP debe apoyarse en la política, entendida como
instrumento eficaz y legítimo para hacer coincidir nuestra acción con las
orientaciones de los movimientos sociales que definieron a nuestro país y
determinaron el surgimiento de nuestro Partido y con las demandas de las clases
medias, los sectores urbanos y los grupos populares, que, por una parte, siguen
enfrentando situaciones de desigualdad y marginación y, por la otra, tienen la
aspiración y la esperanza de avanzar en sus condiciones y calidades de vida,
como producto de su propio esfuerzo.
Comprometidos
con un régimen de Derecho que debemos fortalecer, las acciones de los
cenopistas se fundamentarán en la ley y se respaldarán en la moral ciudadana,
que serán las bases de su legalidad y solidez.
2. IDENTIDAD HISTÓRICA DE LA CONFEDERACION NACIONAL
DE ORGANIZACIONES POPULARES
La Confederación encuentra su identidad y contenido en la profundidad de sus raíces
y de su evolución, que le otorgan plena justificación histórica, así como en la
diversidad de las actividades de las organizaciones y los militantes que la
integran y en el acelerado proceso de transformación de la vida rural a la
urbana, que junto con el coincidente aumento de población trajo el crecimiento
acelerado de las ciudades, localidades y comunidades en general en nuestro
país.
Como
consecuencia de la acción y dinamismo de los Gobiernos surgidos de la Revolución Mexicana,
a las clases medias y los grupos urbanos y populares, como sectores emergentes
en la sociedad, les correspondió transitar durante un largo periodo de
estabilidad política y paz social, con desarrollo en todos los órdenes, después
de largas etapas de sucesivos conflictos y guerras civiles a partir de las
luchas por la
Independencia.
En esa intensa
actividad, la
Confederación impulsó y apoyó los avances y la consecución de
las metas y objetivos de estos grupos, promovió la solución de sus problemas y
definió su personalidad, no obstante las características diversas de sus
integrantes y lo heterogéneo de sus componentes, con un denominador común: la
lucha por su reivindicación y superación política, social y económica y por la
grandeza de México.
3.
EL MARCO PROGRAMÁTICO DE LA
CONFEDERACIÓN.
Los
antecedentes citados constituyen el soporte histórico de nuestro Programa de
Acción, en el que partimos de la necesidad de ser fieles a los orígenes, pero
también de responder a los nuevos retos que plantea la evolución de la
sociedad, buscando una más clara proyección hacia el futuro.
Esto hace que
sea necesaria la instrumentación de estrategias consecuentes con la realidad
del país, con plena conciencia de la evolución de la sociedad en el corto y
mediano plazo, nutriendo los programas y acciones de la Confederación con
las demandas y propuestas de sus militantes y de los ciudadanos.
4.
EL ÁMBITO DE LA
CONFEDERACIÓN.
En el ámbito
de las clases medias y los grupos urbanos y populares del país se entreveran
reclamos y necesidades de diversa índole. Se encuentran, así, por una parte,
los problemas inherentes a la acumulación de rezagos por demandas desatendidas;
por la otra, las disfunciones que se derivan de la compleja red de relaciones
sociales, que hacen necesaria su organización, tratamiento y canalización
política eficaces, debido a la falta de precisión que ha existido para adecuar
con oportunidad las los programas y acciones de atención y de respuesta.
Este campo de
intereses de los grupos urbanos puede contemplarse desde el punto de vista
territorial, relacionándolo con el lugar donde se habita y se trabaja, o personal
y grupal, considerando las necesidades y aspiraciones de cada uno de los
individuos y las colectividades que forman.
En ambos
casos, es necesaria la vinculación de la Confederación con
ellos como premisa para construir formas relevantes de identificación,
comunicación y participación con nuevos modelos organizacionales, enriquecidos
con acciones de un profundo contenido social, planteadas en términos novedosos,
que evidencien la voluntad de construir puentes a su servicio, así como con el
gobierno, sin importar su origen electoral, como instancia obligada a atender y
resolver las demandas y exigencias colectivas .
5.
ENTORNO DEMOGRÁFICO.
Para precisar
los horizontes de acción que se perfilan en lo anterior, es fundamental
considerar en nuestro Programa los acelerados cambios por los que atraviesa la
población.
De acuerdo con
las estimaciones de la
Comisión Nacional de Población, la población de entre 15 y 24
años de edad aumentó de 9.2 a
20.5 millones entre 1970 y 2002. En la actualidad este grupo crece a un ritmo
de 0.75% aproximadamente y se prevé que su volumen alcanzará 21.5 millones en
el año 2010.
Por su parte,
la población de entre 25 y 64 años de edad pasó de 15.2 a 43.4 millones entre
1970 y 2002 y se prevé que su tamaño se seguirá incrementando en los próximos
lustros, alcanzando cerca de los 70 millones en el año 2030.
Finalmente, la
población de 65 años o más representa hoy día sólo 4.9% de la población total,
con alrededor de 5 millones de personas, pero su crecimiento ha sido muy
acelerado: pasó de 1.42% en 1980 y 1981 a cerca de 3.7% del total en la
actualidad. El incremento fue de 40 mil individuos en 1980 y 1981 y en el año
2002 llegó a 195 mil personas. Este segmento de la pirámide poblacional ha
acusado un crecimiento muy acelerado: hoy, uno de cada 20 mexicanos está en ese
grupo de edad y en el 2030, si la tasa de crecimiento se mantiene en ese nivel
(3.7%), representará a uno de cada ocho individuos, en tanto que en el 2050
será de uno de cada cuatro habitantes.
La tendencia
de crecimiento, como se observa, muestra que el aumento considerable del
segmento de adultos mayores habrá de demandar una especial atención en los
próximos años, gestionando programas específicos para este grupo de ciudadanos
que demanda una mejor calidad de vida.
Los cambios
indicados en la composición por edades tienen y seguirán teniendo importantes
consecuencias en la formación de un amplio espectro que gira en la segmentación
de la población. Estos cambios crean nuevas oportunidades, pero también
condiciones demográficas que plantean nuevos y más complejos desafíos que
obligan a gestionar programas de tipo social.
Por ejemplo,
en materia de vivienda, como consecuencia de la evolución demográfica de los
jóvenes y adultos, la demanda aumentará a razón de 800 mil por año durante las
próximas décadas, de tal manera que si en la actualidad existen 23.1 millones
de viviendas, en el año 2020 se requerirían 41.4 millones, lo que implica
construir en los próximos 20 años el equivalente a más del 80% de viviendas
actualmente disponibles.
En materia de
empleo, en la próxima década se integrarán al mercado de trabajo cerca de un
millón 200 mil mexicanos en promedio por año. En consecuencia, se estima que la
población económicamente activa, que actualmente se sitúa en 43.8 millones de
trabajadores, ascenderá a 55 millones en 2010 y a 64 millones en 2020, lo que
requiere programas de empleo permanente.
Adicionalmente,
debe tenerse presente que México sigue mostrando desde el punto de vista de la
distribución territorial dos facetas marcadamente contrastantes: por un lado,
la enorme dispersión de sus habitantes rurales y, por el otro, la concentración
de su población en unas cuentas regiones y ciudades del país.
Esta
distribución polarizada de la población en nuestro territorio requiere de una
política de población que haga énfasis en acciones tendientes no sólo a la
desaceleración del crecimiento demográfico, sino a su redistribución, tratando
de corregir los marcados desequilibrios en la composición espacial de la
población. No solamente debemos abatir la tasa de crecimiento de la población
en los próximos años, sino repartirnos mejor en el territorio nacional.
Nuestro país
tiene todavía cerca de la cuarta parte de su población asentada en miles de
pequeñas localidades rurales, donde las condiciones de vida, las insuficiencias
productivas y de empleo, así como la baja cobertura de los servicios básicos
determinan fuertes presiones migratorias, que han contribuido a un acelerado
proceso de urbanización que plantea complejos retos y que demanda la puesta en
marcha de políticas y estrategias integrales, de mediano y largo plazo, que
conduzcan a un desarrollo urbano que, de manera eficiente, estimule la
inversión productiva y la creación de empleos y favorezca el mejoramiento de
los niveles de vida de la población.
Un ingrediente
de la mayor importancia en la nueva realidad demográfica del país, así como en
sus efectos políticos, económicos y sociales, es el que representa la creciente
migración de mexicanos a otros países, principalmente a los Estados Unidos de
América, donde constituyen ya uno de los grupos de población más numerosos e
importantes, con demandas específicas que no pueden soslayarse.
En estos
propósitos la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares debe
participar en forma permanente.
Estamos a
tiempo de prever y emprende las acciones que se requieren para encauzar los
fenómenos que provocará el dinamismo poblacional del país, promoviendo y
gestionando políticas y programas de tipo social en beneficio de las clases populares,
las clases medias y los grupos urbanos.
6. LA CONFEDERACIÓN NACIONAL
DE ORGANIZACIONES POPULARES Y SU RELACIÓN CON LA NUEVA SOCIEDAD
URBANA
Uno de los
fenómenos más característicos de las últimas décadas es el proceso de
concentración urbana en el mundo. México no escapa a este fenómeno. Los cambios
que se están generando en el tejido social urbano y rural, a partir de nuevos
modelos de organización y diferentes formas de convivencia representan un reto
político y social para todo el país, pero especialmente para el Sector Popular,
principalmente donde hay marginación y pobreza.
La sociedad
entera no acaba de comprender y de asimilar, a cabalidad, el nuevo fenómeno
urbano. El elemento que puede cohesionar esta interpretación se encuentra en la
así llamada vida cotidiana. Para intentar su reconceptualización y organización
es necesario volver los ojos al detalle de las costumbres, los hábitos, las
relaciones afectivas, las diversiones, las prácticas, los problemas, las
aspiraciones y los valores específicos que trae aparejada la realidad concreta
de cada uno de los habitantes de las ciudades. La identificación de cada uno de
estos fenómenos, necesidades y posibilidades de atención deberá constituir
permanentemente una de las actividades más importantes y trascendentes dentro
de los trabajos políticos del Sector Popular.
7.
LAS DEMANDAS DE LA
MILITANCIA DEL SECTOR POPULAR.
Muchos y
diversos son los planteamientos que los grupos urbanos componentes del Sector
Popular formulan. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
1.
La lucha por la soberanía
nacional, la democracia, la igualdad y la justicia social;
2.
El fortalecimiento y rediseño
del Sector Popular;
3.
Una respuesta eficaz a las
necesidades actuales del Sector, con visión de futuro;
4.
La plena concordancia del
Programa de Acción con el diagnóstico y la Agenda Nacional;
5.
La formación y capacitación
permanente de los cuadros y líderes de las organizaciones del Sector;
6.
Firmeza para reivindicar el
papel de la CNOP
en la historia y en la construcción del cambio democrático del país;
7.
Articular tradición y
modernidad, atemperando la polarización, a través de las garantías de
continuidad, integración social y gobernabilidad;
8.
Establecer vínculos efectivos
de representación política con las clases medias y los grupos populares;
9.
Generar un clima de unidad para
conservar la confianza en nuestra organización;
10.
La igualdad de oportunidades
para todos los militantes; y,
11.
La lucha permanente contra la
pobreza, entre muchos otros.
Nuestro Sector
deberá llevar a cabo Programas concretos cuyo objetivo básico sea el de
contribuir a la solución de las demandas que con más énfasis hacen sus
agremiados:
1.
Reactivación de la economía
popular;
2.
Fortalecimiento de la micro,
pequeña y mediana empresa así como a las áreas de la economía del país
vinculadas con el sector informal;
3.
Promoción de esquemas de apoyo
a la producción artesanal;
4.
Apoyos para productos de
infraestructura y equipamiento para el pequeño comercio;
5.
Impulsar esquemas de
aseguramiento médico para no asalariados;
6.
Mejoramiento de la vida
cotidiana individual y familiar;
7.
Promoción del empleo y bolsa de
trabajo, tomando en cuenta a las personas mayores de 40 años, a los adultos en
plenitud y a las personas con discapacidad, jubilados, pensionados y viudas
desprotegidas, así como fomentar el autoempleo;
8.
Renovación de la actividad
política, destacando la participación de jóvenes y mujeres;
9.
Lograr que el Estado garantice
el orden y la seguridad pública;
10.
Respeto y acciones que
coadyuven a la defensa y práctica de los derechos humanos y prevención, y
protección en contra de la violencia intrafamiliar;
11.
Protección al migrante en
general y en especial a los miembros de nuestro Sector en el extranjero;
12.
Proponer iniciativas de Ley y
exigir el cabal cumplimiento de la asignación del 8% del producto interno bruto
a la educación así como impulsar programas educativos diversos, con proyección
y observancia local, regional y nacional, dando relevancia a los puntos
tendientes para rescatar y reivindicar nuestra identidad nacional, nuestros
símbolos patrios y nuestro desarrollo histórico en sus aspectos cívicos y
culturales,
13.
Garantizar la seguridad social
para todos los miembros del sector;
14.
Garantizar la alimentación de
nuestra sociedad;
15.
Promover los subsidios
necesarios para apoyar la economía popular;
16.
Buscar créditos adecuados y
suficientes para la edificación de vivienda digna para los integrantes del
sector;
17.
Luchar permanentemente por la
consolidación y salvaguarda de nuestras empresas estratégicas y prioritarias en
beneficio de México; y
18.
Impulsar la cultura
ambientalista y la preservación de la ecología nacional.
8 LA CONFEDERACIÓN COMO
PROMOTORA DEL DESARROLLO INTEGRAL Y EL BIENESTAR SOCIAL DE LAS CLASES MEDIAS,
LOS GRUPOS URBANOS Y LOS SECTORES POPULARES DEL PAÍS.
La Confederación como promotora del desarrollo integral y el bienestar social de las
clases medias, los grupos urbanos y los sectores populares del país.
Es compromiso
esencial de la CNOP
servir como promotora del desarrollo integral de la sociedad, contribuyendo a
elevar el nivel de vida y el bienestar de sus integrantes, por lo que impulsará
y cumplirá programas específicos de carácter político, social y económico,
dentro del marco del siguiente planteamiento general:
Los Programas
de Desarrollo Político tendrán entre otros objetivos:
1.
La superación de los
integrantes del Sector Popular, en la vida política cotidiana, como ciudadanos
de la República
Mexicana, con el propósito de que conozcan mejor sus derechos
y obligaciones, amplíen su participación y cobren conciencia de la gran Nación
en que viven.
2.
La militancia efectiva como
miembros y dirigentes, en su caso, del Sector Popular y del PRI.
3.
Elevar en todos los ámbitos y
niveles de gobierno su calidad política para la participación en los procesos
electorales como candidatos, representantes o auxiliares y en la función
pública.
Los Programas
de Desarrollo Social comprenderán:
1.
Mantener y mejorar las
conquistas sociales logradas.
2.
Alcanzar nuevas metas sociales,
tales como la ampliación y mejoramiento de la seguridad social para que llegue
a todos nuestros miembros y a sus familias, el mejoramiento de la seguridad
pública y de la procuración y administración de justicia y de la justicia en
general, el respeto a los derechos humanos y combate a la discriminación en todas
sus formas, la protección y promoción de las exigencias específicas de los
menores, las personas con discapacidad y otros grupos vulnerables, el
reconocimiento e impulso de los derechos de las mujeres y los jóvenes, la
educación laica y gratuita para todos, el mejoramiento de los elementos
necesarios para la subsistencia del hombre, como la calidad del aire, agua,
suelo, espacio, alimentación y salud, apoyados en la ciencia y la técnica, así
como la vivienda decorosa, la formación de asociaciones de apoyo, defensa y
servicios y la activación de la política de población y de migración.
3.
Promover lo necesario a fin de
fortalecer las instituciones de seguridad social.
Los Programas
de Desarrollo Económico atenderán:
1.
El desarrollo interno, para
lograr la creación de mayores fuentes de empleo permanentes y bien remuneradas,
así como la multiplicación de empresas productivas, individuales o en
sociedades cooperativas, anónimas y de responsabilidad limitada.
2.
La protección e impulso a la
pequeña y mediana empresa ya establecida.
3.
El aprovechamiento de la
inversión extranjera, en beneficio de nuestros agremiados.
4.
La capacitación para una óptima
productividad y el aprovechamiento pleno de las corrientes transformadoras a
nivel internacional.
5.
El enlace permanente entre el
sector productivo y el sector educativo en su nivel superior.
Para lograr
estos y otros propósitos, el Sector Popular debe mantener una permanente
interlocución con todos los órganos de gobierno, independientemente de su
origen partidista, cuya obligación es atender y dar respuesta a los justos
reclamos de su militancia.
Se deberán
diseñar para ello mecanismos que permitan sumar e impulsar sus aspiraciones e
inquietudes por una vida más digna y justa, así como fortalecer la capacidad de
gestión social del Sector, sus Movimientos y sus organizaciones, retomar las
causas de las nuevas formaciones sociales y dar un mayor impulso a actividades
culturales, deportivas, recreativas y de bienestar social, entre otras.
Tradicionalmente,
el Sector Popular ha expresado su presencia a través de una intensa labor de
gestión social, apoyada en la representatividad política y en la necesidad y el
interés de sus representados. Para complementar esta acción, que debe retomarse
y profundizarse, es necesario instrumentar un programa de asesoría y defensa
jurídica, el cual comprenda la puntual respuesta a las peticiones y demandas de
las organizaciones y militantes del Sector Popular.
Es necesario
igualmente establecer nuevas formas de comunicación para el análisis y tratamiento
de demandas, la atención y gestoría y el seguimiento del cumplimiento de los
acuerdos y convenios que se efectúen con los órganos de gobierno de los poderes
de la Unión, de
los Estados de la federación y de los municipios y delegaciones, así como con
los responsables de los organismos descentralizados de los tres niveles de
gobierno.
La
coordinación de acciones debe constituir un método permanente de trabajo. En
este sentido, el Sector Popular debe avanzar en el perfeccionamiento de los
mecanismos que permitan instrumentar organizadamente los acuerdos, las
estrategias y los programas de trabajo que se establezcan para atender las
demandas de sus agremiados.
Por otra
parte, se considera de la mayor importancia contar con mecanismos perfectamente
establecidos que permitan exigir mayores responsabilidades a los miembros del
Sector que ostentan cargos de elección popular, con el fin de que, en el marco
de las disposiciones estatutarias, tengan la obligación de realizar visitas
periódicas para la captación de las demandas de la población en las
demarcaciones en que hayan resultado electos. Los representantes populares
propuestos y apoyados por el Sector Popular deben de establecer, de manera
puntual, una calendarización del cumplimiento de los compromisos adquiridos
durante su campaña.
Se considera
necesario también que exista la obligación de rendir informes sobre las
gestiones que realizaron en beneficio de sus representados.
9. LA COHESIÓN INTERNA DEL SECTOR POPULAR.
Resulta de
vital importancia instrumentar programas concretos para cohesionar
organizativamente al Sector Popular y para el logro de sus objetivos políticos,
sociales y económicos, definidos en nuestra Declaración de Principios, nuestros
Estatutos y nuestros demás Documentos Básicos y acuerdos internos.
Se trata de
armonizar y encauzar los propósitos de nuestra militancia a través de una
estrategia que la involucre plenamente, buscando la unidad y la fuerza
acumulada del conjunto, corrigiendo los elementos o fenómenos de dispersión o
desintegración con una fuerte interacción y con eficientes formas de
comunicación.
Es
particularmente importante el compromiso de para alentar los flujos de nuevos
cuadros y liderazgos, esenciales para mantener contacto con nuestros afiliados
y con la sociedad en general.
Dentro de la
estrategia, la comunicación bilateral es el instrumento fundamental para captar
la opinión de las ramas sociales del Sector Popular y poder así compatibilizar
el discurso con la oferta política y las acciones con lo que se demanda o se
requiere.
Para ello, el
Sector Popular se organizará de tal manera que pueda cubrir, asistido de la
política y la técnica necesarias, todos los ámbitos de la presencia y acción de
nuestros miembros y sus familias.
10.
LA PLANEACIÓN Y
PROGRAMACIÓN PERMANENTES EN EL SECTOR POPULAR.
La acción de la CNOP se basará en este
Programa y en los demás Documentos Básicos de la Confederación, que
constituyen el plan general de trabajo de donde deben derivar los programas
específicos previstos por los Estatutos, para responder a las necesidades del
propio Sector y cumplir sus objetivos.
Los programas
específicos que se deriven se elaborarán y aprobarán bajo los siguientes
lineamientos, que se presentan de manera enunciativa y no limitativa:
1.
Partirán de la consulta con
nuestras organizaciones y militancia, así como con la sociedad en general,
ciudadanos, tomando en cuenta los antecedentes y proyecciones del tema.
2.
Se trazarán objetivos y metas
claras y precisas dentro del horizonte nacional y sin perder de vista la situación
internacional.
3.
Tendrán siempre un espíritu de
resolución y de superación en beneficio de nuestros afiliados, precisando las
acciones conducentes al logro de los objetivos planteados.
4.
Territorialmente se
clasificarán como de carácter nacional, regional, estatal o del Distrito
Federal y municipal o delegacional.
5. Se dará prioridad a cuanto contribuya a la satisfacción de
necesidades y el bienestar, como es la lucha por la ecología, la seguridad
social, la justicia, la alimentación, la vivienda, la educación, la prevención
y atención de enfermedades, el esparcimiento, el respeto a los derechos humanos
y la creación y mejoramiento de empleos.
11.
LA
PARTICIPACIÓN ELECTORAL
La Confederación mantiene y refrenda su alianza histórica con el Partido Revolucionario
Institucional, particularmente en cuanto a su compromiso y el de su militancia
de participar activamente en las contiendas democráticas para ganar y mantener
el poder público, desarrollando en consecuencia una permanente y seria
presencia en los procesos que se desarrollen dentro del Partido o en los que
éste participe.
Lo hará
partiendo de la convicción de que para ganar elecciones no basta con disponer
de un aparato bien organizado y asistido por especialistas en la materia, sino
que se requiere también, fundamentalmente, del trabajo permanente con las
bases, los cuadros y los dirigentes, en una interacción dinámica y creativa.
Para ello, el
Sector Popular contará con un diagnóstico objetivo en su propio ámbito, que
mantendrá actualizado, para coadyuvar en la estrategia global partidista.
Éste se
iniciará con un análisis que, entre otros aspectos, considerará:
1.
La evolución del Estado y de la
sociedad.
2.
La postura del Partido
Revolucionario Institucional.
3.
Los resultados electorales
detallados del área correspondiente en tres elecciones anteriores, por lo
menos, para determinar su constante y sus variaciones.
4.
La valoración de los
planteamientos básicos de los otros partidos, de los líderes políticos y
sociales en general y de las expectativas fundamentales de la sociedad.
5.
Nuestra oferta política y la
evaluación sobre la penetración de nuestro discurso en el electorado.
6.
Las propuestas concretas de
solución.
A partir de
este diagnóstico, se podrán establecer metas concretas, de acuerdo con los
lineamientos del PRI, para cada elección, que se plantearán en un programa
específico.
El programa específico contendrá
políticas y acciones básicas para:
1.
Aprovechar todo el potencial
del Sector, en función del objetivo electoral.
2.
Identificar el trabajo y la fuerza
de cada una de las organizaciones del Sector.
3.
Formular y apoyar las
propuestas que corresponda realizar a la CNOP para candidaturas a cargos de elección
popular.
4.
Preparar en forma sistemática y
constante su estructura electoral.
5.
Autoevaluar objetiva y
permanentemente la operatividad y eficacia de nuestra estructura electoral.
6.
Comprobar resultados y
retroalimentar el trabajo, buscando el fortalecimiento de nuestra participación
electoral.
7.
Estructurar una eficaz defensa
jurídica del voto a nivel nacional.
Es necesario
identificar el papel que en este esfuerzo realiza cada uno de los Movimientos y
organizaciones del Sector Popular, estableciendo estrategias diferenciadas,
según la participación electoral.
Las políticas
anteriores deberán rendir resultados concretos, como los que se enuncian a
continuación:
1.
Un padrón electoral interno,
depurado y actualizado, que tendrá como base el Registro Nacional de Afiliados.
2. Una mejor estructura electoral.
3.
Una mejor organización interna.
4.
Una mejor oferta política en
todos los comicios, con mejores candidatos, resultado de afinar los procesos de
selección.
5.
Una mejor comunicación y
propaganda política, para tener impacto no sólo entre nuestros militantes, sino
entre votantes indecisos.
6.
Una defensa férrea y decidida
de nuestros triunfos en las urnas, por los miembros del Sector, bien
adiestrados y capacitados.
Para
implementar estas políticas de acción electoral se llevarán a cabo los
programas correspondientes que sean necesarios, con sus respectivos sistemas de
información, evaluación y comunicación, destinados a un solo objetivo: el
triunfo de nuestros candidatos.
Tales programas serán:
1. Calendarización y estrategia diferenciada.
2. Padrón interno.
3. Campaña electoral.
4. Estructura y capacitación electoral.
5. Activismo, promoción del voto y compromiso electoral.
6.
Legitimación y debate
postelectoral.
El programa
contará, además, con un sistema de información y evaluación donde se concentren
los resultados de los procesos y se muestren los avances en materia electoral.
Igualmente
contemplará, como elemento esencial, la comunicación política a través del
diálogo y la propaganda como sustento de las acciones de nuestros candidatos. A
través de ella, se buscará acceder a la opinión pública, sensibilizándola sobre
las propuestas de los candidatos del Sector, promoviendo una imagen acorde con
los valores de la sociedad mexicana, entre otros la familia, el trabajo y la Patria.
12.
EL COMPROMISO POLÍTICO DEL SECTOR POPULAR.
Ha sido una
constante la legítima aspiración de los integrantes del Sector a participar
como candidatos a cargos de elección popular y ocupar espacios políticos en el
propio Sector y en sus organizaciones, así como en el Partido y en la
administración pública. Se deben exigir al Partido y a los Gobiernos oportunidades
y espacios acordes con la fuerza política de la Confederación.
Para canalizar
la demanda del Sector Popular por mayores espacios de actuación, se pugnará por
la constante participación en las actividades político-partidistas en las
localidades, en los municipios y delegaciones y en las entidades federativas,
propiciando el surgimiento y desarrollo de líderes que se conviertan en
candidatos naturales a puestos de elección popular.
La Confederación coadyuvará, igualmente, dentro del marco de la normatividad
estatutaria del Partido, en la identificación y promoción de cuadros
competitivos que participen en los procesos internos de selección de
candidatos, velando por el respeto y vigencia de las disposiciones establecidas
para normarlos.
Asimismo, se
mantendrá un análisis de los representantes del Sector Popular en los órganos
de dirigencia partidista, particularmente los Consejos Políticos, con el
propósito de evaluar su representatividad y la correspondencia entre el número
de Consejeros señalado por los Estatutos de nuestro Partido a los militantes de
la Confederación,
solicitando cuando se requiera la incorporación a dichos órganos de los cuadros
que se requiera.
Por otra
parte, se pondrán en práctica con estricto rigor las disposiciones contenidas
en los Estatutos de la
Confederación para la renovación periódica y democrática de
los órganos de gobierno y de dirección del Sector.
13. EL SECTOR POPULAR Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
Una de las
expresiones más claras de los avances sociales y políticos del país, a los que
han contribuido decisivamente tanto el Sector Popular como el PRI, es la
participación libre y abierta de los medios de comunicación como observadores
críticos de los fenómenos sociales en general y de la actuación de los partidos
políticos y de sus organizaciones, en particular.
Ante esto, la CNOP debe diseñar y llevar a
cabo una estrategia propositiva e inteligente con los medios de comunicación.
No hay que olvidar que la crítica fortalece a la acción política y el proyecto
del Sector Popular deberá impulsar estrategias encaminadas hacia una mayor
vinculación con los propios medios. Igualmente, se deberá realizar un esfuerzo
para lograr una mayor profesionalización de sus oficinas de comunicación.
El Sector
Popular deberá actuar bajo la convicción de que los medios de comunicación han
abierto un espacio para la discusión de los asuntos políticos que no puede
soslayarse.
Participar en
la fijación y discusión de la agenda nacional es la tarea.
El Comité
Ejecutivo Nacional del Sector Popular fomentará para ello una relación seria y
permanente con los medios de comunicación, reconociéndolos como el vehículo más
importante de interacción con la población que sufraga.
Un segundo
paso será ofrecer posibilidades para que la información generada en el Sector
llegue hasta los propios medios oportunamente.
Con base en lo
anterior, se tendrá que establecer un programa de comunicación que permita la
exploración y análisis permanente de las tendencias de la opinión pública, de
las expresiones políticas locales y nacionales, manteniendo una vinculación
permanente con los medios.
14. EL PACTO SECTORIAL CON OBREROS Y CAMPESINOS.
La vinculación
entre los tres Sectores del Partido –el Popular, el Obrero y el Campesino- no
sólo deberá mantenerse, sino incrementarse.
Independientemente
de que la fuerza política se acrecienta al actuar en conjunción con los obreros
y campesinos, el Sector Popular los apoya convencidamente y luchará siempre por
la preservación de sus legítimas conquistas y el mejoramiento de sus
condiciones de vida.
Esta relación
se debe contemplar bajo un nuevo punto de vista, considerando el reto político,
social y económico que la realidad actual impone al país, vinculando lo
industrial, lo urbano, lo semiurbano y lo rural, por lo que se deben promover
acciones encaminadas a la coordinación de actividades que confluyen del campo a
las ciudades.
Con base en
esa indisoluble unidad, el Sector Popular promoverá el diseño y estructuración
de programas específicos cuyo objetivo básico sea el de contribuir con los
Sectores hermanos en la lucha por alcanzar las condiciones superiores a las que
tienen el más legítimo derecho.
Conforme a las
disposiciones de la
Convocatoria, el Reglamento y el Reglamento de Debates de la Asamblea Nacional
Extraordinaria, este Dictamen de Programa de Acción fue aprobado con el
carácter de Resolución de la misma por los Delegados integrantes de la Mesa Temática de
Programa de Acción y el Pleno de Conclusiones el día diecinueve de noviembre de
dos mil dos, haciéndose constar lo anterior para los efectos correspondientes.
POR LA MESA DIRECTIVA DE LA MESA TEMÁTICA DE
PROGRAMA DE ACCIÓN DE LA
ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC.
HUMBERTO LUGO GIL. EL SECRETARIO TÉCNICO, EN FUNCIONES DE RELATOR, LIC. CESAR
VIEYRA.- POR LA MESA
DIRECTIVA DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE,
LIC. MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA. EL SECRETARIO, LIC. HECTOR YUNES LANDA.
Código de Ética
Dictamen aprobado con el carácter de
Resolución de la
Asamblea Nacional Extraordinaria de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares celebrada en la Ciudad de México, Distrito Federal, los días 19 y
20 de noviembre de 2002.
NOTA: Dictamen aprobado con el carácter de
Resolución de la
Asamblea Nacional Extraordinaria de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares celebrada en la Ciudad de México, Distrito Federal, los días 19 y
20 de noviembre de 2002.
1. Conceptos Básicos.
2. Identidad Histórica de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares.
3. El Marco Programático de la Confederación.
4. El ámbito de la
Confederación
5. Entorno Demográfico.
6. La
Confederación Nacional de
Organizaciones Populares y su relación con la nueva sociedad urbana.
7. Las demandas de la militancia del Sector Popular.
8.
La Confederación como promotora del desarrollo integral y el bienestar social de las
clases medias, los grupos urbanos y los sectores populares del país.
9.
La cohesión interna del Sector
Popular.
10.
La planeación y programación
permanentes en el Sector Popular.
11.
La participación electoral.
12.
El compromiso político del
Sector Popular.
13.
El Sector Popular y los medios
de comunicación.
14.
El Pacto Sectorial con
obreros y campesinos.
CONCEPTOS BÁSICOS
El Programa de
Acción es uno de los Documentos Básicos de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares, en el que se consignan los compromisos y acciones
generales que se propone llevar a cabo para materializar sus tesis ideológicas
y políticas, lograr sus fines y objetivos y dar respuesta a las organizaciones
y ciudadanos que la integran.
Comprende este
Documento el compromiso de asumir el Programa de Acción del Partido
Revolucionario Institucional, con el que la Confederación
mantiene una firme alianza en la lucha política por el desarrollo integral y el
bienestar social en un México soberano con igualdad, democracia y justicia.
El
cumplimiento del Programa de Acción de la CNOP debe apoyarse en la política, entendida como
instrumento eficaz y legítimo para hacer coincidir nuestra acción con las
orientaciones de los movimientos sociales que definieron a nuestro país y
determinaron el surgimiento de nuestro Partido y con las demandas de las clases
medias, los sectores urbanos y los grupos populares, que, por una parte, siguen
enfrentando situaciones de desigualdad y marginación y, por la otra, tienen la
aspiración y la esperanza de avanzar en sus condiciones y calidades de vida,
como producto de su propio esfuerzo.
Comprometidos
con un régimen de Derecho que debemos fortalecer, las acciones de los
cenopistas se fundamentarán en la ley y se respaldarán en la moral ciudadana,
que serán las bases de su legalidad y solidez.
IDENTIDAD HISTÓRICA DE LA CONFEDERACION NACIONAL DE ORGANIZACIONES POPULARES
La Confederación encuentra su identidad y contenido en la profundidad de sus raíces
y de su evolución, que le otorgan plena justificación histórica, así como en la
diversidad de las actividades de las organizaciones y los militantes que la
integran y en el acelerado proceso de transformación de la vida rural a la
urbana, que junto con el coincidente aumento de población trajo el crecimiento
acelerado de las ciudades, localidades y comunidades en general en nuestro
país.
Como
consecuencia de la acción y dinamismo de los Gobiernos surgidos de la Revolución Mexicana,
a las clases medias y los grupos urbanos y populares, como sectores emergentes
en la sociedad, les correspondió transitar durante un largo periodo de
estabilidad política y paz social, con desarrollo en todos los órdenes, después
de largas etapas de sucesivos conflictos y guerras civiles a partir de las
luchas por la
Independencia.
En esa intensa
actividad, la
Confederación impulsó y apoyó los avances y la consecución de
las metas y objetivos de estos grupos, promovió la solución de sus problemas y
definió su personalidad, no obstante las características diversas de sus
integrantes y lo heterogéneo de sus componentes, con un denominador común: la
lucha por su reivindicación y superación política, social y económica y por la
grandeza de México.
EL MARCO PROGRAMÁTICO DE LA CONFEDERACIÓN
Los
antecedentes citados constituyen el soporte histórico de nuestro Programa de
Acción, en el que partimos de la necesidad de ser fieles a los orígenes, pero
también de responder a los nuevos retos que plantea la evolución de la
sociedad, buscando una más clara proyección hacia el futuro.
Esto hace que
sea necesaria la instrumentación de estrategias consecuentes con la realidad
del país, con plena conciencia de la evolución de la sociedad en el corto y
mediano plazo, nutriendo los programas y acciones de la Confederación con
las demandas y propuestas de sus militantes y de los ciudadanos.
EL ÁMBITO DE LA CONFEDERACIÓN
En el ámbito
de las clases medias y los grupos urbanos y populares del país se entreveran
reclamos y necesidades de diversa índole. Se encuentran, así, por una parte,
los problemas inherentes a la acumulación de rezagos por demandas desatendidas;
por la otra, las disfunciones que se derivan de la compleja red de relaciones
sociales, que hacen necesaria su organización, tratamiento y canalización
política eficaces, debido a la falta de precisión que ha existido para adecuar
con oportunidad las los programas y acciones de atención y de respuesta.
Este campo de
intereses de los grupos urbanos puede contemplarse desde el punto de vista
territorial, relacionándolo con el lugar donde se habita y se trabaja, o
personal y grupal, considerando las necesidades y aspiraciones de cada uno de
los individuos y las colectividades que forman.
En ambos
casos, es necesaria la vinculación de la Confederación con
ellos como premisa para construir formas relevantes de identificación,
comunicación y participación con nuevos modelos organizacionales, enriquecidos
con acciones de un profundo contenido social, planteadas en términos novedosos,
que evidencien la voluntad de construir puentes a su servicio, así como con el gobierno,
sin importar su origen electoral, como instancia obligada a atender y resolver
las demandas y exigencias colectivas.
ENTORNO DEMOGRÁFICO
Para precisar
los horizontes de acción que se perfilan en lo anterior, es fundamental
considerar en nuestro Programa los acelerados cambios por los que atraviesa la
población.
De acuerdo con
las estimaciones de la
Comisión Nacional de Población, la población de entre 15 y 24
años de edad aumentó de 9.2 a
20.5 millones entre 1970 y 2002. En la actualidad este grupo crece a un ritmo
de 0.75% aproximadamente y se prevé que su volumen alcanzará 21.5 millones en
el año 2010.
Por su parte,
la población de entre 25 y 64 años de edad pasó de 15.2 a 43.4 millones entre
1970 y 2002 y se prevé que su tamaño se seguirá incrementando en los próximos
lustros, alcanzando cerca de los 70 millones en el año 2030.
Finalmente, la
población de 65 años o más representa hoy día sólo 4.9% de la población total,
con alrededor de 5 millones de personas, pero su crecimiento ha sido muy acelerado:
pasó de 1.42% en 1980 y 1981
a cerca de 3.7% del total en la actualidad. El
incremento fue de 40 mil individuos en 1980 y 1981 y en el año 2002 llegó a 195
mil personas. Este segmento de la pirámide poblacional ha acusado un
crecimiento muy acelerado: hoy, uno de cada 20 mexicanos está en ese grupo de
edad y en el 2030, si la tasa de crecimiento se mantiene en ese nivel (3.7%),
representará a uno de cada ocho individuos, en tanto que en el 2050 será de uno
de cada cuatro habitantes.
La tendencia
de crecimiento, como se observa, muestra que el aumento considerable del
segmento de adultos mayores habrá de demandar una especial atención en los
próximos años, gestionando programas específicos para este grupo de ciudadanos
que demanda una mejor calidad de vida.
Los cambios
indicados en la composición por edades tienen y seguirán teniendo importantes
consecuencias en la formación de un amplio espectro que gira en la segmentación
de la población. Estos cambios crean nuevas oportunidades, pero también
condiciones demográficas que plantean nuevos y más complejos desafíos que
obligan a gestionar programas de tipo social.
Por ejemplo,
en materia de vivienda, como consecuencia de la evolución demográfica de los
jóvenes y adultos, la demanda aumentará a razón de 800 mil por año durante las
próximas décadas, de tal manera que si en la actualidad existen 23.1 millones
de viviendas, en el año 2020 se requerirían 41.4 millones, lo que implica
construir en los próximos 20 años el equivalente a más del 80% de viviendas actualmente
disponibles.
En materia de
empleo, en la próxima década se integrarán al mercado de trabajo cerca de un
millón 200 mil mexicanos en promedio por año. En consecuencia, se estima que la
población económicamente activa, que actualmente se sitúa en 43.8 millones de
trabajadores, ascenderá a 55 millones en 2010 y a 64 millones en 2020, lo que
requiere programas de empleo permanente.
Adicionalmente,
debe tenerse presente que México sigue mostrando desde el punto de vista de la
distribución territorial dos facetas marcadamente contrastantes: por un lado,
la enorme dispersión de sus habitantes rurales y, por el otro, la concentración
de su población en unas cuentas regiones y ciudades del país.
Esta
distribución polarizada de la población en nuestro territorio requiere de una
política de población que haga énfasis en acciones tendientes no sólo a la
desaceleración del crecimiento demográfico, sino a su redistribución, tratando
de corregir los marcados desequilibrios en la composición espacial de la
población. No solamente debemos abatir la tasa de crecimiento de la población
en los próximos años, sino repartirnos mejor en el territorio nacional.
Nuestro país
tiene todavía cerca de la cuarta parte de su población asentada en miles de
pequeñas localidades rurales, donde las condiciones de vida, las insuficiencias
productivas y de empleo, así como la baja cobertura de los servicios básicos
determinan fuertes presiones migratorias, que han contribuido a un acelerado
proceso de urbanización que plantea complejos retos y que demanda la puesta en
marcha de políticas y estrategias integrales, de mediano y largo plazo, que
conduzcan a un desarrollo urbano que, de manera eficiente, estimule la
inversión productiva y la creación de empleos y favorezca el mejoramiento de los
niveles de vida de la población.
Un ingrediente
de la mayor importancia en la nueva realidad demográfica del país, así como en
sus efectos políticos, económicos y sociales, es el que representa la creciente
migración de mexicanos a otros países, principalmente a los Estados Unidos de
América, donde constituyen ya uno de los grupos de población más numerosos e
importantes, con demandas específicas que no pueden soslayarse.
En estos
propósitos la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares debe
participar en forma permanente.
Estamos a
tiempo de prever y emprende las acciones que se requieren para encauzar los
fenómenos que provocará el dinamismo poblacional del país, promoviendo y
gestionando políticas y programas de tipo social en beneficio de las clases
populares, las clases medias y los grupos urbanos.
LA CONFEDERACIÓN NACIONAL DE ORGANIZACIONES POPULARES Y SU RELACIÓN CON LA NUEVA SOCIEDAD URBANA
Uno de los
fenómenos más característicos de las últimas décadas es el proceso de
concentración urbana en el mundo. México no escapa a este fenómeno. Los cambios
que se están generando en el tejido social urbano y rural, a partir de nuevos
modelos de organización y diferentes formas de convivencia representan un reto
político y social para todo el país, pero especialmente para el Sector Popular,
principalmente donde hay marginación y pobreza.
La sociedad
entera no acaba de comprender y de asimilar, a cabalidad, el nuevo fenómeno
urbano. El elemento que puede cohesionar esta interpretación se encuentra en la
así llamada vida cotidiana. Para intentar su reconceptualización y organización
es necesario volver los ojos al detalle de las costumbres, los hábitos, las
relaciones afectivas, las diversiones, las prácticas, los problemas, las
aspiraciones y los valores específicos que trae aparejada la realidad concreta
de cada uno de los habitantes de las ciudades. La identificación de cada uno de
estos fenómenos, necesidades y posibilidades de atención deberá constituir
permanentemente una de las actividades más importantes y trascendentes dentro
de los trabajos políticos del Sector Popular.
LAS DEMANDAS DE LA MILITANCIA DEL SECTOR POPULAR
Muchos y
diversos son los planteamientos que los grupos urbanos componentes del Sector
Popular formulan. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
1. La lucha por la soberanía nacional, la democracia, la igualdad y la
justicia social;
2. El fortalecimiento y rediseño del Sector Popular;
3. Una respuesta eficaz a las necesidades actuales del Sector, con
visión de futuro;
4. La plena concordancia del Programa de Acción con el diagnóstico y la Agenda Nacional;
5. La formación y capacitación permanente de los cuadros y líderes de
las organizaciones del Sector;
6.
Firmeza para reivindicar el
papel de la CNOP
en la historia y en la construcción del cambio democrático del país;
7.
Articular tradición y
modernidad, atemperando la polarización, a través de las garantías de
continuidad, integración social y gobernabilidad;
8.
Establecer vínculos efectivos
de representación política con las clases medias y los grupos populares;
9.
Generar un clima de unidad para
conservar la confianza en nuestra organización;
10.
La igualdad de oportunidades
para todos los militantes; y,
11.
La lucha permanente contra la
pobreza, entre muchos otros.
Nuestro Sector
deberá llevar a cabo Programas concretos cuyo objetivo básico sea el de
contribuir a la solución de las demandas que con más énfasis hacen sus
agremiados:
1.
Reactivación de la economía
popular;
2.
Fortalecimiento de la micro,
pequeña y mediana empresa así como a las áreas de la economía del país
vinculadas con el sector informal;
3.
Promoción de esquemas de apoyo
a la producción artesanal;
4.
Apoyos para productos de
infraestructura y equipamiento para el pequeño comercio;
5.
Impulsar esquemas de
aseguramiento médico para no asalariados;
6.
Mejoramiento de la vida
cotidiana individual y familiar;
7.
Promoción del empleo y bolsa de
trabajo, tomando en cuenta a las personas mayores de 40 años, a los adultos en
plenitud y a las personas con discapacidad, jubilados, pensionados y viudas
desprotegidas, así como fomentar el autoempleo;
8.
Renovación de la actividad
política, destacando la participación de jóvenes y mujeres;
9.
Lograr que el Estado garantice
el orden y la seguridad pública;
10.
Respeto y acciones que
coadyuven a la defensa y práctica de los derechos humanos y prevención, y
protección en contra de la violencia intrafamiliar;
11.
Protección al migrante en
general y en especial a los miembros de nuestro Sector en el extranjero;
12.
Proponer iniciativas de Ley y
exigir el cabal cumplimiento de la asignación del 8% del producto interno bruto
a la educación así como impulsar programas educativos diversos, con proyección
y observancia local, regional y nacional, dando relevancia a los puntos
tendientes para rescatar y reivindicar nuestra identidad nacional, nuestros
símbolos patrios y nuestro desarrollo histórico en sus aspectos cívicos y
culturales,
13.
Garantizar la seguridad social
para todos los miembros del sector;
14.
Garantizar la alimentación de
nuestra sociedad;
15.
Promover los subsidios
necesarios para apoyar la economía popular;
16.
Buscar créditos adecuados y
suficientes para la edificación de vivienda digna para los integrantes del
sector;
17.
Luchar permanentemente por la
consolidación y salvaguarda de nuestras empresas estratégicas y prioritarias en
beneficio de México; y
18.
Impulsar la cultura
ambientalista y la preservación de la ecología nacional.
LA CONFEDERACIÓN COMO PROMOTORA DEL DESARROLLO INTEGRAL Y EL BIENESTAR SOCIAL DE LAS CLASES MEDIAS, LOS GRUPOS URBANOS Y LOS SECTORES POPULARES DEL PAÍS
La Confederación como promotora del desarrollo integral y el bienestar social de las
clases medias, los grupos urbanos y los sectores populares del país.
Es compromiso
esencial de la CNOP
servir como promotora del desarrollo integral de la sociedad, contribuyendo a elevar
el nivel de vida y el bienestar de sus integrantes, por lo que impulsará y
cumplirá programas específicos de carácter político, social y económico, dentro
del marco del siguiente planteamiento general:
Los Programas de Desarrollo Político
tendrán entre otros objetivos:
1.
La superación de los
integrantes del Sector Popular, en la vida política cotidiana, como ciudadanos
de la República
Mexicana, con el propósito de que conozcan mejor sus derechos
y obligaciones, amplíen su participación y cobren conciencia de la gran Nación
en que viven.
2.
La militancia efectiva como
miembros y dirigentes, en su caso, del Sector Popular y del PRI.
3.
Elevar en todos los ámbitos y
niveles de gobierno su calidad política para la participación en los procesos
electorales como candidatos, representantes o auxiliares y en la función
pública.
Los Programas
de Desarrollo Social comprenderán:
1. Mantener y mejorar las conquistas sociales logradas.
2.
Alcanzar nuevas metas sociales,
tales como la ampliación y mejoramiento de la seguridad social para que llegue
a todos nuestros miembros y a sus familias, el mejoramiento de la seguridad
pública y de la procuración y administración de justicia y de la justicia en
general, el respeto a los derechos humanos y combate a la discriminación en todas
sus formas, la protección y promoción de las exigencias específicas de los
menores, las personas con discapacidad y otros grupos vulnerables, el
reconocimiento e impulso de los derechos de las mujeres y los jóvenes, la
educación laica y gratuita para todos, el mejoramiento de los elementos
necesarios para la subsistencia del hombre, como la calidad del aire, agua,
suelo, espacio, alimentación y salud, apoyados en la ciencia y la técnica, así
como la vivienda decorosa, la formación de asociaciones de apoyo, defensa y
servicios y la activación de la política de población y de migración.
3.
Promover lo necesario a fin de
fortalecer las instituciones de seguridad social.
Los Programas de Desarrollo Económico
atenderán:
1.
El desarrollo interno, para
lograr la creación de mayores fuentes de empleo permanentes y bien remuneradas,
así como la multiplicación de empresas productivas, individuales o en
sociedades cooperativas, anónimas y de responsabilidad limitada.
2.
La protección e impulso a la
pequeña y mediana empresa ya establecida.
3.
El aprovechamiento de la
inversión extranjera, en beneficio de nuestros agremiados.
4.
La capacitación para una óptima
productividad y el aprovechamiento pleno de las corrientes transformadoras a
nivel internacional.
5.
El enlace permanente entre el
sector productivo y el sector educativo en su nivel superior.
Para lograr
estos y otros propósitos, el Sector Popular debe mantener una permanente
interlocución con todos los órganos de gobierno, independientemente de su
origen partidista, cuya obligación es atender y dar respuesta a los justos
reclamos de su militancia.
Se deberán
diseñar para ello mecanismos que permitan sumar e impulsar sus aspiraciones e
inquietudes por una vida más digna y justa, así como fortalecer la capacidad de
gestión social del Sector, sus Movimientos y sus organizaciones, retomar las
causas de las nuevas formaciones sociales y dar un mayor impulso a actividades
culturales, deportivas, recreativas y de bienestar social, entre otras.
Tradicionalmente,
el Sector Popular ha expresado su presencia a través de una intensa labor de
gestión social, apoyada en la representatividad política y en la necesidad y el
interés de sus representados. Para complementar esta acción, que debe retomarse
y profundizarse, es necesario instrumentar un programa de asesoría y defensa
jurídica, el cual comprenda la puntual respuesta a las peticiones y demandas de
las organizaciones y militantes del Sector Popular.
Es necesario
igualmente establecer nuevas formas de comunicación para el análisis y tratamiento
de demandas, la atención y gestoría y el seguimiento del cumplimiento de los
acuerdos y convenios que se efectúen con los órganos de gobierno de los poderes
de la Unión, de
los Estados de la federación y de los municipios y delegaciones, así como con
los responsables de los organismos descentralizados de los tres niveles de
gobierno.
La
coordinación de acciones debe constituir un método permanente de trabajo. En
este sentido, el Sector Popular debe avanzar en el perfeccionamiento de los
mecanismos que permitan instrumentar organizadamente los acuerdos, las
estrategias y los programas de trabajo que se establezcan para atender las
demandas de sus agremiados.
Por otra
parte, se considera de la mayor importancia contar con mecanismos perfectamente
establecidos que permitan exigir mayores responsabilidades a los miembros del
Sector que ostentan cargos de elección popular, con el fin de que, en el marco
de las disposiciones estatutarias, tengan la obligación de realizar visitas
periódicas para la captación de las demandas de la población en las
demarcaciones en que hayan resultado electos. Los representantes populares
propuestos y apoyados por el Sector Popular deben de establecer, de manera
puntual, una calendarización del cumplimiento de los compromisos adquiridos
durante su campaña.
Se considera
necesario también que exista la obligación de rendir informes sobre las
gestiones que realizaron en beneficio de sus representados.
LA COHESIÓN INTERNA DEL SECTOR POPULAR
Resulta de
vital importancia instrumentar programas concretos para cohesionar
organizativamente al Sector Popular y para el logro de sus objetivos políticos,
sociales y económicos, definidos en nuestra Declaración de Principios, nuestros
Estatutos y nuestros demás Documentos Básicos y acuerdos internos.
Se trata de
armonizar y encauzar los propósitos de nuestra militancia a través de una
estrategia que la involucre plenamente, buscando la unidad y la fuerza
acumulada del conjunto, corrigiendo los elementos o fenómenos de dispersión o
desintegración con una fuerte interacción y con eficientes formas de
comunicación.
Es
particularmente importante el compromiso de para alentar los flujos de nuevos
cuadros y liderazgos, esenciales para mantener contacto con nuestros afiliados
y con la sociedad en general.
Dentro de la
estrategia, la comunicación bilateral es el instrumento fundamental para captar
la opinión de las ramas sociales del Sector Popular y poder así compatibilizar
el discurso con la oferta política y las acciones con lo que se demanda o se requiere.
Para ello, el
Sector Popular se organizará de tal manera que pueda cubrir, asistido de la
política y la técnica necesarias, todos los ámbitos de la presencia y acción de
nuestros miembros y sus familias.
LA PLANEACIÓN Y PROGRAMACIÓN PERMANENTES EN EL SECTOR POPULAR
La acción de la CNOP se basará en este
Programa y en los demás Documentos Básicos de la Confederación, que
constituyen el plan general de trabajo de donde deben derivar los programas
específicos previstos por los Estatutos, para responder a las necesidades del
propio Sector y cumplir sus objetivos.
Los programas
específicos que se deriven se elaborarán y aprobarán bajo los siguientes
lineamientos, que se presentan de manera enunciativa y no limitativa:
1.
Partirán de la consulta con
nuestras organizaciones y militancia, así como con la sociedad en general,
ciudadanos, tomando en cuenta los antecedentes y proyecciones del tema.
2.
Se trazarán objetivos y metas
claras y precisas dentro del horizonte nacional y sin perder de vista la
situación internacional.
3.
Tendrán siempre un espíritu de
resolución y de superación en beneficio de nuestros afiliados, precisando las
acciones conducentes al logro de los objetivos planteados.
4.
Territorialmente se
clasificarán como de carácter nacional, regional, estatal o del Distrito
Federal y municipal o delegacional.
5.
Se dará prioridad a cuanto
contribuya a la satisfacción de necesidades y el bienestar, como es la lucha
por la ecología, la seguridad social, la justicia, la alimentación, la
vivienda, la educación, la prevención y atención de enfermedades, el
esparcimiento, el respeto a los derechos humanos y la creación y mejoramiento
de empleos.
LA PARTICIPACIÓN ELECTORAL
La Confederación mantiene y refrenda su alianza histórica con el Partido
Revolucionario Institucional, particularmente en cuanto a su compromiso y el de
su militancia de participar activamente en las contiendas democráticas para
ganar y mantener el poder público, desarrollando en consecuencia una permanente
y seria presencia en los procesos que se desarrollen dentro del Partido o en
los que éste participe.
Lo hará
partiendo de la convicción de que para ganar elecciones no basta con disponer
de un aparato bien organizado y asistido por especialistas en la materia, sino
que se requiere también, fundamentalmente, del trabajo permanente con las
bases, los cuadros y los dirigentes, en una interacción dinámica y creativa.
Para ello, el
Sector Popular contará con un diagnóstico objetivo en su propio ámbito, que
mantendrá actualizado, para coadyuvar en la estrategia global partidista.
Éste se iniciará con un análisis que,
entre otros aspectos, considerará:
1. La evolución del Estado y de la sociedad.
2. La postura del Partido Revolucionario Institucional.
3.
Los resultados electorales
detallados del área correspondiente en tres elecciones anteriores, por lo
menos, para determinar su constante y sus variaciones.
4.
La valoración de los
planteamientos básicos de los otros partidos, de los líderes políticos y
sociales en general y de las expectativas fundamentales de la sociedad.
5.
Nuestra oferta política y la
evaluación sobre la penetración de nuestro discurso en el electorado.
6.
Las propuestas concretas de
solución.
A partir de
este diagnóstico, se podrán establecer metas concretas, de acuerdo con los
lineamientos del PRI, para cada elección, que se plantearán en un programa
específico.
El programa específico contendrá
políticas y acciones básicas para:
1.
Aprovechar todo el potencial
del Sector, en función del objetivo electoral.
2.
Identificar el trabajo y la
fuerza de cada una de las organizaciones del Sector.
3.
Formular y apoyar las
propuestas que corresponda realizar a la CNOP para candidaturas a cargos de elección
popular.
4.
Preparar en forma sistemática y
constante su estructura electoral.
5.
Autoevaluar objetiva y permanentemente
la operatividad y eficacia de nuestra estructura electoral.
6.
Comprobar resultados y
retroalimentar el trabajo, buscando el fortalecimiento de nuestra participación
electoral.
7.
Estructurar una eficaz defensa
jurídica del voto a nivel nacional.
Es necesario
identificar el papel que en este esfuerzo realiza cada uno de los Movimientos y
organizaciones del Sector Popular, estableciendo estrategias diferenciadas,
según la participación electoral.
Las políticas
anteriores deberán rendir resultados concretos, como los que se enuncian a
continuación:
1.
Un padrón electoral interno,
depurado y actualizado, que tendrá como base el Registro Nacional de Afiliados.
2.
Una mejor estructura electoral.
3.
Una mejor organización interna.
4.
Una mejor oferta política en
todos los comicios, con mejores candidatos, resultado de afinar los procesos de
selección.
5.
Una mejor comunicación y
propaganda política, para tener impacto no sólo entre nuestros militantes, sino
entre votantes indecisos.
6.
Una defensa férrea y decidida
de nuestros triunfos en las urnas, por los miembros del Sector, bien
adiestrados y capacitados.
Para
implementar estas políticas de acción electoral se llevarán a cabo los
programas correspondientes que sean necesarios, con sus respectivos sistemas de
información, evaluación y comunicación, destinados a un solo objetivo: el
triunfo de nuestros candidatos.
Tales
programas serán:
1. Calendarización y estrategia diferenciada.
2. Padrón interno.
3. Campaña electoral.
4. Estructura y capacitación electoral.
5. Activismo, promoción del voto y compromiso electoral.
6.
Legitimación y debate
postelectoral.
El programa
contará, además, con un sistema de información y evaluación donde se concentren
los resultados de los procesos y se muestren los avances en materia electoral.
Igualmente
contemplará, como elemento esencial, la comunicación política a través del
diálogo y la propaganda como sustento de las acciones de nuestros candidatos. A
través de ella, se buscará acceder a la opinión pública, sensibilizándola sobre
las propuestas de los candidatos del Sector, promoviendo una imagen acorde con
los valores de la sociedad mexicana, entre otros la familia, el trabajo y la Patria.
EL COMPROMISO POLÍTICO DEL SECTOR POPULAR
Ha sido una
constante la legítima aspiración de los integrantes del Sector a participar
como candidatos a cargos de elección popular y ocupar espacios políticos en el
propio Sector y en sus organizaciones, así como en el Partido y en la
administración pública. Se deben exigir al Partido y a los Gobiernos
oportunidades y espacios acordes con la fuerza política de la Confederación.
Para canalizar
la demanda del Sector Popular por mayores espacios de actuación, se pugnará por
la constante participación en las actividades político-partidistas en las
localidades, en los municipios y delegaciones y en las entidades federativas,
propiciando el surgimiento y desarrollo de líderes que se conviertan en
candidatos naturales a puestos de elección popular.
La Confederación coadyuvará, igualmente, dentro del marco de la normatividad estatutaria
del Partido, en la identificación y promoción de cuadros competitivos que
participen en los procesos internos de selección de candidatos, velando por el
respeto y vigencia de las disposiciones establecidas para normarlos.
Asimismo, se
mantendrá un análisis de los representantes del Sector Popular en los órganos
de dirigencia partidista, particularmente los Consejos Políticos, con el
propósito de evaluar su representatividad y la correspondencia entre el número
de Consejeros señalado por los Estatutos de nuestro Partido a los militantes de
la Confederación,
solicitando cuando se requiera la incorporación a dichos órganos de los cuadros
que se requiera.
Por otra
parte, se pondrán en práctica con estricto rigor las disposiciones contenidas
en los Estatutos de la
Confederación para la renovación periódica y democrática de
los órganos de gobierno y de dirección del Sector.
EL SECTOR POPULAR Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Una de las
expresiones más claras de los avances sociales y políticos del país, a los que
han contribuido decisivamente tanto el Sector Popular como el PRI, es la
participación libre y abierta de los medios de comunicación como observadores
críticos de los fenómenos sociales en general y de la actuación de los partidos
políticos y de sus organizaciones, en particular.
Ante esto, la CNOP debe diseñar y llevar a
cabo una estrategia propositiva e inteligente con los medios de comunicación.
No hay que olvidar que la crítica fortalece a la acción política y el proyecto
del Sector Popular deberá impulsar estrategias encaminadas hacia una mayor
vinculación con los propios medios. Igualmente, se deberá realizar un esfuerzo
para lograr una mayor profesionalización de sus oficinas de comunicación.
El Sector
Popular deberá actuar bajo la convicción de que los medios de comunicación han
abierto un espacio para la discusión de los asuntos políticos que no puede
soslayarse.
Participar en la fijación y discusión de
la agenda nacional es la tarea.
El Comité
Ejecutivo Nacional del Sector Popular fomentará para ello una relación seria y
permanente con los medios de comunicación, reconociéndolos como el vehículo más
importante de interacción con la población que sufraga.
Un segundo
paso será ofrecer posibilidades para que la información generada en el Sector
llegue hasta los propios medios oportunamente.
Con base en lo
anterior, se tendrá que establecer un programa de comunicación que permita la
exploración y análisis permanente de las tendencias de la opinión pública, de
las expresiones políticas locales y nacionales, manteniendo una vinculación
permanente con los medios.
EL PACTO SECTORIAL CON OBREROS Y CAMPESINOS
La vinculación
entre los tres Sectores del Partido –el Popular, el Obrero y el Campesino- no
sólo deberá mantenerse, sino incrementarse.
Independientemente
de que la fuerza política se acrecienta al actuar en conjunción con los obreros
y campesinos, el Sector Popular los apoya convencidamente y luchará siempre por
la preservación de sus legítimas conquistas y el mejoramiento de sus
condiciones de vida.
Esta relación
se debe contemplar bajo un nuevo punto de vista, considerando el reto político,
social y económico que la realidad actual impone al país, vinculando lo
industrial, lo urbano, lo semiurbano y lo rural, por lo que se deben promover
acciones encaminadas a la coordinación de actividades que confluyen del campo a
las ciudades.
Con base en
esa indisoluble unidad, el Sector Popular promoverá el diseño y estructuración
de programas específicos cuyo objetivo básico sea el de contribuir con los
Sectores hermanos en la lucha por alcanzar las condiciones superiores a las que
tienen el más legítimo derecho.
Conforme a las
disposiciones de la
Convocatoria, el Reglamento y el Reglamento de Debates de la Asamblea Nacional
Extraordinaria, este Dictamen de Programa de Acción fue aprobado con el
carácter de Resolución de la misma por los Delegados integrantes de la Mesa Temática de
Programa de Acción y el Pleno de Conclusiones el día diecinueve de noviembre de
dos mil dos, haciéndose constar lo anterior para los efectos correspondientes.
POR LA MESA DIRECTIVA DE LA MESA TEMÁTICA DE
PROGRAMA DE ACCIÓN DE LA
ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC.
HUMBERTO LUGO GIL. EL SECRETARIO TÉCNICO, EN FUNCIONES DE RELATOR, LIC. CESAR
VIEYRA.- POR LA MESA
DIRECTIVA DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE,
LIC. MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA. EL SECRETARIO, LIC. HECTOR YUNES LANDA.
ESTATUTOS DE LA CONFEDERACION NACIONAL
DE
ORGANIZACIONES POPULARES
ORGANIZACIONES POPULARES
Título Primero.
De la Naturaleza, Fines y Normas Internas
de la Confederación.
De la Naturaleza, Fines y Normas Internas
de la Confederación.
Capítulo Primero.
De la Naturaleza de la Confederación.
De la Naturaleza de la Confederación.
Artículo 1.- La
Confederación Nacional de
Organizaciones Populares es un organismo político y social, con personalidad
jurídica y patrimonio propio, constituido para representar y promover
activamente los intereses, expectativas y demandas de los grupos populares, las
clases medias y los sectores urbanos y semiurbanos del país.
Se conforma,
en consecuencia, como una amplia alianza, en constante desarrollo, de carácter
incluyente, autónomo, democrático y plural, integrada por ciudadanos y
organizaciones, agrupados en Movimientos, cuyo propósito común es
trabajar de manera permanente en los fines y objetivos que señalan estos
Estatutos. Paralelamente, reconociendo la creciente diversidad,
especificidad y dinamismo de las actuales formas de expresión y participación
ciudadanas, la
Confederación está comprometida a ser, además de una
organización de militantes, una organización de causas, que busca
vincularse flexible y oportunamente con las que surjan en el seno de la
comunidad para nuclear frentes de lucha política y social con todos los grupos
que coincidan con las tareas que se propone.
Artículo 2.- En su carácter de organización de militantes y de causas, la Confederación se
define y proyecta como una entidad de carácter nacional, popular y
progresista, comprometida con las aspiraciones de bienestar y de justicia de la
sociedad y con los intereses soberanos del país, así como con los principios,
valores y contenidos ideológicos plasmados en la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos.
En tal
condición, se integra y opera conforme a las normas de la Constitución
General de la República,
las Constituciones de las entidades federativas y sus leyes reglamentarias,
que está comprometida a honrar y respetar invariablemente.
Artículo 3.-
Sin menoscabo de su autonomía y para el mejor cumplimiento de sus fines y
objetivos, la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares, como su
Sector Popular, mantiene una alianza histórica con el Partido Revolucionario
Institucional, basada en los principios ideológicos y los compromisos de la
democracia y la justicia social.
En este
sentido, la
Confederación asume, como orientación y referencia
primordiales en todos los ámbitos de su actividad y en la participación
política de sus integrantes, los Documentos Básicos del propio Partido, así
como su Código de Ética.
Artículo 4.-
Teniendo como denominación oficial el de Confederación Nacional de
Organizaciones Populares, se identificará con las siglas CNOP.
El emblema y
la combinación de colores de la Confederación se describen de la siguiente forma:
1.
Se representa por un circulo
enmarcado dividido en tres secciones verticales destacadas en color verde,
blanco y rojo, de izquierda a derecha, respectivamente; y,
2. En la sección verde estará impresa, en color blanco, la letra “C”;
en la sección blanca y en color negro estará impresa la letra “N”, en el nivel
superior, y la letra “P”, en el nivel inferior; y en la sección roja estará
impresa la letra “O”, en color blanco.
Artículo 5.- El lema de la Confederación Nacional de Organizaciones
Populares es “Unidad Ciudadana”.
Artículo 6.- El emblema, los colores y el lema de la Confederación
deberán aparecer en todos sus documentos y actos oficiales. Su estructura,
contenido y diseño gráfico no podrán ser modificados o alterados ni podrán ser
utilizados por ninguna persona u organización ajena a la misma.
Capítulo Segundo.
De los Fines y Objetivos de la Confederación.
De los Fines y Objetivos de la Confederación.
Artículo 7.- Son fines de las Confederación Nacional de Organizaciones
Populares:
1.
Participar activa e
intensamente en la transformación y el avance político, económico y social de
México, impulsando los valores soberanos y democráticos, el progreso y
bienestar del pueblo y la justicia en todas sus dimensiones como fundamentos y
propósitos indeclinables del desarrollo nacional;
2.
Organizar, promover,
representar y defender los intereses y demandas de sus integrantes, ejerciendo
su capacidad de gestión política y social, de negociación y de movilización
para lograr que sean reconocidos y atendidos por los poderes públicos y que
sean incorporados en los programas y acciones que éstos realicen en
cumplimiento de sus responsabilidades;
3.
Compartir, articular e impulsar
las causas ciudadanas que se plantean en el país, promoviendo que se fortalezca
el respeto y ejercicio de los derechos individuales y colectivos de los
ciudadanos, así como que se consideren y resuelvan adecuadamente los problemas
y exigencias específicos que interesan a la sociedad, especialmente en el
ámbito urbano; y,
4. Concurrir activamente en los procesos de renovación de los poderes
públicos y en el ejercicio y vigilancia de las tareas de gobierno, procurando
en estos ámbitos, tanto en el nivel federal como local, el acceso a la
representación política de los grupos populares, las clases medias y los
sectores urbanos del país.
Artículo 8.- De conformidad con sus fines, son objetivos de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares:
1.
Desarrollar programas y
acciones permanentes para la promoción, atención y solución de las demandas y
propuestas de sus integrantes y el cumplimiento de sus intereses, proyectos y
tareas;
2.
Promover e impulsar la
participación activa de los jóvenes y mujeres en la vida interna de la Confederación y en
sus programas de formación y desarrollo político, así como en los de sus
organizaciones adherentes;
3.
Realizar una permanente labor
de identificación, comunicación, coordinación y activismo con los diversos
grupos sociales y con sus liderazgos, impulsando conjuntamente las causas
ciudadanas de mayor trascendencia e interés para la colectividad;
4.
Procurar y establecer vínculos,
convenios y alianzas políticas, sociales y jurídicas con instituciones,
organizaciones y agrupaciones de toda índole para desarrollar conjuntamente
estrategias y programas de interés común;
5.
Diseñar y poner en práctica
fórmulas y mecanismos eficaces para fomentar y promover la cultura democrática
en el país, desarrollando programas permanentes de capacitación política e
ideológica;
6.
Concurrir en los procesos
partidistas de selección y postulación de candidatos a cargo de elección
popular con propuestas propias, pugnando por el acceso de sus
militantes a candidaturas y cargos de representación política; y,
7. Mantener y profundizar principios partidistas democráticos en todos
los ámbitos de su vida interna, garantizando la participación activa de sus
militantes en la integración y renovación de los órganos de gobierno y de
dirección, así como en el diseño, implementación y vigilancia de la
orientaciones y estrategias de su actividad política y social.
Capítulo Tercero.
De las Normas Internas de la Confederación.
De las Normas Internas de la Confederación.
Artículo 9.- La
Confederación Nacional de
Organizaciones Populares se rige por las normas internas contenidas en su
Declaración de Principios, su Programa de Acción, sus Estatutos y su Código de
Ética, que constituirán sus Documentos Básicos. Igualmente, regirán a la Confederación las
disposiciones reglamentarias de sus Documentos Básicos y las resoluciones de su
Asamblea Nacional y de su Pleno Nacional.
Artículo 10.- Los Documentos Básicos de la Confederación sólo
podrán ser emitidos, derogados, abrogados, reformados o adicionados por el voto
mayoritario de su Asamblea Nacional.
Artículo 11.- Corresponderá al Pleno Nacional de la Confederación
emitir, reformar o adicional la reglamentación necesaria para precisar y
detallar el contenido de sus Documentos Básicos, para lo que considerará entre
otros instrumentos los siguientes:
1. Reglamento del Pleno Nacional;
2. Reglamento del Comité Ejecutivo Nacional;
3. Reglamento de Afiliación y del Registro Nacional de Militantes;
4. Reglamento General de Organizaciones y Movimientos;
5. Reglamento de Procesos Internos y de Procedimientos y Medios de
Impugnación;
6. Reglamento de Reconocimientos, Estímulos y Sanciones; y,
7. Acuerdo General de Financiamiento, que tendrá carácter anual.
Artículo 12.- Los Documentos Básicos de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares y su reglamento, las modificaciones de que puedan
ser objeto y las demás resoluciones de la Asamblea Nacional
y el Pleno Nacional serán de observancia obligatoria para todos sus
integrantes, debiendo ser publicadas y difundidas entre éstos para entrar en
vigor.
Título Segundo.
De la Integración de la Confederación.
De la Integración de la Confederación.
Capítulo Primero.
De los Integrantes de la Confederación.
De los Integrantes de la Confederación.
Artículo 13.- La
Confederación Nacional de Organizaciones Populares está
integrada por los militantes y las organizaciones que forman parte o
lleguen a formar parte de la misma, cumpliendo para ello los requisitos y
procedimientos establecidos en los presentes Estatutos.
Artículo 14.- Para los efectos de estos Estatutos, se entenderá por militante a
todo ciudadano que, teniendo tal condición de acuerdo con lo establecido por la Constitución General
de la República,
y en ejercicio de los derechos conferidos por ésta, decida individual y
libremente afiliarse en forma directa a la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares, o hacerlo a través de sus organizaciones
adherentes, para comprometerse y participar activamente en las tareas políticas
y sociales que se plantea, así como para concurrir en sus fines y objetivos.
Igualmente,
para efectos estatutarios se entenderá por organización a toda agrupación
formalmente constituida de ciudadanos o de personas morales que comparten
objetivos, identidades y causas específicas, expresados en la acción política y
social colectiva de carácter permanente dentro de su ámbito propio, que estén
adheridos o decidan adherirse a la Confederación para participar en sus tareas y
concurrir en sus fines y objetivos.
Capítulo Segundo.
De la Afiliación y el Registro Nacional de Militantes.
De la Afiliación y el Registro Nacional de Militantes.
Artículo 15.- Podrán solicitar y adquirir el carácter de militantes de la Confederación los
ciudadanos, hombres y mujeres, que deseen ser afiliados como integrantes de la
misma y se comprometan con sus Documentos Básicos.
Artículo 16.- La Afiliación y el Registro Nacional de Militantes serán objeto de un programa
prioritario y permanente que estará bajo la coordinación directa del Comité
Ejecutivo Nacional y en el que deberá involucrarse toda la estructura de
la Confederación y sus organizaciones, con base en la reglamentación que
a este respecto se expida.
Dicho programa
atenderá tanto a la regularización y actualización constante de datos de
quienes ya integran a la
Confederación como a la incorporación de nuevos afiliados por
vía directa o a través de las organizaciones adherentes.
Artículo 17.- Los afiliados recibirán una credencial que los identificará como tales,
cuyas características, así como los respectivos mecanismos de expedición y
distribución, serán determinados por el Comité Ejecutivo Nacional.
La credencial
así otorgada servirá como acreditación para ejercer los derechos que estos
Estatutos reservan a los militantes de la Confederación, así
como para participar en las actividades y beneficios destinados a los mismos,
con las consideraciones y criterios que eventualmente se establezcan en lo
específico.
Artículo 18.- Los datos de los afiliados se integrarán en el Registro Nacional de
Militantes de la
Confederación, en el que se deberá incorporar y mantener
actualizada la información individual de carácter Personal, del registro
electoral y de trayectoria política y social de sus militantes.
Este registro
estará estratificado territorialmente y podrá ser utilizado únicamente por los
órganos de dirección de la
Confederación, conforme al Reglamento correspondiente, siendo
base en la comunicación interna y en la planeación y desarrollo de las
actividades de la misma.
En particular,
el Registro Nacional de Militantes deberá usarse como instrumento de apoyo para
el desarrollo y activación de las estructuras de la Confederación, para
el diseño e implementación de estrategias destinadas al cumplimiento de su
Programa de Acción, para la organización y desarrollo de los procesos de
renovación de sus órganos de gobierno y dirección y para sustentar la más
eficaz concurrencia de sus integrantes en las elecciones constitucionales en
que participe.
Capítulo Tercero.
De la Adhesión y las Organizaciones Adherentes.
De la Adhesión y las Organizaciones Adherentes.
Artículo 19.- Las organizaciones políticas y sociales que así lo decidan en los
términos de su propia normatividad podrán solicitar su integración a la Confederación,
cumpliendo para ello los requisitos y procedimientos de adhesión establecidos
por estos Estatutos y el Reglamento respectivo.
Artículo 20.- Las organizaciones adherentes de la Confederación podrán
ser de carácter nacional, de carácter estatal o del Distrito Federal o de
carácter municipal o delegacional, entendiéndose por ello para efectos de los
presentes Estatutos:
1.
Por organizaciones nacionales a
las Confederaciones, Federaciones, Sindicatos, Asociaciones y demás
agrupaciones que cuenten con un padrón de miembros con presencia activa en más
de la mitad de las entidades federativas del país. Podrá otorgar igualmente el
carácter de organización nacional a las agrupaciones cuya naturaleza y
objetivos así lo ameriten, a juicio del Pleno Nacional, por corresponder a
actividades de proyección y cobertura en todo el territorio del país;
2.
Por organizaciones estatales o
del Distrito Federal a las que cuenten con un padrón de miembros con presencia
activa en más de la mitad de los municipios o Delegaciones Políticas de la
entidad de que se trate. Podrá otorgarse igualmente el carácter de organización
estatal o del Distrito Federal a las agrupaciones cuya naturaleza y
objetivos así lo ameriten, a juicio del respectivo Pleno Estatal o del Distrito
Federal, por corresponder a actividades de proyección y cobertura en todo el
territorio de la entidad; y,
3. Por organizaciones municipales, en el caso de los Estados, o
delegacionales, en el caso del Distrito Federal, a las que cuenten con un
padrón de miembros con presencia activa en la mayoría de sus localidades o de
sus colonias, barrios o secciones. Podrá otorgarse igualmente el carácter de
organización municipal o delegacional a las agrupaciones cuya naturaleza y
objetivos así lo ameriten, a juicio del respectivo Pleno Municipal o
Delegacional, por corresponder a actividades de proyección y cobertura en todo
el territorio de la correspondiente demarcación.
Artículo 21.- Las solicitudes de adhesión serán presentadas, en representación de
las organizaciones correspondientes, por el titular de su instancia de gobierno
o de dirección.
Deberá
acompañarse con la información necesaria, misma que será objeto del análisis y
verificación respectivos para acreditar la convergencia de los fines y
objetivos de la organización solicitante con los de la Confederación.
Para estos efectos,
en particular se requerirá que dichas organizaciones presenten copia de sus
documentos constitutivos y de su normatividad interna, así como el listado o
padrón de sus miembros.
Artículo 22.- Las solicitudes de adhesión deberán ser aprobadas por el Pleno del
nivel correspondiente y estarán sujetas a la ratificación del Comité Ejecutivo
Nacional, que determinará al otorgarla el Movimiento a que quedará incorporada
la organización solicitante, de acuerdo con su naturaleza y objetivos, para
propósitos de coordinación.
Una vez
aprobada y ratificada la adhesión, ésta surtirá todos sus efectos.
Artículo 23.- Las organizaciones adherentes gozarán de autonomía en todo lo
referente a su vida interna, pero, como integrantes de la Confederación y en
su participación dentro de ésta, se sujetarán a la coordinación de los órganos
de gobierno y dirección definidos por estos Estatutos y estarán obligadas a
observar lo establecido en os Documentos Básicos, disfrutando a la vez de las
garantías y derechos que los mismos les otorgan.
Artículo 24.- Bajo la responsabilidad y coordinación del Comité Ejecutivo Nacional
se constituirá y mantendrá permanentemente actualizado un Registro Nacional de
Organizaciones Adherentes, en el que se incorporarán los datos y documentos
constitutivos de las que forman parte de la Confederación y las
que lleguen a integrarse a ella.
Este Registro
se sujetará al Reglamento correspondiente y será distinto e independiente del
Registro Nacional de Militantes, en el que deberán considerarse en forma
individual los miembros afiliados de las organizaciones adherentes, de
conformidad con lo señalado por los presentes Estatutos.
Capítulo cuarto.
De las Garantías, Derechos y Obligaciones de los Integrantes de la Confederación.
De las Garantías, Derechos y Obligaciones de los Integrantes de la Confederación.
Artículo 25.- Los integrantes de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares gozarán de las siguientes garantías:
1.
Libertad de expresión oral y
escrita, sin más límite que el respeto a sus demás integrantes y a la unidad de
la Confederación;
2.
Garantía de audiencia para ser
atendido y escuchado a través de los mecanismos que se definan por los
órganos de gobierno y de dirección de la Confederación, que
recibirán sus planteamientos y propuestas y responderán a ellos; y,
3.
Garantía de equidad, entendida
como igualdad de oportunidades en igualdad de circunstancias, evitando
cualquier tipo de cotos o cuotas políticas para ejercer los derechos y cumplir
las obligaciones establecidas por la normatividad interna de la Confederación.
Atendiendo a
hacer plenamente efectiva esta garantía de equidad, la Confederación
promoverá especialmente la capacitación y el desarrollo políticos de las
militantes mujeres y los militantes jóvenes, auspiciando su participación en la Administración Pública,
en los órganos de gobierno y de dirección y en los cargos de elección
popular, que en este último caso se encauzará al ámbito partidista.
Artículo 26.- Los militantes de la Confederación tendrán los siguientes derechos:
1.
Recibir su credencial e
incorporarse al Registro Nacional de Militantes de la Confederación,
aportando a éste la documentación y constancias que acrediten su
trayectoria política y social, que podrá utilizar en los trámites que
correspondan;
2.
Concurrir en las actividades de
la Confederación,
a través de sus organizaciones y Movimientos, que les procurarán condiciones y
oportunidades para cumplir su vocación política y social y para el desarrollo
de una trayectoria de servicio, aportación y entrega en beneficio de la
comunidad;
3.
Presentar iniciativas y
propuestas para el cumplimiento y perfeccionamiento de los fines y objetivos de
la Confederación,
así como para el mejoramiento de su estructura interna y sus programas;
4.
Participar en la integración y
los trabajos de las Asambleas y Plenos de la Confederación,
conforme a la Convocatoria
respectiva;
5.
Votar y ser votado en los
procesos internos para la renovación de los órganos de dirección de la Confederación,
conforme a la
Convocatoria respectiva;
6.
Participar en los procesos
partidistas en que concurra la
Confederación para la postulación de candidatos a cargo de
elección popular, recibiendo el apoyo de ésta cuando cumplan los
requisitos y condiciones correspondientes, de acuerdo con lo dispuesto
por los presentes Estatutos y las Convocatorias respectivas;
7.
Recibir el respaldo político de
la Confederación
cuando sea candidato a algún cargo de elección popular o a ocupar un cargo como
servidos público en el nivel federal o local, cumplidas las condiciones y
requisitos del caso;
8.
Recibir formación ideológica y
capacitación política y social;
9.
Interponer, cuando así sea
procedente, recursos contra los acuerdos y decisiones de los órganos internos
de la Confederación,
conforme a las disposiciones estatutarias aplicables;
10.
Solicitar a los órganos
internos que correspondan, de acuerdo con la normatividad aplicable, el
otorgamiento de reconocimientos y estímulos a los integrantes de la Confederación
o la investigación y sanción de presuntas violaciones a sus Documentos
Básicos;
11.
Recibir los beneficios y
servicios que, además de loa arriba señalados, acuerden y promuevan los órganos
competentes de la
Confederación para sus militantes, que podrá obtener con la
sola presentación de su credencial o, en su caso, cuando acrediten estar al
corriente en el pago de las cuotas o aportaciones que les
correspondan, de conformidad con el Acuerdo General de Financiamiento; y,
12.
Los demás que les
confieran estos Estatutos.
Artículo 27.- Serán obligaciones de los militantes de la Confederación:
1.
Tramitar su credencial de la Confederación e
incorporarse al Registro Nacional de Militantes;
2.
Cumplir con la normatividad
interna de la
Confederación, conociendo y promoviendo el contenido de sus
Documentos Básicos;
3.
Contribuir en los fines y
objetivos de la
Confederación, así como en el desarrollo de sus actividades,
desempeñando las comisiones de carácter electoral, político y social que les
sean conferidas por los órganos competentes;
4.
Fomentar el prestigio y la
unidad de la
Confederación, así como el respeto entre sus integrantes,
observando una conducta de tolerancia, solidaridad, compañerismo y
comunicación;
5.
Colaborar en el sostenimiento
de la Confederación
y de sus actividades, según lo determine el Acuerdo General de Financiamiento,
que establecerá las cuotas y modalidades de aportación que correspondan a los
militantes, pudiendo señalar los estímulos y beneficios especiales que se
otorgarán a los que estén al corriente en el pago de las mismas;
6.
Obtener y mantener actualizada
su Credencial de Elector; y,
7. Las demás que les señalen los presentes Estatutos.
Artículo 28.- Independientemente de os derechos que sus miembros afiliados
ejercerán en lo individual, las organizaciones adherentes de la Confederación
tendrán los siguientes derechos:
1.
Incorporarse al Registro
Nacional de Organizaciones Adherentes de la Confederación,
aportando a éste la documentación y constancias que acrediten su trayectoria
política y social, que podrá utilizar en los trámites que correspondan;
2.
Manteniendo como organización
la autonomía en su vida interna, colaborar con la Confederación en el
cumplimiento de sus fines y objetivos y recibir el apoyo de ésta en sus luchas
reivindicatorias y en la realización de sus propias tareas y propósitos en los
ámbitos correspondientes;
3.
Presentar iniciativas y
propuestas para el cumplimiento y perfeccionamiento de los fines y objetivos de
la Confederación,
así como para el mejoramiento de su estructura interna, sus programas y su
actividades;
4.
Formar parte de los Movimientos
Nacionales de la
Confederación y participar activamente en el diseño, implementación
y evaluación de sus estrategias y programas políticos y sociales;
5.
Participar en la integración y
los trabajos de las Asambleas y Plenos de la Confederación,
conforma a las Convocatorias respectivas;
6.
Proponer e impulsar a
aspirantes, precandidatos y candidatos a cargos de dirigencia dentro de la Confederación, así
como a cargos de elección popular en el ámbito partidista, participando
activamente en los procesos correspondientes en los términos de las
Convocatorias respectivas; y,
7. Los demás que les confieran estos Estatutos.
Artículo 29.- Serán obligaciones de las organizaciones adherentes de la Confederación:
1.
Tramitar su incorporación al
Registro Nacional de Organizaciones Adherentes;
2.
Promover permanentemente la
afiliación individual y voluntaria de sus miembros a la Confederación y
colaborar en la integración y actualización del Registro Nacional de
Militantes;
3.
Cumplir con la normatividad
interna de la
Confederación, promoviendo el contenido de sus Documentos
Básicos;
4.
Participar en el cumplimiento
de los fines y objetivos de la
Confederación y en sus actividades de carácter electoral,
político y social, así como en sus programas de formación, capacitación y
divulgación cívica e ideológica;
5.
Fomentar el prestigio y la
unidad de la
Confederación, así como la tolerancia, la solidaridad y el
respeto entre sus integrantes;
6.
Colaborar en el sostenimiento
de la Confederación
y de sus actividades, según lo determine el Acuerdo General de Financiamiento;
y,
7. Las demás que les señalen los presentes Estatutos.
Capítulo Quinto.
De los Cuadros y Dirigentes de la Confederación.
De los Cuadros y Dirigentes de la Confederación.
Artículo 30.- La
Confederación reconocerá el carácter de cuadros a los
militantes que:
1.
Hayan sido electos y
participado como Delegados en las Asambleas o como integrantes de los Plenos de
la Confederación;
2.
Hayan desempeñado cargos en los
órganos de dirección de la
Confederación o de sus organizaciones adherentes;
3.
Hayan sido candidatos,
propietarios o suplentes, a cargos de elección popular;
4.
Hayan egresado de los programas
de formación ideológica y capacitación política y social de la Confederación o de
los impartidos por las instituciones formalmente reconocidas por ésta; o
5. Participen de manera formal, regular y comprometida en el
cumplimiento del Programa de Acción de la Confederación y en
los diversos trabajos electorales, políticos y sociales que realiza, a juicio
del órgano de dirección del ámbito en el que regularmente actúe.
Artículo 31.- Se otorgará la categoría de dirigentes de la Confederación a los
miembros de sus órganos internos de gobierno y de dirección y a los de sus
organizaciones adherentes.
Artículo 32.- Además de los derechos y obligaciones que les corresponden como
militantes de la
Confederación, sus cuadros deberán:
1.
Mantener vínculos activos y
permanentes con los órganos de dirección y las demás estructuras de la Confederación, con
el fin de apoyar y orientar del desarrollo y cumplimiento de sus tareas y
objetivos, aportando su experiencia política y social y su colaboración cuando
así se requiera;
2.
Establecer comunicación y
vinculación con los liderazgos y grupos emergentes de la sociedad, promoviendo
el acercamiento entre éstos y la Confederación para la mejor consecución de los
fines y objetivos de ésta;
3.
Participar en los programas de
formación ideológica y de capacitación política y social, así como en los
eventos de análisis, deliberación y difusión a que sean convocados;
4.
Promover el prestigio de la Confederación con la
honestidad de su conducta y su compromiso político y social en los cargos y
actividades que desempeñen; y,
5. Animar el conocimiento y aplicación de los Documentos Básicos de la Confederación en sus
comunidades y ámbitos de actividad.
Artículo 33.- Los dirigentes tendrán, además de las que corresponden a los
militantes y cuadros de la
Confederación, las siguientes obligaciones:
1.
Promover y vigilar el
cumplimiento de los Documentos Básicos, su reglamentación y los acuerdos y
resoluciones de las Asambleas y Plenos de la Confederación;
2.
Elaborar y presentar anualmente
el programa de trabajo de la instancia de dirección que integren, informando al
órgano que corresponda sobre su cumplimiento;
3.
Dar audiencia a los militantes
y atender sus planteamientos y propuestas, cuando integren órganos de
dirección, a través de los mecanismos y procedimientos que definan;
4.
Defender y promover activamente
los intereses de la
Confederación, dedicando toda su capacidad y empeño al
cumplimiento de sus fines y objetivos; y,
5. Las demás derivadas de su caro y de la normatividad interna de la Confederación.
Capítulo Sexto.
De la Pérdida de la Calidad de Integrante.
De la Pérdida de la Calidad de Integrante.
Artículo 34.- Los integrantes de la Confederación dejarán de serlo por renuncia
o por expulsión.
Artículo 35.- La expulsión de un integrante de la Confederación sólo
podrá decretarse por resolución del órgano competente, una vez desahogados los
procedimientos que correspondan, de conformidad con lo dispuesto por los
presentes Estatutos.
Título Tercero.
De los Movimientos Nacionales de la Confederación.
De los Movimientos Nacionales de la Confederación.
Capítulo Primero.
De la Conformación y funcionamiento de los Movimientos Nacionales de la Confederación.
De la Conformación y funcionamiento de los Movimientos Nacionales de la Confederación.
Artículo 36.- Los ciudadanos y las organizaciones que integran a la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares se agruparán en los Movimientos Nacionales que
conforman a la misma, atendiendo a su condición de militantes.
Para ello se
tomarán como fundamento sus intereses y ámbitos comunes de acción política y
social, con el propósito de establecer mecanismos más ágiles y eficaces de
comunicación y coordinación para concurrir en los fines y objetivos de la Confederación, así
como para lograr una mejor promoción, articulación, representación y defensa de
las demandas y tareas que comparten.
Artículo 37.- En los Movimientos Nacionales se concretará también el compromiso de
la Confederación
de estructurarse y proyectarse como una organización de causas ciudadanas.
Para ello,
operarán como frentes de carácter temporal o permanente para la vinculación y
articulación entre la
Confederación y sus integrantes con otras agrupaciones,
organizaciones, organismos y cualquiera expresión de participación ciudadanas
que converjan con los fines y objetivos y con las luchas reivindicatorias de la
propia Confederación, dentro del marco de la Constitución del país
y de las entidades federativas así como de sus leyes reglamentarias.
Artículo 38.- Como estructuras de comunicación y coordinación entre los
integrantes de la
Confederación y entre éstos y las diversas expresiones y
causas ciudadanas, serán atribuciones y funciones generales de los Movimientos
Nacionales:
1.
Diseñar, impulsar e implementar
iniciativas, estrategias y programas específicos para el cumplimiento efectivo
de los fines y objetivos de la
Confederación en el ámbito del correspondiente Movimiento,
así como para le gestión de las demandas e intereses de sus integrantes ;
2.
Promover y apoyar el ejercicio
de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones de los integrantes de la Confederación
agrupados en el correspondiente Movimiento, así como la observancia y
aplicación en su ámbito de las disposiciones y contenidos de los Documentos
Básicos, de sus normas reglamentarias y de los acuerdos y resoluciones de la Asamblea Nacional,
el Pleno Nacional y el Comité Ejecutivo Nacional de la propia Confederación;
3.
Impulsar activamente los
programas del Registro Nacional de Militantes y del Registro Nacional de
Organizaciones Adherentes en el ámbito del correspondiente Movimiento, así como
la afiliación o adhesión de nuevos integrantes;
4.
Encauzar, en los términos de la
normatividad interna y de las Convocatorias respectivas, la participación de
los integrantes de la
Confederación en la organización y desarrollo de los procesos
para la integración y renovación de los órganos de gobierno y de dirección de
la misma, así como en los que se realicen para la conformación de su representación
en los órganos partidistas y para la postulación de candidatos a cargos de
elección popular, realizando a través de las instancias competentes los
procedimientos democráticos y planteamientos que correspondan;
5.
Mantener una constante apertura
e interlocución con los liderazgos y expresiones sociales que emerjan o se
desarrollen en el ámbito del correspondiente Movimiento, vinculándose a las
causas ciudadanas congruentes con los fines y objetivos de la Confederación y
trascendentes para su cumplimiento;
6.
Diseñar, proponer y operar
acuerdos y mecanismos de colaboración, coordinación y alianza con las nuevas
organizaciones y expresiones sociales en el ámbito del correspondiente
Movimiento, impulsando de acuerdo con lo dispuesto por los Estatutos fórmulas
que contribuyan al avance democrático del país, a la promoción de la causas
ciudadanas y a los propósitos de la Confederación; y,
7. Las demás que les confieran estos Estatutos.
Artículo 39.- Para la conducción y coordinación del funcionamiento de los
Movimientos Nacional y para el mejor ejercicio de sus atribuciones, cada uno de
ellos contará con una Secretaría Coordinadora, que formará parte del órgano de
dirección nacional de la
Confederación.
A la vez, en
cada Movimiento Nacional existirá una Comisión Política y Social, formada por
hasta nueve miembros, uno de los cuales será la Secretaria o el
Secretario Coordinador nacional, que la presidirá. Esta Comisión
desarrollará básicamente tareas de orientación política y social, así
como labores de enlace, promoción, evaluación y seguimiento, integrándose con
dirigentes de la organizaciones adherentes que conformen al correspondiente
Movimiento, de acuerdo con el número de sus miembros afiliados y
atendiendo a una representatividad equitativa y adecuada, en los términos
que señale el Reglamento General de Organizaciones y Movimientos de la Confederación.
Artículo 40.- Cada uno de los Movimientos Nacionales establecerá, cumplirá y
mantendrá sistemáticamente vigente, además de sus programas de trabajo al
servicio de la militancia, un programa permanente de activismo a favor de las
causas ciudadanas en su respectivo ámbito, en el que considerará la
participación e intereses de los integrantes de la Confederación que lo
conforman, así como la concurrencia con otras organizaciones y expresiones
sociales afines de relevancia.
Cuando estos
programas impliquen la creación de frentes de lucha de carácter temporal
con sociales afines se requerirá el acuerdo previo de la
correspondiente Comisión Política y Social, que deberá señalar los criterios y
condiciones de participación en el proceso respectivo, considerando lo
dispuesto por los Documentos Básicos.
A través de
sus Secretarios Coordinadores nacionales, y previo acuerdo de su Comisión
Política y Social, los Movimientos Nacionales podrán proponer la formación de
frentes de lucha y alianzas de carácter permanente con organizaciones y
expresiones sociales afines presentando la justificación, el programa
particular y el proyecto de acuerdo político a la consideración de la Secretaría General
del Comité Ejecutivo Nacional, que en su caso los someterá para su aprobación
al Pleno Nacional de la
Confederación.
El Reglamento
General respectivo precisará los criterios para la estructuración de los
frentes y alianzas que impulsen los Movimientos, los lineamientos para la
determinación de su carácter temporal o permanente y los requisitos y
procedimientos específicos para su aprobación y formación.
Artículo 41.- En el marco de sus funciones y atribuciones, los Movimientos
Nacionales de la
Confederación podrán también proponer e impulsar la
constitución de agrupaciones políticas o sociales de carácter nacional y local,
en los términos que señale la legislación vigente.
Para ello
deberán cumplirse los lineamientos, requisitos y procedimientos que señale el
respectivo Reglamento, entre los que se considerará someter a la aprobación del
Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación, a través de la Secretaría Coordinadora
nacional del correspondiente Movimiento y previo acuerdo de su Comisión
Política y Social:
1.
La propuesta de documentos
constitutivos de la agrupación para validar su viabilidad jurídica y su
congruencia con los fines y objetivos de la propia Confederación; y,
2.
La propuesta de convenio de
adhesión o vinculación con la
Confederación, que deberá ser oportuna y formalmente suscrito
por la agrupación.
En particular,
el Reglamento General de Organizaciones y Movimientos establecerá disposiciones
específicas para la vinculación entre la Confederación y las
agrupaciones políticas nacionales y locales, con el propósito de que
éstas queden homologadas en los derechos y deberes con sus
organizaciones adherentes, con las modalidades pertinentes.
Artículo 42.- Los órganos de dirección estatales y del Distrito Federal contarán
también con Secretarías Coordinadoras de los Movimientos, que deberán colaborar
con las Secretarías Coordinadoras nacionales para desarrollar en el ámbito de
la entidad los programas relativos las organizaciones nacionales
adherentes, atendiendo a la vez a las organizaciones adherentes de carácter
local.
Artículo 43.- Los órganos de dirección municipales y delegacionales podrán contar
con Secretaría Coordinadoras de la Movimientos, particularmente para el impulso de
causas ciudadanas relevantes en su propia demarcación.
El
establecimiento de estas instancias dependerá de las condiciones políticas y
sociales del municipio o delegación y de las estrategias que a este
respecto acuerden las respectivas instancias estatales o del Distrito
Federal, con las que en su caso deberán mantener directa coordinación.
Capítulo Segundo.
Del Ámbito de los Movimientos Nacionales de la Confederación.
Del Ámbito de los Movimientos Nacionales de la Confederación.
Artículo 44.- Los Movimientos Nacionales de la Confederación
Nacional de Organizaciones Populares son:
1. El Movimiento Nacional Sindical;
2. El Movimiento Nacional de Profesionales y Técnicos;
3. El Movimiento Nacional de Agrupaciones Productivas y de Servicios;
4. El Movimiento Nacional Urbano Vecinal;
5. El Movimiento Nacional de Vinculación Ciudadana;
6. El Movimiento Nacional Asociativo de las Personas con
Discapacidad;
7. El Movimiento Nacional de Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores;
8. El Movimiento Nacional de Mexicanos en el Extranjero;
9. El Movimiento Nacional de la Juventud; y,
10.
El Movimiento Nacional
de las Mujeres.
Artículo 45.- El Movimiento Nacional Sindical es la estructura de agrupaciones de
ciudadanos y organizaciones sindicales vinculados con las luchar
reivindicatorias y las demandas de los trabajadores al servicio del Estado, en
sus niveles federal, estatal y municipal, tanto en organismos
centralizados como en organismos desconcentrados y descentralizados, así como
en organismos e instituciones privadas en el sector financiero y bancario, que
se proponen fines y objetivos políticos y sociales coincidentes con los de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares, llevándolos a formar parte de ella.
Artículo 46.- El Movimiento Nacional de Profesionales y Técnicos es la estructura
multidisciplinaria de agrupación de ciudadanos y organizaciones comprometidos política
y socialmente a través de la formación y el desarrollo académicos, la práctica
profesional, la especialización técnica y el servicio a la comunidad, que
comparten fines y objetivos políticos y sociales con la Confederación,
llevándolos a formar parte de ella.
Artículo 47.- El Movimiento Nacional de Agrupaciones Productivas y de Servicios es
la estructura de agrupación de ciudadanos y organizaciones fundamentalmente
orientados a la producción de bienes y la prestación de servicios en el campo y
la ciudad, tanto en el sector privado como en el social, que, junto con
sus propósitos económicos, persiguen fines y objetivos políticos y
sociales coincidentes con los de la Confederación, llevándolos a formar parte de
ella. Las cooperativas de producción, consumo, ahorro y préstamo y
servicios serán parte del Movimiento y tendrán dentro de él
modalidades y condiciones acordes con su naturaleza, debiéndose procurar su más
amplia inclusión, fortalecimiento, impulso y desarrollo dentro del marco
organizativo y programático de la Confederación.
Artículo 48.- El Movimiento Nacional Urbano y Vecinal es la estructura incluyente
de agrupaciones de ciudadanos y organizaciones formadas por colonos y
avecinados en zonas urbanas y semiurbanas, así como por residentes,
principalmente, en colonias urbanas, conjuntos habitacionales, condominios y
fraccionamientos, comprometidos en la lucha de los grupos populares y las
clases medias por el derecho a la vivienda digna, entendida como condición de
seguridad y bienestar familiar, así como por la dotación y el mejoramiento de
servicios públicos necesarios para elevar la calidad de vida en los centros de
población, que se plantean fines, objetivos y luchas reivindicatorias
coincidentes con los de la
Confederación, llevándolos a formar parte de ella.
Artículo 49.- El Movimiento Nacional de Vinculación Ciudadana es la estructura de
agrupaciones de ciudadanos y organizaciones, incluyendo organismos no
gubernamentales, comprometidos con las necesidades, expresiones y demandas emergentes
en la sociedad en torno a causas ciudadanas específicas y a las propias de los
llamados derechos de tercera generación, como la defensa de los derechos
humanos, la protección del medio ambiente, la lucha contra la discriminación y
otras afines, que, además de sus reivindicaciones particulares, comparten fines
y objetivos políticos y sociales con la Confederación,
llevándolos a formar parte de ella.
Artículo 50.- El Movimiento Nacional Asociativo de las Personas con
Discapacidad es la estructura de agrupación de ciudadanos y de organizaciones
constituidas por o para las personas con discapacidad del país y sus regiones,
comprometidos con sus derechos humanos, legales, sociales, económicos y
políticos, con el impulso y defensa de instituciones y programas destinados a
su beneficio y con la promoción y atención de sus necesidades y demandas, que,
además de sus reivindicaciones particulares, comparten fines y objetivos con la Confederación,
llevándolos a formar parte de ella.
Artículo 51.- El Movimiento Nacional de Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores
es la estructura de agrupación llevándolos a formar parte de ella. de
ciudadanos y organizaciones constituidas por o para los pensionados, jubilados
y adultos mayores del país y sus regiones, comprometidos con sus derechos
humanos, legales, sociales, económicos y políticos, con el impulso y defensa de
instituciones y programas destinados a su beneficio y con la promoción y
atención de sus necesidades y demandas, que, además de sus reivindicaciones
particulares, comparten fines y objetivos con la Confederación,
llevándolos a formar parte de ella.
Artículo 52.- El Movimiento Nacional de Mexicanos en el Extranjero es la
estructura de agrupación de ciudadanos y organizaciones comprometidos con la
situación, las demandas y las luchar reivindicatorias de los migrantes del país
y sus regiones que participan en actividades diversas en el extranjero, así
como de sus familias, que coincidiendo con los fines y objetivos políticos y
sociales de la
Confederación, han decidido formar parte de ella.
Artículo 53.- El Movimiento Nacional de la Juventud es la estructura
de agrupación de jóvenes y organizaciones juveniles, principalmente de Juventud
Popular Revolucionaria, misma que propondrá en los términos de estos Estatutos
a su Secretaria o Secretario Coordinador en los niveles nacionales y estatales
o del Distrito Federal, comprometidos con las causas, necesidades y exigencias
de la juventud, así como con sus demandas de desarrollo político y social, que
se plantean fines y objetivos coincidentes con los de la Confederación, lo
que les ha llevado a formar parte de ella, correspondiendo al propio Movimiento
coadyuvar en la promoción y vigencia de los derechos estatutarios
partidistas específicos de los militantes que agrupa.
Artículo 54.- El Movimiento Nacional de la Mujeres es la estructura de agrupación de
ciudadanas y organizaciones comprometidas con las necesidades, exigencias
y luchas reivindicatorias de las mujeres, así como con sus demandas y
expectativas de desarrollo político y social, que se proponen fines y
objetivos coincidentes con los de la Confederación, lo que las ha llevado a formar
parte de ella, correspondiendo al propio Movimiento coadyuvar en la promoción y
vigencia de los derechos estatutarios partidistas específicos de las
militantes que agrupa.
Título Cuarto.
De la Estructura de Gobierno y de Dirección de la Confederación.
De la Estructura de Gobierno y de Dirección de la Confederación.
Capítulo Primero.
De los Órganos de Gobierno de la Confederación y de su Integración y Renovación Democráticas.
De los Órganos de Gobierno de la Confederación y de su Integración y Renovación Democráticas.
Artículo 55.- Son órganos de gobierno de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares:
1. La Asamblea
Nacional;
2. El Pleno Nacional;
3. Las Asambleas Estatales y del Distrito Federal;
4. Los Plenos Estatales y del Distrito Federal;
5.
Las Asambleas Municipales, en
el caso de los Estados, y Delegacionales, en el caso del Distrito
Federal; y,
6. Los Plenos Municipales, en el caso de los Estados, y Delegacionales,
en el caso del Distrito Federal.
Artículo 56.- La Asamblea
Nacional es el órgano supremo de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares y se integra por:
1. El Pleno Nacional de la Confederación;
2. Los miembros del Comité Ejecutivo Nacional;
3. Los legisladores federales que sean integrantes de la Confederación;
4.
Los Delegados acreditados en
proporción de sus afiliados por las organizaciones que conforman los
Movimientos Nacionales de la
Confederación, en el número que señale la correspondiente
Convocatoria; y,
5.
Los Delegados electos en las
Asambleas Estatales y del Distrito Federal, en el número y términos señalados
por la correspondiente Convocatoria, que serán:
·
Secretarios Generales de los
Comités Directivos Municipales, en el caso de los Estados, o Delegacionales, en
el caso del Distrito Federal;
·
Diputados a las Legislaturas
locales o a la Asamblea del Distrito Federal que sean integrantes de la Confederación; y,
·
Presidentes Municipales, en los
Estados, o Jefes Delegacionales en el Distrito Federal, que sean integrantes de
la Confederación;
y,
·
Militantes de los
Movimientos de la
Confederación en el ámbito local, en una proporción
equivalente a las dos terceras partes del total de los Delegados que se elijan
en la correspondiente Asamblea Estatal o del Distrito Federal y en el número
igual para cada uno de ellos.
Artículo 57.- Es competencia de la Asamblea Nacional:
1.
Emitir, abrogar, derogar,
reformar y adicionar los Documentos Básicos de la Confederación;
2.
Elegir al Secretario General
del Comité Ejecutivo Nacional; y,
3. Deliberar y resolver sobre los asuntos que sean sometidos a su
consideración en los términos de la Convocatoria correspondiente, emitiendo acuerdos
y resoluciones al respecto.
Artículo 58.- La Asamblea
Nacional de la Confederación se
reunirá en forma ordinaria cada tres años. También podrá reunirse en forma
extraordinaria cuando así se requiera y lo acuerde el Pleno Nacional para
desahogar los asuntos que expresamente señale la Convocatoria
correspondiente. Las Asambleas Ordinarias, al igual que las Extraordinarias,
deberán identificarse respectivamente con una numeración sucesiva, que se
iniciará a partir de la vigencia de los presentes Estatutos.
Artículo 59.- La instalación de la Asamblea Nacional corresponderá a su Mesa
Directiva, que será presidida por el Presidente del Pleno Nacional y tendrá
como Secretario al que lo sea del propio Pleno.
La Mesa Directiva de la
Asamblea Nacional contará también con los Vicepresidentes,
Prosecretarios y Escrutadores que determine la Convocatoria
respectiva, que asumirán su cargo y desarrollarán sus funciones en los términos
que ésta señale.
Artículo 60.- El Pleno Nacional es un órgano deliberativo colegiado de carácter
permanente, subordinado a la Asamblea Nacional, en el que las estructuras y
fuerzas fundamentales de la
Confederación analizarán y acordarán las grandes
orientaciones, decisiones y estrategias de su quehacer político y social,
atendiendo al cumplimiento pleno de sus fines y objetivos, así como de sus
Documentos Básicos.
Se integra
por:
1. El Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación;
2.
Los Secretarios Generales de
los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal de la Confederación;
3.
Un Diputado Federal y un
diputado local integrantes de la Confederación por cada entidad federativa, mismos
que serán electos por los legisladores cenopistas en el correspondiente órgano
parlamentario;
4.
Diez Senadores integrantes de la Confederación, a
razón de dos por cada una de las circunscripciones electorales plurinominales
del país, mismos que serán electos por los legisladores cenopistas en el
correspondiente órgano parlamentario;
5.
Un Presidente Municipal
integrante de la
Confederación por cada Estado y un Jefe Delegacional
integrante de la
Confederación, en el caso del Distrito Federal, mismos que
serán electos por sus homólogos cenopistas en la correspondiente entidad;
6.
Veintitrés representantes de
cada uno de los Movimientos Nacionales de la Confederación,
acreditados en proporción de sus afiliados por las organizaciones que los
conforman;
7.
Cinco militantes de la Confederación por
cada una de las entidades federativas, elegidos por su correspondiente Pleno
Estatal o del Distrito Federal; y,
8. Cincuenta cuadros de la Confederación, que serán propuestos por el
Presidente del Pleno Nacional.
Artículo 61.- Es competencia del Pleno Nacional de la Confederación:
1.
Integrar y emitir La Convocatoria a la Asamblea Nacional,
que deberá ser expedida y publicada por el Comité Ejecutivo Nacional,
estableciendo los términos y lineamientos para la organización y desarrollo de
la misma, así como los asuntos que serán sometidos a su consideración;
2.
Integrar y proponer a la Asamblea Nacional
los proyectos relativos a los Documentos Básicos de la Confederación;
3.
Tomar, en caso de urgencia, las
medidas pertinentes que desarrollen o complementen aspectos específicos de los
Documentos Básicos, que serán presentadas para su aprobación y ratificación a
la siguiente Asamblea Nacional, con la justificación correspondiente;
4.
Formular y aprobar los
instrumentos reglamentarios de los Documentos Básicos de la Confederación,
particularmente los previstos en estos Estatutos;
5.
Conocer y aprobar, en su caso,
los programas e informes de actividades que anualmente deberá presentar el
Comité Ejecutivo Nacional, a través de su Secretario General;
6.
Elegir de entre sus integrantes
al Secretario General interino del Comité Ejecutivo Nacional, en los casos de
falta definitiva del que hubiese sido electo por la Asamblea, proveyendo en
este caso lo necesario para convocar al proceso interno correspondiente en un
plazo máximo de tres meses. El Secretario General interino no podrá
ser candidato en la elección respectiva;
7.
Convocar a la elección del
Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional y a la Asamblea en que se
realizará;
8.
Conocer y aprobar las
propuestas que formulen los Movimientos Nacionales, para la formación de
frentes de lucha y alianzas de carácter permanente con organizaciones y
expresiones sociales afines, velando por la observancia de los Documentos
Básicos y por los intereses, fines y objetivos de la Confederación;
9.
Establecer las Comisiones
especializadas previstas en estos Estatutos y desarrollar a través de ellas las
funciones correspondientes, así como crear y disolver las Comisiones Temáticas
y de Dictamen que se requieran para la atención, análisis y desahogo de los
asuntos que determine;
10.
Conocer los dictámenes y
propuestas de sus Comisiones y resolver en consecuencia, emitiendo acuerdos y
resoluciones sobre los asuntos de su competencia que se le sometan; y,
11.
Las demás que le
señalen los Documentos Básicos de la Confederación y su Asamblea Nacional.
Artículo 62.- El Pleno Nacional se renovará cada tres años. Sus integrantes
estarán en funciones durante este lapso, salvo que termine la representación
por la que fueron integrados al órgano, procediendo en consecuencia su
sustitución para la conclusión del periodo respectivo, a través de los
mecanismos que correspondan al caso.
Artículo 63.- El Pleno Nacional de la Confederación tendrá una Mesa Directiva, que
presidirá el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional, y tendrá como
Secretario y Secretario Técnico a quienes con este carácter sean electos por el
Pleno, a propuesta del Presidente del propio órgano.
El Presidente
o, en su ausencia, el Secretario del Pleno Nacional convocarán a sus reuniones
con al menos siete días naturales de anticipación, debiendo este órgano
sesionar al menos dos veces por año.
Artículo 64.- Para el mejor cumplimiento de sus atribuciones, el Pleno Nacional de
la Confederación
integrará, eligiéndolas de entre sus miembros, a las siguientes
Comisiones especializadas, cuya conformación, facultades y normas de operación
se especificarán en los Reglamentos respectivos:
1.
La Comisión Nacional de Procesos Internos, que será el órgano colegiado responsable del
proceso para la elección del Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional,
así como de velar por la estricta observancia de la normatividad interna en la
integración y renovación de los órganos de gobierno y de dirección de la Confederación;
2.
La Comisión Nacional Revisora de Recursos, que será el órgano colegiado responsable de
resolver en forma definitiva las quejas e impugnaciones que se interpongan con
motivo de los procesos de integración y renovación de los órganos de gobierno y
dirección de la
Confederación, incluyendo las que por este motivo puedan
presentar las Comisiones de Procesos Internos. En esta materia, la Comisión Nacional
Revisora funcionará como instancia única en el caso de los órganos nacionales y
como segunda instancia en el caso de los órganos locales.
3.
La Comisión Nacional Revisora de Recursos también tendrá competencia para revisar y, en
su caso, renovar las resoluciones de la Comisión Nacional
de Honor y Justicia en materia de sanciones, resolviendo los recursos que el
Reglamento respectivo prevea; y,
4. La Comisión
Nacional de Honor y Justicia, que
será el órgano colegiado responsable de conocer y calificar sobre la conducta
de los integrantes de la
Confederación, de acuerdo con los términos establecidos en
sus Documentos Básicos, resolviendo de conformidad con los procedimientos
reglamentarios sobre el otorgamiento de los reconocimientos y estímulos que
merezcan o las sanciones a que eventualmente se hagan acreedores.
Artículo 65.- Las Asambleas Estatales o del Distrito Federal serán el órgano
superior de gobierno de la Confederación Nacional de Organizaciones
Populares en las correspondientes entidades federativas, integrándose por:
1. El Pleno Estatal o del Distrito Federal;
2. Los miembros del Comité Directivo Estatal o del Distrito Federal;
3.
Los Delegados acreditados en
proporción de sus afiliados en la entidad por las organizaciones que conformas
los Movimientos Nacionales de la Confederación, en el número que señale la
correspondiente Convocatoria;
4.
Los legisladores federales
integrantes de la
Confederación que hayan sido electos o sean residentes en la
respectiva entidad federativa, en el número y términos señalados por la
correspondiente Convocatoria;
5.
Los Secretarios Generales de
los Comités Directivos Municipales, en el caso de los Estados, o
Delegacionales, en el caso del Distrito Federal, en el número y términos
señalados por la correspondiente Convocatoria;
6.
Los Presidentes Municipales, en
los Estados, o Jefes Delegacionales, en el caso del Distrito Federal, que sean
integrantes de la
Confederación, en el número y términos señalados por la correspondiente
Convocatoria; y,
7. Los Regidores integrantes de la Confederación, así
como los Síndicos que se determine, en el número y términos señalados por la
correspondiente Convocatoria.
Artículo 66.- Es competencia de las Asambleas Estatales o del Distrito Federal:
1.
Elegir al Secretario
General del Comité Directivo Estatal o del Distrito Federal; y,
2. Conocer y aprobar, en su caso, los asuntos que sean sometidos a su
consideración, de acuerdo con la Convocatoria correspondiente, emitiendo
acuerdos y resoluciones al respecto.
Artículo 67.- Las Asambleas Estatales o del Distrito Federal de la Confederación se
reunirán en forma ordinaria cada tres años. También podrán reunirse en forma
extraordinaria cuando así se requiera y lo acuerde el Pleno Estatal o del
Distrito Federal correspondiente para desahogar los asuntos que
expresamente señale la
Convocatoria respectiva. Las Asambleas Ordinarias, al
igual que las Extraordinarias, deberán identificarse respectivamente con
una numeración sucesiva, que se iniciará a partir de la vigencia de los
presentes Estatutos.
Artículo 68.- La instalación de las Asambleas Estatales o del Distrito Federal
corresponderá a su Mesa Directiva, que será presidida por el Presidente del
Pleno respectivo y tendrá como Secretario al que lo sea del propio Pleno.
Las Mesas
Directivas de las Asambleas Estatales o del Distrito Federal contarán también
con los Vicepresidentes, Prosecretarios y Escrutadores que determine la Convocatoria
respectiva, que asumirán su cargo y desarrollarán sus funciones en los términos
que éste señale.
Articulo 69.- Los Plenos Estatales o del Distrito Federal son los órganos
deliberativos colegiados de carácter permanente, subordinados a su respectiva
Asamblea Estatal o del Distrito Federal, en el que las estructuras y
fuerzas fundamentales de la Confederación en la correspondiente entidad
analizarán y acordarán las orientaciones, decisiones y estrategias de su
quehacer político y social, atendiendo al cumplimiento pleno de sus fines y
objetivos, así como de sus Documentos Básicos.
Los Plenos
Estatales o del Distrito Federal se integran por:
1. El Secretario General del Comité Directivo Estatal o del Distrito
Federal;
2.
Hasta quince Secretarios
Generales de los Comités Directivos Municipales, en el caso de los Estados
y Delegacionales, en el caso del Distrito Federal, que en su caso serán electos
por sus homólogos en la entidad;
3.
Los legisladores locales que
sean integrantes del Sector;
4.
Hasta quince Presidentes
Municipales integrantes de la
Confederación, en el caso de la Estados, o Jefes
Delegacionales, en el caso del Distrito Federal, mismos que serán electos
por sus homólogos cenopistas en la correspondiente entidad;
5.
Diez representantes de cada uno
de los Movimientos Nacionales de la Confederación, acreditados en proporción de sus
afiliados en la entidad por las organizaciones que los conforman; y,
6. Veinte cuadros de la Confederación, que serán propuestos por el
Presidente del Pleno Estatal o del Distrito Federal.
Artículo 70.- Es competencia de los Plenos Estatales o del Distrito Federal:
1.
Integrar y emitir la Convocatoria a las
respectivas Asambleas Estatales o del Distrito Federal, que deberá ser expedida
y publicada por el Comité Directivo correspondiente, estableciendo los términos
y lineamientos para la organización y desarrollo de la misma, así como los
asuntos que serán sometidos a su consideración;
2.
Conocer y aprobar, en su caso,
los programas e informes de actividades que anualmente deberá presentar
el Comité Directivo correspondiente, a través de su Secretario General;
3.
Elegir de entre sus integrantes
al Secretario General interino del correspondiente Comité Directivo Estatal o
del Distrito Federal, en los casos de falta definitiva del que hubiese sido
electo por la Asamblea,
proveyendo en este caso lo necesario para convocar al proceso interno
correspondiente en un plazo máximo de tres meses. El Secretario General
interino no podrá ser candidato en la elección respectiva;
4.
Convocar a la elección del
Secretario General del Comité Directivo correspondiente y a la Asamblea en que se
llevará a cabo, estableciendo para su organización, desarrollo y
calificación, a las respectivas Comisiones Estatales o del Distrito Federal de
Procesos Internos y Revisora de Recursos, que integrará de entre sus miembros,
mismas que estarán sujetas a las disposiciones de estos Estatutos y de
los Reglamentos aplicables;
5.
Crear y disolver las Comisiones
Temáticas y de Dictamen que se requieran para la atención, análisis y desahogo
de la asuntos que determine;
6.
Conocer los dictámenes y
propuestas de sus Comisiones y resolver en consecuencia, emitiendo
acuerdos y resoluciones sobre los asuntos de su competencia que se le sometan;
y,
7. Las demás que le señalen los Documentos Básicos de la Confederación y la
correspondiente Asamblea Estatal o del Distrito Federal.
Artículo 71.- Los Plenos Estatales o del Distrito Federal se renovarán cada tres
años. Sus integrantes estarán en funciones durante este lapso, salvo que
termine la representación por la que fueron integrados al órgano, procediendo
en consecuencia su sustitución para la conclusión del periodo respectivo, a
través de los mecanismos que correspondan al caso.
Artículo 72.- Los Plenos Estatales o del Distrito Federal de la Confederación
tendrán una Mesa Directiva, que presidirá el Secretario General del Comité
Directivo correspondiente, y tendrá como Secretario y Secretario Técnico a
quienes con este carácter sean electos por el Pleno, a propuesta del Presidente
del propio órgano.
El Presidente
o, en su ausencia, el Secretario del Pleno Estatal o del Distrito Federal
convocarán a sus reuniones con al menos siete días naturales de anticipación,
debiendo este órgano sesionar al menos dos veces por año.
Artículo 73.- Las Asambleas Municipales, en el caso de la Estados, o Delegacionales,
en el caso del Distrito Federal, serán el órgano superior de gobierno de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares en las correspondientes demarcaciones, integrándose
por:
1. El Pleno Municipal o Delegacional respectivo;
2. Los miembros del respectivo Comité Directivo Municipal o
Delegacional;
3.
Los Delegados acreditados en
proporción de sus afiliados en el municipio o Delegación por las organizaciones
que conforman los Movimientos Nacionales de la Confederación, en el
número que señale la correspondiente Convocatoria, que será igual para
cada uno de ellos; y,
4. Los ciudadanos afiliados a la Confederación en la
demarcación, en el número y términos que señale la correspondiente
Convocatoria, no pudiendo su cantidad ser superior a una tercera parte del
total de los integrantes de la
Asamblea.
Artículo 74.- Es competencia de las Asambleas Municipales o Delegacionales:
1.
Elegir al Secretario General
del respectivo Comité Directivo Municipal o Delegacional; y,
2. Conocer y aprobar, en su caso, los asuntos que sean cometidos a su
consideración, de acuerdo con la Convocatoria correspondiente, emitiendo acuerdos
y resoluciones al respecto.
Artículo 75.- Las Asambleas Municipales o Delegacionales de la Confederación se
reunirán en forma ordinaria cada tres años. También podrán reunirse en forma
extraordinaria cuando así se requiera y lo acuerde el Pleno Municipal o
Delegacional correspondiente para desahogar los asuntos que expresamente señale
la Convocatoria
respectiva. Las Asambleas Ordinarias, al igual que las extraordinarias, deberán
identificarse respectivamente con una numeración sucesiva, que se
iniciará a partir de la vigencia de los presente Estatutos.
Artículo 76.- La instalación de las Asambleas Municipales o Delegacionales
corresponderá a su Mesa Directiva, que será presidida por el Presidente del
Pleno respectivo y tendrá como Secretario al que lo sea del propio Pleno.
Las
Mesas Directivas de las Asambleas Municipales o Delegacionales contarán
también con los Vicepresidentes, Prosecretarios y Escrutadores que determine la Convocatoria
respectiva, que asumirán su cargo y desarrollarán sus funciones en los términos
que éste señale.
Artículo 77.- Los Plenos Municipales, en el caso de los Estados, o
Delegacionales, en el caso del Distrito Federal, son los órganos deliberativos
colegiados de carácter permanente, subordinados a su respectiva Asamblea
Municipal o Delegacional, en el que las estructuras y fuerzas
fundamentales de la
Confederación en la correspondiente demarcación analizarán y
acordarán las orientaciones, decisiones y estrategias de su quehacer
político y social, atendiendo al cumplimiento pleno de sus fines y objetivos,
así como de sus Documentos Básicos.
Los Plenos
Municipales o Delegacionales se integran por:
1. El Secretario General del respectivo Comité Directivo Municipal o
Delegacional
2. Los ediles del Ayuntamiento, en el caso de los municipios que sean
integrantes del Sector;
3.
En su caso, cinco
representantes de cada uno de los Movimientos Nacionales de la Confederación,
acreditados en proporción de sus afiliados en la demarcación por las
organizaciones que los conforman; y,
4. Hasta veinte cuadros de la Confederación, que serán propuestos por el
Presidente; del Pleno Municipal o Delegacional del Distrito Federal.
Artículo 78.- Es competencia de los Plenos Municipales o Delegacionales de la Confederación
Integrar y
emitir la Convocatoria a las respectivas Asambleas Municipales o
Delegacionales, que deberá ser expedida y publicada por el Comité Directivo
correspondiente, estableciendo los términos y lineamientos para la
organización y desarrollo de la misma, así como los asuntos que serán
sometidos a su consideración:
1.
Conocer y aprobar, en su caso,
los programas e informes de actividades que anualmente deberá presentar el
Comité Directivo correspondiente, a través de su Secretario General;
2.
Elegir de entre sus integrantes
al Secretario General interino del correspondiente Comité Directivo Municipal o
Delegacional, en los casos de falta definitiva del que hubiese sido electo por la Asamblea, proveyendo en
este caso lo necesario para convocar al proceso interno correspondiente
en un plazo máximo de tres meses. El Secretario General interino no podrá
ser candidato en la elección respectiva;
3.
Convocar a la elección del
Secretario General del Comité Directivo correspondiente, estableciendo
con carácter temporal, para su organización, desarrollo y calificación, a
las respectivas Comisiones Municipales o Delegacionales de Procesos Internos y
Revisora de Recursos, que integrará de entre sus miembros, mismas que estarán
sujetas a las disposiciones de estos Estatutos y de los Reglamentos aplicables;
4.
Crear y disolver las Comisiones
Temáticas y de Dictamen que se requieran para la atención, análisis y desahogo
de los asuntos que determine;
5.
Conocer los dictámenes y
propuestas de sus Comisiones y resolver en consecuencia, emitiendo acuerdos y
resoluciones sobre los asuntos de su competencia que se le sometan; y,
6. Las demás que le señalen los Documentos Básicos de la Confederación y la
correspondiente Asamblea Municipal o Delegacional.
Artículo 79.- Los Plenos Municipales o Delegacionales se renovarán cada tres años.
Sus integrantes estarán en funciones durante este lapso, salvo que termine la
representación por la que fueron integrados al órgano, procediendo en
consecuencia su sustitución para la conclusión del periodo respectivo, a través
de los mecanismos que correspondan al caso.
Artículo 80.- Los Plenos Municipales o Delegacionales tendrán una Mesa Directiva,
que presidirá el Secretario General del Comité Directivo correspondiente,
y tendrá como Secretario y Secretario Técnico a quienes con este carácter sean
electos por el Pleno, a propuesta del Presidente del propio órgano.
El Presidente
o, en su ausencia, el Secretario del Pleno Municipal o Delegacional convocarán
a sus reuniones con al menos siete días naturales de anticipación, debiendo
este órgano sesionar al menos dos veces por año.
Artículo 81.- En los procesos electivos que se desarrollen para la integración y
renovación de todos los órganos de gobierno de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares se aplicarán invariablemente procedimientos
democráticos, garantizando la igualdad de oportunidades entre los
militantes hombres y mujeres y la participación de jóvenes de hasta treinta
años de edad en la conformación de los mismos.
Capítulo Segundo.
De los Órganos de Dirección de la Confederación.
De los Órganos de Dirección de la Confederación.
Artículo 82.- Son órganos de dirección de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares:
1. El Comité Ejecutivo Nacional;
2. Los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal; y,
3. Los Comités Directivos Municipales, en el caso de los Estados, y
Delegacionales, en el caso del Distrito Federal.
Artículo 83.- El Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares está integrado por:
1. Una Secretaría General;
2. Una Secretaría Coordinadora Ejecutiva;
3. Una Secretaría de Organización;
4. Una Secretaría Coordinadora de los Comités Directivos Estatales y
del Distrito Federal;
5. Una Secretaría de Gestión Social;
6. Una Secretaría de Asuntos Electorales;
7. Una Secretaría de Coordinación Legislativa con la Cámara de Senadores;
8. Una Secretaría de Coordinación Legislativa con la Cámara de Diputados y las
Legislaturas Locales;
9. Una Secretaría Coordinadora del Movimiento Nacional Sindical;
10.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional de Profesionales y Técnicos;
11.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional de Agrupaciones Productivas y de Servicios;
12.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional Urbano Vecinal;
13.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional de Vinculación Ciudadana;
14.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional Asociativo de las Personas con Discapacidad;
15.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional de Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores;
16.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional de Mexicanos en el Extranjero;
17.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional de la
Juventud;
18.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional de las Mujeres;
19.
Una Secretaría de Comunicación
Social;
20.
Una Secretaría de Planeación y
Evaluación; y,
21.
Una Secretaría de
Finanzas y Administración.
Artículo 84.- Es competencia del Comité Ejecutivo Nacional:
1.
Cumplir y hacer cumplir la
normatividad interna de la
Confederación y las resoluciones y acuerdos de la Asamblea Nacional
y el Pleno Nacional, encargándose de su expedición y publicación;
2.
Elaborar y proponer a la
aprobación del Pleno Nacional sus programas e informes anuales de actividades,
cumpliendo eficiente y comprometidamente las tareas política y sociales
correspondientes;
3.
Integrar, impulsar, mantener y
vigilar los programas permanentes de afiliación de ciudadanos y de adhesión de
organizaciones de la
Confederación, velando por su continuidad, avances y
resultados, así como por la conformación y aprovechamiento pleno del
Registro Nacional de Militantes y el Registro Nacional de Organizaciones
Adherentes que establecen los presentes Estatutos;
4.
Promover una intensa y
constante comunicación entre los integrantes y la Confederación y
entre ésta y la sociedad, así como en las instituciones públicas y
organismos gubernamentales con los que sea necesario desarrollas actividades;
5.
Analizar y resolver los asuntos
relevantes de la vida interna de la Confederación, estableciendo y desarrollando las
estrategias y acciones específicas para el cumplimiento pleno de sus fines y
objetivos;
6.
Apoyar a los Movimientos
Nacionales en el desarrollo de sus actividades y el cumplimiento pleno de sus
atribuciones, coadyuvando a través de ellos en el ejercicio de las garantías,
derechos y deberes de los integrantes de la Confederación, así
como en el cumplimiento de sus fines y objetivos;
7.
Aprobar, a instancias de los
Movimientos Nacionales de la
Confederación, la constitución de agrupaciones políticas o
sociales de carácter nacional o local, atendiendo a lo señalado por la
legislación vigente y previo cumplimiento de las normas establecidas por
los presentes Estatutos, así como los lineamientos, requisitos y procedimientos
marcados por la reglamentación interna aplicable, definiendo los términos a los
que deberán sujetarse los convenios de adhesión o vinculación con dichas
agrupaciones;
8.
Desarrollar los programas de
carácter electoral de la
Confederación y coordinar la participación de sus integrantes
en as campañas políticas respectivas;
9.
Definir y desarrollar los
estudios y proyectos necesarios para fundamentar y orientar las tares que
desarrolla la
Confederación para el cumplimiento de sus fines y objetivos;
10.
Acordar y promover fórmulas de
financiamiento para las actividades de la Confederación,
atendiendo a la adecuada integración y distribución de su presupuesto, así como
a la aplicación eficiente de sus recursos humanos, financieros y materiales;
11.
Expedir y publicar las
Convocatorias a las Asambleas Nacionales de la Confederación, así
como los acuerdos y resoluciones de éstas;
12.
Establecer y desarrollas un
programa editorial y de difusión que permita mantener a los militantes y a las
organizaciones adherentes informados sobre los asuntos relevantes de su vida
interna, así como comunicar a la sociedad sus propuestas e iniciativas de
mayor interés;
13.
Las demás que señalen
al Comité Ejecutivo Nacional y a sus miembros los presentes Estatutos, así como
los acuerdos y resoluciones de la Asamblea Nacional y el Pleno Nacional.
Artículo 85.- Son atribuciones y funciones de la Secretaría General
del Comité Ejecutivo Nacional:
1. Presidir la
Asamblea Nacional y el Pleno Nacional de la Confederación;
2.
Presentar a la Asamblea Nacional
y el Pleno Nacional de la
Confederación las propuestas, informes y documentos que
corresponda formular o desarrollar al Comité Ejecutivo Nacional;
3.
Convocar al Comité
Ejecutivo Nacional y coordinar, dirigir y supervisar sus actividades,
atendiendo al cumplimiento de sus funciones y las de sus integrantes;
4.
Nombrar y remover de sus cargos
a los demás integrantes del Comité Ejecutivo Nacional y de sus organismos
auxiliares, debiendo otorgar el nombramiento como Secretario Coordinador
Ejecutivo, cuando corresponda como resultado del respectivo proceso electivo, a
quien así fuere declarado por la Asamblea Nacional, conforme a los presentes
Estatutos;
5.
Someter al Pleno Nacional, para
su aprobación, la creación, fusión o desaparición de Secretarías u organismos
auxiliares del Comité Ejecutivo Nacional;
6.
Aprobar las estructuras
administrativas internas del Comité Ejecutivo Nacional y de sus organismos
auxiliares, conforme a la disponibilidad presupuestal y de los requerimientos
que correspondan para el cumplimiento de los programas de la Confederación;
7.
Designar a los Secretarios
Adjuntos, Subsecretarios y Coordinadores que se requieran para el mejor
cumplimiento de los programas de trabajo del Comité Ejecutivo Nacional;
8.
Acordar la integración de las
Comisiones Políticas y Sociales de los Movimientos Nacionales de la Confederación,
tomando como base las propuestas de las organizaciones adherentes que los
conforman, así como el número de militantes afiliados con que cuenten;
9.
Autorizar la asignación y
ejercicio del presupuesto del Comité Ejecutivo Nacional, vigilando que la
aplicación de los recursos se apegue a la normatividad respectiva, así
como que corresponda y contribuya a sus fines y objetivos;
10.
Representar legalmente a la Confederación ante
toda clase de personas físicas o morales y ante toda clase de tribunales,
autoridades, instituciones, organizaciones y agrupaciones, firmando en
representación de la misma convenios, contratos y demás acuerdos e
instrumentos, con todas las facultades del apoderado general para pleitos
y cobranzas y para actos de administración y dominio, incluyendo las que
conforme a la Ley
requieran cláusula especial, así como con facultades para firmar títulos y
obligaciones de crédito, en los términos del Artículo 9° de la Ley General de Títul9s
y Operaciones de Crédito, para sustituir total o parcialmente el mandato,
para otorgar mandatos especiales o renovar los que se hubieren otorgado y
para determinar las sustituciones, con la única limitación de que para
enajenar los inmuebles de la
Confederación o para la compra de otros se requerirá el
acuerdo expreso del Pleno Nacional;
11.
Representar a la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares en los programas y procesos de carácter
partidista, correspondiéndole acreditar a los Delegados de las Asambleas
Nacionales, a los Consejeros Políticos Nacionales y a los representantes de la
misma en los Comités, Comisiones y demás instancias establecidas en los
Estatutos o en los acuerdos y resoluciones de los órganos partidistas de
dirección nacional, así como expedir los documentos oficiales de aval, apoyo o
respaldo político de la
Confederación que, de acuerdo con las Convocatorias
respectivas, se requieran para el registro de sus militantes como aspirantes,
precandidatos o candidatos en los procesos de postulación a cargos
federales de elección popular y en las elecciones de Gobernador o Jefe de
Gobierno del Distrito Federal;
12.
Nombrar a los Delegados
Generales y Especiales que deban ser designados para apoyar y coordinar en las
regiones y entidades federativas del país trabajos conducentes al mejor
cumplimiento de los fines y objetivos de la Confederación, así
como a lo dispuesto por estos Estatutos;
13.
Firmar y expedir, conjuntamente
con el Secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional,
las credenciales que se otorguen a los militantes de la Confederación, así
como los certificados de adhesión de la organizaciones correspondientes; y,
14.
Las demás que le
otorguen estos Estatutos, su reglamento o los acuerdos y resoluciones de la Asamblea Nacional
y el Pleno Nacional de la
Confederación.
Artículo 86.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora
Ejecutiva:
1. Fungir como Secretaría de Actas y Acuerdos del Comité Ejecutivo
Nacional;
2.
Previa instrucción del
Secretario General, turnar a la áreas del Comité Ejecutivo Nacional los asuntos
de su competencia, manteniendo un sistema de control de gestión y seguimiento
para garantizar el eficaz cumplimiento de los acuerdos respectivos y de las
acciones que corresponda realizar;
3.
Coordinar la integración y desarrollo
de los programas especiales que señale el Secretario General, así como los
trabajos en que participen conjuntamente dos o más áreas del Comité Ejecutivo
Nacional, asumiendo la supervisión de los mismos;
4.
Coadyuvar en la promoción y
vigilancia del cumplimiento de los acuerdos y resoluciones de la Asamblea Nacional
y el Pleno Nacional de la
Confederación en el ámbito del Comité Ejecutivo Nacional;
5.
Velar por la expedición y
publicación oportuna de os acuerdos y resoluciones de la Asamblea Nacional,
el Pleno Nacional y el Comité Ejecutivo Nacional, así como por su
difusión entre los integrantes de la Confederación, coordinando el Programa Nacional
Editorial de la misma;
6.
Suplir en sus ausencias
temporales al Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional; y,
7. Las demás que le señalen estos Estatutos, así como el Secretario
General del Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 87.- Son funciones de la
Secretaría de Organización:
1.
Integrar, custodiar, mantener y
actualizar el Registro Nacional de Afiliados, coordinando operativamente los
procesos relacionados con el mismo;
2.
Integrar, custodiar, mantener y
actualizar el Registro Nacional de Organizaciones Adherentes, coordinando
operativamente los procesos relacionados con el mismo;
3.
Recibir y analizar las solicitudes
de adhesión de las organizaciones que pretendan integrarse a la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares, sometiendo a la consideración del Secretario
General el acuerdo respectivo para su presentación ante el Pleno Nacional y, en
su caso, la ratificación correspondiente;
4.
Firmar y expedir, conjuntamente
con el Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional, las credenciales que
se otorguen a los militantes de la Confederación, así como los certificados de
adhesión de las organizaciones correspondientes;
5.
Coadyuvar en las tareas
necesarias para la adecuada integración de los órganos nacionales de gobierno y
de dirección de la
Confederación, así como para la conformación y estructuración
de sus Movimientos Nacionales, llevando el registro de sus miembros;
6.
Obtener, mantener y actualizar
la información correspondiente a la integración de los órganos de gobierno y
dirección de la
Confederación en los ámbitos estatal y del Distrito Federal,
así como delegacional y municipal, atendiendo lo que corresponda para el
registro de la misma;
7.
Integrar los datos y registros
referentes a la representación de la Confederación ante los órganos de dirección, los
Comités, Comisiones y demás instancias partidistas de carácter nacional,
coadyuvando con la
Secretaría General en los trámites que correspondan al
respecto;
8.
Evaluar y encauzar los
requerimientos de los militantes y las organizaciones adherentes de la Confederación para
el uso de sus instalaciones en reuniones políticas y de trabajo, coordinando
con la Secretaría
de Administración y Finanzas los controles correspondientes;
9.
Elaborar los directorios
de la Confederación
necesarios para su coordinación interna y el desarrollo de sus actividades;
10.
Realizar las certificaciones de
los documentos, archivos, registros, acuerdos, resoluciones, declaraciones y
demás relacionados con las actividades ordinarias de la Confederación, sus
órganos nacionales y sus integrantes; y,
11.
Las demás que le
señalen estos Estatutos, así como el Secretario General del Comité Ejecutivo
Nacional.
Artículo 88.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora
de los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal:
1.
Mantener y desarrollar
operativamente las relaciones entre el Comité Ejecutivo Nacional y los Comités
Directivos Estatales y del Distrito Federal para el apoyo y cumplimiento de las
tareas que corresponden a éstos, así como para la realización de las
actividades especiales que así lo ameriten;
2.
Llevar el registro y
seguimiento de los programas anuales de los Comités Directivos Estatales y del
Distrito Federal, coadyuvando en su adecuada integración y ejecución;
3.
Proponer a la Secretaría General
del Comité Ejecutivo Nacional la designación de los Delegados que se requieran
para atender los asuntos que correspondan, coordinando las actividades
políticas y programas de trabajo de éstos;
4.
Concurrir con las instancias
responsables en el impulso y la coordinación de los programas de afiliación, de
registro de organizaciones adherentes y de estructuración y actividades
de los Movimientos Nacionales en el ámbito de los Estados y el Distrito
Federal;
5.
Atender, en términos de los
presentes Estatutos, junto con la
Secretaría de Organización, lo referente a la adecuada y
oportuna renovación de los órganos de gobierno y dirección de la Confederación en los
ámbitos estatales y del Distrito Federal, así como municipal y delegacinal,
informando a la
Secretaría General de lo conducente y, por su conducto, de
ser el caso, a las Comisiones del Pleno Nacional competentes en la materia; y,
6. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del
Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 89.- Son funciones de la
Secretaría de Gestión Social:
1.
Elaborar y desarrollar
programas y proyectos para impulsar, realizar y fortalecer las acciones de gestoría
social de la
Confederación, atendiendo a las demandas y necesidades de sus
integrantes;
2.
Promover y coordinar la
instalación de mesas de trabajo en las dependencias e instituciones
gubernamentales para la atención de las demandas de los integrantes de la Confederación, dando
seguimiento eficaz y estricto a los compromisos derivados de las mismas;
3.
Integrar y coordinar los
programas permanentes de servicio a la comunidad de la Confederación,
haciendo especial énfasis en los relacionados con la educación, la salud, la
integración familiar, el deporte y la cultura, promoviendo la participación que
corresponda a las instituciones gubernamentales, las asociaciones privadas y
los integrantes de la propia Confederación;
4.
Coadyuvar en la integración y
ejecución de los programas de activismo y movilización de la Confederación,
colaborando con los Movimientos Nacionales en las tareas que desarrollen al
respecto;
5.
Establecer comunicación y
coordinación con los órganos homólogos de los Comités Directivos Estatales y
del Distrito Federal para definir, orientar, y apoyar sus programas de gestoría
social, de servicio a la comunidad y de activismo, así como para diseñar e
instrumentar las acciones que correspondan a nivel local;
6.
Desarrollar y coordinar el
sistema de atención y asesoría individual a los integrantes de la Confederación,
brindando la orientación que corresponda para la canalización y respuesta a sus
planteamientos, problemas y demandas; y,
7. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del
Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 90.- Son funciones de la
Secretaría de Asuntos Electorales:
1.
Integrar la información y
realizar los estudios y diagnósticos referentes a la situación política y
electoral del país y sus demarcaciones, elaborando proyectos de estrategias y
acciones en la materia;
2.
Desarrollar perfiles y
evaluaciones de los militantes y cuadros de la Confederación para
sustentar las propuestas que corresponde hacer al Comité Ejecutivo Nacional en
los procesos partidistas de postulación de candidatos a cargo de elección
popular;
3.
Diseñar y coordinar os
programas de apoyo, activismo y movilización de los integrantes de la Confederación en las
campañas y procesos electorales en que participe;
4.
Mantener comunicación y
coordinación con los órganos homólogos partidistas, así como con los de los
Comités Directivos de la
Confederación en los Estados y el Distrito Federal para
los efectos que correspondan;
5.
Impulsar programas de formación
ideológica y de capacitación cívica, política y electoral dirigidos a los
integrantes de la
Confederación; y,
6. Las demás que le señalen los presentes Estatutos y la Secretaría General
del Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 91.- Son funciones de la
Secretaría de Coordinación Legislativa con la Cámara de Senadores:
1.
Integrar y mantener el registro
de los Senadores que sean militantes de la Confederación,
manteniendo relación con los mismos;
2.
Conjuntamente con la Secretaría de
Coordinación Legislativa con la
Cámara de Diputados y las Legislaturas Locales, colaborar en
la integración, promoción y difusión de la agenda legislativa de la Confederación,
impulsando los proyectos e iniciativas de interés para sus integrantes, así
como para los grupos populares, las clases medias y los sectores urbanos del
país;
3.
Impulsar y encauzar la
participación de los Senadores cenopistas en la vida interna de la Confederación, así
como en los programas y actividades que ésta desarrolle en beneficio de sus
integrantes y de la sociedad; y,
4. Las demás que le señalen estos Estatutos y la Secretaría General
del Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 92.- Son funciones de la
Secretaría de Coordinación Legislativa con la Cámara de Diputados y las
Legislaturas Locales:
1.
Integrar y mantener el registro
de los Diputados federales que sean militantes de la Confederación,
manteniendo relación con los mismos;
2.
Integrar y mantener el registro
de los Diputados locales que sean militantes de la Confederación,
manteniendo relación con los mismos, a través de sus respectivas Coordinaciones
Legislativas;
3.
Conjuntamente con la Secretaría de
Coordinación Legislativa con la
Cámara de Senadores, colaborar en la elaboración, promoción y
difusión de la agenda legislativa de la Confederación,
impulsando los proyectos e iniciativas de interés para sus integrantes, así
como para los grupos populares, las clases medias y los sectores urbanos
del país;
4.
Impulsar y encauzar la
participación de los Diputados federales y locales cenopistas en la vida
interna de la
Confederación, así como en los programas y actividades que
ésta desarrolle en beneficio de sus integrantes y de la sociedad; y,
5. Las demás que le señalen estos Estatutos y la Secretaría General
del Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 93.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora
del Movimiento Nacional Sindical;
1.
Diseñar, coordinar e impulsar
los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento
de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional Sindical de la Confederación, en
los términos del Título Tercero de los presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del
Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 94.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora
del Movimientos Nacional de Profesionales y Técnicos:
1.
Diseñar, coordinar e impulsar
los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento
de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional de Profesionales y
Técnicos de la
Confederación, en los términos del Título Tercero de los
presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del
Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 95.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora
del Movimiento Nacional de Agrupaciones Productivas y de Servicios:
1.
Diseñar, coordinar e impulsar
los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento
de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional de Agrupaciones
Productivas y de Servicios de la Confederación, en los términos del Título Tercero
de los presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General
del Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 96.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora
del Movimiento Nacional Urbano Vecinal:
1.
Diseñar, coordinar e impulsar
los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento
de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional Urbano Vecinal de la Confederación, en
los términos del Título Tercero de los presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del
Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 97.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora
del Movimiento Nacional de Vinculación Ciudadana:
1.
Diseñar, coordinar e impulsar
los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento
de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional de Vinculación
Ciudadana de la
Confederación, en los términos del Título Tercero de los
presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del
Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 98.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora
del Movimiento Nacional Asociativo de las Personas con Discapacidad:
1.
Diseñar, coordinar e impulsar
los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento
de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional Asociativo de las
Personas con Discapacidad de la Confederación, en los términos del Título Tercero
de los presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del
Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 99.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora
del Movimiento Nacional de Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores:
1.
Diseñar, coordinar e impulsar
los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento
de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional de Pensionados,
Jubilados y Adultos Mayores de la Confederación, en los términos del Título Tercero
de las presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del
Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 100.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora
del Movimiento Nacional de Mexicanos en el Extranjero:
1.
Diseñar, coordinar e impulsar
los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento
de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional de Mexicanos en el
Extranjero de la
Confederación, en los términos del Título Tercero de los
presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del
Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 101.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora
del Movimiento Nacional de la
Juventud:
1.
Diseñar, coordinar e impulsar
los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento
de la atribuciones y funciones del Movimiento Nacional de la Juventud de la Confederación, en
los términos del Título Tercero de los presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del
Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 102.- Son funciones de la Secretaría Coordinadora
del Movimiento Nacional de las Mujeres:
1.
Diseñar, coordinar e impulsar
los programas y acciones que correspondan para el pleno y eficaz cumplimiento
de las atribuciones y funciones del Movimiento Nacional de las Mujeres de la Confederación, en
los términos del Título Tercero de los presentes Estatutos; y,
2. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del
Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 103.- Son funciones de la
Secretaría de Comunicación Social:
1.
Establecer y desarrollar el
programa de comunicación social de la Confederación, cuyo propósito será difundir
sistemáticamente sus principios, postulados y acciones, promoviendo el
conocimiento y la aceptación de los ciudadanos de las iniciativas y trabajos
que emprenda;
2.
En el marco del programa de
comunicación social de la
Confederación, diseñar e impulsar campañas de publicidad y
propaganda para promover sus proyectos y acciones específicos, colaborando con
los órganos partidistas en las que se definan como parte de las estrategias de
proselitismo y difusión de carácter electoral;
3.
Mantener y ampliar las
relaciones entre la
Confederación y los medios de comunicación para los efectos
de informar sobre los asuntos de su interés y difundir sus acciones;
4.
Colaborar en la integración y
desarrollo del Programa Nacional Editorial de la Confederación; y,
5. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del
Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 104.- Son funciones de la
Secretaría de Planeación y Evaluación:
1.
Elaborar los programas y los
informes generales anuales del Comité Ejecutivo Nacional para su presentación
ante el Pleno Nacional de la
Confederación;
2.
Establecer los lineamientos
para la integración de los programas específicos que, de conformidad con los
presentes Estatutos, deban definirse en las diversas áreas del Comité Ejecutivo
Nacional y en sus organismos auxiliares, supervisando su adecuada y oportuna
elaboración;
3.
Diseñar y operar el sistema de
seguimiento y evaluación de los programas del Comité Ejecutivo Nacional y de
las áreas que lo integran, informando al Secretario General lo que corresponda
y proponiendo a éste las medidas necesarias para garantizar su cumplimiento;
4.
Participar en el marco de los
organismos auxiliares de la
Confederación en el desarrollo de los estudios y diagnósticos
necesarios para el diseño y adecuación de las estrategias generales de la Confederación y para
la integración y mantenimiento de su agenda política y social, apoyando y
supervisando los estudios específicos que corresponda realizar dentro de su
ámbito a las diversas áreas del Comité Ejecutivo Nacional;
5.
Proponer contenidos y coordinar
la integración de las estrategias de activismo de los Movimientos Nacionales de
la Confederación,
promoviendo y apoyando la identificación de causas ciudadanas relevantes y la
vinculación con ellas, así como la formación de los frentes y las agrupaciones
que correspondan para fortalecer la presencia política y social de la Confederación y para
impulsar el pleno y oportuno cumplimiento de sus fines y objetivos; y,
6. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del
Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 105.- Son funciones de la
Secretaría de Finanzas y Administración:
1.
Concurrir en el análisis y
elaboración del Acuerdo General de Financiamiento de la Confederación,
proponiendo medidas para la obtención y racionalización de recursos y para su
consolidación patrimonial, a través de la estructura de cuotas y aportaciones
de sus integrantes, las contribuciones partidistas, el acceso a fondos públicos
y privados destinados a apoyar actividades políticas y sociales, el
aprovechamiento de sus bienes y servicios y demás fórmulas que, de conformidad
con la legislación aplicable y los presentes Estatutos, permitan disponer de
medios suficientes para sustentar sus actividades;
2.
Con base en las necesidades y
propuestas planteadas por las diversas áreas del Comité Ejecutivo Nacional,
elaborar anualmente el presupuesto general de ingresos y egresos, sometiéndolo
a la consideración del Secretario General;
3.
Recibir los ingresos y
aportaciones que por cualquier concepto perciba el Comité Ejecutivo Nacional de
la Confederación,
otorgando los recibos correspondientes y atendiendo los trámites y obligaciones
fiscales que en su caso se deriven;
4.
Expedir a los integrantes de la Confederación los
comprobantes o constancias de no adeudo de las cuotas o aportaciones que les
correspondan, estructurando y vigilando la eficaz operación del sistema de
beneficios especiales y estímulos que se establezca para los militantes que se
encuentren al corriente en el pago de las mismas;
5.
Ejercer con eficiencia y
transparencia el presupuesto autorizado, previo acuerdo del Secretario General,
manteniendo la contabilidad y los controles respectivos;
6.
Operar los sistemas de administración,
desarrollo y control de los recursos humanos y materiales del Comité Ejecutivo
Nacional, coordinando igualmente los servicios generales requeridos;
7.
Representar al Secretario
General del Comité Ejecutivo Nacional en los actos de administración que éste
le delegue o para los que le otorgue mandato, manteniéndolo
permanentemente informado de lo relativo; y,
8. Las demás que le señalen estos Estatutos y el Secretario General del
Comité Ejecutivo Nacional.
Artículo 106.- Los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares estarán integrados por:
1. Una Secretaría General;
2. Una Secretaría Coordinadora Ejecutiva;
3. Una Secretaría de Organización;
4.
Una Secretaría Coordinadora de
los Comités Directivos Municipales, en el caso de los Estados, o
Delegacionales, en el caso del Distrito Federal;
5.
Una Secretaría de Gestión
Social;
6.
Una Secretaría de Asuntos
Electorales;
7.
Una Secretaría de Coordinación
Legislativa;
8.
Una Secretaría
Coordinadora del Movimiento Nacional Sindical;
9.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional de Profesionales y Técnicos;
10.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional de Agrupaciones Productivas y de Servicios;
11.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional Urbano Vecinal;
12.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional de Vinculación Ciudadana;
13.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional Asociativo de las Personas con Discapacidad;
14.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional de Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores;
15.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional de Mexicanos en el Extranjero:
16.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional de la
Juventud;
17.
Una Secretaría Coordinadora del
Movimiento Nacional de las Mujeres;
18.
Una Secretaría de Comunicación
Social;
19.
Una Secretaría de Planeación y
Evaluación; y,
20.
Una Secretaría de
Finanzas y Administración.
Artículo 107.- Es competencia de los Comités Directivos Estatales y del Distrito
Federal:
1.
Cumplir y hacer cumplir la
normatividad interna de la
Confederación y las resoluciones y acuerdos de la Asamblea y el Pleno
Estatal o del Distrito Federal correspondientes, encargándose de su expedición
y publicación;
2.
Elaborar y proponer a la
aprobación del respectivo Pleno Estatal o del Distrito Federal sus
programas e informes anuales de actividades, cumpliendo eficientemente las
tareas políticas y sociales correspondientes;
3.
Participar constante y
eficazmente en los programas permanentes de afiliación de ciudadanos y de
adhesión de organizaciones de la Confederación en el ámbito de la
entidad, velando por su continuidad, avances y resultados, así como por
la conformación y aprovechamiento del Registro Nacional de Militantes y
el Registro Nacional de Organizaciones Adherentes que establecen los presentes
Estatutos;
4.
Promover una intensa y
constante comunicación entre los integrantes de la Confederación y
entre ésta y la sociedad, así como con las instituciones públicas y organismos
gubernamentales de la entidad con los que sea necesario desarrollar
actividades;
5.
Analizar y resolver los asuntos
relevantes de la vida interna de la Confederación en la entidad, estableciendo y
desarrollando las estrategias y acciones específicas para el cumplimiento
pleno de sus fines y objetivos;
6.
Apoyar a los Movimientos
Nacionales en el desarrollo de sus actividades y el cumplimiento pleno de
sus atribuciones, coadyuvando a través de ellos en el ejercicio de las
garantías, derechos y deberes de los integrantes de la Confederación, así
como en el cumplimiento de sus fines y objetivos;
7.
Desarrollar en el ámbito de la
entidad los programas de carácter electoral de la Confederación y
coordinar la participación de sus integrantes en el nivel local en las campañas
políticas respectivas;
8.
Definir y desarrollar en el
ámbito de la entidad los estudios y proyectos necesarios para fundamentar y
orientar las tareas que desarrolla la Confederación para el cumplimiento de sus fines y
objetivos;
9.
Acordar y promover fórmulas de
financiamiento para las actividades de la Confederación en el
ámbito de la entidad, atendiendo a la adecuada integración y distribución de su
presupuesto, así como a la aplicación eficiente de sus recursos humanos,
financieros y materiales;
10.
Expedir y publicar las
Convocatorias a las respectivas Asambleas Estatales o del Distrito Federal, así
como los acuerdos y resoluciones de ésta;
11.
Establecer y desarrollar un
programa editorial y de difusión que permita mantener a los militantes y
a las organizaciones adherentes en el ámbito de la entidad informados sobre los
asuntos relevantes de su vida interna, así como comunicar a la sociedad sus
propuestas e iniciativas de mayor interés;
12.
Las demás que señalen
a los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal y a sus miembros los
presentes Estatutos, así como los acuerdos y resoluciones de las Asambleas y
Plenos Nacionales o Locales
Artículo 108.- Son atribuciones y funciones de la Secretaría General
de los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal:
1. Presidir la respectiva Asamblea y Pleno Estatal o del Distrito
Federal de la
Confederación;
2.
Presentar a la respectiva
Asamblea y Pleno Estatal o del Distrito Federal de la Confederación las
propuestas, informes y documentos que corresponda formular o desarrollar al
Comité Directivo;
3.
Convocar al Comité Directivo
Estatal o del Distrito Federal y coordinar, dirigir y supervisar sus
actividades, atendiendo al cumplimiento de sus funciones y las de sus
integrantes;
4.
Nombrar y remover de sus cargos
a los demás integrantes del Comité Directivo y de sus organismos auxiliares,
debiendo otorgar el nombramiento como Secretario Coordinador Ejecutivo, cuando
corresponda como resultado del respectivo proceso electoral, a quien así fuere
declarado por la
Asamblea Estatal o del Distrito Federal, conforme a lo
dispuesto por los presentes Estatutos;
5.
Someter al Pleno Estatal o del
Distrito Federal, para su aprobación, la creación, fusión o desaparición de
Secretarías u organismos auxiliares del Comité Directivo correspondiente;
6.
Aprobar las estructuras administrativas
internas del Comité Directivo y de sus organismos auxiliares, conforme a la
disponibilidad presupuestal y los requerimientos que correspondan para el
cumplimiento de los programas de la Confederación;
7.
Designar a los Secretarios
Adjuntos, Subsecretarios y Coordinadores que se requieran para el mejor
cumplimiento de los programas de trabajo del Comité Directivo;
8.
Autorizar la asignación y
ejercicio del presupuesto del Comité Directivo, vigilando que la aplicación de
los recursos se apegue a la normatividad respectiva, así como que corresponda y
contribuya a sus fines y objetivos;
9.
Representar legalmente al
Comité Directivo Estatal o del Distrito Federal ante toda clase de personas
físicas o morales y ante toda clase de tribunales, autoridades, instituciones,
organizaciones y agrupaciones;
10.
Representar a la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares en los programas y procesos de carácter partidista
que se desarrollen en la entidad, correspondiéndole acreditar a los Delegados a
las Asambleas Estatales o del Distrito Federal, a los Consejeros Políticos
Estatales o del Distrito Federal y a los representantes de la Confederación en los
Comités, Comisiones y demás instancias establecidas en los Estatutos o en
los acuerdos y resoluciones de los órganos partidistas de dirección en el
ámbito de la entidad, así como expedir los documentos oficiales de aval,
apoyo o respaldo político de la Confederación que, de conformidad con las
Convocatorias respectivas, se requieran para el registro de sus militantes
como aspirantes, precandidatos o candidatos en los procesos de postulación a
las elecciones de Diputados locales y Ayuntamientos, en el caso de los Estados,
y de Diputados a la Asamblea Legislativa y Jefes
Delegacionales, en caso del Distrito Federal, pudiendo en su caso
presentar a la
Secretaría General del Comité Ejecutivo Nacional
planteamientos de respaldo para la postulación de militantes de la Confederación a
otros cargos electivos;
11.
Nombrar a los Delegados que
deban ser designados para apoyar y coordinar en el ámbito de la entidad y en
sus municipios o delegaciones los trabajos conducentes al mejor cumplimiento de
los fines y objetivos de la
Confederación, así como a lo dispuesto por estos Estatutos;
y,
12.
Las demás que le
otorguen estos Estatutos, su reglamentación o los acuerdos y resoluciones de
las Asambleas y Plenos Nacionales o Locales de la Confederación.
Artículo 109.- Las funciones de los demás integrantes de los Comités Directivos
Estatales y del Distrito Federal serán equivalentes en el ámbito de la
correspondiente entidad federativa a las señaladas por los presentes Estatutos
para las Secretarías integrantes del Comité Ejecutivo Nacional, con las que
deberán mantener comunicación y coordinación.
Artículo 110.- Considerando que esta estructura básica podrá ser modificada para
ajustarla en forma más adecuada a las condiciones políticas, económicas y
sociales de la correspondiente demarcación, previo acuerdo del Pleno
respectivo, los Comités Directivos Municipales, en el caso de los Estados, y
Delegacionales, en el caso del Distrito Federal, se integrarán por:
1. Una Secretaría General;
2. Una Secretaría Coordinadora Ejecutiva;
3. Una Secretaría de Organización;
4. Una Secretaría de Gestión Social;
5. Una Secretaría de Asuntos Electorales;
6. Una Secretaría de Comunicación Social; y,
7. Una Secretaría de Finanzas y Administración.
Artículo 111.- Es competencia de los Comités Directivos Municipales, en el caso de
los Estados, y Delegacionales, en el caso del Distrito Federal:
1.
Cumplir u hacer cumplir la
normatividad interna de la
Confederación y las resoluciones y acuerdos de la Asamblea y el Pleno
Municipales o Delegacionales correspondientes, encargándose de su expedición y
publicación;
2.
Elaborar y proponer a la
aprobación del respectivo Pleno Municipal o Delegacional sus programas e
informes anuales de actividades, cumpliendo eficientemente las tareas políticas
y sociales correspondientes;
3.
Participar constante y
eficazmente en los programas permanentes de afiliación de ciudadanos y de
adhesión de organizaciones de la Confederación en el ámbito del respectivo
municipio o delegación, velando por su continuidad, avances y resultados, así
como por la conformación u aprovechamiento del Registro Nacional de Militantes
y el Registro Nacional de Organizaciones Adherentes que establecen los
presentes Estatutos,
4.
Promover una intensa y
constante comunicación entre los integrantes de la Confederación y
entre ésta y la sociedad, así como con las instituciones públicas y organismos
gubernamentales en el ámbito del municipio o la delegación respectiva con los
que sea necesario desarrollar actividades;
5.
Analizar y resolver los asuntos
relevantes de la vida interna de la Confederación en el ámbito de su demarcación,
estableciendo y desarrollando las estrategias y acciones específicas para el
cumplimiento pleno de sus fines y objetivos;
6.
Apoyar a los Movimientos
Nacionales en el ámbito de la demarcación para el desarrollo de sus actividades
y el cumplimiento pleno de sus atribuciones, coadyuvando a través de ellos en
el ejercicio de las garantías, derechos y deberes de los integrantes de la Confederación, así
como en el cumplimiento de sus fines y objetivos;
7.
Desarrollar en la demarcación
los programas de carácter electoral de la Confederación y
coordinar la participación de sus integrantes en el nivel del municipio o la
delegación en las campañas políticas respectivas;
8.
Definir y desarrollar en el
ámbito de la demarcación los estudios y proyectos necesarios para fundamentar y
orientar las tareas que desarrolla la Confederación para el cumplimiento de sus fines y
objetivos;
9.
Acordar y promover fórmulas de
financiamiento para las actividades de la Confederación en el
ámbito de la demarcación, atendiendo a la adecuada integración y distribución
de su presupuesto, así como a la aplicación eficiente de sus recursos humanos,
financieros y materiales;
10.
Expedir y publicar las
Convocatorias a las respectivas Asambleas Municipal o Delegacional, así como
los acuerdos y resoluciones de éstas;
11.
Establecer y desarrollar un
programa de difusión que permita mantener a los militantes y a las
organizaciones adherentes en el ámbito de la demarcación informados sobre
los asuntos relevantes de su vida interna, así como comunicar a la
sociedad sus propuestas e iniciativas de mayor interés; y,
12.
Las demás que señalen
a los Comités Directivos Municipales y Delegacionales y a sus miembros los
presentes Estatutos, así como los acuerdos y resoluciones de las Asambleas y
Plenos nacionales o locales.
Artículo 112.- Son atribuciones y funciones de la Secretaría General
de los Comités Directivos Municipales y Delegacionales:
1. Presidir la respectiva Asamblea y Pleno Municipal o Delegacional de la Confederación;
2.
Presentar a la respectiva
Asamblea y Pleno Municipal o Delegacional las propuestas, informes y documentos
que corresponda formular o desarrollar a, al Comité Directivo;
3.
Convocar al Comité Directivo
Municipal o Delegacional y coordinar, dirigir y supervisar sus actividades,
atendiendo al cumplimiento de sus funciones y las de sus integrantes;
4.
Nombrar y remover de sus cargos
a los demás integrantes del Comité Directivo y de sus organismos auxiliares,
debiendo otorgar el nombramiento como Secretario Coordinador Ejecutivo, cuando
corresponda como resultado del respectivo proceso electoral, a quien así fuere
declarado por la
Asamblea Municipal o Delegacional, conforme a lo dispuesto
por los presentes Estatutos;
5.
Someter al Pleno Municipal o
Delegacional, para su aprobación, la creación, fusión o desaparición de
Secretarías u organismos auxiliares del Comité Directivo correspondiente;
6.
Aprobar las estructuras
administrativas internas del Comité Directivo y de sus organismos auxiliares,
conforme a la disponibilidad presupuestal y los requerimientos que
correspondan para el cumplimiento de los programas de la Confederación;
7.
Designar a los Secretarios
Adjuntos, Subsecretarios y Coordinadores que se requieran para el mejor
cumplimiento de los programas de trabajo del Comité Directivo;
8.
Autorizar la asignación y
ejercicio del presupuesto del Comité Directivo, vigilando que la aplicación de
los recursos se apegue a la normatividad respectiva, así como que corresponda y
contribuya a sus fines y objetivos;
9.
Representar a la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares en los programas y procesos de carácter
partidista que se desarrollen en el municipio o la delegación respectiva,
correspondiéndole acreditar a los Delegados a las Asambleas Municipales o
Delegacionales, a los Consejeros Políticos Municipales o Delegacionales y a los
representantes de la Confederación
en los Comités, Comisiones y demás instancias establecidas en los
Estatutos o en los acuerdos y resoluciones de los órganos partidistas de
dirección en el ámbito de la demarcación, así como plantear a la Secretaría General
del correspondiente Comité Directivo Estatal o del Distrito Federal, de
conformidad con las Convocatorias respectivas, a militantes de la Confederación para
que ésta les brinde su aval, apoyo o respaldo para su registro como
aspirantes, precandidatos o candidatos en los procesos de postulación a
las elecciones de Ayuntamientos, en el caso de los Estados, y de Jefes
Delegacionales, en el caso del Distrito Federal, o para otros cargos electivos;
10.
Representar legalmente al
Comité Directivo Municipal o Delegacional ante toda clase de personas físicas o
morales y ante toda clase de tribunales, autoridades, instituciones,
organizaciones y agrupaciones;
11.
Nombrar a los Delegados que
deban ser designados para apoyar y coordinar en el ámbito de la demarcación los
trabajos conducentes al mejor cumplimiento de los fines y objetivos de la Confederación, así
como a lo dispuesto por estos Estatutos; y,
12.
Las demás que le
otorguen estos Estatutos, su reglamentación o los acuerdos y resoluciones de
las Asambleas y Plenos nacionales o locales de la Confederación.
Artículo 113.- Las funciones de los demás integrantes de los Comités Directivos
Municipales y Delegacionales serán equivalentes en el ámbito de la
correspondiente demarcación a las señaladas por los presentes Estatutos para
las Secretarías integrantes de los Comités Directivos Estatales y del Distrito
Federal, con las que deberán mantener comunicación y coordinación.
En particular,
sin embargo, de no existir condiciones para la formación de Secretarías
Coordinadoras de los Movimientos Nacionales en el correspondiente municipio o
Delegación, el programa permanente de activismo a favor de las causas
ciudadanas que deberán desarrollar en su respectivo ámbito los Comités
Directivos Municipales o Delegacionales, considerando la participación e
interés de los integrantes de la Confederación, así como la concurrencia con otras
organizaciones y expresiones sociales afines de relevancia, estará a cargo de
su Secretaría de Gestión Social, que deberá concederle carácter
prioritario.
Capítulo Tercero.
De los Organismos Auxiliares Especializados.
De los Organismos Auxiliares Especializados.
Artículo 114.- Para apoyar las tareas y propósitos de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares, así como los trabajos que desarrollen sus órganos
de gobierno y de dirección, se establecen los siguientes organismos auxiliares
especializados:
1.
La Comisión de Cultura
Política y Desarrollo Ideológico, que tendrá como órgano ejecutivo permanente
al Instituto de Capacitación y Desarrollo Político;
2.
La Comisión de Promoción
Legislativa y Programas de Gobierno, que tendrá como órgano ejecutivo
permanente al Centro de Planeación y Estudios Políticos y Sociales;
3. La Comisión de Patrimonio y Financiamiento, que tendrá como órgano ejecutivo
permanente a la
Unidad Coordinadora de Proyectos Productivos y Financiamiento.
Artículo 115.- Las Comisiones de Cultura Política y Desarrollo Ideológico, de
Promoción Legislativa y Programas de Gobierno y de Patrimonio y Financiamiento
se constituirán en los órganos de dirección nacional, estatal, del Distrito
Federal, municipales y delegacionales, Correspondiendo al Secretario
General del respectivo Comité Ejecutivo o Directivo nombrar a su
Presidente y demás integrantes. Entre éstos deberán estar los Secretarios del
propio Comité Ejecutivo o Directivo que tengan funciones relacionadas con las
que desarrollarán las Comisiones.
Artículo 116.- Será facultad de las Comisiones Nacionales coordinar los
trabajos que deban desarrollar en su ámbito las Comisiones Estatales y
del Distrito Federal, que a su vez deberán coordinar a las respectivas
Comisiones Municipales y Delegacionales, para lo que se establecerán sistemas y
mecanismos que garanticen la congruencia de esfuerzos y propósitos, la
homologación de programas de trabajo y la colaboración entre los diversos niveles,
atendiendo al mismo tiempo las necesidades y demandas propias del ámbito
de cada Comisión.
Artículo 117.- Los órganos ejecutivos permanentes de las Comisiones de Cultura
Política y Desarrollo Ideológico, de Promoción Legislativa y Programas de
Gobierno y de Patrimonio y Financiamiento deberán también trabajar
concurrentemente en el ámbito nacional y local, en el marco de la relación
entre sus respectivas Comisiones, y contarán con un Coordinador, que será
designado por el Secretario General del Comité Ejecutivo o Directivo
correspondiente, a propuesta del Presidente de la propia Comisión.
Dichos órganos
tendrán los recursos y estructura que permitan el desarrollo de las tareas que
les corresponden, de acuerdo con la disponibilidad de recursos y el presupuesto
aprobado, en términos de lo dispuesto por los presentes Estatutos.
Artículo 118.- La
Comisión Nacional de Cultura Política y Desarrollo
Ideológico, junto con las instancias homólogas a nivel local, apoyará lo
referente a la promoción de los Principios establecidos en los Documentos
Básicos de la
Confederación, así como a la profundización de su
ideología demócrata social y la concreción de sus planteamientos en el
análisis de la realidad del país y sus regiones y en la definición de
postulados relevantes respecto a ella , impulsando permanente y firmemente una
posición moderna, abierta, de vanguardia, seria y propositiva por parte
de la Confederación
en la reflexión política y social, además de su presencia activa y trascendente
en el debate público.
Esta Comisión
promoverá, en coordinación con las Secretarías Coordinadoras de los
Movimientos Nacionales, la formación de Comités de Acción Política y
Orientación Ideológica en el seno de las organizaciones adherentes, que
retroalimentarán y difundirán entre sus miembros los trabajos ideológicos
correspondientes, estimulando la cultura política, el compromiso social y el
activismo a favor de la
Confederación y de sus fines y objetivos.
Como su órgano
ejecutivo permanente, el Instituto Nacional de Capacitación y Desarrollo
Político, junto con las instancias homólogas a nivel local, cumplirá los
programas que la
Comisión Nacional defina en relación con sus tareas y
propósitos, diseñando y llevando a cabo en el marco de los mismos las
acciones de formación, capacitación y divulgación de carácter cívico,
electoral, político y social que correspondan.
Artículo 119.- La Comisión
Nacional de Promoción Legislativa y
Programas de Gobierno, junto con las instancias homólogas a nivel local,
apoyará lo referente a la articulación del Programa de Acción establecido en
los Documentos Básicos de la
Confederación, así como al desarrollo de estudios, la
investigación y el análisis coyuntural y prospectivo conducentes al
diseño de estrategias y tareas específicas para enfrentar y resolver los
problemas que enfrentan el país y sus regiones y para impulsar y atender las
demandas y necesidades de los integrantes de la Confederación,
elaborando y manteniendo actualizada la agenda de proyectos legislativos y de
gobierno que promoverá la misma.
Como su órgano
ejecutivo permanente, el Centro Nacional de Planeación y Estudios Políticos y
Sociales, junto con las instancias homólogas a nivel local, cumplirá los
Programas que la
Comisión Nacional defina en relación con los mencionados propósitos,
diseñando y realizando en el marco de los mismos los trabajos de análisis
estratégico que correspondan, así como los estudios que se requieran para
conformar la agenda legislativa y de gobierno de la Confederación y los
proyectos particulares que considere.
Artículo 120.- La Comisión
Nacional de Patrimonio y
Financiamiento, junto con las instancias homólogas a nivel local, apoyará lo
referente a la consolidación y fortalecimiento patrimonial de la Confederación, así
como a la identificación, gestión, operación y control de todos los mecanismos
que, dentro del marco de la legislación aplicable, puedan generar recursos para
sus programas y actividades.
Corresponderá
a esta Comisión, entre otras tareas, proponer estrategias y acciones concretas
para su consideración en el Acuerdo General de Financiamiento que deberá emitir
el Pleno Nacional, así como recibir, revisar y, en su caso, aprobar los
informes financieros y contables que deberá presentar anualmente el Comité
Ejecutivo Nacional, reportando lo que corresponda, a través de su Presidente,
al Pleno Nacional de la
Confederación.
A este
respecto, se entenderá que el patrimonio de la Confederación y las
bases para su financiamiento estarán compuestos por:
1. Los bienes inmuebles propiedad de la Confederación y los
que en el futuro adquiera por cualquier título;
2.
Los bienes muebles propiedad de
la Confederación,
incluyendo documentos y archivos en cualquier soporte, y los que en el futuro
adquiera por cualquier título;
3.
Las aportaciones económicas de
los integrantes de la
Confederación;
4.
Los recursos que la Confederación reciba
como participación del financiamiento público otorgado a los partidos y las
agrupaciones políticas, en los términos de sus acuerdos y convenios con éstos y
de las disposiciones del Código de la materia;
5.
Los recursos que la Confederación reciba
de fondos públicos o privados destinados a financiar o apoyar programas
sociales como los que lleva a cabo;
6.
Los recursos obtenidos como
rendimiento de los proyectos productivos impulsados por la Confederación o por
los servicios que brinde; y,
7.
Cualquier otro bien o ingreso
que la Confederación
adquiera o reciba por cualquier título.
8. Como órgano ejecutivo permanente de la Comisión Nacional
de Patrimonio y Financiamiento, la Unidad Coordinadora
Nacional de Proyectos Productivos y Financiamiento, junto con las instancias
homólogas a nivel local, cumplirá los programas que la Comisión Nacional
defina en relación con sus propósitos y con los ámbitos patrimoniales y de
financiamiento, impulsando y coordinando todas las acciones necesarias para
ampliarlos y fortalecerlos.
Artículo 121.- La conformación interna, estructura, funciones y demás aspectos
relativos a la organización y desarrollo de los trabajos de los organismos
auxiliares especializados establecidos por estos Estatutos se sujetará al
Reglamento que deberán aprobar y emitir, para normar lo referente a su
respectivo ámbito, las Comisiones Nacionales de Cultura Política y Desarrollo
Ideológico, de Promoción Legislativa y Programas de Gobierno y de Patrimonio y
Financiamiento.
Los contenidos
de estos Reglamentos serán de observancia obligatoria para los miembros de las
Comisiones Nacionales y para los integrantes de sus órganos ejecutivos
permanentes, así como para las instancias homólogas de los niveles estatales o
del Distrito Federal y municipal o delegacional.
Capítulo Cuarto.
De las Elecciones para la Renovación Democrática de los Órganos de Dirección de la Confederación.
De las Elecciones para la Renovación Democrática de los Órganos de Dirección de la Confederación.
Artículo 122.- Para ser candidato en la elección de la Secretaría General
de alguno de los órganos de dirección de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares se deberán cumplir los siguientes requisitos:
1.
Ser militante de la Confederación,
acreditando una antigüedad mínima como militante de cinco años para el cargo de
Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional, de tres años para el de
Secretario General de Comité Directivo Estatal o del Distrito Federal o
de dos años para el de Secretario General de Comité Directivo Municipal o
Delegacional;
2.
Acreditar una residencia mínima
de dos años anteriores a la elección en la demarcación que corresponda al
órgano de dirección respectivo;
3.
No haber sido Secretario
General en el periodo inmediato anterior, ni ser Secretario General interino
del órgano de dirección respectivo;
4.
Haber ocupado cargos en los
órganos de dirección de la
Confederación, separándose de su cargo, de ser
dirigente en funciones, con sesenta días de anticipación al de la elección
respectiva;
5.
Ser propuesto y contar con el
apoyo de al menos tres Movimientos Nacionales de la Confederación o diez
de sus organizaciones adherentes del nivel correspondiente o superior al de la
respectiva Secretaría General.
6.
Esta propuesta deberá ser hecha
por escrito, según corresponda, por las dirigencias de las respectivas
organizaciones adherentes o por las Secretarías Coordinadoras Nacionales, para
el caso de la Secretaría
General del Comité Ejecutivo Nacional, o estatales y del Distrito Federal, para
el caso de los Comités Directivos de este nivel o de los niveles municipales y
delegacional;
7.
Ser propuesto y contar con el
apoyo, expresado por escrito, al menos de cinco Comités Directivos Estatales o
del Distrito Federal, para el caso de la Secretaría General
del Comité Ejecutivo Nacional, o del 25% de los Comités Directivos
Municipales o Delegacionales existentes en la entidad, para el caso de
los Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal;
8.
Presentar un programa de
trabajo;
9.
Comprometerse a promover la
unidad interna de la
Confederación y a respetar los normas, procedimientos y
resultados de la elección correspondiente, así como los topes para gastos de
campaña que se definan en la misma; y,
10.
Gozar de buena
reputación y prestigio en la comunidad.
Artículo 123.- Los Secretarios Generales de los órganos de dirección de la Confederación serán
electos para ocupar el cargo por periodos de tres años.
La Comisión
Nacional de Procesos Internos
del Pleno Nacional deberá promover y verificar que se realicen oportunamente
las elecciones para la renovación democrática de los cargos de Secretario
General del Comité Ejecutivo Nacional y de los Comités Directivos Estatales y
del Distrito Federal, promoviendo ante la Comisión Nacional
Revisora de Recursos la revisión y resolución de los casos que
correspondan. En lo referente a los Comités Directivos Municipales y
Delegacionales estas atribuciones serán ejercidas por las instancias
correspondientes de los respectivos Plenos Estatales o del Distrito
Federal.
A
recomendación de la
Comisión Nacional Revisora de Recursos, el Comité Ejecutivo
Nacional podrá designar Delegados y promover lo necesario para coadyuvar a la
organización y desarrollo del proceso de renovación de los órganos de dirección
estatales o del Distrito Federal, a la conclusión del periodo de gestión respectivo.
Igualmente, a recomendación de la Comisión Revisora de Recursos competente, los
Comités Directivos Estatales o del Distrito Federal podrán promover lo
necesario para coadyuvar a la realización de los procesos de elección de la Secretarías Generales
de los Comités Directivos Municipales o Delegacionales, a la conclusión del
periodo respectivo.
En el
Reglamento aplicable se preverán los criterios y los procedimientos de sanción
para los militantes de la
Confederación que ocupen cargos en los órganos internos de
dirección de la misma más allá del periodo para el que hayan sido electos, que
sólo podrán iniciarse a solicitud de la correspondiente Comisión Revisora de
Recursos.
Artículo 124.- La organización y desarrollo de las elecciones de los Secretarios
Generales de los órganos de dirección de la Confederación
estarán a cargo de las Comisiones de Procesos Internos formadas por los Plenos
del nivel correspondiente, en los siguientes términos:
1. Del Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional, la Comisión Nacional
de Procesos Internos;
2.
De los Secretarios Generales de
los Comités Directivos Estatales o del Distrito Federa, las correspondientes
Comisiones Estatales o del Distrito Federal de Procesos Internos; y,
3. De los Secretarios Generales de los Comités Directivos Municipales o
Delegacionales, las correspondientes Comisiones Municipales o Delegacionales de
Procesos Internos.
Artículo 125.- Además de las otras que les confieren estos Estatutos, serán
atribuciones y funciones de las Comisiones de Procesos Internos en el ámbito de
su competencia:
1. Comprobar la elegibilidad de los candidatos y otorgarles, en caso de
proceder, su registro;
2.
Supervisar el desarrollo de las
campañas internas y el cumplimiento de las normas establecidas para ellas,
resolviendo las dudas o los casos no previstos que surjan;
3.
Recibir las votaciones y
realizar su escrutinio y cómputo, en los términos de lo dispuesto por estos
Estatutos; y,
4. Otorgar la constancia de mayoría al candidato que la hubiere
obtenido, según lo dispuesto por estos Estatutos.
Artículo 126.- Para el cumplimiento de sus atribuciones y funciones, las
Comisiones de Procesos Internos contarán con un Presidente, un Secretario y
siete Vocales, que serán elegidos con sus cargos de entre los integrantes
del Pleno correspondiente. Los propios miembros de la Comisión elegirán entre
los Vocales a tres que realizarán las funciones de Escrutadores durante
los procesos de escrutinio y cómputo previsto en estos Estatutos.
Las Comisiones
de Procesos Internos tendrán el apoyo de los Comités Ejecutivo y
Directivo del nivel respectivo, pero mantendrán autonomía frente a los
mismos y estarán sólo subordinadas a sus correspondientes Pleno y Asamblea.
Las decisiones
de estas Comisiones se tomarán por mayoría de votos, debiendo estar presentes
para validarlas al menos la mitad más uno de sus integrantes.
Ninguno de los
Plenarios miembros de estas Comisiones podrá ocupar cargos en los Comités en
cuyo proceso de renovación haya participado.
Artículo 127.- Las etapas que comprenderá el proceso de elección de Secretario
General del Comité que corresponda son las siguientes:
1. Expedición de la
Convocatoria a la elección y a la Asamblea en que se
realizará;
2. Registro de candidaturas;
3. Desarrollo de las campañas internas;
4. Votación de los integrantes de la Asamblea;
5. Escrutinio y cómputo;
6. Declaratoria de resultados; y,
7. Toma de Protesta del Secretario General electo.
Artículo 128.- Los aspirantes a ser registrados como candidatos deberán presentar
ante la Comisión
de Procesos Internos que corresponda, junto con su solicitud formal de
registro, los documentos que acrediten los requisitos señalados por estos
Estatutos, así como el cumplimiento de las disposiciones particulares que
establezca la respectiva Convocatoria. Esta señalará en forma clara los plazos
y lugares en que deberá desarrollarse el procedimiento descrito.
Recibidas las
solicitudes y documentación correspondiente, la Comisión de Procesos
Internos llevará a cabo su análisis, con base en el cual determinará su
procedencia y emitirá su dictamen en los términos señalados por la Convocatoria,
otorgando el registro como candidatos a los aspirantes que cumplan con la
normatividad aplicable.
Los candidatos
registrados podrán acreditar de inmediato a un representante que formará
parte de la respectiva Comisión de Procesos Internos, que deberá ser convocado
a todos sus trabajos y sesiones, donde tendrá voz, pero no voto.
Artículo 129.- La correspondiente Comisión de Procesos Internos podrá revocar el
registro otorgado a algún candidato cuando:
1.
Se acredite el incumplimiento
de los requisitos o disposiciones considerados para el otorgamiento del
registro;
2.
Vulnere las garantías, derechos
y obligaciones que estos Estatutos confieren a los integrantes de la Confederación o
atente contra las normas de respeto y unidad que rigen su vida interna;
3.
Intente afectar la equidad y
transparencia del proceso o la libre expresión de la voluntad de los votantes
que participarán en la elección; o,
4. Realice durante su campaña actos violatorios de los Documentos
Básicos de la
Confederación o infrinja las normas contenidas al respecto en
la Convocatoria
correspondiente.
Artículo 130.- Las campañas internas de los candidatos registrados a la
elección de Secretario General del Comité que corresponda se sujetará a
las disposiciones que contenga la Convocatoria respectiva, así como a los acuerdos
que sobre el particular dicte la
Comisión de Procesos Internos a cargo de la respectiva
elección, que deberán aplicar escrupulosamente lo establecido en
los presentes Estatutos y atender al ejercicio pleno de las garantías y
derechos que otorgan a los integrantes de la Confederación.
Artículo 131.- La votación de los integrantes de la Asamblea que realizará la
elección de Secretario General del Comité que corresponda será libre, directa y
secreta, debiendo invariablemente ser emitida en boletas diseñadas para este
fin y depositadas en urnas transparentes.
Con este fin,
antes de proceder a la votación la Presidencia de la Mesa Directiva de la Asamblea respectiva verificará
su quórum y dará las indicaciones generales respecto al orden y procedimiento
de votación, señalando claramente el lugar en que, previa acreditación, los
integrantes de la Asamblea
recibirán individualmente la boleta para votar y el espacio en que se ubicarán
las urnas para depositar su voto, que deberá estar a la vista de la propia
Asamblea.
Artículo 132.- Concluida la votación, los miembros de la correspondiente Comisión
de Procesos Internos que hayan sido electos por sus propios integrantes para fungir
como Escrutadores realizarán el escrutinio y cómputo de la votación, en
presencia de la correspondiente Asamblea, tras lo cual el Presidente de la
propia Comisión procederá a declarar sus resultados.
Se
considerarán los votos válidos y los nulos para la suma total de votos emitidos
y el cómputo final.
Artículo 133.- Si ninguno de los candidatos en la elección respectiva obtuviera al
menos el cuarenta por ciento del total de los votos emitidos, se realizará una
votación en segunda vuelta, en la que participarán únicamente los dos
candidatos que hubieren recibido mayor votación en el ejercicio previo.
En este caso,
se seguirá el procedimiento general ya descrito, utilizándose como boletas
hojas de papel en blanco, donde los integrantes de la Asamblea deberán escribir
el nombre de uno de los de los dos candidatos en la segunda vuelta de
votación.
Artículo 134.- El candidato que hubiese obtenido mayoría con el cuarenta por
ciento o más de la votación en el procedimiento inicial, o el que hubiese
obtenido la mayoría en la segunda vuelta de votación, recibirá la constancia
correspondiente de la respectiva Comisión de Procesos Internos y será
declarado Secretario General electo del Comité en cuestión por su Presidente.
Artículo 135.- En uno y otro caso, el candidato que obtuviere al menos la mitad de
la votación recibida por el que haya sido electo como Secretario General
ocupará el cargo de Secretario Coordinador Ejecutivo del Comité
correspondiente, lo que será objeto también de la respectiva declaratoria.
Artículo 136.- Hechas las declaratorias del caso, el Secretario General electo del
Comité en cuestión rendirá la protesta de su cargo ante la propia Asamblea que
lo eligió, en los siguientes términos:
1.
El Presidente de la Mesa Directiva de la Asamblea preguntará:
“¿Protesta usted cumplir y hacer cumplir la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, las leyes que de ella emanan, las
disposiciones de los Documentos Básicos de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares y los acuerdos y resoluciones de sus órganos de
gobierno, velando en todo lo necesario por el bien de nuestra organización, el
cumplimiento de sus fines y objetivos y los intereses de sus
integrantes?”
2.
El Secretario General electo
responderá: “¡Sí, protesto!”.
3. El Presidente de la Mesa Directiva de la Asamblea concluirá: “Si
así lo hiciere, que la Nación
y la Confederación
se lo reconozca. De lo contrario, que se lo demanden”.
Artículo 137.- El Reglamento de Procesos Internos y de Procedimientos y Medios de
Impugnación detallará, además de los mecanismos, criterios, etapas y acciones
relativos a la elección de los Secretarios Generales de los órganos de
dirección de la
Confederación, los requisitos y procedimientos para la
presentación de quejas e impugnaciones ante las Comisiones Nacionales o locales
Revisoras de Recursos respecto a la organización y desarrollo de estos procesos
electivos o contra las resoluciones de la Comisión de Procesos Internos a cargo de los
mismos. El propio Reglamento establecerá las normas referentes a los medios de
impugnación y los efectos de las resoluciones que reciban.
El Reglamento
correspondiente garantizará el carácter democrático de los procesos, así como
su transparencia y equidad, para lo cual el sistema de medios de
impugnación que establezca deberá tener como referencia el modelo ya
institucionalizado que se aplica en las elecciones constitucionales,
adecuándolo a las circunstancias de la Confederación y a lo dispuesto por estos
Estatutos.
El sistema de
medios de impugnación de la
Confederación considerará también los que podrán presentar
sus instancias competentes para promover la expedición de la Convocatoria a la
elección de Secretario General del nivel que corresponda, cuando se haya
cumplido el periodo para el que fue electo el que se encuentre en funciones,
así como los recursos que podrán utilizar sus militantes y las
organizaciones adherentes para hacer valer los derechos que les confieren estos
Estatutos en lo referente a la integración y renovación de los órganos de
gobierno de la
Confederación.
Título Quinto.
De los Reconocimientos, Estímulos y Sanciones.
De los Reconocimientos, Estímulos y Sanciones.
Capítulo Primero.
De los Reconocimientos y Estímulos.
De los Reconocimientos y Estímulos.
Artículo 138.- La Comisión
Nacional de Honor y Justicia de la Confederación tiene
como objetivo asegurar la observancia y cumplimiento de las normas establecidas
en sus Documentos Básicos, en particular en los presentes Estatutos y el Código
de Ética, dictaminando sobre esta base el otorgamiento de reconocimientos y
estímulos a sus militantes, cuadros y dirigentes, así como la aplicación de
sanciones a los mismos, cuando así corresponda.
Artículo 139.- El Reglamento de la materia determinará las facultades de la Comisión Nacional
de Honor y Justicia y los reconocimientos y estímulos que podrán ser acordados
por ella para distinguir a los militantes, cuadros y dirigentes que lo
ameriten por su trayectoria y trabajo a favor de la Confederación, de la
sociedad y del país y por los servicios y contribuciones que les hubiesen
hecho.
Artículo 140.- Las propuestas de militantes, cuadros y dirigentes para recibir los
reconocimientos y estímulos que otorga la Confederación sólo
podrán ser hechas por otros integrantes de la propia Confederación, quienes
deberán presentarlas oportunamente, de acuerdo con los calendarios que
fijará el Reglamento, ante el órgano de dirección nacional o los órganos
de dirección estatal y del Distrito Federal que corresponda, mismo que, de ser
procedente, remitirá formalmente dicha propuesta a la Comisión Nacional
de Honor y Justicia para su revisión y resolución respectivas.
En ningún caso
podrán otorgarse estas distinciones a gobernantes o funcionarios de la Administración Pública
en ejercicio de sus cargos.
Capítulo Segundo.
De las Sanciones.
De las Sanciones.
Artículo 141.- La
Comisión Nacional de Honor y Justicia será la única
instancia de la
Confederación que podrá investigar la conducta de los
militantes y acordar sanciones contra quienes infrinjan o violen su
normatividad interna, previo cumplimiento de los procedimientos establecidos al
respecto, en los que deberá respetarse escrupulosamente el derecho de
audiencia.
Sus
resoluciones en esta materia surtirán efectos inmediatos, pero podrán ser
recurridas ante la
Comisión Nacional Revisora de Recursos por quienes sean
objeto de la mismas, que podrá revocarlas, de conformidad con los medios,
criterios y procedimientos que establezca el Reglamento respectivo.
Artículo 142.- Las sanciones que podrán aplicarse a los militantes de la Confederación serán:
1.
La amonestación, que procederá
por faltas reiteradas de asistencia a los órganos de que sean miembros o a las
reuniones a que sean formalmente convocados, así como por negligencia o
incumplimiento en las comisiones y tareas que les sean conferidas;
2.
La suspensión temporal de
derechos, que procederá por indisciplina que no sea grave, por incumplimiento
reiterado en el pago de las aportaciones que les correspondan o por
incurrir en faltas no graves contra las disposiciones estatutarias o del Código
de Ética de la
Confederación;
3.
La inhabilitación temporal para
ocupar cargos en la
Confederación o representarla en órganos partidistas y
procesos electorales, que procederá por faltas de probidad, de lealtad o de
respeto contra la propia Confederación y sus integrantes, de acuerdo con su
Código de Ética, y por ocupar sin justificación cargos en los órganos
directivos de la
Confederación más allá del tiempo para el que se haya sido
electo, así como por estar sujeto a proceso penal, en el caso de delitos
dolosos; y,
4. La expulsión, que procederá por faltas reiteradas, por atentar de
manera grave contra la disciplina o la unidad ideológica y organizativa de la Confederación,
contra los contenidos de sus Documentos Básicos o contra sus alianzas
partidistas, así como por enajenar o adjudicarse indebidamente bienes o fondos
de la Confederación
o por presentar de manera dolosa denuncias infundadas ante la propia
Comisión Nacional de Honor y Justicia.
Artículo 143.- La Comisión
Nacional de Honor y Justicia sólo
podrá actuar para dictaminar sanciones previa denuncia de algún integrante de la Confederación, que
deberá estar acompañada de las pruebas correspondientes.
El
procedimiento de sanciones por ocupar sin justificación cargos en los órganos
de dirección de la
Confederación más allá del periodo para el que se haya sido
electo sólo podrá ser iniciado por denuncia de las Comisiones Revisoras de
Recursos, de conformidad con lo establecido por los presentes Estatutos.
T R A N S I T O R I O S.
Primero.- Los
presentes Estatutos, al igual que los demás Documentos Básicos aprobados por la Asamblea Nacional
Extraordinaria de la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares, entrarán
en vigor el día de su expedición, quedando abrogados los hasta ese momento
vigentes.
Segundo.- La
expedición y publicación de estos Estatutos y de los demás Documentos Básicos
de la Confederación
corresponderá a su Comité Ejecutivo Nacional, debiendo llevarse a cabo
previamente los trabajos encomendados por la Asamblea Nacional
Extraordinaria a su Comisión de Redacción y Congruencia, que contará para ello
con un plazo de noventa días, contando a partir del 20 de noviembre de 2002.
Una vez
expedidos y publicados, corresponderá igualmente al Comité Ejecutivo Nacional
de la Confederación
el registro formal de estos Estatutos y de los demás Documentos Básicos ante
las instancias que proceda, de acuerdo con su normatividad interna y las
disposiciones legales aplicables.
Tercero.- Los
procesos para la renovación de órganos de dirección que se hubieren convocado
en fecha previa a la publicación de los presentes Estatutos se regirán por las
disposiciones que estuvieren vigentes al momento de la expedición de la
correspondiente Convocatoria.
Cuarto.- Los
órganos de dirección de la
Confederación que se encuentren en funciones se
mantendrán en ellas hasta la conclusión del periodo para el que hubieren sido
electos, procediéndose al cumplirse este plazo conforme a lo dispuesto
por los presentes Estatutos.
Quinto.- Los
Plenos Nacionales, estatales y del Distrito Federal, municipales y
delegacionales de la
Confederación deberán ser convocados en un plazo no mayor de
noventa días posteriores a la publicación de estos Estatutos para proceder a su
reintegración y a las adecuaciones que correspondan conforme a lo dispuesto por
los mismos, iniciándose a partir de la fecha de su reunión el periodo de tres
años en el que estarán en funciones.
Sexto.- El
Presidente y el Secretario del Pleno Nacional dispondrán lo necesario para que
éste conozca y apruebe en la reunión que celebre centro del plazo señalado en
el Transitorio anterior los instrumentos reglamentarios previstos en el
Artículo 11 de los presentes Estatutos.
Séptimo.- Igualmente,
dentro de un plazo de sesenta días contados a partir de la publicación de los
Reglamentos respectivos, deberá realizarse conforme a sus disposiciones y las
de estos Estatutos la reagrupación de funciones y denominaciones en las áreas
del Comité Ejecutivo Nacional y de los Comités Directivos estatales y del
Distrito Federal, municipales y delegacionales, así como su reestructuración y
la de los Movimientos Nacionales, constituyendo:
1.
En el nivel nacional, los
Movimientos Nacionales Urbano Vecinal, Asociativo de las Personas con
Discapacidad, de Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores y de Mexicanos en el
Extranjero.
2.
En este mismo nivel, las
Secretarías Coordinadoras de los Movimientos Nacionales Urbano Vecinal,
Asociativo de las Personas con Discapacidad, de Pensionados, Jubilados y
Adultos Mayores y de Mexicanos en el Extranjero del Comité Ejecutivo Nacional,
así como las Comisiones Políticas y Sociales de los Movimientos
Nacionales;
3.
En el nivel estatal y del
Distrito Federal, las Secretarías Coordinadoras de los Movimientos Nacionales
Urbano Vecinal, Asociativo de las Personas con Discapacidad, de Pensionados,
Jubilados y Adultos Mayores y de Mexicanos en el Extranjero;
4.
En todos los niveles, los
organismos auxiliares especializados; y,
5.
El Registro Nacional de
Militantes y el Registro Nacional de Organizaciones Adherentes, con la
participación de todas las estructuras.
El Comité
Ejecutivo Nacional, con la colaboración de los Comités Directivos Estatales y
del Distrito Federal, a través de sus respectivas Secretarías de Organización y
de Coordinación con Comités Directivos, se encargará de apoyar, orientar y
vigilar estos procesos.
Programa de Acción
Dictamen
aprobado con el carácter de Resolución de la Asamblea Nacional
Extraordinaria de la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares
celebrada en la Ciudad
de México, Distrito Federal, los días 19 y 20 de noviembre de 2002.
Dictamen aprobado con el carácter de
Resolución de la
Asamblea Nacional Extraordinaria de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares celebrada en la Ciudad de México, Distrito Federal, los días 19 y
20 de noviembre de 2002.
1.
CONCEPTOS BASICOS.
El Programa de
Acción es uno de los Documentos Básicos de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares, en el que se consignan los compromisos y acciones
generales que se propone llevar a cabo para materializar sus tesis ideológicas
y políticas, lograr sus fines y objetivos y dar respuesta a las organizaciones
y ciudadanos que la integran.
Comprende este
Documento el compromiso de asumir el Programa de Acción del Partido
Revolucionario Institucional, con el que la Confederación
mantiene una firme alianza en la lucha política por el desarrollo integral y el
bienestar social en un México soberano con igualdad, democracia y justicia.
El
cumplimiento del Programa de Acción de la CNOP debe apoyarse en la política, entendida como
instrumento eficaz y legítimo para hacer coincidir nuestra acción con las
orientaciones de los movimientos sociales que definieron a nuestro país y
determinaron el surgimiento de nuestro Partido y con las demandas de las clases
medias, los sectores urbanos y los grupos populares, que, por una parte, siguen
enfrentando situaciones de desigualdad y marginación y, por la otra, tienen la
aspiración y la esperanza de avanzar en sus condiciones y calidades de vida,
como producto de su propio esfuerzo.
Comprometidos
con un régimen de Derecho que debemos fortalecer, las acciones de los
cenopistas se fundamentarán en la ley y se respaldarán en la moral ciudadana,
que serán las bases de su legalidad y solidez.
2. IDENTIDAD HISTÓRICA DE LA CONFEDERACION NACIONAL
DE ORGANIZACIONES POPULARES
La Confederación encuentra su identidad y contenido en la profundidad de sus raíces
y de su evolución, que le otorgan plena justificación histórica, así como en la
diversidad de las actividades de las organizaciones y los militantes que la
integran y en el acelerado proceso de transformación de la vida rural a la
urbana, que junto con el coincidente aumento de población trajo el crecimiento
acelerado de las ciudades, localidades y comunidades en general en nuestro
país.
Como
consecuencia de la acción y dinamismo de los Gobiernos surgidos de la Revolución Mexicana,
a las clases medias y los grupos urbanos y populares, como sectores emergentes
en la sociedad, les correspondió transitar durante un largo periodo de
estabilidad política y paz social, con desarrollo en todos los órdenes, después
de largas etapas de sucesivos conflictos y guerras civiles a partir de las
luchas por la
Independencia.
En esa intensa
actividad, la
Confederación impulsó y apoyó los avances y la consecución de
las metas y objetivos de estos grupos, promovió la solución de sus problemas y
definió su personalidad, no obstante las características diversas de sus
integrantes y lo heterogéneo de sus componentes, con un denominador común: la
lucha por su reivindicación y superación política, social y económica y por la
grandeza de México.
3.
EL MARCO PROGRAMÁTICO DE LA
CONFEDERACIÓN.
Los
antecedentes citados constituyen el soporte histórico de nuestro Programa de
Acción, en el que partimos de la necesidad de ser fieles a los orígenes, pero
también de responder a los nuevos retos que plantea la evolución de la
sociedad, buscando una más clara proyección hacia el futuro.
Esto hace que
sea necesaria la instrumentación de estrategias consecuentes con la realidad
del país, con plena conciencia de la evolución de la sociedad en el corto y
mediano plazo, nutriendo los programas y acciones de la Confederación con
las demandas y propuestas de sus militantes y de los ciudadanos.
4.
EL ÁMBITO DE LA
CONFEDERACIÓN.
En el ámbito
de las clases medias y los grupos urbanos y populares del país se entreveran
reclamos y necesidades de diversa índole. Se encuentran, así, por una parte,
los problemas inherentes a la acumulación de rezagos por demandas desatendidas;
por la otra, las disfunciones que se derivan de la compleja red de relaciones
sociales, que hacen necesaria su organización, tratamiento y canalización
política eficaces, debido a la falta de precisión que ha existido para adecuar
con oportunidad las los programas y acciones de atención y de respuesta.
Este campo de
intereses de los grupos urbanos puede contemplarse desde el punto de vista
territorial, relacionándolo con el lugar donde se habita y se trabaja, o
personal y grupal, considerando las necesidades y aspiraciones de cada uno de
los individuos y las colectividades que forman.
En ambos
casos, es necesaria la vinculación de la Confederación con
ellos como premisa para construir formas relevantes de identificación,
comunicación y participación con nuevos modelos organizacionales, enriquecidos
con acciones de un profundo contenido social, planteadas en términos novedosos,
que evidencien la voluntad de construir puentes a su servicio, así como con el
gobierno, sin importar su origen electoral, como instancia obligada a atender y
resolver las demandas y exigencias colectivas .
5.
ENTORNO DEMOGRÁFICO.
Para precisar
los horizontes de acción que se perfilan en lo anterior, es fundamental
considerar en nuestro Programa los acelerados cambios por los que atraviesa la
población.
De acuerdo con
las estimaciones de la
Comisión Nacional de Población, la población de entre 15 y 24
años de edad aumentó de 9.2 a
20.5 millones entre 1970 y 2002. En la actualidad este grupo crece a un ritmo
de 0.75% aproximadamente y se prevé que su volumen alcanzará 21.5 millones en
el año 2010.
Por su parte,
la población de entre 25 y 64 años de edad pasó de 15.2 a 43.4 millones entre
1970 y 2002 y se prevé que su tamaño se seguirá incrementando en los próximos
lustros, alcanzando cerca de los 70 millones en el año 2030.
Finalmente, la
población de 65 años o más representa hoy día sólo 4.9% de la población total,
con alrededor de 5 millones de personas, pero su crecimiento ha sido muy
acelerado: pasó de 1.42% en 1980 y 1981 a cerca de 3.7% del total en la
actualidad. El incremento fue de 40 mil individuos en 1980 y 1981 y en el año
2002 llegó a 195 mil personas. Este segmento de la pirámide poblacional ha
acusado un crecimiento muy acelerado: hoy, uno de cada 20 mexicanos está en ese
grupo de edad y en el 2030, si la tasa de crecimiento se mantiene en ese nivel
(3.7%), representará a uno de cada ocho individuos, en tanto que en el 2050
será de uno de cada cuatro habitantes.
La tendencia
de crecimiento, como se observa, muestra que el aumento considerable del
segmento de adultos mayores habrá de demandar una especial atención en los
próximos años, gestionando programas específicos para este grupo de ciudadanos
que demanda una mejor calidad de vida.
Los cambios
indicados en la composición por edades tienen y seguirán teniendo importantes
consecuencias en la formación de un amplio espectro que gira en la segmentación
de la población. Estos cambios crean nuevas oportunidades, pero también
condiciones demográficas que plantean nuevos y más complejos desafíos que
obligan a gestionar programas de tipo social.
Por ejemplo,
en materia de vivienda, como consecuencia de la evolución demográfica de los
jóvenes y adultos, la demanda aumentará a razón de 800 mil por año durante las
próximas décadas, de tal manera que si en la actualidad existen 23.1 millones
de viviendas, en el año 2020 se requerirían 41.4 millones, lo que implica construir
en los próximos 20 años el equivalente a más del 80% de viviendas actualmente
disponibles.
En materia de
empleo, en la próxima década se integrarán al mercado de trabajo cerca de un
millón 200 mil mexicanos en promedio por año. En consecuencia, se estima que la
población económicamente activa, que actualmente se sitúa en 43.8 millones de
trabajadores, ascenderá a 55 millones en 2010 y a 64 millones en 2020, lo que
requiere programas de empleo permanente.
Adicionalmente,
debe tenerse presente que México sigue mostrando desde el punto de vista de la
distribución territorial dos facetas marcadamente contrastantes: por un lado,
la enorme dispersión de sus habitantes rurales y, por el otro, la concentración
de su población en unas cuentas regiones y ciudades del país.
Esta
distribución polarizada de la población en nuestro territorio requiere de una
política de población que haga énfasis en acciones tendientes no sólo a la
desaceleración del crecimiento demográfico, sino a su redistribución, tratando
de corregir los marcados desequilibrios en la composición espacial de la
población. No solamente debemos abatir la tasa de crecimiento de la población
en los próximos años, sino repartirnos mejor en el territorio nacional.
Nuestro país
tiene todavía cerca de la cuarta parte de su población asentada en miles de
pequeñas localidades rurales, donde las condiciones de vida, las insuficiencias
productivas y de empleo, así como la baja cobertura de los servicios básicos
determinan fuertes presiones migratorias, que han contribuido a un acelerado
proceso de urbanización que plantea complejos retos y que demanda la puesta en
marcha de políticas y estrategias integrales, de mediano y largo plazo, que
conduzcan a un desarrollo urbano que, de manera eficiente, estimule la inversión
productiva y la creación de empleos y favorezca el mejoramiento de los niveles
de vida de la población.
Un ingrediente
de la mayor importancia en la nueva realidad demográfica del país, así como en
sus efectos políticos, económicos y sociales, es el que representa la creciente
migración de mexicanos a otros países, principalmente a los Estados Unidos de
América, donde constituyen ya uno de los grupos de población más numerosos e
importantes, con demandas específicas que no pueden soslayarse.
En estos propósitos
la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares debe
participar en forma permanente.
Estamos a
tiempo de prever y emprende las acciones que se requieren para encauzar los
fenómenos que provocará el dinamismo poblacional del país, promoviendo y
gestionando políticas y programas de tipo social en beneficio de las clases
populares, las clases medias y los grupos urbanos.
6. LA CONFEDERACIÓN NACIONAL
DE ORGANIZACIONES POPULARES Y SU RELACIÓN CON LA NUEVA SOCIEDAD
URBANA
Uno de los
fenómenos más característicos de las últimas décadas es el proceso de
concentración urbana en el mundo. México no escapa a este fenómeno. Los cambios
que se están generando en el tejido social urbano y rural, a partir de nuevos
modelos de organización y diferentes formas de convivencia representan un reto
político y social para todo el país, pero especialmente para el Sector Popular,
principalmente donde hay marginación y pobreza.
La sociedad
entera no acaba de comprender y de asimilar, a cabalidad, el nuevo fenómeno
urbano. El elemento que puede cohesionar esta interpretación se encuentra en la
así llamada vida cotidiana. Para intentar su reconceptualización y organización
es necesario volver los ojos al detalle de las costumbres, los hábitos, las
relaciones afectivas, las diversiones, las prácticas, los problemas, las
aspiraciones y los valores específicos que trae aparejada la realidad concreta
de cada uno de los habitantes de las ciudades. La identificación de cada uno de
estos fenómenos, necesidades y posibilidades de atención deberá constituir
permanentemente una de las actividades más importantes y trascendentes dentro
de los trabajos políticos del Sector Popular.
7.
LAS DEMANDAS DE LA
MILITANCIA DEL SECTOR POPULAR.
Muchos y
diversos son los planteamientos que los grupos urbanos componentes del Sector
Popular formulan. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
1.
La lucha por la soberanía
nacional, la democracia, la igualdad y la justicia social;
2.
El fortalecimiento y rediseño
del Sector Popular;
3.
Una respuesta eficaz a las
necesidades actuales del Sector, con visión de futuro;
4.
La plena concordancia del
Programa de Acción con el diagnóstico y la Agenda Nacional;
5.
La formación y capacitación
permanente de los cuadros y líderes de las organizaciones del Sector;
6.
Firmeza para reivindicar el
papel de la CNOP
en la historia y en la construcción del cambio democrático del país;
7.
Articular tradición y
modernidad, atemperando la polarización, a través de las garantías de
continuidad, integración social y gobernabilidad;
8.
Establecer vínculos efectivos
de representación política con las clases medias y los grupos populares;
9.
Generar un clima de unidad para
conservar la confianza en nuestra organización;
10.
La igualdad de oportunidades
para todos los militantes; y,
11.
La lucha permanente contra la
pobreza, entre muchos otros.
Nuestro Sector
deberá llevar a cabo Programas concretos cuyo objetivo básico sea el de
contribuir a la solución de las demandas que con más énfasis hacen sus
agremiados:
1.
Reactivación de la economía
popular;
2.
Fortalecimiento de la micro,
pequeña y mediana empresa así como a las áreas de la economía del país
vinculadas con el sector informal;
3.
Promoción de esquemas de apoyo
a la producción artesanal;
4.
Apoyos para productos de
infraestructura y equipamiento para el pequeño comercio;
5.
Impulsar esquemas de
aseguramiento médico para no asalariados;
6.
Mejoramiento de la vida
cotidiana individual y familiar;
7.
Promoción del empleo y bolsa de
trabajo, tomando en cuenta a las personas mayores de 40 años, a los adultos en
plenitud y a las personas con discapacidad, jubilados, pensionados y viudas
desprotegidas, así como fomentar el autoempleo;
8.
Renovación de la actividad
política, destacando la participación de jóvenes y mujeres;
9.
Lograr que el Estado garantice
el orden y la seguridad pública;
10.
Respeto y acciones que
coadyuven a la defensa y práctica de los derechos humanos y prevención, y
protección en contra de la violencia intrafamiliar;
11.
Protección al migrante en
general y en especial a los miembros de nuestro Sector en el extranjero;
12.
Proponer iniciativas de Ley y
exigir el cabal cumplimiento de la asignación del 8% del producto interno bruto
a la educación así como impulsar programas educativos diversos, con proyección
y observancia local, regional y nacional, dando relevancia a los puntos
tendientes para rescatar y reivindicar nuestra identidad nacional, nuestros
símbolos patrios y nuestro desarrollo histórico en sus aspectos cívicos y
culturales,
13.
Garantizar la seguridad social
para todos los miembros del sector;
14.
Garantizar la alimentación de
nuestra sociedad;
15.
Promover los subsidios
necesarios para apoyar la economía popular;
16.
Buscar créditos adecuados y
suficientes para la edificación de vivienda digna para los integrantes del
sector;
17.
Luchar permanentemente por la
consolidación y salvaguarda de nuestras empresas estratégicas y prioritarias en
beneficio de México; y
18.
Impulsar la cultura
ambientalista y la preservación de la ecología nacional.
8 LA CONFEDERACIÓN COMO
PROMOTORA DEL DESARROLLO INTEGRAL Y EL BIENESTAR SOCIAL DE LAS CLASES MEDIAS,
LOS GRUPOS URBANOS Y LOS SECTORES POPULARES DEL PAÍS.
La Confederación como promotora del desarrollo integral y el bienestar social de las
clases medias, los grupos urbanos y los sectores populares del país.
Es compromiso
esencial de la CNOP
servir como promotora del desarrollo integral de la sociedad, contribuyendo a
elevar el nivel de vida y el bienestar de sus integrantes, por lo que impulsará
y cumplirá programas específicos de carácter político, social y económico,
dentro del marco del siguiente planteamiento general:
Los Programas
de Desarrollo Político tendrán entre otros objetivos:
1.
La superación de los
integrantes del Sector Popular, en la vida política cotidiana, como ciudadanos
de la República
Mexicana, con el propósito de que conozcan mejor sus derechos
y obligaciones, amplíen su participación y cobren conciencia de la gran Nación
en que viven.
2.
La militancia efectiva como
miembros y dirigentes, en su caso, del Sector Popular y del PRI.
3.
Elevar en todos los ámbitos y
niveles de gobierno su calidad política para la participación en los procesos
electorales como candidatos, representantes o auxiliares y en la función
pública.
Los Programas
de Desarrollo Social comprenderán:
1.
Mantener y mejorar las
conquistas sociales logradas.
2.
Alcanzar nuevas metas sociales,
tales como la ampliación y mejoramiento de la seguridad social para que llegue
a todos nuestros miembros y a sus familias, el mejoramiento de la seguridad
pública y de la procuración y administración de justicia y de la justicia en
general, el respeto a los derechos humanos y combate a la discriminación en
todas sus formas, la protección y promoción de las exigencias específicas de
los menores, las personas con discapacidad y otros grupos vulnerables, el
reconocimiento e impulso de los derechos de las mujeres y los jóvenes, la
educación laica y gratuita para todos, el mejoramiento de los elementos
necesarios para la subsistencia del hombre, como la calidad del aire, agua,
suelo, espacio, alimentación y salud, apoyados en la ciencia y la técnica, así
como la vivienda decorosa, la formación de asociaciones de apoyo, defensa y
servicios y la activación de la política de población y de migración.
3.
Promover lo necesario a fin de
fortalecer las instituciones de seguridad social.
Los Programas
de Desarrollo Económico atenderán:
1.
El desarrollo interno, para
lograr la creación de mayores fuentes de empleo permanentes y bien remuneradas,
así como la multiplicación de empresas productivas, individuales o en
sociedades cooperativas, anónimas y de responsabilidad limitada.
2.
La protección e impulso a la
pequeña y mediana empresa ya establecida.
3.
El aprovechamiento de la
inversión extranjera, en beneficio de nuestros agremiados.
4.
La capacitación para una óptima
productividad y el aprovechamiento pleno de las corrientes transformadoras a
nivel internacional.
5.
El enlace permanente entre el
sector productivo y el sector educativo en su nivel superior.
Para lograr
estos y otros propósitos, el Sector Popular debe mantener una permanente
interlocución con todos los órganos de gobierno, independientemente de su
origen partidista, cuya obligación es atender y dar respuesta a los justos
reclamos de su militancia.
Se deberán
diseñar para ello mecanismos que permitan sumar e impulsar sus aspiraciones e
inquietudes por una vida más digna y justa, así como fortalecer la capacidad de
gestión social del Sector, sus Movimientos y sus organizaciones, retomar las
causas de las nuevas formaciones sociales y dar un mayor impulso a actividades
culturales, deportivas, recreativas y de bienestar social, entre otras.
Tradicionalmente,
el Sector Popular ha expresado su presencia a través de una intensa labor de
gestión social, apoyada en la representatividad política y en la necesidad y el
interés de sus representados. Para complementar esta acción, que debe retomarse
y profundizarse, es necesario instrumentar un programa de asesoría y defensa
jurídica, el cual comprenda la puntual respuesta a las peticiones y demandas de
las organizaciones y militantes del Sector Popular.
Es necesario
igualmente establecer nuevas formas de comunicación para el análisis y
tratamiento de demandas, la atención y gestoría y el seguimiento del
cumplimiento de los acuerdos y convenios que se efectúen con los órganos de
gobierno de los poderes de la Unión,
de los Estados de la federación y de los municipios y delegaciones, así como
con los responsables de los organismos descentralizados de los tres niveles de
gobierno.
La
coordinación de acciones debe constituir un método permanente de trabajo. En
este sentido, el Sector Popular debe avanzar en el perfeccionamiento de los
mecanismos que permitan instrumentar organizadamente los acuerdos, las
estrategias y los programas de trabajo que se establezcan para atender las
demandas de sus agremiados.
Por otra parte,
se considera de la mayor importancia contar con mecanismos perfectamente
establecidos que permitan exigir mayores responsabilidades a los miembros del
Sector que ostentan cargos de elección popular, con el fin de que, en el marco
de las disposiciones estatutarias, tengan la obligación de realizar visitas
periódicas para la captación de las demandas de la población en las
demarcaciones en que hayan resultado electos. Los representantes populares
propuestos y apoyados por el Sector Popular deben de establecer, de manera
puntual, una calendarización del cumplimiento de los compromisos adquiridos
durante su campaña.
Se considera
necesario también que exista la obligación de rendir informes sobre las
gestiones que realizaron en beneficio de sus representados.
9. LA COHESIÓN INTERNA DEL SECTOR POPULAR.
Resulta de
vital importancia instrumentar programas concretos para cohesionar
organizativamente al Sector Popular y para el logro de sus objetivos políticos,
sociales y económicos, definidos en nuestra Declaración de Principios, nuestros
Estatutos y nuestros demás Documentos Básicos y acuerdos internos.
Se trata de
armonizar y encauzar los propósitos de nuestra militancia a través de una
estrategia que la involucre plenamente, buscando la unidad y la fuerza acumulada
del conjunto, corrigiendo los elementos o fenómenos de dispersión o
desintegración con una fuerte interacción y con eficientes formas de
comunicación.
Es
particularmente importante el compromiso de para alentar los flujos de nuevos
cuadros y liderazgos, esenciales para mantener contacto con nuestros afiliados
y con la sociedad en general.
Dentro de la
estrategia, la comunicación bilateral es el instrumento fundamental para captar
la opinión de las ramas sociales del Sector Popular y poder así compatibilizar
el discurso con la oferta política y las acciones con lo que se demanda o se
requiere.
Para ello, el
Sector Popular se organizará de tal manera que pueda cubrir, asistido de la
política y la técnica necesarias, todos los ámbitos de la presencia y acción de
nuestros miembros y sus familias.
10.
LA PLANEACIÓN Y
PROGRAMACIÓN PERMANENTES EN EL SECTOR POPULAR.
La acción de la CNOP se basará en este
Programa y en los demás Documentos Básicos de la Confederación, que
constituyen el plan general de trabajo de donde deben derivar los programas
específicos previstos por los Estatutos, para responder a las necesidades del
propio Sector y cumplir sus objetivos.
Los programas
específicos que se deriven se elaborarán y aprobarán bajo los siguientes
lineamientos, que se presentan de manera enunciativa y no limitativa:
1.
Partirán de la consulta con
nuestras organizaciones y militancia, así como con la sociedad en general,
ciudadanos, tomando en cuenta los antecedentes y proyecciones del tema.
2.
Se trazarán objetivos y metas
claras y precisas dentro del horizonte nacional y sin perder de vista la
situación internacional.
3.
Tendrán siempre un espíritu de
resolución y de superación en beneficio de nuestros afiliados, precisando las
acciones conducentes al logro de los objetivos planteados.
4.
Territorialmente se
clasificarán como de carácter nacional, regional, estatal o del Distrito
Federal y municipal o delegacional.
5. Se dará prioridad a cuanto contribuya a la satisfacción de
necesidades y el bienestar, como es la lucha por la ecología, la seguridad
social, la justicia, la alimentación, la vivienda, la educación, la prevención
y atención de enfermedades, el esparcimiento, el respeto a los derechos humanos
y la creación y mejoramiento de empleos.
11.
LA
PARTICIPACIÓN ELECTORAL
La Confederación mantiene y refrenda su alianza histórica con el Partido
Revolucionario Institucional, particularmente en cuanto a su compromiso y el de
su militancia de participar activamente en las contiendas democráticas para
ganar y mantener el poder público, desarrollando en consecuencia una permanente
y seria presencia en los procesos que se desarrollen dentro del Partido o en
los que éste participe.
Lo hará
partiendo de la convicción de que para ganar elecciones no basta con disponer
de un aparato bien organizado y asistido por especialistas en la materia, sino
que se requiere también, fundamentalmente, del trabajo permanente con las
bases, los cuadros y los dirigentes, en una interacción dinámica y creativa.
Para ello, el
Sector Popular contará con un diagnóstico objetivo en su propio ámbito, que
mantendrá actualizado, para coadyuvar en la estrategia global partidista.
Éste se
iniciará con un análisis que, entre otros aspectos, considerará:
1.
La evolución del Estado y de la
sociedad.
2.
La postura del Partido
Revolucionario Institucional.
3.
Los resultados electorales
detallados del área correspondiente en tres elecciones anteriores, por lo
menos, para determinar su constante y sus variaciones.
4.
La valoración de los
planteamientos básicos de los otros partidos, de los líderes políticos y
sociales en general y de las expectativas fundamentales de la sociedad.
5.
Nuestra oferta política y la
evaluación sobre la penetración de nuestro discurso en el electorado.
6.
Las propuestas concretas de
solución.
A partir de
este diagnóstico, se podrán establecer metas concretas, de acuerdo con los
lineamientos del PRI, para cada elección, que se plantearán en un programa
específico.
El programa específico contendrá
políticas y acciones básicas para:
1.
Aprovechar todo el potencial
del Sector, en función del objetivo electoral.
2.
Identificar el trabajo y la
fuerza de cada una de las organizaciones del Sector.
3.
Formular y apoyar las
propuestas que corresponda realizar a la CNOP para candidaturas a cargos de elección
popular.
4.
Preparar en forma sistemática y
constante su estructura electoral.
5.
Autoevaluar objetiva y
permanentemente la operatividad y eficacia de nuestra estructura electoral.
6.
Comprobar resultados y
retroalimentar el trabajo, buscando el fortalecimiento de nuestra participación
electoral.
7.
Estructurar una eficaz defensa
jurídica del voto a nivel nacional.
Es necesario
identificar el papel que en este esfuerzo realiza cada uno de los Movimientos y
organizaciones del Sector Popular, estableciendo estrategias diferenciadas,
según la participación electoral.
Las políticas
anteriores deberán rendir resultados concretos, como los que se enuncian a
continuación:
1.
Un padrón electoral interno,
depurado y actualizado, que tendrá como base el Registro Nacional de Afiliados.
2. Una mejor estructura electoral.
3.
Una mejor organización interna.
4.
Una mejor oferta política en
todos los comicios, con mejores candidatos, resultado de afinar los procesos de
selección.
5.
Una mejor comunicación y
propaganda política, para tener impacto no sólo entre nuestros militantes, sino
entre votantes indecisos.
6.
Una defensa férrea y decidida
de nuestros triunfos en las urnas, por los miembros del Sector, bien
adiestrados y capacitados.
Para
implementar estas políticas de acción electoral se llevarán a cabo los
programas correspondientes que sean necesarios, con sus respectivos sistemas de
información, evaluación y comunicación, destinados a un solo objetivo: el
triunfo de nuestros candidatos.
Tales programas serán:
1. Calendarización y estrategia diferenciada.
2. Padrón interno.
3. Campaña electoral.
4. Estructura y capacitación electoral.
5. Activismo, promoción del voto y compromiso electoral.
6.
Legitimación y debate
postelectoral.
El programa
contará, además, con un sistema de información y evaluación donde se concentren
los resultados de los procesos y se muestren los avances en materia electoral.
Igualmente
contemplará, como elemento esencial, la comunicación política a través del
diálogo y la propaganda como sustento de las acciones de nuestros candidatos. A
través de ella, se buscará acceder a la opinión pública, sensibilizándola sobre
las propuestas de los candidatos del Sector, promoviendo una imagen acorde con
los valores de la sociedad mexicana, entre otros la familia, el trabajo y la Patria.
12.
EL COMPROMISO POLÍTICO DEL SECTOR POPULAR.
Ha sido una
constante la legítima aspiración de los integrantes del Sector a participar
como candidatos a cargos de elección popular y ocupar espacios políticos en el
propio Sector y en sus organizaciones, así como en el Partido y en la
administración pública. Se deben exigir al Partido y a los Gobiernos
oportunidades y espacios acordes con la fuerza política de la Confederación.
Para canalizar
la demanda del Sector Popular por mayores espacios de actuación, se pugnará por
la constante participación en las actividades político-partidistas en las
localidades, en los municipios y delegaciones y en las entidades federativas,
propiciando el surgimiento y desarrollo de líderes que se conviertan en
candidatos naturales a puestos de elección popular.
La Confederación coadyuvará, igualmente, dentro del marco de la normatividad
estatutaria del Partido, en la identificación y promoción de cuadros
competitivos que participen en los procesos internos de selección de
candidatos, velando por el respeto y vigencia de las disposiciones establecidas
para normarlos.
Asimismo, se
mantendrá un análisis de los representantes del Sector Popular en los órganos
de dirigencia partidista, particularmente los Consejos Políticos, con el
propósito de evaluar su representatividad y la correspondencia entre el número
de Consejeros señalado por los Estatutos de nuestro Partido a los militantes de
la Confederación,
solicitando cuando se requiera la incorporación a dichos órganos de los cuadros
que se requiera.
Por otra
parte, se pondrán en práctica con estricto rigor las disposiciones contenidas
en los Estatutos de la
Confederación para la renovación periódica y democrática de
los órganos de gobierno y de dirección del Sector.
13. EL SECTOR POPULAR Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
Una de las
expresiones más claras de los avances sociales y políticos del país, a los que
han contribuido decisivamente tanto el Sector Popular como el PRI, es la
participación libre y abierta de los medios de comunicación como observadores críticos
de los fenómenos sociales en general y de la actuación de los partidos
políticos y de sus organizaciones, en particular.
Ante esto, la CNOP debe diseñar y llevar a
cabo una estrategia propositiva e inteligente con los medios de comunicación.
No hay que olvidar que la crítica fortalece a la acción política y el proyecto
del Sector Popular deberá impulsar estrategias encaminadas hacia una mayor
vinculación con los propios medios. Igualmente, se deberá realizar un esfuerzo
para lograr una mayor profesionalización de sus oficinas de comunicación.
El Sector
Popular deberá actuar bajo la convicción de que los medios de comunicación han
abierto un espacio para la discusión de los asuntos políticos que no puede
soslayarse.
Participar en
la fijación y discusión de la agenda nacional es la tarea.
El Comité
Ejecutivo Nacional del Sector Popular fomentará para ello una relación seria y
permanente con los medios de comunicación, reconociéndolos como el vehículo más
importante de interacción con la población que sufraga.
Un segundo
paso será ofrecer posibilidades para que la información generada en el Sector
llegue hasta los propios medios oportunamente.
Con base en lo
anterior, se tendrá que establecer un programa de comunicación que permita la
exploración y análisis permanente de las tendencias de la opinión pública, de
las expresiones políticas locales y nacionales, manteniendo una vinculación
permanente con los medios.
14. EL PACTO SECTORIAL CON OBREROS Y CAMPESINOS.
La vinculación
entre los tres Sectores del Partido –el Popular, el Obrero y el Campesino- no
sólo deberá mantenerse, sino incrementarse.
Independientemente
de que la fuerza política se acrecienta al actuar en conjunción con los obreros
y campesinos, el Sector Popular los apoya convencidamente y luchará siempre por
la preservación de sus legítimas conquistas y el mejoramiento de sus
condiciones de vida.
Esta relación
se debe contemplar bajo un nuevo punto de vista, considerando el reto político,
social y económico que la realidad actual impone al país, vinculando lo
industrial, lo urbano, lo semiurbano y lo rural, por lo que se deben promover
acciones encaminadas a la coordinación de actividades que confluyen del campo a
las ciudades.
Con base en
esa indisoluble unidad, el Sector Popular promoverá el diseño y estructuración
de programas específicos cuyo objetivo básico sea el de contribuir con los
Sectores hermanos en la lucha por alcanzar las condiciones superiores a las que
tienen el más legítimo derecho.
Conforme a las
disposiciones de la
Convocatoria, el Reglamento y el Reglamento de Debates de la Asamblea Nacional
Extraordinaria, este Dictamen de Programa de Acción fue aprobado con el
carácter de Resolución de la misma por los Delegados integrantes de la Mesa Temática de
Programa de Acción y el Pleno de Conclusiones el día diecinueve de noviembre de
dos mil dos, haciéndose constar lo anterior para los efectos correspondientes.
POR LA MESA DIRECTIVA DE LA MESA TEMÁTICA DE
PROGRAMA DE ACCIÓN DE LA
ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC. HUMBERTO
LUGO GIL. EL SECRETARIO TÉCNICO, EN FUNCIONES DE RELATOR, LIC. CESAR VIEYRA.-
POR LA MESA DIRECTIVA
DE LA ASAMBLEA
NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC. MANLIO FABIO
BELTRONES RIVERA. EL SECRETARIO, LIC. HECTOR YUNES LANDA.
Código de Ética
Dictamen
aprobado con el carácter de Resolución de la Asamblea Nacional
Extraordinaria de la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares
celebrada en la Ciudad
de México, Distrito Federal, los días 19 y 20 de noviembre de 2002.
NOTA: Dictamen aprobado con el carácter de
Resolución de la
Asamblea Nacional Extraordinaria de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares celebrada en la Ciudad de México, Distrito Federal, los días 19 y
20 de noviembre de 2002.
1. Conceptos Básicos.
2. Identidad Histórica de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares.
3. El Marco Programático de la Confederación.
4. El ámbito de la
Confederación
5. Entorno Demográfico.
6. La
Confederación Nacional de
Organizaciones Populares y su relación con la nueva sociedad urbana.
7. Las demandas de la militancia del Sector Popular.
8.
La Confederación como promotora del desarrollo integral y el bienestar social de las
clases medias, los grupos urbanos y los sectores populares del país.
9.
La cohesión interna del Sector
Popular.
10.
La planeación y programación
permanentes en el Sector Popular.
11.
La participación electoral.
12.
El compromiso político del
Sector Popular.
13.
El Sector Popular y los medios
de comunicación.
14.
El Pacto Sectorial con
obreros y campesinos.
CONCEPTOS BÁSICOS
El Programa de
Acción es uno de los Documentos Básicos de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares, en el que se consignan los compromisos y acciones
generales que se propone llevar a cabo para materializar sus tesis ideológicas
y políticas, lograr sus fines y objetivos y dar respuesta a las organizaciones
y ciudadanos que la integran.
Comprende este
Documento el compromiso de asumir el Programa de Acción del Partido
Revolucionario Institucional, con el que la Confederación
mantiene una firme alianza en la lucha política por el desarrollo integral y el
bienestar social en un México soberano con igualdad, democracia y justicia.
El
cumplimiento del Programa de Acción de la CNOP debe apoyarse en la política, entendida como
instrumento eficaz y legítimo para hacer coincidir nuestra acción con las
orientaciones de los movimientos sociales que definieron a nuestro país y
determinaron el surgimiento de nuestro Partido y con las demandas de las clases
medias, los sectores urbanos y los grupos populares, que, por una parte, siguen
enfrentando situaciones de desigualdad y marginación y, por la otra, tienen la
aspiración y la esperanza de avanzar en sus condiciones y calidades de vida,
como producto de su propio esfuerzo.
Comprometidos
con un régimen de Derecho que debemos fortalecer, las acciones de los
cenopistas se fundamentarán en la ley y se respaldarán en la moral ciudadana,
que serán las bases de su legalidad y solidez.
IDENTIDAD HISTÓRICA DE LA CONFEDERACION NACIONAL DE ORGANIZACIONES POPULARES
La Confederación encuentra su identidad y contenido en la profundidad de sus raíces
y de su evolución, que le otorgan plena justificación histórica, así como en la
diversidad de las actividades de las organizaciones y los militantes que la
integran y en el acelerado proceso de transformación de la vida rural a la
urbana, que junto con el coincidente aumento de población trajo el crecimiento
acelerado de las ciudades, localidades y comunidades en general en nuestro
país.
Como
consecuencia de la acción y dinamismo de los Gobiernos surgidos de la Revolución Mexicana,
a las clases medias y los grupos urbanos y populares, como sectores emergentes
en la sociedad, les correspondió transitar durante un largo periodo de
estabilidad política y paz social, con desarrollo en todos los órdenes, después
de largas etapas de sucesivos conflictos y guerras civiles a partir de las
luchas por la
Independencia.
En esa intensa
actividad, la
Confederación impulsó y apoyó los avances y la consecución de
las metas y objetivos de estos grupos, promovió la solución de sus problemas y
definió su personalidad, no obstante las características diversas de sus
integrantes y lo heterogéneo de sus componentes, con un denominador común: la
lucha por su reivindicación y superación política, social y económica y por la
grandeza de México.
EL MARCO PROGRAMÁTICO DE LA CONFEDERACIÓN
Los
antecedentes citados constituyen el soporte histórico de nuestro Programa de
Acción, en el que partimos de la necesidad de ser fieles a los orígenes, pero
también de responder a los nuevos retos que plantea la evolución de la
sociedad, buscando una más clara proyección hacia el futuro.
Esto hace que
sea necesaria la instrumentación de estrategias consecuentes con la realidad
del país, con plena conciencia de la evolución de la sociedad en el corto y
mediano plazo, nutriendo los programas y acciones de la Confederación con
las demandas y propuestas de sus militantes y de los ciudadanos.
EL ÁMBITO DE LA CONFEDERACIÓN
En el ámbito
de las clases medias y los grupos urbanos y populares del país se entreveran
reclamos y necesidades de diversa índole. Se encuentran, así, por una parte,
los problemas inherentes a la acumulación de rezagos por demandas desatendidas;
por la otra, las disfunciones que se derivan de la compleja red de relaciones
sociales, que hacen necesaria su organización, tratamiento y canalización
política eficaces, debido a la falta de precisión que ha existido para adecuar
con oportunidad las los programas y acciones de atención y de respuesta.
Este campo de
intereses de los grupos urbanos puede contemplarse desde el punto de vista
territorial, relacionándolo con el lugar donde se habita y se trabaja, o
personal y grupal, considerando las necesidades y aspiraciones de cada uno de
los individuos y las colectividades que forman.
En ambos
casos, es necesaria la vinculación de la Confederación con
ellos como premisa para construir formas relevantes de identificación,
comunicación y participación con nuevos modelos organizacionales, enriquecidos
con acciones de un profundo contenido social, planteadas en términos novedosos,
que evidencien la voluntad de construir puentes a su servicio, así como con el
gobierno, sin importar su origen electoral, como instancia obligada a atender y
resolver las demandas y exigencias colectivas.
ENTORNO DEMOGRÁFICO
Para precisar
los horizontes de acción que se perfilan en lo anterior, es fundamental
considerar en nuestro Programa los acelerados cambios por los que atraviesa la
población.
De acuerdo con
las estimaciones de la
Comisión Nacional de Población, la población de entre 15 y 24
años de edad aumentó de 9.2 a
20.5 millones entre 1970 y 2002. En la actualidad este grupo crece a un ritmo
de 0.75% aproximadamente y se prevé que su volumen alcanzará 21.5 millones en
el año 2010.
Por su parte,
la población de entre 25 y 64 años de edad pasó de 15.2 a 43.4 millones entre
1970 y 2002 y se prevé que su tamaño se seguirá incrementando en los próximos
lustros, alcanzando cerca de los 70 millones en el año 2030.
Finalmente, la
población de 65 años o más representa hoy día sólo 4.9% de la población total,
con alrededor de 5 millones de personas, pero su crecimiento ha sido muy
acelerado: pasó de 1.42% en 1980 y 1981 a cerca de 3.7% del total en la
actualidad. El incremento fue de 40 mil individuos en 1980 y 1981 y en el año
2002 llegó a 195 mil personas. Este segmento de la pirámide poblacional ha
acusado un crecimiento muy acelerado: hoy, uno de cada 20 mexicanos está en ese
grupo de edad y en el 2030, si la tasa de crecimiento se mantiene en ese nivel
(3.7%), representará a uno de cada ocho individuos, en tanto que en el 2050
será de uno de cada cuatro habitantes.
La tendencia
de crecimiento, como se observa, muestra que el aumento considerable del
segmento de adultos mayores habrá de demandar una especial atención en los
próximos años, gestionando programas específicos para este grupo de ciudadanos
que demanda una mejor calidad de vida.
Los cambios
indicados en la composición por edades tienen y seguirán teniendo importantes
consecuencias en la formación de un amplio espectro que gira en la segmentación
de la población. Estos cambios crean nuevas oportunidades, pero también
condiciones demográficas que plantean nuevos y más complejos desafíos que
obligan a gestionar programas de tipo social.
Por ejemplo,
en materia de vivienda, como consecuencia de la evolución demográfica de los
jóvenes y adultos, la demanda aumentará a razón de 800 mil por año durante las
próximas décadas, de tal manera que si en la actualidad existen 23.1 millones
de viviendas, en el año 2020 se requerirían 41.4 millones, lo que implica
construir en los próximos 20 años el equivalente a más del 80% de viviendas
actualmente disponibles.
En materia de
empleo, en la próxima década se integrarán al mercado de trabajo cerca de un
millón 200 mil mexicanos en promedio por año. En consecuencia, se estima que la
población económicamente activa, que actualmente se sitúa en 43.8 millones de
trabajadores, ascenderá a 55 millones en 2010 y a 64 millones en 2020, lo que
requiere programas de empleo permanente.
Adicionalmente,
debe tenerse presente que México sigue mostrando desde el punto de vista de la
distribución territorial dos facetas marcadamente contrastantes: por un lado,
la enorme dispersión de sus habitantes rurales y, por el otro, la concentración
de su población en unas cuentas regiones y ciudades del país.
Esta
distribución polarizada de la población en nuestro territorio requiere de una
política de población que haga énfasis en acciones tendientes no sólo a la
desaceleración del crecimiento demográfico, sino a su redistribución, tratando
de corregir los marcados desequilibrios en la composición espacial de la
población. No solamente debemos abatir la tasa de crecimiento de la población
en los próximos años, sino repartirnos mejor en el territorio nacional.
Nuestro país
tiene todavía cerca de la cuarta parte de su población asentada en miles de
pequeñas localidades rurales, donde las condiciones de vida, las insuficiencias
productivas y de empleo, así como la baja cobertura de los servicios básicos
determinan fuertes presiones migratorias, que han contribuido a un acelerado
proceso de urbanización que plantea complejos retos y que demanda la puesta en
marcha de políticas y estrategias integrales, de mediano y largo plazo, que
conduzcan a un desarrollo urbano que, de manera eficiente, estimule la inversión
productiva y la creación de empleos y favorezca el mejoramiento de los niveles
de vida de la población.
Un ingrediente
de la mayor importancia en la nueva realidad demográfica del país, así como en
sus efectos políticos, económicos y sociales, es el que representa la creciente
migración de mexicanos a otros países, principalmente a los Estados Unidos de
América, donde constituyen ya uno de los grupos de población más numerosos e
importantes, con demandas específicas que no pueden soslayarse.
En estos
propósitos la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares debe
participar en forma permanente.
Estamos a
tiempo de prever y emprende las acciones que se requieren para encauzar los
fenómenos que provocará el dinamismo poblacional del país, promoviendo y gestionando
políticas y programas de tipo social en beneficio de las clases populares, las
clases medias y los grupos urbanos.
LA CONFEDERACIÓN NACIONAL DE ORGANIZACIONES POPULARES Y SU RELACIÓN CON LA NUEVA SOCIEDAD URBANA
Uno de los
fenómenos más característicos de las últimas décadas es el proceso de
concentración urbana en el mundo. México no escapa a este fenómeno. Los cambios
que se están generando en el tejido social urbano y rural, a partir de nuevos
modelos de organización y diferentes formas de convivencia representan un reto
político y social para todo el país, pero especialmente para el Sector Popular,
principalmente donde hay marginación y pobreza.
La sociedad
entera no acaba de comprender y de asimilar, a cabalidad, el nuevo fenómeno
urbano. El elemento que puede cohesionar esta interpretación se encuentra en la
así llamada vida cotidiana. Para intentar su reconceptualización y organización
es necesario volver los ojos al detalle de las costumbres, los hábitos, las
relaciones afectivas, las diversiones, las prácticas, los problemas, las
aspiraciones y los valores específicos que trae aparejada la realidad concreta
de cada uno de los habitantes de las ciudades. La identificación de cada uno de
estos fenómenos, necesidades y posibilidades de atención deberá constituir
permanentemente una de las actividades más importantes y trascendentes dentro
de los trabajos políticos del Sector Popular.
LAS DEMANDAS DE LA MILITANCIA DEL SECTOR POPULAR
Muchos y
diversos son los planteamientos que los grupos urbanos componentes del Sector
Popular formulan. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
1. La lucha por la soberanía nacional, la democracia, la igualdad y la
justicia social;
2. El fortalecimiento y rediseño del Sector Popular;
3. Una respuesta eficaz a las necesidades actuales del Sector, con
visión de futuro;
4. La plena concordancia del Programa de Acción con el diagnóstico y la Agenda Nacional;
5. La formación y capacitación permanente de los cuadros y líderes de
las organizaciones del Sector;
6.
Firmeza para reivindicar el
papel de la CNOP
en la historia y en la construcción del cambio democrático del país;
7.
Articular tradición y
modernidad, atemperando la polarización, a través de las garantías de
continuidad, integración social y gobernabilidad;
8.
Establecer vínculos efectivos
de representación política con las clases medias y los grupos populares;
9.
Generar un clima de unidad para
conservar la confianza en nuestra organización;
10.
La igualdad de oportunidades
para todos los militantes; y,
11.
La lucha permanente contra la pobreza,
entre muchos otros.
Nuestro Sector
deberá llevar a cabo Programas concretos cuyo objetivo básico sea el de
contribuir a la solución de las demandas que con más énfasis hacen sus
agremiados:
1.
Reactivación de la economía
popular;
2.
Fortalecimiento de la micro,
pequeña y mediana empresa así como a las áreas de la economía del país
vinculadas con el sector informal;
3.
Promoción de esquemas de apoyo
a la producción artesanal;
4.
Apoyos para productos de
infraestructura y equipamiento para el pequeño comercio;
5.
Impulsar esquemas de
aseguramiento médico para no asalariados;
6.
Mejoramiento de la vida
cotidiana individual y familiar;
7.
Promoción del empleo y bolsa de
trabajo, tomando en cuenta a las personas mayores de 40 años, a los adultos en
plenitud y a las personas con discapacidad, jubilados, pensionados y viudas
desprotegidas, así como fomentar el autoempleo;
8.
Renovación de la actividad
política, destacando la participación de jóvenes y mujeres;
9.
Lograr que el Estado garantice
el orden y la seguridad pública;
10.
Respeto y acciones que
coadyuven a la defensa y práctica de los derechos humanos y prevención, y
protección en contra de la violencia intrafamiliar;
11.
Protección al migrante en
general y en especial a los miembros de nuestro Sector en el extranjero;
12.
Proponer iniciativas de Ley y
exigir el cabal cumplimiento de la asignación del 8% del producto interno bruto
a la educación así como impulsar programas educativos diversos, con proyección
y observancia local, regional y nacional, dando relevancia a los puntos
tendientes para rescatar y reivindicar nuestra identidad nacional, nuestros
símbolos patrios y nuestro desarrollo histórico en sus aspectos cívicos y
culturales,
13.
Garantizar la seguridad social
para todos los miembros del sector;
14.
Garantizar la alimentación de
nuestra sociedad;
15.
Promover los subsidios
necesarios para apoyar la economía popular;
16.
Buscar créditos adecuados y
suficientes para la edificación de vivienda digna para los integrantes del
sector;
17.
Luchar permanentemente por la
consolidación y salvaguarda de nuestras empresas estratégicas y prioritarias en
beneficio de México; y
18.
Impulsar la cultura
ambientalista y la preservación de la ecología nacional.
LA CONFEDERACIÓN COMO PROMOTORA DEL DESARROLLO INTEGRAL Y EL BIENESTAR SOCIAL DE LAS CLASES MEDIAS, LOS GRUPOS URBANOS Y LOS SECTORES POPULARES DEL PAÍS
La Confederación como promotora del desarrollo integral y el bienestar social de las
clases medias, los grupos urbanos y los sectores populares del país.
Es compromiso
esencial de la CNOP
servir como promotora del desarrollo integral de la sociedad, contribuyendo a
elevar el nivel de vida y el bienestar de sus integrantes, por lo que impulsará
y cumplirá programas específicos de carácter político, social y económico,
dentro del marco del siguiente planteamiento general:
Los Programas de Desarrollo Político
tendrán entre otros objetivos:
1.
La superación de los
integrantes del Sector Popular, en la vida política cotidiana, como ciudadanos
de la República
Mexicana, con el propósito de que conozcan mejor sus derechos
y obligaciones, amplíen su participación y cobren conciencia de la gran Nación
en que viven.
2.
La militancia efectiva como
miembros y dirigentes, en su caso, del Sector Popular y del PRI.
3.
Elevar en todos los ámbitos y
niveles de gobierno su calidad política para la participación en los procesos
electorales como candidatos, representantes o auxiliares y en la función
pública.
Los Programas
de Desarrollo Social comprenderán:
1. Mantener y mejorar las conquistas sociales logradas.
2.
Alcanzar nuevas metas sociales,
tales como la ampliación y mejoramiento de la seguridad social para que llegue
a todos nuestros miembros y a sus familias, el mejoramiento de la seguridad
pública y de la procuración y administración de justicia y de la justicia en
general, el respeto a los derechos humanos y combate a la discriminación en
todas sus formas, la protección y promoción de las exigencias específicas de
los menores, las personas con discapacidad y otros grupos vulnerables, el
reconocimiento e impulso de los derechos de las mujeres y los jóvenes, la
educación laica y gratuita para todos, el mejoramiento de los elementos
necesarios para la subsistencia del hombre, como la calidad del aire, agua,
suelo, espacio, alimentación y salud, apoyados en la ciencia y la técnica, así
como la vivienda decorosa, la formación de asociaciones de apoyo, defensa y
servicios y la activación de la política de población y de migración.
3.
Promover lo necesario a fin de
fortalecer las instituciones de seguridad social.
Los Programas de Desarrollo Económico
atenderán:
1.
El desarrollo interno, para
lograr la creación de mayores fuentes de empleo permanentes y bien remuneradas,
así como la multiplicación de empresas productivas, individuales o en
sociedades cooperativas, anónimas y de responsabilidad limitada.
2.
La protección e impulso a la
pequeña y mediana empresa ya establecida.
3.
El aprovechamiento de la
inversión extranjera, en beneficio de nuestros agremiados.
4.
La capacitación para una óptima
productividad y el aprovechamiento pleno de las corrientes transformadoras a
nivel internacional.
5.
El enlace permanente entre el
sector productivo y el sector educativo en su nivel superior.
Para lograr
estos y otros propósitos, el Sector Popular debe mantener una permanente
interlocución con todos los órganos de gobierno, independientemente de su
origen partidista, cuya obligación es atender y dar respuesta a los justos
reclamos de su militancia.
Se deberán
diseñar para ello mecanismos que permitan sumar e impulsar sus aspiraciones e
inquietudes por una vida más digna y justa, así como fortalecer la capacidad de
gestión social del Sector, sus Movimientos y sus organizaciones, retomar las
causas de las nuevas formaciones sociales y dar un mayor impulso a actividades
culturales, deportivas, recreativas y de bienestar social, entre otras.
Tradicionalmente,
el Sector Popular ha expresado su presencia a través de una intensa labor de
gestión social, apoyada en la representatividad política y en la necesidad y el
interés de sus representados. Para complementar esta acción, que debe retomarse
y profundizarse, es necesario instrumentar un programa de asesoría y defensa
jurídica, el cual comprenda la puntual respuesta a las peticiones y demandas de
las organizaciones y militantes del Sector Popular.
Es necesario
igualmente establecer nuevas formas de comunicación para el análisis y
tratamiento de demandas, la atención y gestoría y el seguimiento del
cumplimiento de los acuerdos y convenios que se efectúen con los órganos de
gobierno de los poderes de la
Unión, de los Estados de la federación y de los municipios y
delegaciones, así como con los responsables de los organismos descentralizados
de los tres niveles de gobierno.
La
coordinación de acciones debe constituir un método permanente de trabajo. En
este sentido, el Sector Popular debe avanzar en el perfeccionamiento de los
mecanismos que permitan instrumentar organizadamente los acuerdos, las
estrategias y los programas de trabajo que se establezcan para atender las
demandas de sus agremiados.
Por otra
parte, se considera de la mayor importancia contar con mecanismos perfectamente
establecidos que permitan exigir mayores responsabilidades a los miembros del
Sector que ostentan cargos de elección popular, con el fin de que, en el marco
de las disposiciones estatutarias, tengan la obligación de realizar visitas
periódicas para la captación de las demandas de la población en las
demarcaciones en que hayan resultado electos. Los representantes populares
propuestos y apoyados por el Sector Popular deben de establecer, de manera
puntual, una calendarización del cumplimiento de los compromisos adquiridos
durante su campaña.
Se considera
necesario también que exista la obligación de rendir informes sobre las
gestiones que realizaron en beneficio de sus representados.
LA COHESIÓN INTERNA DEL SECTOR POPULAR
Resulta de
vital importancia instrumentar programas concretos para cohesionar
organizativamente al Sector Popular y para el logro de sus objetivos políticos,
sociales y económicos, definidos en nuestra Declaración de Principios, nuestros
Estatutos y nuestros demás Documentos Básicos y acuerdos internos.
Se trata de
armonizar y encauzar los propósitos de nuestra militancia a través de una
estrategia que la involucre plenamente, buscando la unidad y la fuerza
acumulada del conjunto, corrigiendo los elementos o fenómenos de dispersión o
desintegración con una fuerte interacción y con eficientes formas de
comunicación.
Es
particularmente importante el compromiso de para alentar los flujos de nuevos
cuadros y liderazgos, esenciales para mantener contacto con nuestros afiliados
y con la sociedad en general.
Dentro de la
estrategia, la comunicación bilateral es el instrumento fundamental para captar
la opinión de las ramas sociales del Sector Popular y poder así compatibilizar
el discurso con la oferta política y las acciones con lo que se demanda o se
requiere.
Para ello, el
Sector Popular se organizará de tal manera que pueda cubrir, asistido de la
política y la técnica necesarias, todos los ámbitos de la presencia y acción de
nuestros miembros y sus familias.
LA PLANEACIÓN Y PROGRAMACIÓN PERMANENTES EN EL SECTOR POPULAR
La acción de la CNOP se basará en este
Programa y en los demás Documentos Básicos de la Confederación, que
constituyen el plan general de trabajo de donde deben derivar los programas
específicos previstos por los Estatutos, para responder a las necesidades del
propio Sector y cumplir sus objetivos.
Los programas
específicos que se deriven se elaborarán y aprobarán bajo los siguientes
lineamientos, que se presentan de manera enunciativa y no limitativa:
1.
Partirán de la consulta con
nuestras organizaciones y militancia, así como con la sociedad en general,
ciudadanos, tomando en cuenta los antecedentes y proyecciones del tema.
2.
Se trazarán objetivos y metas
claras y precisas dentro del horizonte nacional y sin perder de vista la
situación internacional.
3.
Tendrán siempre un espíritu de
resolución y de superación en beneficio de nuestros afiliados, precisando las
acciones conducentes al logro de los objetivos planteados.
4.
Territorialmente se
clasificarán como de carácter nacional, regional, estatal o del Distrito
Federal y municipal o delegacional.
5.
Se dará prioridad a cuanto
contribuya a la satisfacción de necesidades y el bienestar, como es la lucha
por la ecología, la seguridad social, la justicia, la alimentación, la
vivienda, la educación, la prevención y atención de enfermedades, el
esparcimiento, el respeto a los derechos humanos y la creación y mejoramiento
de empleos.
LA PARTICIPACIÓN ELECTORAL
La Confederación mantiene y refrenda su alianza histórica con el Partido
Revolucionario Institucional, particularmente en cuanto a su compromiso y el de
su militancia de participar activamente en las contiendas democráticas para
ganar y mantener el poder público, desarrollando en consecuencia una permanente
y seria presencia en los procesos que se desarrollen dentro del Partido o en
los que éste participe.
Lo hará
partiendo de la convicción de que para ganar elecciones no basta con disponer
de un aparato bien organizado y asistido por especialistas en la materia, sino
que se requiere también, fundamentalmente, del trabajo permanente con las
bases, los cuadros y los dirigentes, en una interacción dinámica y creativa.
Para ello, el
Sector Popular contará con un diagnóstico objetivo en su propio ámbito, que
mantendrá actualizado, para coadyuvar en la estrategia global partidista.
Éste se iniciará con un análisis que,
entre otros aspectos, considerará:
1. La evolución del Estado y de la sociedad.
2. La postura del Partido Revolucionario Institucional.
3.
Los resultados electorales
detallados del área correspondiente en tres elecciones anteriores, por lo
menos, para determinar su constante y sus variaciones.
4.
La valoración de los
planteamientos básicos de los otros partidos, de los líderes políticos y
sociales en general y de las expectativas fundamentales de la sociedad.
5.
Nuestra oferta política y la
evaluación sobre la penetración de nuestro discurso en el electorado.
6.
Las propuestas concretas de
solución.
A partir de
este diagnóstico, se podrán establecer metas concretas, de acuerdo con los
lineamientos del PRI, para cada elección, que se plantearán en un programa
específico.
El programa específico contendrá
políticas y acciones básicas para:
1.
Aprovechar todo el potencial
del Sector, en función del objetivo electoral.
2.
Identificar el trabajo y la
fuerza de cada una de las organizaciones del Sector.
3.
Formular y apoyar las
propuestas que corresponda realizar a la CNOP para candidaturas a cargos de elección
popular.
4.
Preparar en forma sistemática y
constante su estructura electoral.
5.
Autoevaluar objetiva y
permanentemente la operatividad y eficacia de nuestra estructura electoral.
6.
Comprobar resultados y
retroalimentar el trabajo, buscando el fortalecimiento de nuestra participación
electoral.
7.
Estructurar una eficaz defensa
jurídica del voto a nivel nacional.
Es necesario
identificar el papel que en este esfuerzo realiza cada uno de los Movimientos y
organizaciones del Sector Popular, estableciendo estrategias diferenciadas,
según la participación electoral.
Las políticas
anteriores deberán rendir resultados concretos, como los que se enuncian a
continuación:
1.
Un padrón electoral interno,
depurado y actualizado, que tendrá como base el Registro Nacional de Afiliados.
2.
Una mejor estructura electoral.
3.
Una mejor organización interna.
4.
Una mejor oferta política en
todos los comicios, con mejores candidatos, resultado de afinar los procesos de
selección.
5.
Una mejor comunicación y
propaganda política, para tener impacto no sólo entre nuestros militantes, sino
entre votantes indecisos.
6.
Una defensa férrea y decidida
de nuestros triunfos en las urnas, por los miembros del Sector, bien
adiestrados y capacitados.
Para
implementar estas políticas de acción electoral se llevarán a cabo los
programas correspondientes que sean necesarios, con sus respectivos sistemas de
información, evaluación y comunicación, destinados a un solo objetivo: el
triunfo de nuestros candidatos.
Tales
programas serán:
1. Calendarización y estrategia diferenciada.
2. Padrón interno.
3. Campaña electoral.
4. Estructura y capacitación electoral.
5. Activismo, promoción del voto y compromiso electoral.
6.
Legitimación y debate
postelectoral.
El programa
contará, además, con un sistema de información y evaluación donde se concentren
los resultados de los procesos y se muestren los avances en materia electoral.
Igualmente
contemplará, como elemento esencial, la comunicación política a través del
diálogo y la propaganda como sustento de las acciones de nuestros candidatos. A
través de ella, se buscará acceder a la opinión pública, sensibilizándola sobre
las propuestas de los candidatos del Sector, promoviendo una imagen acorde con
los valores de la sociedad mexicana, entre otros la familia, el trabajo y la Patria.
EL COMPROMISO POLÍTICO DEL SECTOR POPULAR
Ha sido una
constante la legítima aspiración de los integrantes del Sector a participar
como candidatos a cargos de elección popular y ocupar espacios políticos en el
propio Sector y en sus organizaciones, así como en el Partido y en la
administración pública. Se deben exigir al Partido y a los Gobiernos
oportunidades y espacios acordes con la fuerza política de la Confederación.
Para canalizar
la demanda del Sector Popular por mayores espacios de actuación, se pugnará por
la constante participación en las actividades político-partidistas en las
localidades, en los municipios y delegaciones y en las entidades federativas,
propiciando el surgimiento y desarrollo de líderes que se conviertan en
candidatos naturales a puestos de elección popular.
La Confederación coadyuvará, igualmente, dentro del marco de la normatividad
estatutaria del Partido, en la identificación y promoción de cuadros
competitivos que participen en los procesos internos de selección de
candidatos, velando por el respeto y vigencia de las disposiciones establecidas
para normarlos.
Asimismo, se
mantendrá un análisis de los representantes del Sector Popular en los órganos
de dirigencia partidista, particularmente los Consejos Políticos, con el
propósito de evaluar su representatividad y la correspondencia entre el número
de Consejeros señalado por los Estatutos de nuestro Partido a los militantes de
la Confederación,
solicitando cuando se requiera la incorporación a dichos órganos de los cuadros
que se requiera.
Por otra
parte, se pondrán en práctica con estricto rigor las disposiciones contenidas
en los Estatutos de la
Confederación para la renovación periódica y democrática de
los órganos de gobierno y de dirección del Sector.
EL SECTOR POPULAR Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Una de las
expresiones más claras de los avances sociales y políticos del país, a los que
han contribuido decisivamente tanto el Sector Popular como el PRI, es la
participación libre y abierta de los medios de comunicación como observadores
críticos de los fenómenos sociales en general y de la actuación de los partidos
políticos y de sus organizaciones, en particular.
Ante esto, la CNOP debe diseñar y llevar a
cabo una estrategia propositiva e inteligente con los medios de comunicación.
No hay que olvidar que la crítica fortalece a la acción política y el proyecto
del Sector Popular deberá impulsar estrategias encaminadas hacia una mayor
vinculación con los propios medios. Igualmente, se deberá realizar un esfuerzo
para lograr una mayor profesionalización de sus oficinas de comunicación.
El Sector
Popular deberá actuar bajo la convicción de que los medios de comunicación han
abierto un espacio para la discusión de los asuntos políticos que no puede
soslayarse.
Participar en la fijación y discusión de
la agenda nacional es la tarea.
El Comité
Ejecutivo Nacional del Sector Popular fomentará para ello una relación seria y
permanente con los medios de comunicación, reconociéndolos como el vehículo más
importante de interacción con la población que sufraga.
Un segundo
paso será ofrecer posibilidades para que la información generada en el Sector
llegue hasta los propios medios oportunamente.
Con base en lo
anterior, se tendrá que establecer un programa de comunicación que permita la
exploración y análisis permanente de las tendencias de la opinión pública, de
las expresiones políticas locales y nacionales, manteniendo una vinculación
permanente con los medios.
EL PACTO SECTORIAL CON OBREROS Y CAMPESINOS
La vinculación
entre los tres Sectores del Partido –el Popular, el Obrero y el Campesino- no
sólo deberá mantenerse, sino incrementarse.
Independientemente
de que la fuerza política se acrecienta al actuar en conjunción con los obreros
y campesinos, el Sector Popular los apoya convencidamente y luchará siempre por
la preservación de sus legítimas conquistas y el mejoramiento de sus
condiciones de vida.
Esta relación
se debe contemplar bajo un nuevo punto de vista, considerando el reto político,
social y económico que la realidad actual impone al país, vinculando lo
industrial, lo urbano, lo semiurbano y lo rural, por lo que se deben promover
acciones encaminadas a la coordinación de actividades que confluyen del campo a
las ciudades.
Con base en
esa indisoluble unidad, el Sector Popular promoverá el diseño y estructuración
de programas específicos cuyo objetivo básico sea el de contribuir con los
Sectores hermanos en la lucha por alcanzar las condiciones superiores a las que
tienen el más legítimo derecho.
Conforme a las
disposiciones de la
Convocatoria, el Reglamento y el Reglamento de Debates de la Asamblea Nacional
Extraordinaria, este Dictamen de Programa de Acción fue aprobado con el
carácter de Resolución de la misma por los Delegados integrantes de la Mesa Temática de
Programa de Acción y el Pleno de Conclusiones el día diecinueve de noviembre de
dos mil dos, haciéndose constar lo anterior para los efectos correspondientes.
POR LA MESA DIRECTIVA DE LA MESA TEMÁTICA DE
PROGRAMA DE ACCIÓN DE LA
ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC.
HUMBERTO LUGO GIL. EL SECRETARIO TÉCNICO, EN FUNCIONES DE RELATOR, LIC. CESAR
VIEYRA.- POR LA MESA
DIRECTIVA DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE,
LIC. MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA. EL SECRETARIO, LIC. HECTOR YUNES LANDA.
Declaración de Principios
La
lucha política y social de México por la democracia y la justicia.
La Confederación
Nacional de Organizaciones Populares
se concibe a sí misma, ante todo, como un instrumento de la lucha política y
social de los ciudadanos, que pretende servir a la propia sociedad para
organizarse y pugnar por sus derechos y aspiraciones.
Desde su
fundación, en 1943, la
Confederación participa activamente en la vida nacional,
aportando sus ideas en el desarrollo de México y promoviendo las demandas
principales de los grupos populares, las clases medias y los sectores urbanos
del país, a quienes abre vías para acceder a la más amplia representación
política, contribuyendo con ello a que la sociedad organizada concurra
eficazmente en la conducción y evaluación de la función pública y en las
grandes tareas del Estado.
Para ello, la Confederación mantiene
una permanente política de vinculación con otras fuerzas políticas y sociales
que coinciden con sus principios y objetivos. En particular, refuerza día con
día su alianza histórica con el Partido Revolucionario Institucional,
sustentada en firmes bases y compromisos de carácter ideológico, estratégico y
programático. Hacer cada día más fuerte esta plataforma partidaria, sobre la
base de la vinculación con la sociedad, con un enfoque moderno, combativo y
democrático, es nuestro compromiso.
La postura básica
de la Confederación,
tanto en su conformación interna como en sus alianzas partidarias y en sus
relaciones con otras organizaciones sociales, ha consistido en promover
invariablemente un frente integrado por las fuerzas más consecuentes y
representativas en la defensa y promoción de la soberanía popular, la
democracia y la justicia social.
Ésta es, en sí
misma, una estrategia de asociación que se nutre de múltiples intereses y
expresiones sociales, cada uno de los cuales desarrollan, en el marco general
de los Principios y el Programa Común, las formas de organización y lucha que
mejor convienen a sus reivindicaciones.
La Confederación es, así, una organización de organizaciones y una organización de
militantes, pero también una organización de causas, que asume un papel activo
en las contiendas políticas así como en el debate nacional, al mismo tiempo que
mantiene un compromiso directo en la organización y defensa de los intereses de
quienes la integran, y del conjunto de la sociedad, conforme a los fines y
objetivos específicos que compartimos.
La Confederación sostiene que el fin esencial de esta gran alianza progresista es
desarrollar, impulsar y vigorizar la democracia social, entendida como la lucha
por asegurar el fundamento y contenido social de las políticas públicas, dando
cauce a la energía y participación popular en la conducción de la sociedad
misma.
Muchos pueblos
fueron capaces de desarrollar imponentes organizaciones e instituciones
enfocadas a la protección social, pero la experiencia demuestra que, además, es
necesario construir mecanismos eficaces de control social del poder para evitar
desviaciones en su ejercicio.
En la
integración de la representación pública o en la definición de las políticas
gubernamentales no se agota el interés social, sino que éste exige rendición de
cuentas, transparencia y garantías de que los ciudadanos podrán vigilar
cotidianamente el apego del Estado a la voluntad popular: ésta es la clave de
la democracia social.
Por eso, la
única palanca que puede dar sentido social integral a las políticas
gubernamentales, así como legitimidad a la acción de los partidos y las
organizaciones, es la democracia social.
El pueblo de
México, tras seculares luchas, es inequívoco y categórico: entendemos por
democracia al régimen donde se eleva permanentemente el nivel de vida material
y cultural de la población. La democracia no es únicamente un ejercicio
electivo formal, sino un régimen social cuyo objetivo es vivir mejor, más
libres, más cultos, más seguros por la protección que nos brindan nuestras
leyes e instituciones, con más recursos, con igualdad de oportunidades para el
bienestar, con mayores apoyos a quienes más los necesitan.
De aquí
nuestra convicción de que justicia y democracia son términos inseparables. Por
ello postulamos y defendemos la democracia social, donde no hay democracia sin
justicia ni justicia sin democracia, en un marco de legalidad, con la activa
participación de los ciudadanos.
Es por ello
también que fortalecer y preservar la soberanía del pueblo y de la Nación es la razón de ser
de nuestra organización. A su amparo aseguramos las garantías básicas para que
el país y los ciudadanos promuevan con su propio esfuerzo y voluntad un clima
propicio de desarrollo y progreso.
El Estado de
Derecho es la máxima expresión de esta soberanía popular. Defenderlo, ampliarlo
y democratizarlo es una tarea central para evitar que la impunidad, la
discrecionalidad o la imposición de los intereses particulares prevalezcan por
encima de la Nación,
los ciudadanos y las Leyes.
Ciudadanizar a
los partidos y a las organizaciones sociales es la vía para promover la
democracia social. Con este propósito, la Confederación
seguirá avanzando para consolidarse como una organización de causas ciudadanas,
comprometida en impulsar la lucha de los más variados grupos de la compleja
sociedad mexicana, prestándoles apoyo e incorporándolos a la lucha general por
la justicia y la democracia social.
Nuestra ideología socialdemócrata en acción.
La sociedad es
cada vez más compleja y requiere de procesos permanentes de consenso para que
los ciudadanos y sus múltiples intereses y organizaciones tengan asegurado el
debido reconocimiento social y libertad.
Las garantías
individuales y derechos sociales deben ser escrupulosamente respetados: la libertad
de pensamiento, la libre manifestación de las ideas, las libertades de
asociación, de tránsito y de actividad económica, así como el derecho a la
salud, a la alimentación, a la educación, a la información, al trabajo y a la
vivienda, son ejes fundamentales de la vida socioeconómica moderna, debiéndose
consolidar y ampliar en un marco de justicia, legalidad y democracia.
México se
organiza como una Federación a partir de la soberanía de los Estados y la
conciencia colectiva de pertenecer a una sola Nación. Es una tarea urgente
perfeccionar nuestra organización federal, combatiendo las tendencias del
centralismo, unas de carácter político y otras inerciales, así como las
desigualdades que genera la concentración de riqueza y oportunidades, la
inequidad en el apoyo solidario y la ausencia de una visión estratégica de
largo plazo para desarrollar armónicamente al país, aprovechando las
posibilidades, riquezas naturales y condiciones particulares de los Estados y
municipios.
Aisladamente,
los Estados de la Federación
y los municipios no podrán ser plenamente autónomos y exitosos en su gestión.
Requieren de los recursos para mantener su infraestructura, crecer,
desarrollarse y potenciar sus particularidades.
La propia
Federación corre el mismo peligro si no logra reunir los recursos nacionales
para desarrollar los aspectos básicos y estratégicos de largo plazo, la
infraestructura general y los servicios que ayuden a todos y cada uno de los
Estados a potenciar sus cualidades y mitigar sus retrasos.
Necesitamos planes
estratégicos viables, no discursos abstractos sobre el federalismo, la
soberanía de los estados y el municipio libre, asumiendo un gran acuerdo
nacional que fije los parámetros requeridos y reconozca plenamente las
dificultades y desigualdades, a efecto de priorizar el gasto federal para
lograr una tarea esencial de dignidad, justicia, democracia y seguridad
nacional, distribuyendo equitativamente en las regiones los servicios, el
empleo y las oportunidades de trabajo e inversión.
No es posible
que algunas regiones que concentran las potencialidades de recursos naturales
para generar energéticos, por ejemplo, carezcan de luz y combustibles, o que
sólo algunas ciudades de algunos Estados concentren y carguen el peso de la
educación, salud, otros servicios y oportunidades de empleo, vivienda e
inversión, desatendiendo a población que carece de estos elementos
indispensables, porque en sus lugares de origen falta inversión y calidad en
sus bienes o servicios.
En este mismo
sentido, la división y el respeto entre los Poderes del Estado, en los términos
de la
Constitución Política, son un garante para que la sociedad
tenga el equilibrio, la responsabilidad compartida de velar por los intereses
de la Nación,
el respeto a la soberanía e iniciativa popular, la rendición de cuentas, la
aplicación de la justicia y la interpretación jurídica en caso de controversia.
Cuando
hablamos de Nación, de Patria y de pueblo, los criterios económicos de
eficiencia, ganancia y retorno de la inversión, al que nos somete el vertiginoso
modo de vida globalizado, no pueden ser prioridad ni parámetro válido.
México no es
un negocio o una sociedad anónima que demanda gerentes calculadores y
eficientes a cualquier precio. Tampoco es un espacio geográfico con población y
recursos disponibles al mejor postor para hacer ganancias a costa de la
desigualdad y marginación, la postración y el atraso de regiones o la
concentración absurda de recursos para satisfacer a los negociantes de lo
inmediato y la máxima ganancia.
México es una
Patria, con dignidad y conciencia histórica, con personalidad propia: es hogar
común, origen y destino de más de cien millones de mexicanos, tanto los que
viven dentro de sus fronteras como los que habitan fuera de ellas.
Precisamente
por ello, la
Confederación postula el principio de la rectoría estatal y
de la inversión pública en las áreas estratégicas para México, que deben estar
y están claramente estipuladas en la Constitución, y que por su naturaleza y
trascendencia deben ser incuestionablemente nacionales.
Las empresas y
empresarios, pequeños, medianos y grandes, que además de su legítimo interés
procuran el desarrollo de México y de sus mercados, el bienestar de los
trabajadores y la población, son parte del mismo proyecto histórico y, como
tales, tienen cabida, voz y lugar en nuestra organización, trinchera de todos
los mexicanos por un México mejor.
Pugnamos por
un gran plan estratégico nacional, donde se establezcan acuerdos acerca de la
manera de financiar y orientar el gasto de la Federación a aquellas
regiones, sectores sociales y ramas productivas o de servicios que aseguren
equidad, bienestar, seguridad, empleo, desarrollo científico y tecnológico,
oportunidades, fortalecimiento del mercado interno y competitividad creciente.
Las clases
medias, los grupos populares y los sectores urbanos del país han sido
protagonistas de importantes luchas, que han contribuido a las libertades y a
las instituciones y prácticas democráticas imperantes. Velar por su
fortalecimiento y promover su unidad en la acción por la defensa de México es
tarea permanente de la
Confederación.
En la medida
en que la Nación
crece y se diversifica se crean nuevas actividades e intereses, así como
profesiones y disciplinas técnicas, comerciales y de servicios. Surgen
asociaciones de profesionistas, científicos y empresarios, así como
organizaciones de defensa de los derechos humanos, del medio ambiente y de los
más variados intereses sociales.
Respetar las
diferencias de las organizaciones sociales existentes y de las que surjan por
el propio desarrollo económico, político y social, asegurando su derecho a
expresarse, organizarse y combatir por sus demandas, será la norma de trabajo
para que nuestra Confederación construya una nueva red de fuerzas sociales
capaces de hacer que la lucha política y social deje de ser ajena a los
ciudadanos y a sus legítimos medios de expresión organizada.
Pugnamos por
el fortalecimiento de la formación cívica, entendida como la actitud de
compromiso personal con la legalidad, con los derechos de los demás y con el
amor por México.
Mantenemos un
nacionalismo profundo, porque estamos orgullosos de nuestra forma de ser y
apreciar la vida, de nuestra cultura, de nuestra soberanía y de nuestras
conquistas. Asimismo, el atraso, la pobreza y la falta de oportunidades son un
estímulo para profundizar nuestro compromiso por un México mejor.
Nuestro
nacionalismo es fruto de una lucha permanente por afirmar la identidad y el
proyecto soberanos de México, no para dominar o sojuzgar a otros pueblos.
Nuestro nacionalismo es para honrar y enriquecer a la humanidad con nuestro
propio acento.
México es un
mosaico gigantesco de pueblos y paisajes; surge y se desarrolla en un constante
mestizaje y en permanente adopción de los avances de la humanidad.
Preservar la
cultura milenaria que hemos heredado, para seguir nutriendo a la nacionalidad
mexicana, empieza por respetarla, conocerla, asumirla, vivirla y desarrollarla
en nuestro diario existir.
Con profundo
dolor constatamos cómo millones de compatriotas parten en busca de oportunidades
y mejores niveles de vida que no encuentran en nuestra nación.
Defenderemos,
por todos los medios y en todas las instancias bilaterales y multilaterales,
sus derechos como personas y trabajadores. Mantendremos estos mismos principios
para enfrentar y resolver la migración hacia nuestro territorio.
La Confederación pondrá especial atención en enfrentar los efectos de la desigualdad
en los sectores más vulnerables y marginados. La población que se encuentra
disminuida en cualquiera de sus capacidades debe ser objeto de programas
permanentes y eficientes que les permitan su incorporación económica y social
plena.
La defensa de
los pensionados y jubilados, para que vivan sin zozobra, además de elemental
justicia, es una lucha que a todos compete y debemos prever su magnitud
creciente.
Los recortes
al gasto social y a la seguridad social son una constante a escala mundial, que
atenta contra los intereses populares. Los gobiernos no deben olvidar sus
obligaciones sociales y pretender que sean los mismos trabajadores quienes vean
por su propia jubilación, cuando sus percepciones apenas les permiten
sobrevivir y poco o nada pueden ahorrar, o que los enfermos enfrenten sistemas
de salud privados y que las familias sufraguen una educación de calidad en
instituciones privadas o paguen guarderías, por citar algunos rubros.
Los fondos de
retiro únicamente deben estar al servicio de los propios trabajadores y de los
grandes proyectos nacionales. No permitiremos que se conciban y utilicen como
si fueran gigantescas bolsas financieras para que intereses particulares
generen más negocios enteramente privados.
Los mexicanos
no podemos aceptar que el ahorro interno y las políticas de crédito sean
manejadas para fines distintos al de nuestro propio desarrollo independiente.
Será una lucha permanente de la Confederación que los mexicanos invirtamos y
reinvirtamos en fondos que promuevan el desarrollo de áreas y empresas
estratégicas.
La niñez y la
juventud son la reserva humana portadora de nuestro futuro. De la calidad de su
alimentación, desarrollo físico, condiciones de vida, educación, formación y
valores depende que México sea siendo lo que es y lo sea cada vez mejor.
La educación
debe ser la palanca fundamental para fortalecer la conciencia nacional y la
capacidad de emplear el desarrollo para elevar el nivel de vida material y
espiritual de la población, así como para generar bienes y servicios de calidad
e insertarnos como actores importantes en las grandes corrientes de la economía
mundial.
La educación y
la preparación técnica y científica nacional deben orientarse conforme al
Artículo Tercero de la
Constitución, nutriéndose de los avances más relevantes que
nos ofrece la comunidad mundial y logrando la correspondencia entre lo que se
estudia y lo que se requiere y demanda efectivamente en la vida socioeconómica
nacional e internacional.
Postulamos que
la equidad de género, entendida como igualdad de oportunidades en igualdad de
circunstancias, es para que mujeres y hombres tengan jurídica, económica,
social y laboralmente las mismas posibilidades de desarrollo, sin menoscabo de
las características, necesidades y diferencias propias.
II.- NUESTROS PRINCIPIOS Y COMPROMISOS CON LA SOBERANIA, LA DEMOCRACIA Y LA JUSTICIA SOCIAL.
Naturaleza
y carácter de la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares.
Con base en
nuestros principios ideológicos, concebimos a la Confederación como
una gran alianza política y social.
Planteamos, en
primer lugar, una alianza histórica esencial entre la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares y el Partido Revolucionario Institucional, basada
en la defensa de los principios que dan carácter vanguardista y progresista al
Partido.
Esta alianza
es hoy un instrumento estratégico para recuperar espacios políticos y para
conservar los que mantenemos, entendiendo que sin el poder político –entendido
siempre como medio, no como fin- no es posible el cumplimiento de nuestras
aspiraciones y programas de trabajo.
El Partido
Revolucionario Institucional desde su fundación ha pugnado y sigue pugnando por
generar las condiciones necesarias para el desarrollo integral de la sociedad
mexicana. Sin embargo, al día de hoy el pueblo de México sigue demandando
mejores condiciones de vida.
La justicia
social es un reclamo de la sociedad menos favorecida con el desarrollo
económico, pero también es una deuda histórica con las grandes mayorías del
país. No cejaremos en el propósito de contribuir, desde nuestra propia
renovación, en la renovación del Partido, asegurando que esté a la altura de
los cambios y transformaciones que atraviesa México de cara al siglo XXI.
La búsqueda
del poder por el poder mismo es sinónimo de soberbia, que envilece y corrompe a
las organizaciones. Por ello estaremos atentos en los procesos de competencia
electoral para que los candidatos y representantes populares que surjan de
nuestras filas se apeguen estrictamente a representar los intereses por los
cuales fueron votados.
Una de las
formas de alcanzar esos anhelos, vigorizando estructuralmente a nuestro
Partido, es construyendo una gran alianza ciudadana para un México mejor, a
través de la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares.
Una gran
alianza ciudadana para un México mejor significa, entre otros aspectos:
·
Reconocer y admirar las
fortalezas del pueblo mexicano.
·
Compartir el hondo sentimiento
humano que expresa el pueblo de México a través de la solidaridad.
·
Asumir la deuda que se tiene
con los grupos marginados del país.
·
Poner realmente la política al
servicio de la sociedad mexicana.
·
Establecer bases estructurales para
permitir que la justicia social llegue a todos los niveles.
·
Mantener una consulta
permanente entre los ciudadanos para conocer sus demandas y necesidades.
·
Saber escuchar y dar respuesta
a las quejas ciudadanas.
·
Saber reconocer las cualidades
de los líderes naturales.
·
Establecer permanentemente
puentes de comunicación entre el Partido y la sociedad a través de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares.
·
Iniciar un proceso de
penetración y trabajo directo con las diferentes organizaciones de la sociedad
civil.
·
Incorporar un Código de Ética
que regule el comportamiento público y privado de los militantes y
simpatizantes de la
Confederación.
·
Acotar el poder político al
marco de la Ley.
·
Respetar la pluralidad política
e ideológica.
Sobre estas
bases, la Confederación
trabajará para consolidarse como la columna vertebral de la alianza entre las
clases medias, los grupos urbanos y los sectores populares con el Partido
Revolucionario Institucional.
Esta alianza podemos entenderla en dos
vertientes:
1.
Primera, como alianza entre la Confederación y el
Partido, desde la óptica de que el Sector Popular, además de tener una
organización nacional, es el interlocutor y puente más sólido entre las clases
medias, los grupos populares y los sectores urbanos con el Partido.
2.
Segunda, como alianza entre la
sociedad y la
Confederación, pues diferenciarnos de otras ofertas políticas
no es un obstáculo para considerar cuidadosamente llevar a cabo acciones
conjuntas con organizaciones y expresiones sociales de todo tipo afines en
ideología, metas y proyectos.
La
Confederación Nacional de
Organizaciones Populares entiende claramente que para renovarse debe reconocer
de manera clara y honesta los errores del pasado, retomar y actualizar sus
principios y proyectar una imagen moderna ante el pueblo de México.
En la
coyuntura política actual, se hace indispensable pensar en las necesidades del
país y pensar en estrategias reales, no solo enunciativas; pensar, además, que
las grandes mayorías requieren de niveles dignos de vida y que el discurso que
derive de la Declaración
de Principios de la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares refleje
fielmente el sentir de nuestra militancia a lo largo y ancho del país.
Consideramos
que este proceso de renovación debe enfatizar en diez grandes principios, cuya
concreción en la sociedad y la política nacionales son la razón de ser de la Confederación Nacional
de Organizaciones Populares:
1. Defensa de la soberanía nacional.
La constante que ha marcado nuestra
historia nacional ha sido la defensa de la soberanía.
Esta lucha es
aún más necesaria en un mundo en constante evolución, donde lo que se ha
pretendido sin ningún sustento ha sido borrar las fronteras como una simple
condición de mercado o por definiciones de seguridad en donde lo que cuenta no
es el Derecho, sino la fuerza.
Frente a esta
situación, es imperativo de todo ciudadano tener muy claro lo que la soberanía
nacional significa.
Para nosotros,
soberanía nacional es oponernos a todo aquello que intente vulnerar nuestro
territorio, nuestra población, nuestra identidad nacional y nuestros recursos,
tanto económicos como naturales.
2. Defensa de la democracia y sus valores.
Por democracia
entendemos no solamente el acto libre y soberano de elegir a nuestros gobernantes,
sino la más amplia participación ciudadana en el ámbito de lo económico, lo
político y lo social, junto con la equidad en todos los derechos consagrados en
la Constitución.
Entre éstos,
en particular, la
Confederación está comprometida con las garantías
individuales y los derechos humanos, por cuyo cabal respeto pugnará, evitando a
toda costa cualquier forma de abuso del poder que ponga en riesgo la dignidad e
integridad de cualquier ciudadano. El respeto a los derechos humanos es la base
del respeto al Estado de Derecho.
Promovemos en
especial los derechos de la mujer, subrayando la importancia de su
participación en todos los órdenes de la vía pública. La mujer cenopista debe
hacerse presente en los puestos de representación política y en la Administración Pública.
Para preservar
y asegurar un mejor futuro para los jóvenes, se promoverá de modo sistemático
la formación de cuadros juveniles que inyecten mayor vitalidad a la Confederación.
Sostenemos que
la participación ciudadana es fundamental para construir un país más
democrático, ya que a través de ella se construirán consensos y se evitarán
abusos por parte de los gobernantes.
El poder
político debe ser limitado mediante la participación activa y responsable de
los militantes, y al mismo tiempo estar acotado por el marco constitucional y
de la propia Ley.
Consecuencia
clara de todo lo anterior es el compromiso básico de respeto a la militancia.
Nuestro militante debe contar con una ética que garantice su actuación ejemplar
en todos los ámbitos en que se desarrolla. Igualmente, su permanente
capacitación es un rubro indispensable.
3. Combate a la pobreza para la justicia
social.
La sociedad
mexicana se sigue transformando rápidamente de una sociedad rural a una
sociedad urbana, lo que ha traído como consecuencia el aumento de los
cinturones de miseria en nuestras ciudades.
No basta con
reconocer cuántos millones de pobres existen en México, ni tampoco simular
combatir la pobreza con programas asistencialistas de coyuntura.
El problema
requiere de una articulación de políticas públicas de fondo cuyo objetivo en
primera instancia propicie una mejor distribución de la riqueza.
Para ello, hay
que oponerse a la acumulación de la riqueza en pocas manos, a los monopolios y
a la tiranía insensible del mercado, desterrando políticas individualistas
centradas en el solo afán de lucro y defendiendo el sistema de economía mixta
bajo la rectoría del Estado.
Hay también
que anteponer los fines de la sociedad al afán inmoderado de beneficios
personales, mediante mecanismos de redistribución de la riqueza, pugnando por
la regulación de la especulación financiera y oponiéndose de manera frontal a
todas aquellas políticas que de un modo u otro lesionen la economía de la
sociedad mexicana.
El objetivo es
abatir los niveles de pobreza y de marginación, promoviendo rangos más altos de
bienestar popular que se reflejen en la vivienda, la salud, el empleo y el
medio ambiente.
4.
Combate a la inseguridad pública para la libertad.
Los problemas
de la inseguridad crecen en proporción con el grado de urbanización que alcanza
cada sociedad.
Uno de los
grandes problemas de las sociedades modernas y muy en especial de la sociedad
mexicana es la inseguridad creciente. En estos tiempos la protección de la
integridad física y moral de las personas, así como de sus propiedades, es una
exigencia que no admite demora.
La Confederación exigirá a las autoridades soluciones que, además de propugnar por
medidas persecutorias y de enjuiciamiento de los transgresores de la ley,
contemple paralelamente un programa de prevención del delito que permita
resolver las causas de fondo que llevan a los individuos a delinquir.
Se pronuncia
además de manera categórica en favor de un programa que analice y evalúe la
responsabilidad que tienen todos los agentes sociales en dicha problemática. En
dicho programa, se debe abordar, en forma muy especial, la responsabilidad de
algunos medios masivos de comunicación en la difusión y proliferación de vicios
y adicciones y en la exaltación de modelos de conducta negativos.
En este marco,
exigimos castigos ejemplares para delitos como el narcotráfico, la prostitución
infantil, la violación y los secuestros.
Exigimos
también una reforma profunda de las corporaciones policiales y de los órganos
de procuración de justicia.
Consideramos
al fortalecimiento del Poder Judicial, tanto en el ámbito federal como en el
local, como un elemento indispensable para asegurar el imperio del Derecho y un
efectivo combate a la inseguridad y la impunidad.
5.
Impulso a la educación como base del progreso y la justicia social.
Las clases
medias, los grupos populares y los sectores urbanos de México demandan cada día
más y mejores niveles de educación.
Creemos que el
único medio capaz de generar riqueza tanto moral como económica para el individuo
y para su sociedad es la educación, pues de ella se derivan las soluciones a
los grandes problemas que hoy confronta la sociedad mexicana.
La
Confederación Nacional de
Organizaciones Populares se manifiesta de manera explícita en favor del
fortalecimiento de la educación pública, laica y gratuita, oponiéndose a
cualquier intento de vulnerarla.
Defendemos
igualmente a la universidad pública y a todas las instituciones públicas de
educación superior, por cuya consolidación pugnamos.
Debe hacerse
de la enseñanza de la
Historia de México y de los valores cívicos un baluarte en la
defensa de la República.
La Confederación seguirá luchando para que el Estado mexicano incluya en el ámbito
de la obligatoriedad de la enseñanza pública el acceso a la educación preescolar
completa.
Entendemos a
la cultura es como un aspecto fundamental para el desarrollo armónico de los
mexicanos, que exige garantizar los espacios y los recursos necesarios para su
crecimiento.
La recreación
posibilita la integración familiar y social de todos los miembros de la
comunidad, por lo que la
Confederación promoverá que en los tres niveles de gobierno
se garantice plenamente este derecho, construyendo para tal efecto áreas verdes
al igual que parques y jardines, así como centros deportivos.
6. Sano desarrollo económico para la igualdad de oportunidades.
En un mundo
globalizado como el que hoy vivimos, el intenso intercambio de bienes y
servicios a nivel mundial ha incidido en la dinámica y orientación de la
economía nacional, afectando sobre todo a las clases medias urbanas.
Consideramos
que los flujos de inversiones hacia nuestro país deben reflejarse en el nivel
de vida de las familias y en la capacitación que les permita a los ciudadanos
mejores niveles de competitividad.
Un adecuado
equilibrio entre las exigencias del mercado externo y el desarrollo y
fortalecimiento del mercado interno es inaplazable.
Esto exige
avanzar en mejores sistemas de capacitación en y para el trabajo.
Exige
igualmente impulsar y promover la cultura de la calidad total en todos los
ámbitos de la producción y los servicios.
Por otra
parte, se hace indispensable adicionar a nuestro sistema educativo nacional con
nuevas herramientas que permitan el desarrollo integral del individuo a través
del manejo de tecnologías computacionales y el dominio de lenguas extranjeras.
Sobre estas
bases, habrá de promoverse el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas,
del cooperativismo, las oportunidades de empleo, el más amplio acceso a
créditos y la promoción a las actividades agropecuarias, buscando como objetivo
fundamental el desarrollo sustentable de México.
7.
Federalismo para la equidad en la distribución de los recursos públicos.
El federalismo
es un concepto que debe dejar de ser sólo un mero referente del discurso para dar
pie a un proceso real de transformación en el desarrollo equitativo y
equilibrado del país, desterrando para siempre la sombra del centralismo y la
verticalidad en la toma de decisiones.
La Confederación promoverá mediante una amplia consulta nacional la modernización
del sistema hacendario de México y la revisión y fortalecimiento de las
facultades del propio Poder Ejecutivo Federal, de los Estados y el Distrito
Federal, así como de los municipios, para que exista una verdadera coordinación
de los tres niveles de gobierno, haciendo del federalismo fiscal un motor de
desarrollo regional.
8. Defensa de los mexicanos en el extranjero.
La Confederación está
comprometida a proteger a nuestros migrantes a través de políticas que atiendan
sus problemas y que garanticen el respeto a sus derechos mediante acuerdos con
las instituciones correspondientes.
9.
Combate a la discriminación de cualquier tipo.
Como sociedad
no aceptamos el hecho de que aún exista algún tipo de discriminación.
Por ello, la Confederación ratifica
su compromiso con la equidad de género y el apoyo irrestricto a los adultos en
plenitud, las personas con discapacidad, los grupos étnicos y la pluralidad
cultural.
Asimismo nos
pronunciamos a favor del pleno respeto a los derechos de los niños y de los
jóvenes, así como en contra de cualquier intento de vulnerar su desarrollo
físico y mental.
10. La revaloración de la política como actividad con sentido ético y de servicio a la sociedad.
Como
organización conformada por hombres y mujeres libres, el comportamiento ético y
la honorabilidad que guían a los militantes de la Confederación en la
actividad política y social serán plenamente consecuentes, observando y
promoviendo la plena congruencia entre el discurso y la acción, entre la
ideología y la práctica, entre los principios y los fines.
Conforme a las
disposiciones de la
Convocatoria, el Reglamento y el Reglamento de Debates de la Asamblea Nacional
Extraordinaria, este Dictamen de Declaración de Principios fue aprobado con el
carácter de Resolución de la misma por los Delegados integrantes de la Mesa Temática de
Declaración de Principios y el Pleno de Conclusiones el día diecinueve de
noviembre de dos mil dos, haciéndose constar lo anterior para los efectos
correspondientes.
POR LA MESA DIRECTIVA DE LA MESA TEMÁTICA DE
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS DE LA ASAMBLEA NACIONAL EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE,
LIC. MARIANO PALACIOS ALCOCER. EL SECRETARIO TÉCNICO, EN FUNCIONES DE RELATOR,
LIC. JULIO CÉSAR CORDOVA. – POR LA MESA DIRECTIVA DE LA ASAMBLEA NACIONAL
EXTRAORDINARIA: EL PRESIDENTE, LIC. MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA. EL
SECRETARIO, LIC. HÉCTOR YUNES LANDA.
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